Si se tratara de elegir la Capitalidad Europea de la Paz, la selección de San Sebastián hubiera sido uno de los mayores aciertos. Pero no se trataba de eso, había que elegir la Capitalidad Europea de la Cultura para 2016 y junto a San Sebastián concurrían otras cinco ciudades españolas, Zaragoza, Córdoba, Las Palmas, Burgos y Segovia. Todas habían emprendido una carrera equivocada, porque creían que concurrían en igualdad de condiciones y no era cierto. Al menos no lo era si escuchamos las declaraciones del presidente del jurado seleccionador, quien aseguró que para San Sebastián el jurado había tenido muy en cuenta el compromiso ciudadano contra la violencia y deseó que esta nominación contribuyera al proceso de paz... Que llegue la paz a Euskadi es un deseo compartido por todos, pero que nada tiene que ver con el carácter cultural de la convocatoria. Hemos asistido, una vez más, a una intromisión intolerable de la política en las cuestiones ciudadanas y de paso a una devaluación del proyecto cultural donostiarra, porque no ha sido elegido por su valor, sino que han primado sobre todo los condicionamientos de carácter político.
Es grave, no sólo por la frustración de las otras cinco ciudades españolas que se habían volcado en proyectos muy atractivos y costosos, sino porque se ha desvirtuado la convocatoria de la Capitalidad Europea, y parece que se ha castigado a las ciudades en las que no hay violencia política. De haber sabido el nuevo criterio añadido, estoy segura de que ninguna de ellas se hubiera presentado. Córdoba tenía un proyecto de gran envergadura y al decir de los expertos podía ganar perfectamente. Segovia, sin tener el elemento de la violencia (afortunadamente) se quedó a un voto de alcanzar el sueño. Burgos aportaba uno de los proyectos más profesionales con la novedad del Museo de la Evolución Humana; y así podríamos seguir con el resto de los candidatos. El alcalde de Zaragoza, Alberto Belloch presentará una queja ante el Ministerio de Cultura pidiendo que se anule la votación, y si no es atendido presentará un recurso.
La metedura de pata del presidente del jurado ha sido de tal calibre, que ni el mejor de los abertzales hubiera diseñado una campaña para enfrentar a los territorios como ésta. Me parecen muy prudentes actitudes como las de los alcaldes de Segovia, Burgos o Córdoba, que han mostrado su sorpresa e incluso su indignación, pero a diferencia del jurado calificador, no han querido dejar entrar la política en su enfado y han preferido mirar al futuro.
La foto del socialista Odón Elorza, cuya corporación impulsó la candidatura, abrazándose al alcalde de Bildu, Juan Carlos Izaguirre, se ve como un insulto, como una connivencia intolerable que colabora aun más a ahogar las esperanzas de la normalización en Euskadi. Faltan 5 años para 2016, fecha en la que San Sebastián será la Capital Europea de la Cultura. Durante estos 5 años hay que diseñar proyectos, construir infraestructuras, hacer programaciones... Hay años para la proyección de la ciudad y desgraciadamente también para la proyección del proyecto abertzale. Bildu acaba de recibir el más acariciado de los regalos, un escaparate ante Europa, internacionalizar el conflicto vasco, el sueño dorado de los proetarras. Conociendo a estos personajes, su capacidad de movilización y de victimismo, no me cabe ninguna duda que aprovecharán la proyección de Donosti y de Euskadi para denunciar la “represión” que viven los abertzales y lo que están sufriendo los presos en las cárceles. Buscarán el amparo de los países europeos presentado a España como un país opresor sobre los deseos de libertad de la sociedad vasca. Se presentarán como víctimas con mentiras y manipulaciones que desgraciadamente ya hemos vivido y que si nadie lo remedia se repetirán a no tardar mucho.
Indudablemente, ser Capitalidad Europea de la Cultura es un privilegio y una apuesta de futuro. Estoy convencida de que San Sebastián tiene todos los elementos culturales y los proyectos que la harían merecedoras de esta nominación. Las tres ciudades que lo han sido en España, saben que la proyección que procura es inmensa y que las infraestructuras que quedan son un gran activo. No entiendo cómo las seis personas que en el jurado fueron elegidas por el Ministerio de Cultura, no han advertido de las implicaciones de elegir San Sebastián por motivos políticos... Han hecho un flaco favor al certamen y a la ciudad, pero también han jugado con la ilusión y el trabajo de muchos españoles.
jueves, 30 de junio de 2011
martes, 28 de junio de 2011
No es un debate cualquiera...
Buena parte del morbo del Debate del estado de la Nación que comienza hoy, está comprobar cómo Mariano Rajoy enmienda la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero al frente del Gobierno socialista y no le da protagonismo alguno a Rubalcaba. En política, hay una regla no escrita en la que todos buscan no dar ningún protagonismo al adversario. Lo principal es ignorarlo, ni nombrarle, como si no existiera. Una especie de ninguneo calculado que puede que al ciudadano de a pié le de lo mismo, pero en el juego político es fundamental... Por eso Rajoy buscará el desgaste de Zapatero e ignorar al candidato Alfredo, aunque seguro que le hará corresponsable de los errores cometidos por su participación responsabilidad como vice-todo en el equipo.
Zapatero se presenta ante el Congreso de los Diputados en el peor momento de su popularidad. Debe ser tan baja, que ni siquiera merece la pena hacer encuestas para que la midan. Un presidente al que nadie cree, cuestionado en su partido hasta el punto de que ya casi ni aparece en los actos, débil hasta el punto de “regalar” todo a los nacionalismos para sostenerse “in extremis”, que ya ha tirado la toalla en las reformas y que presentará un balance en el que no podrá mostrar nada. Tratará de engañar con reformas que pudieron haber sido y no fueron, tratará de maquillar los datos del paro con un repunte del sector turístico que es meramente estacional, pero presentará un consumo desgraciadamente en caída libre, un sector de la construcción muerto, el automóvil asfixiado y el campo hundido por la crisis del pepino. No podrá hablar de la credibilidad española, porque no existe, y tratará de colocar en el debe de la oposición la mala imagen de España por sus constantes críticas a la política económica. La realidad nos presentará una bolsa por debajo de los 10.000 puntos, una prima de riesgo que ha llegado a los 280 y está en el máximo diferencial conocido, la gasolina por las nubes y la sociedad indignada, enfadada, molesta y harta de tanta incompetencia. Para que nada falte, Bildu se hace fuerte en Euskadi, el PSOE ha perdido todo su poder territorial, se ciñen negros nubarrones sobre el futuro electoral en Andalucía, y hay una desbandada de cargos socialistas que buscan ubicación ante una debacle similar a la del 22 M, que ha dejado en la cuneta a alrededor de 4000 cargos públicos que tienen que buscarse la vida.
Ante esta situación, Mariano Rajoy está en la obligación de no quedarse sólo en la crítica. Tiene que ir un punto más allá y lanzar el mensaje al pueblo español de que hay esperanza, de que hay una alternativa y de que la salida de la crisis es posible. No podemos dar un mensaje en negativo, porque nada más negativo que Zapatero, un personaje políticamente amortizado. El PSOE es un partido noqueado, con un candidato que fue flor de un día, pero que ya no levanta las pasiones que deseaban los estrategas de su partido. El PP acaba de conseguir las mayores cuotas de poder territorial que ha tenido nunca. Debe ser consciente de que en esta victoria se produce la suma de los méritos propios y el demérito calamitoso del adversario. Casi es como haber ganado por incomparecencia del contrario, porque el desplome socialista ha sido tremendo. Hay que ir a más, hay que ser ambiciosos y querer ganar por más, pero hacerlo por méritos propios, por tratar de ilusionar a la sociedad, de mostrarle la cara atractiva de la política, esa cara que existe, que es imprescindible en la gestión del día a día y que no puede seguir manteniendo por mucho más tiempo la imagen del tercer mayor problema ciudadano.
La vida pública es apasionante. Poder hacer algo por los ciudadanos, mejorar la sociedad, conseguir mayores cuotas de bienestar y mejor calidad de vida en la población es un privilegio. Pocas cosas pueden ser más gratas que sentir la convicción de que este trabajo mejora nuestras ciudades y nuestros pueblos, ayuda a una mejor educación, permite las prestaciones sanitarias y sociales, o facilita oportunidades a los más jóvenes. Quien lo hacer, tiene un tesoro que tiene que explotar con orgullo. La vida pública es imprescindible, porque sin ella la sociedad no avanza. La sociedad civil es la punta de lanza, pero necesita de la colaboración y del impulso de una vida pública que arbitra muchos conflictos, resuelve problemas y garantiza los derechos de los ciudadanos. Todo esto nos lo jugamos cuando hablamos del buen ejercicio de la política y por eso este Debate que hoy se celebra en la Carrera de San Jerónimo, no es uno más... Es un debate esencial en un momento crucial, un debate que debe hablar claro, que tiene que dar respuestas y esperanzas a los colectivos de indignados que desde la razón, desde la honestidad y desde el sacrificio personal, han protestado estos días y han clamado por reformas.
Estoy convencida de que Zapatero es ya el pasado, una pesadilla que tenemos que olvidar. Su contumacia en no convocar de inmediato está limitando nuestras posibilidades de rearme, pero ello no debe suponer que la oposición se cruce de brazos. Rajoy tiene hoy su primera gran oportunidad. Es verdad que vivimos en una sociedad que ya es poco receptiva a los políticos y lo que dicen, pero se equivocará si no trata de reconducir el debate. Los españoles lo necesitamos.
Zapatero se presenta ante el Congreso de los Diputados en el peor momento de su popularidad. Debe ser tan baja, que ni siquiera merece la pena hacer encuestas para que la midan. Un presidente al que nadie cree, cuestionado en su partido hasta el punto de que ya casi ni aparece en los actos, débil hasta el punto de “regalar” todo a los nacionalismos para sostenerse “in extremis”, que ya ha tirado la toalla en las reformas y que presentará un balance en el que no podrá mostrar nada. Tratará de engañar con reformas que pudieron haber sido y no fueron, tratará de maquillar los datos del paro con un repunte del sector turístico que es meramente estacional, pero presentará un consumo desgraciadamente en caída libre, un sector de la construcción muerto, el automóvil asfixiado y el campo hundido por la crisis del pepino. No podrá hablar de la credibilidad española, porque no existe, y tratará de colocar en el debe de la oposición la mala imagen de España por sus constantes críticas a la política económica. La realidad nos presentará una bolsa por debajo de los 10.000 puntos, una prima de riesgo que ha llegado a los 280 y está en el máximo diferencial conocido, la gasolina por las nubes y la sociedad indignada, enfadada, molesta y harta de tanta incompetencia. Para que nada falte, Bildu se hace fuerte en Euskadi, el PSOE ha perdido todo su poder territorial, se ciñen negros nubarrones sobre el futuro electoral en Andalucía, y hay una desbandada de cargos socialistas que buscan ubicación ante una debacle similar a la del 22 M, que ha dejado en la cuneta a alrededor de 4000 cargos públicos que tienen que buscarse la vida.
Ante esta situación, Mariano Rajoy está en la obligación de no quedarse sólo en la crítica. Tiene que ir un punto más allá y lanzar el mensaje al pueblo español de que hay esperanza, de que hay una alternativa y de que la salida de la crisis es posible. No podemos dar un mensaje en negativo, porque nada más negativo que Zapatero, un personaje políticamente amortizado. El PSOE es un partido noqueado, con un candidato que fue flor de un día, pero que ya no levanta las pasiones que deseaban los estrategas de su partido. El PP acaba de conseguir las mayores cuotas de poder territorial que ha tenido nunca. Debe ser consciente de que en esta victoria se produce la suma de los méritos propios y el demérito calamitoso del adversario. Casi es como haber ganado por incomparecencia del contrario, porque el desplome socialista ha sido tremendo. Hay que ir a más, hay que ser ambiciosos y querer ganar por más, pero hacerlo por méritos propios, por tratar de ilusionar a la sociedad, de mostrarle la cara atractiva de la política, esa cara que existe, que es imprescindible en la gestión del día a día y que no puede seguir manteniendo por mucho más tiempo la imagen del tercer mayor problema ciudadano.
La vida pública es apasionante. Poder hacer algo por los ciudadanos, mejorar la sociedad, conseguir mayores cuotas de bienestar y mejor calidad de vida en la población es un privilegio. Pocas cosas pueden ser más gratas que sentir la convicción de que este trabajo mejora nuestras ciudades y nuestros pueblos, ayuda a una mejor educación, permite las prestaciones sanitarias y sociales, o facilita oportunidades a los más jóvenes. Quien lo hacer, tiene un tesoro que tiene que explotar con orgullo. La vida pública es imprescindible, porque sin ella la sociedad no avanza. La sociedad civil es la punta de lanza, pero necesita de la colaboración y del impulso de una vida pública que arbitra muchos conflictos, resuelve problemas y garantiza los derechos de los ciudadanos. Todo esto nos lo jugamos cuando hablamos del buen ejercicio de la política y por eso este Debate que hoy se celebra en la Carrera de San Jerónimo, no es uno más... Es un debate esencial en un momento crucial, un debate que debe hablar claro, que tiene que dar respuestas y esperanzas a los colectivos de indignados que desde la razón, desde la honestidad y desde el sacrificio personal, han protestado estos días y han clamado por reformas.
Estoy convencida de que Zapatero es ya el pasado, una pesadilla que tenemos que olvidar. Su contumacia en no convocar de inmediato está limitando nuestras posibilidades de rearme, pero ello no debe suponer que la oposición se cruce de brazos. Rajoy tiene hoy su primera gran oportunidad. Es verdad que vivimos en una sociedad que ya es poco receptiva a los políticos y lo que dicen, pero se equivocará si no trata de reconducir el debate. Los españoles lo necesitamos.
lunes, 27 de junio de 2011
Detrás de la máscara.
A medida transcurren los días, Bildu se quita la careta. Ya se acumulan en su haber un montón de actuaciones que demuestran que la estrategia de Batasuna para estar presentes en las instituciones ha funcionado, con la colaboración necesaria de Pascual Sala y sus magistrados del Constitucional, que extralimitándose en sus funciones, revisaron y descalificaron pruebas admitidas por el Supremo y que se basaban, nada más y nada menos, que en informes de los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado, que son quienes se juegan la vida ante los etarras.
La sentencia de la ignominia no sólo convirtió en mártires a los miembros de Bildu, sino que estimuló el voto radical hacia la formación y les abrió las puertas de los ayuntamientos y de las diputaciones forales. Y lo que es peor, les abrió la llave de la caja y del acceso a los datos de miles de ciudadanos.
Hemos comprobado que de condena a ETA nada de nada, que ya han quitado banderas de España, que han retirado el retrato del Rey de los salones de plenos, que impiden el acceso a los ayuntamientos de los escoltas de concejales amenazados, que concejales del PP han vuelto a ser insultados públicamente y que ya han pedido la retirada del ejército de Euskadi. Empiezan a campar con una impunidad que se detecta creciente y que empieza a asustar incluso a quienes les han abierto las puertas, que ya detectan que la cosa se les va de las manos. El capítulo de la complacencia del PNV para que Bildu asuma la Diputación Foral de San Sebastián e instalar en ella a Martín Garitano, es normal que haya vuelto a abrir las heridas. Este señor tomó posesión con una chapa en la solapa en la que figuraba el número de preso de Otegui. Garitano, que desde Gara señalaba objetivos al abertzalismo vasco, perfila un equipo que pone los pelos de punta. No se esconde, no condena a ETA y abiertamente afirma que gobernará por la independencia de Euskal Herria. Todos los datos apuntan a que su equipo estará plagado de personas ligadas a Batasuna y lo más inquietante es que quien se perfila para ocupar el área de hacienda es Xavier Olano, exportavoz de HB y de Euskal Herritarrok. Este señor tendrá la gestión de nada menos que 840 millones de euros y los datos fiscales de 707.000 guipuzcoanos. Para echarse a temblar... No es de extrañar que haya una buena parte del empresariado vasco que está aterrado con lo que se viene encima. Y para que nada falte, ahí está la expresión de Garitano “No vamos a parar Guipúzcoa”, que conociendo a los personajes, que además no quieren que llegue el AVE a Euskadi, no me extrañaría que nos situara en un inquietante “excusatio non petita”.
Es un hecho que a alguien se le ha ido la estrategia de la mano, porque en España tenemos un Estado de Derecho con leyes y cauces de participación que exigen el cumplimiento de unas normas. El TC les ha permitido saltárselas por una cesión en la que es fácil sospechar que tenía la complicidad del Gobierno, tal vez asentada en esa obsesión de Zapatero de sellar el final de ETA antes de las generales, porque no tiene más bazas que presentar ante los electores. Pero los hechos están dejando las cosas muy claras, porque de aventurar el final de ETA, nada de nada y por el contrario hay un envalentonamiento del mundo abertzale muy inquietante. Si a todo esto, unimos que el PNV sigue instalado en ese doble manejo donde en Madrid pone la mano para sacar la hijuela a un gobierno noqueado, y en Euskadi hace guiños al abertzalismo con la esperanza de acabar cosechando buena parte de sus votos, tendremos que concluir que hemos dado un paso atrás notable en la normalización de la vida política y social en el país vasco. Ojalá que todas estas situaciones se queden en el testimonio, pero mal asunto es que ya haya concejales que presenten la dimisión donde Bildu gobierna y otros que hayan pedido protección ante la nueva situación. Patxi López empieza a ser un monigote político puenteado desde Madrid, donde el PSOE negocia con el PNV directamente, y aislado en Euskadi, donde sólo el PP mantiene la lealtad a los pactos que tan buenos resultados estaban dando en términos de libertad y convivencia.
Un líder débil termina por ser un desastre en todo y Zapatero no es que sea débil, es que es manifiestamente inútil. A los problemas económicos y en el seno del PSOE, tenemos que sumar la debilitación de la esperanza de libertad en el País Vasco. Cada día que pasa las cosas se ponen peor y lo lamentable es que en muchos sectores del PSOE siguen sin verlo...
La sentencia de la ignominia no sólo convirtió en mártires a los miembros de Bildu, sino que estimuló el voto radical hacia la formación y les abrió las puertas de los ayuntamientos y de las diputaciones forales. Y lo que es peor, les abrió la llave de la caja y del acceso a los datos de miles de ciudadanos.
Hemos comprobado que de condena a ETA nada de nada, que ya han quitado banderas de España, que han retirado el retrato del Rey de los salones de plenos, que impiden el acceso a los ayuntamientos de los escoltas de concejales amenazados, que concejales del PP han vuelto a ser insultados públicamente y que ya han pedido la retirada del ejército de Euskadi. Empiezan a campar con una impunidad que se detecta creciente y que empieza a asustar incluso a quienes les han abierto las puertas, que ya detectan que la cosa se les va de las manos. El capítulo de la complacencia del PNV para que Bildu asuma la Diputación Foral de San Sebastián e instalar en ella a Martín Garitano, es normal que haya vuelto a abrir las heridas. Este señor tomó posesión con una chapa en la solapa en la que figuraba el número de preso de Otegui. Garitano, que desde Gara señalaba objetivos al abertzalismo vasco, perfila un equipo que pone los pelos de punta. No se esconde, no condena a ETA y abiertamente afirma que gobernará por la independencia de Euskal Herria. Todos los datos apuntan a que su equipo estará plagado de personas ligadas a Batasuna y lo más inquietante es que quien se perfila para ocupar el área de hacienda es Xavier Olano, exportavoz de HB y de Euskal Herritarrok. Este señor tendrá la gestión de nada menos que 840 millones de euros y los datos fiscales de 707.000 guipuzcoanos. Para echarse a temblar... No es de extrañar que haya una buena parte del empresariado vasco que está aterrado con lo que se viene encima. Y para que nada falte, ahí está la expresión de Garitano “No vamos a parar Guipúzcoa”, que conociendo a los personajes, que además no quieren que llegue el AVE a Euskadi, no me extrañaría que nos situara en un inquietante “excusatio non petita”.
Es un hecho que a alguien se le ha ido la estrategia de la mano, porque en España tenemos un Estado de Derecho con leyes y cauces de participación que exigen el cumplimiento de unas normas. El TC les ha permitido saltárselas por una cesión en la que es fácil sospechar que tenía la complicidad del Gobierno, tal vez asentada en esa obsesión de Zapatero de sellar el final de ETA antes de las generales, porque no tiene más bazas que presentar ante los electores. Pero los hechos están dejando las cosas muy claras, porque de aventurar el final de ETA, nada de nada y por el contrario hay un envalentonamiento del mundo abertzale muy inquietante. Si a todo esto, unimos que el PNV sigue instalado en ese doble manejo donde en Madrid pone la mano para sacar la hijuela a un gobierno noqueado, y en Euskadi hace guiños al abertzalismo con la esperanza de acabar cosechando buena parte de sus votos, tendremos que concluir que hemos dado un paso atrás notable en la normalización de la vida política y social en el país vasco. Ojalá que todas estas situaciones se queden en el testimonio, pero mal asunto es que ya haya concejales que presenten la dimisión donde Bildu gobierna y otros que hayan pedido protección ante la nueva situación. Patxi López empieza a ser un monigote político puenteado desde Madrid, donde el PSOE negocia con el PNV directamente, y aislado en Euskadi, donde sólo el PP mantiene la lealtad a los pactos que tan buenos resultados estaban dando en términos de libertad y convivencia.
Un líder débil termina por ser un desastre en todo y Zapatero no es que sea débil, es que es manifiestamente inútil. A los problemas económicos y en el seno del PSOE, tenemos que sumar la debilitación de la esperanza de libertad en el País Vasco. Cada día que pasa las cosas se ponen peor y lo lamentable es que en muchos sectores del PSOE siguen sin verlo...
jueves, 23 de junio de 2011
Demasiado arroz para tan poco pollo.
¡Ojo a lo ocurrido ayer por la tarde en el Congreso de los Diputados! Tuvimos un claro indicador de hasta qué punto está decidido a llegar un Gobierno noqueado, en su cesión a la insaciable voracidad de los nacionalismos. Todo ello como consecuencia de la abstención del PNV y CiU para que la reforma de la negociación colectiva haya sido admitida a trámite y pueda ser tramitada como proyecto de ley.
El propio Zapatero tuvo que emplearse a fondo en la negociación, agotando todos los minutos de tiempo antes de la votación, para salvar “in extremis” una cantada derrota. Sólo con la abstención de los nacionalistas el Gobierno salvaba la cara y no tuvo problemas para conseguirla, porque una vez más practicó su ya conocida afición a la cesión ante estos grupos... De forma pública, lo que en esta ocasión se les ha entregado es la prevalencia de la negociación colectiva autonómica sobre la del conjunto nacional. Pero debe de haber algo más, porque no es posible explicar de otra forma la frase pronunciada por el portavoz peneuvista, Josu Erkoreka, tras la negociación: “En mi trayectoria política, jamás he conocido algo semejante”. Tácitamente Erkoreka admitió que jamás habían recibido tanto, a cambio de una abstención. Ahora sí que cabe preguntarse hasta dónde está dispuesto a llegar Zapatero cuando necesite los votos nacionalistas, para sacar adelante los presupuestos del próximo año, o de forma más inmediata para acordar el tope del techo de gasto que se pretende llevar a la Cámara.
Un principio elemental de cualquier negociador es no sentarse a la mesa en condiciones de debilidad, ya que cuando esto sucede la parte contraria lo sabe y arranca todo lo que puede y más. Mucho más, si además son verdaderos artistas en este campo, como hay que reconocer que son los partidos nacionalistas, que siempre han hecho de la negociación política el arte del trueque en el que han conseguido dinero, poder, reconocimiento y la humillación del que negocia, algo a lo que tampoco han renunciado en esta ocasión al obligar a Zapatero a que fuera él en persona quién negociara ayer.
Lo peor del caso que nos ocupa, es que la reforma de la negociación colectiva no convence a nadie. Sonroja ver a Zapatero saliendo del Congreso con una gran sonrisa y explicando que se trata de una gran noticia porque la reforma permitirá crear empleo, flexibilidad en las empresas y crear riqueza. Ojalá tenga razón, pero eso significará que al trámite parlamentario hay que darle una vuelta de calcetín, porque ni los empresarios, ni grandes capas de la sociedad, ni el FMI creen que la propuesta es suficiente... Zapatero está feliz y dice que ha hecho otra reforma más. Deberá ilustrarnos sobre las anteriores, porque todos los pasos que ha dado hasta ahora han sido tan livianos, que la gran mayoría de los ciudadanos percibimos que todo está pendiente y que seguimos perdiendo un tiempo precioso.
Es irritante el tinte de sainete que el PSOE y sus cuadros están dando a la política nacional. Ayer José Bono negó que se hubiera negociado en el Congreso y justificó la admisión a trámite de la futura ley por el sentido de Estado que tantas veces han demostrado los partidos nacionalistas (¿?)... La actitud de Bono, político muy listo y experimentado, sólo puede justificarse porque quiera desviar el debate y amparar la estrategia de Zapatero de llegar al final de la legislatura. ¡Hace falta tener cuajo para negar lo que todos, incluido el propio Presidente del Gobierno, ha reconocido!
Un Gobierno a la deriva toma decisiones al vuelo, negocia sobre la debilidad y obvia el futuro de sus decisiones. Las constantes cesiones a los nacionalistas son un grave problema porque reabren el debate de los agravios comparativos entre los territorios, algo que tenemos que cerrar de una vez por todas para fortalecer al país. Puede que al Sr. Zapatero le resulte un debate menor, y mucho más ahora que casi todo el poder territorial está en manos del PP, pero es un asunto de extrema gravedad porque hace que el país sea más débil y por tanto perdamos oportunidades que no estamos en condiciones de despreciar. Todo lo que está pasando es muy grave porque retrasa las imprescindibles soluciones que España debe tomar. Vamos de parche en parche y de cesión nacionalista en cesión nacionalista. Ahora la caja está muy menguada, casi exhausta. ¿A cambio de qué esta dispuesto Zapatero a negociar los presupuestos?... Inquietante pregunta a la que pronto tendremos respuesta.
El propio Zapatero tuvo que emplearse a fondo en la negociación, agotando todos los minutos de tiempo antes de la votación, para salvar “in extremis” una cantada derrota. Sólo con la abstención de los nacionalistas el Gobierno salvaba la cara y no tuvo problemas para conseguirla, porque una vez más practicó su ya conocida afición a la cesión ante estos grupos... De forma pública, lo que en esta ocasión se les ha entregado es la prevalencia de la negociación colectiva autonómica sobre la del conjunto nacional. Pero debe de haber algo más, porque no es posible explicar de otra forma la frase pronunciada por el portavoz peneuvista, Josu Erkoreka, tras la negociación: “En mi trayectoria política, jamás he conocido algo semejante”. Tácitamente Erkoreka admitió que jamás habían recibido tanto, a cambio de una abstención. Ahora sí que cabe preguntarse hasta dónde está dispuesto a llegar Zapatero cuando necesite los votos nacionalistas, para sacar adelante los presupuestos del próximo año, o de forma más inmediata para acordar el tope del techo de gasto que se pretende llevar a la Cámara.
Un principio elemental de cualquier negociador es no sentarse a la mesa en condiciones de debilidad, ya que cuando esto sucede la parte contraria lo sabe y arranca todo lo que puede y más. Mucho más, si además son verdaderos artistas en este campo, como hay que reconocer que son los partidos nacionalistas, que siempre han hecho de la negociación política el arte del trueque en el que han conseguido dinero, poder, reconocimiento y la humillación del que negocia, algo a lo que tampoco han renunciado en esta ocasión al obligar a Zapatero a que fuera él en persona quién negociara ayer.
Lo peor del caso que nos ocupa, es que la reforma de la negociación colectiva no convence a nadie. Sonroja ver a Zapatero saliendo del Congreso con una gran sonrisa y explicando que se trata de una gran noticia porque la reforma permitirá crear empleo, flexibilidad en las empresas y crear riqueza. Ojalá tenga razón, pero eso significará que al trámite parlamentario hay que darle una vuelta de calcetín, porque ni los empresarios, ni grandes capas de la sociedad, ni el FMI creen que la propuesta es suficiente... Zapatero está feliz y dice que ha hecho otra reforma más. Deberá ilustrarnos sobre las anteriores, porque todos los pasos que ha dado hasta ahora han sido tan livianos, que la gran mayoría de los ciudadanos percibimos que todo está pendiente y que seguimos perdiendo un tiempo precioso.
Es irritante el tinte de sainete que el PSOE y sus cuadros están dando a la política nacional. Ayer José Bono negó que se hubiera negociado en el Congreso y justificó la admisión a trámite de la futura ley por el sentido de Estado que tantas veces han demostrado los partidos nacionalistas (¿?)... La actitud de Bono, político muy listo y experimentado, sólo puede justificarse porque quiera desviar el debate y amparar la estrategia de Zapatero de llegar al final de la legislatura. ¡Hace falta tener cuajo para negar lo que todos, incluido el propio Presidente del Gobierno, ha reconocido!
Un Gobierno a la deriva toma decisiones al vuelo, negocia sobre la debilidad y obvia el futuro de sus decisiones. Las constantes cesiones a los nacionalistas son un grave problema porque reabren el debate de los agravios comparativos entre los territorios, algo que tenemos que cerrar de una vez por todas para fortalecer al país. Puede que al Sr. Zapatero le resulte un debate menor, y mucho más ahora que casi todo el poder territorial está en manos del PP, pero es un asunto de extrema gravedad porque hace que el país sea más débil y por tanto perdamos oportunidades que no estamos en condiciones de despreciar. Todo lo que está pasando es muy grave porque retrasa las imprescindibles soluciones que España debe tomar. Vamos de parche en parche y de cesión nacionalista en cesión nacionalista. Ahora la caja está muy menguada, casi exhausta. ¿A cambio de qué esta dispuesto Zapatero a negociar los presupuestos?... Inquietante pregunta a la que pronto tendremos respuesta.
miércoles, 22 de junio de 2011
Es evidente qué camino coger.
La sesión de control de ayer en el Senado demostró, una vez más, la debilidad de Zapatero. Cuando el portavoz del PP, Pío García Escudero, le preguntó por la tarea de coordinación del Gobierno que había realizado Rubalcaba en la crisis del pepino, Zapatero respondió de una forma inexplicable: “Cuando quiera usted saber lo que hace el Vice-Presidente, pregúnteselo a él”... Sin comentarios..
Zapatero está noqueado y de nuevo planeó la necesidad de adelantar las elecciones, pero él se sigue resistiendo, prueba de ello es la comunicación remitida al Congreso de los Diputados para el Debate del Estado de la Nación la próxima semana. El Presidente, cuya única defensa es hacer frases y juegos de palabras, dijo ayer que el PSOE sufre con los ajustes, y sólo quien resiste es capaz de anteponer los intereses generales a los electorales. La frase es eso, una frase, porque Zapatero ha demostrado una y mil veces que para él, lo primero, son los intereses socialistas; aunque en este momento, con una deriva absoluta, una no acierta a saber muy bien cuáles son los intereses reales por los que se guía.
El Fondo Monetario Internacional fue ayer concluyente al pedir a España que concluya de una vez por todas sus anunciadas reformas y que las concluya sin paños calientes, con lo que necesita el país. El FMI apunta a que se rebaje el coste de los despidos, se haga una reforma más radical de la negociación colectiva y no se liguen los salarios al incremento del IPC. Estas medidas, desde luego no deseables, parecen necesarias para reactivar el mercado laboral. No veo yo al PSOE, que está tratando de vender que está dando un giro más intenso hacia posiciones de izquierdas, facilitando y abarantando el despido o dejando a un lado a los sindicatos a la hora de liquidar la negociación colectiva. Todo el tiempo que se tarde en tomar medidas, que no afectan a los derechos adquiridos sino a los nuevos contratos, es un tiempo perdido y eso se traduce en un retraso en sentar bases de competitividad y empezar a ver una salida a la crisis en la que estamos metidos.
España tiene muchos problemas y al estar inserta en el engranaje europeo estará muy condicionada por lo que en ella se decida. Dicho de otra forma, muchas de las medidas que hay que tomar nos vienen impuestas y salvo que queramos estar fuera de ese engranaje, habrá que actuar conforme nos dicten desde Europa y que nadie dude que si no lo hacemos “motu proprio”, nos obligarán a hacerlo. Y Zapatero ya debería saberlo...
Cuando escuchamos al PSOE coquetear con el movimiento del 15M, con sus propuestas de aumentar el gasto público, o siguen hablando de la necesidad y la responsabilidad de tomar medidas que nunca acaban de llegar, sólo nos queda concluir que lo que está pasando es que se dejan caer las hojas del calendario para que Rubalcaba asiente su candidatura. Pero el tiempo corre en su contra, porque el descrédito socialista es cada vez mayor, y lo es porque los bolsillos siguen vacíos, hay cada vez más dificultades para llegar a final de mes y el consumo está quebrado. El país se resiente de la falta de confianza, de la ausencia de liderazgo y recuperarlos sólo es posible pasando por las urnas. A estas alturas, casi se puede asegurar que la legislatura está agotada y llevarla al límite sólo se justifica por un absurdo orgullo de mantenerse en el poder. Zapatero haría de la convocatoria electoral ahora un gran servicio a España y todo indica que en las manos del PP quedaría una responsabilidad que pondría a prueba sus políticas. Si los vaticinios demoscópicos se cumplen, el PP alcanzará un grado de poder que jamás pudo imaginar y ello le obligará a olvidarse de populismos y desde el primer día acometer las reformas que necesita España y que el partido ha reclamado al PSOE en muchas ocasiones. Podría, además, coordinar a la gran mayoría de las comunidades y acabar con la alocada carrerea del “y yo más” que tanto daño a hecho a las cuentas públicas en forma de deuda. Cuanto antes comience su trabajo, mejor para todos,... pero para eso sólo Zapatero tiene la llave.
Zapatero está noqueado y de nuevo planeó la necesidad de adelantar las elecciones, pero él se sigue resistiendo, prueba de ello es la comunicación remitida al Congreso de los Diputados para el Debate del Estado de la Nación la próxima semana. El Presidente, cuya única defensa es hacer frases y juegos de palabras, dijo ayer que el PSOE sufre con los ajustes, y sólo quien resiste es capaz de anteponer los intereses generales a los electorales. La frase es eso, una frase, porque Zapatero ha demostrado una y mil veces que para él, lo primero, son los intereses socialistas; aunque en este momento, con una deriva absoluta, una no acierta a saber muy bien cuáles son los intereses reales por los que se guía.
El Fondo Monetario Internacional fue ayer concluyente al pedir a España que concluya de una vez por todas sus anunciadas reformas y que las concluya sin paños calientes, con lo que necesita el país. El FMI apunta a que se rebaje el coste de los despidos, se haga una reforma más radical de la negociación colectiva y no se liguen los salarios al incremento del IPC. Estas medidas, desde luego no deseables, parecen necesarias para reactivar el mercado laboral. No veo yo al PSOE, que está tratando de vender que está dando un giro más intenso hacia posiciones de izquierdas, facilitando y abarantando el despido o dejando a un lado a los sindicatos a la hora de liquidar la negociación colectiva. Todo el tiempo que se tarde en tomar medidas, que no afectan a los derechos adquiridos sino a los nuevos contratos, es un tiempo perdido y eso se traduce en un retraso en sentar bases de competitividad y empezar a ver una salida a la crisis en la que estamos metidos.
España tiene muchos problemas y al estar inserta en el engranaje europeo estará muy condicionada por lo que en ella se decida. Dicho de otra forma, muchas de las medidas que hay que tomar nos vienen impuestas y salvo que queramos estar fuera de ese engranaje, habrá que actuar conforme nos dicten desde Europa y que nadie dude que si no lo hacemos “motu proprio”, nos obligarán a hacerlo. Y Zapatero ya debería saberlo...
Cuando escuchamos al PSOE coquetear con el movimiento del 15M, con sus propuestas de aumentar el gasto público, o siguen hablando de la necesidad y la responsabilidad de tomar medidas que nunca acaban de llegar, sólo nos queda concluir que lo que está pasando es que se dejan caer las hojas del calendario para que Rubalcaba asiente su candidatura. Pero el tiempo corre en su contra, porque el descrédito socialista es cada vez mayor, y lo es porque los bolsillos siguen vacíos, hay cada vez más dificultades para llegar a final de mes y el consumo está quebrado. El país se resiente de la falta de confianza, de la ausencia de liderazgo y recuperarlos sólo es posible pasando por las urnas. A estas alturas, casi se puede asegurar que la legislatura está agotada y llevarla al límite sólo se justifica por un absurdo orgullo de mantenerse en el poder. Zapatero haría de la convocatoria electoral ahora un gran servicio a España y todo indica que en las manos del PP quedaría una responsabilidad que pondría a prueba sus políticas. Si los vaticinios demoscópicos se cumplen, el PP alcanzará un grado de poder que jamás pudo imaginar y ello le obligará a olvidarse de populismos y desde el primer día acometer las reformas que necesita España y que el partido ha reclamado al PSOE en muchas ocasiones. Podría, además, coordinar a la gran mayoría de las comunidades y acabar con la alocada carrerea del “y yo más” que tanto daño a hecho a las cuentas públicas en forma de deuda. Cuanto antes comience su trabajo, mejor para todos,... pero para eso sólo Zapatero tiene la llave.
martes, 21 de junio de 2011
Llamemos a las cosas por su nombre.
Se me sigue encogiendo el corazón y el alma con según qué noticias... Saber que una niña ha sido detenida con un chaleco de explosivos en Pakistán es algo ante lo que no podemos girar la cara, aunque nos hayamos instalado en una sociedad que cada vez es capaz de digerir con más indiferencia determinados sucesos. No es la primera vez que los fanáticos terroristas islámicos utilizan a menores para cometer atentados de estas características y eso nos debería llevar a reflexionar sobre los límites de la maldad humana.
Yo soy partidaria de llamar a las cosas por su nombre: son asesinos y malnacidos quienes inducen a matar a través de la ignorancia y el analfabetismo social de algunas personas. Son individuos que amparados en su maldad y en su locura, manipulan los resquicios que les deja una religión para deformarla a su capricho y tratar de convertir lo malo en bueno. Triunfan porque manejan a ignorantes e imponen sus manipuladas creencias a los más jóvenes, a los más débiles, a los más moldeables y a los más inocentes. Ningún “líder” religioso islámico se inmola para alcanzar su paraíso, hacen que se inmolen otros, y ante eso la sociedad no puede quedarse de brazos cruzados.
Nada justifica la pérdida de una vida humana. Hay asesinos que, además, se encargan de sembrar el odio y la violencia bajo justificaciones que no son de recibo, invocando las ideas o la religión... La sociedad debe ser implacable con ellos y jamás justificar que puedan seguir en su mortífera campaña. No sólo se trata de actuar contra los extremistas declarados, sino contra esas madrasas que acaban siendo la cobertura de los futuros radicales. Han de ser los mulsulmanes de bien, que los hay y son muchos, los que colaboren para desenmascarar a estos estafadores sociales que están creando una cantera que ya estamos pagando muy cara.
Otro caso. Leía ayer también un suceso en Barcelona de los que no hay que echar en saco roto. Un varón de 58 años fue detenido por los Mossos de Escuadra, por enviar sms con amenazas sexuales a cerca de 40 mujeres que habían entregado su currículo en la empresa para la que trabajaba... Desgraciadamente, el uso de las nuevas tecnologías para la amenaza y la violencia de género, no es nuevo. Es la sofisticación de la cobardía personal y moral de unos indeseables que por no tener, no tienen respeto a nada ni a nadie. La ley debe caer con toda su fuerza contra estos personajes que actúan con un desahogo tan tremendo, que es capaz de utilizar su presunta varonía para inflingir daño a la mujer y amparándose en el anonimato de un teléfono o de un ordenador. Lo lamentable es que hay miles de casos que no terminan en detención.
Es lamentable que el sms, el correo electrónico, o las redes sociales, puedan llegar a convertirse en sofisticada autopista para llevar mensajes de coacción o violencia. No hace falta amenazar, ni insultar. El lenguaje es ese vehículo maravilloso capaz de trasladar los más bellos y profundos sentimientos. Es capaz de hacernos percibir toda la emoción que intenta trasladarnos el emisor y extraer de nuestro cerebro las endorfinas más maravillosas... que nos hacen tocar el cielo. Es la magia de la comunicación a través de la palabra, sin que haga falta la imagen. Pero desgraciadamente, el lenguaje también puede ser todo lo contrario y nos puede infundir el mayor dolor, el más sufrido desasosiego, el más duro e inquietante de los sentimientos. Hay muchas personas que se amparan en esa “mala” utilización de la palabra porque son incapaces de dar la cara, porque son incapaces de asumir lo que tienen y lo que son; porque no aprenden que la libertad de los otros, es lo primero que hay que aceptar y respetar. Se rebelan contra ello y descargan sobre unas líneas todas sus frustraciones, la mayoría sin sentido y buscando un absurdo alivio que acaba por causar en los otros, un profundo dolor... Hay muchas formas de ejercer la violencia sobre la mujer y ese rastrero manejo del lenguaje es una de ellas. No hace falta una bofetada, ni un insulto, ni alzar la voz. Basta con buscar las palabras adecuadas para herir, para generar un injusto sentimiento y dejar dañada la autoestima.
Ninguna mujer debe ceder ante estos chantajes, ante estas intromisiones, ante estas agresiones con la palabra, ante estos pretendidos ejercicios de superioridad... La superioridad es otra cosa, algo que estos “valientes” jamás lograrán comprender. La superioridad es algo tan sencillo como ser personas, como saber que todos merecemos respeto y que nada, absolutamente nada, justifica el que se pueda perderlo con relación a los demás... El mundo será mejor cuando de verdad aceptemos la libertad de cada persona en sus más amplios extremos. Parece lógico, pero desgraciadamente aún falta para que muchos lo acepten.
Yo soy partidaria de llamar a las cosas por su nombre: son asesinos y malnacidos quienes inducen a matar a través de la ignorancia y el analfabetismo social de algunas personas. Son individuos que amparados en su maldad y en su locura, manipulan los resquicios que les deja una religión para deformarla a su capricho y tratar de convertir lo malo en bueno. Triunfan porque manejan a ignorantes e imponen sus manipuladas creencias a los más jóvenes, a los más débiles, a los más moldeables y a los más inocentes. Ningún “líder” religioso islámico se inmola para alcanzar su paraíso, hacen que se inmolen otros, y ante eso la sociedad no puede quedarse de brazos cruzados.
Nada justifica la pérdida de una vida humana. Hay asesinos que, además, se encargan de sembrar el odio y la violencia bajo justificaciones que no son de recibo, invocando las ideas o la religión... La sociedad debe ser implacable con ellos y jamás justificar que puedan seguir en su mortífera campaña. No sólo se trata de actuar contra los extremistas declarados, sino contra esas madrasas que acaban siendo la cobertura de los futuros radicales. Han de ser los mulsulmanes de bien, que los hay y son muchos, los que colaboren para desenmascarar a estos estafadores sociales que están creando una cantera que ya estamos pagando muy cara.
Otro caso. Leía ayer también un suceso en Barcelona de los que no hay que echar en saco roto. Un varón de 58 años fue detenido por los Mossos de Escuadra, por enviar sms con amenazas sexuales a cerca de 40 mujeres que habían entregado su currículo en la empresa para la que trabajaba... Desgraciadamente, el uso de las nuevas tecnologías para la amenaza y la violencia de género, no es nuevo. Es la sofisticación de la cobardía personal y moral de unos indeseables que por no tener, no tienen respeto a nada ni a nadie. La ley debe caer con toda su fuerza contra estos personajes que actúan con un desahogo tan tremendo, que es capaz de utilizar su presunta varonía para inflingir daño a la mujer y amparándose en el anonimato de un teléfono o de un ordenador. Lo lamentable es que hay miles de casos que no terminan en detención.
Es lamentable que el sms, el correo electrónico, o las redes sociales, puedan llegar a convertirse en sofisticada autopista para llevar mensajes de coacción o violencia. No hace falta amenazar, ni insultar. El lenguaje es ese vehículo maravilloso capaz de trasladar los más bellos y profundos sentimientos. Es capaz de hacernos percibir toda la emoción que intenta trasladarnos el emisor y extraer de nuestro cerebro las endorfinas más maravillosas... que nos hacen tocar el cielo. Es la magia de la comunicación a través de la palabra, sin que haga falta la imagen. Pero desgraciadamente, el lenguaje también puede ser todo lo contrario y nos puede infundir el mayor dolor, el más sufrido desasosiego, el más duro e inquietante de los sentimientos. Hay muchas personas que se amparan en esa “mala” utilización de la palabra porque son incapaces de dar la cara, porque son incapaces de asumir lo que tienen y lo que son; porque no aprenden que la libertad de los otros, es lo primero que hay que aceptar y respetar. Se rebelan contra ello y descargan sobre unas líneas todas sus frustraciones, la mayoría sin sentido y buscando un absurdo alivio que acaba por causar en los otros, un profundo dolor... Hay muchas formas de ejercer la violencia sobre la mujer y ese rastrero manejo del lenguaje es una de ellas. No hace falta una bofetada, ni un insulto, ni alzar la voz. Basta con buscar las palabras adecuadas para herir, para generar un injusto sentimiento y dejar dañada la autoestima.
Ninguna mujer debe ceder ante estos chantajes, ante estas intromisiones, ante estas agresiones con la palabra, ante estos pretendidos ejercicios de superioridad... La superioridad es otra cosa, algo que estos “valientes” jamás lograrán comprender. La superioridad es algo tan sencillo como ser personas, como saber que todos merecemos respeto y que nada, absolutamente nada, justifica el que se pueda perderlo con relación a los demás... El mundo será mejor cuando de verdad aceptemos la libertad de cada persona en sus más amplios extremos. Parece lógico, pero desgraciadamente aún falta para que muchos lo acepten.
lunes, 20 de junio de 2011
La ley del embudo.
El Consejo político regional de IU en Extremadura de ayer, hará historia. Sus miembros no se han plegado a los deseos de Madrid y han decidido conforme a lo que han expresado las bases. La consecuencia es que el PP gobernará en Extremadura, y ya se hayan alzado voces que ponen el grito en el cielo y demonizan a la coalición por una decisión consecuente con lo que venían proclamando hasta ahora en la comunidad extremeña.
Para muchos, lo que IU debería haber hecho es dar un cheque en blanco al PSOE para que Fernández Vara volviera a presidir la Comunidad. Pero da la casualidad que tras 28 años de omnipresencia socialista, de arrinconamiento, ahogo y humillación a IU, ahora se le pide a la coalicición que se olvide de todo y que dé con los ojos cerrados el voto al PSOE. Y claro, hay personas que tienen criterio propio y no están dispuestas a ser comparsas... y eso, en España, a veces extraña mucho.
Es vergonzoso que haya partidos que se presenten ante la sociedad con el objetivo de actuar contra otros. Lo vimos en el pacto de Tinell, el acuerdo más antidemocrático jamás firmado en nuestro país y lo vemos en las manifestaciones de los líderes nacionales de IU, que no tienen vergüenza en decir que lo suyo es impedir por todos los medios la llegada del PP al poder. Pero claro, resulta que en Extremadura el PP es el partido más votado y tiene dos escaños más que el PSOE, e IU es árbitro con tres escaños. ¿Qué hay de malo en que ante una situación como esta gobierne el más votado?... ¿Qué regla democrática se inflinge con este decisión?... Se escudan en que los votantes no van a entender la decisión, pero todo es un puro y simple montaje, un engaño más, porque IU en Extremadura no da el voto al PP, permite que gobierne el más votado y con ello satisface las exigencias de sus bases, que en las asambleas locales se expresó en un 70% a favor de que gobernara el más votado y ese partido, guste o no a Cayo Lara, fue el PP. Sorprende cómo el actual líder de IU, al que se le llena la boca con la democracia interna de la organización, se ha desplazado a Extremadura a presionar a sus compañeros de coalición. Sí, a presionar, porque hubo varios miembros de la asamblea que la abandonaron ante los ataques en las intervenciones de Cayo Lara.
La ley del embudo de este país nuestro, indica que los nacionalismos más conservadores pueden pactar con la izquierda porque eso es un pacto de progreso; pero IU no puede dejar, que no apoyar, que el PP gobierne porque ha sido el más votado, porque eso nadie lo comprende. Aquí está la evidente prueba de sectarismo que algunos políticos, de esos que se apropian con absoluto descaro del término “progresista”, son capaces de aplicar para conseguir estar en el poder al precio que sea.
Si el comando Rubalcaba y Cayo Lara no maniobran sucio en las próximas horas, José Antonio Monago será el próximo presidente de la comunidad extremeña. No lo tendrá fácil, porque gobernará en minoría y deberá hacer de la negociación su gran herramienta de gestión. No pasa nada porque Gobierne quien más han votado las urnas. Es más, estos episodios demuestran hasta qué punto es necesario reformar la ley electoral para que por la vía de los pactos no se altere lo que los ciudadanos han decidido en un sistema de mayorías.
Claro que para el PSOE esto es un gran mazazo, porque su poder territorial aparece cada vez más menguado, hasta el punto de que sólo gobernará en Andalucía y en Euskadi. Seguro que lo que está a punto de pasar en Extremadura, encenderá más la llama del incendio interno de la organización. IU en Extremadura justifica su decisión en el trato y la gestión realizada por el PSOE durante 28 años en la Comunidad y en la tendencia de cambio que han marcado las elecciones del 22 de Mayo. Zapatero sigue sin enterarse de lo que han dicho las urnas, y aunque ya no niega que vaya a haber adelanto electoral, sigue en viajes internaciones imposibles de comprender en este momento. Hará bien el PSOE en ver cómo queda el mapa autonómico y sacar consecuencias... Y el PP debe también mirarlo, porque con tal acumulación de poder ha llegado el tiempo de coordinar, ser más eficaces y dar a la sociedad muestras inequívocas de su proyecto autonómico englobado en el superior de España.
Para muchos, lo que IU debería haber hecho es dar un cheque en blanco al PSOE para que Fernández Vara volviera a presidir la Comunidad. Pero da la casualidad que tras 28 años de omnipresencia socialista, de arrinconamiento, ahogo y humillación a IU, ahora se le pide a la coalicición que se olvide de todo y que dé con los ojos cerrados el voto al PSOE. Y claro, hay personas que tienen criterio propio y no están dispuestas a ser comparsas... y eso, en España, a veces extraña mucho.
Es vergonzoso que haya partidos que se presenten ante la sociedad con el objetivo de actuar contra otros. Lo vimos en el pacto de Tinell, el acuerdo más antidemocrático jamás firmado en nuestro país y lo vemos en las manifestaciones de los líderes nacionales de IU, que no tienen vergüenza en decir que lo suyo es impedir por todos los medios la llegada del PP al poder. Pero claro, resulta que en Extremadura el PP es el partido más votado y tiene dos escaños más que el PSOE, e IU es árbitro con tres escaños. ¿Qué hay de malo en que ante una situación como esta gobierne el más votado?... ¿Qué regla democrática se inflinge con este decisión?... Se escudan en que los votantes no van a entender la decisión, pero todo es un puro y simple montaje, un engaño más, porque IU en Extremadura no da el voto al PP, permite que gobierne el más votado y con ello satisface las exigencias de sus bases, que en las asambleas locales se expresó en un 70% a favor de que gobernara el más votado y ese partido, guste o no a Cayo Lara, fue el PP. Sorprende cómo el actual líder de IU, al que se le llena la boca con la democracia interna de la organización, se ha desplazado a Extremadura a presionar a sus compañeros de coalición. Sí, a presionar, porque hubo varios miembros de la asamblea que la abandonaron ante los ataques en las intervenciones de Cayo Lara.
La ley del embudo de este país nuestro, indica que los nacionalismos más conservadores pueden pactar con la izquierda porque eso es un pacto de progreso; pero IU no puede dejar, que no apoyar, que el PP gobierne porque ha sido el más votado, porque eso nadie lo comprende. Aquí está la evidente prueba de sectarismo que algunos políticos, de esos que se apropian con absoluto descaro del término “progresista”, son capaces de aplicar para conseguir estar en el poder al precio que sea.
Si el comando Rubalcaba y Cayo Lara no maniobran sucio en las próximas horas, José Antonio Monago será el próximo presidente de la comunidad extremeña. No lo tendrá fácil, porque gobernará en minoría y deberá hacer de la negociación su gran herramienta de gestión. No pasa nada porque Gobierne quien más han votado las urnas. Es más, estos episodios demuestran hasta qué punto es necesario reformar la ley electoral para que por la vía de los pactos no se altere lo que los ciudadanos han decidido en un sistema de mayorías.
Claro que para el PSOE esto es un gran mazazo, porque su poder territorial aparece cada vez más menguado, hasta el punto de que sólo gobernará en Andalucía y en Euskadi. Seguro que lo que está a punto de pasar en Extremadura, encenderá más la llama del incendio interno de la organización. IU en Extremadura justifica su decisión en el trato y la gestión realizada por el PSOE durante 28 años en la Comunidad y en la tendencia de cambio que han marcado las elecciones del 22 de Mayo. Zapatero sigue sin enterarse de lo que han dicho las urnas, y aunque ya no niega que vaya a haber adelanto electoral, sigue en viajes internaciones imposibles de comprender en este momento. Hará bien el PSOE en ver cómo queda el mapa autonómico y sacar consecuencias... Y el PP debe también mirarlo, porque con tal acumulación de poder ha llegado el tiempo de coordinar, ser más eficaces y dar a la sociedad muestras inequívocas de su proyecto autonómico englobado en el superior de España.
viernes, 17 de junio de 2011
Educar en redes.
Ayer participé en un debate sobre la realidad actual de las redes sociales, un debate a tres bandas sobre el papel de las redes en las empresas, en el sector del turismo y en la política. La iniciativa de la Confederación de Empresarios de Valladolid de analizar y debatir la situación de las redes sociales ha puesto en evidencia dos hechos muy importantes: estamos ante herramientas que marcan no solo el presente, sino el futuro; y el índice de seguimiento de los debates en la red evidencia que estamos ante algo muy vivo y que interesa.
La puesta en común de ayer se refería a los datos de experiencias concretas en Castilla y León, pero estoy convencida que en líneas generales no es muy diferente a lo que pasa en el conjunto del país.
Hablar de redes sociales es hablar de ampliar las bases de comunicación, o más bien de intercomunicación, entre el emisor y el receptor; es ser profesionales a la hora de utilizar herramientas de última generación que están ahí, que son las mismas para todos y que dan oportunidades a quien sabe sacar partido de ellas.
Es evidente que estamos viviendo una auténtica revolución en la comunicación, la oportunidad de oro para interactuar punto a punto, para llegar a cada ciudadano. Pero también es cierto que el hecho de que las redes sociales estén asociadas a la hoja de ruta de los más jóvenes, no significa la aplicación del “todo vale” para todos los sectores. Es entonces cuando debemos de hablar del Social Media, de la optimización de las redes y de sus herramientas en el campo profesional. Dicho de otro modo: hay que estar, pero no a cualquier precio, sino sabiendo cómo hay que estar, con unos objetivos definidos y con un rigor y una transparencia extrema. Se vende credibilidad y el receptor tiene que percibirla como tal, porque en caso contrario se estará fracasando en el objetivo y, dicho en román paladino, se estará tirando el dinero a la calle.
En segundo lugar, estoy convencida de que a la red hay que llegar con vocación de futuro. Hay que llegar para quedarse y con una premisa evidente: las redes no son "de quita y pon". Aparecer y desaparecer como el Guadiana, haced que sean instrumentos inservibles, incluso llevan a dañar la imagen, a perder credibilidad y a hacer ineficaz cualquier mensaje que se emita.
En la campaña del 22 M en Castilla y León, la gran sorpresa ha sido la alta participación. Sabíamos que había que estar, pero rápidamente se comprobó que la gente participaba, que sigue a los partidos, que demandaba información, que hacía críticas y que esperaba respuestas. Las personas que utilizan con criterio las redes quieren respuestas serias y rigurosas, y si el emisor acierta a darlas, consigue audiencia y fidelidad. Por eso quien ha trabajado con rigor y la transparencia, crece en la red. Estar en redes es contar la verdad, es comportarse con naturalidad y no fabricar nada que no existe. Esta es una premisa que nunca hay que olvidar, porque está en juego todo. Las redes sociales son una gran oportunidad que ningún profesional debería perderse, premisa que también es valida para los políticos, que en general son bastante reacios a las novedades que no conocen, o mejor que no controlan bien. En general desconfían, pero también hay que reconocer que cuando descubren el buen uso y la imagen directa que dan del personaje, así como la capacidad de interactuación que permiten con el elector, se suelen comprometer a colaborar con ellas.
Las redes tienen futuro. ¿Pero cuál es?... Pues aquel que alcance la imaginación, la audacia de los usuarios y la capacidad de riesgo de quienes a ellas se asoman. Si lo hacen con rigor, con profesionalidad y con la verdad por delante, no habrá nada que temer. Es más, tendrán en la mano herramientas que no son caras y que interactuarán con sus receptores-clientes, porque todos llevamos el bolsillo el smartphone enganchado a la red móvil, que nos sitúa en la aldea global. Estamos ya muy cerca unos de otros, sólo nos separa la distancia de teclear el icono de una aplicación en nuestro teléfono o en nuestro ordenador, que nos abre una apasionante ventana al mundo de la interrelación, una aventura apasionante que no nos deberíamos perder.
La puesta en común de ayer se refería a los datos de experiencias concretas en Castilla y León, pero estoy convencida que en líneas generales no es muy diferente a lo que pasa en el conjunto del país.
Hablar de redes sociales es hablar de ampliar las bases de comunicación, o más bien de intercomunicación, entre el emisor y el receptor; es ser profesionales a la hora de utilizar herramientas de última generación que están ahí, que son las mismas para todos y que dan oportunidades a quien sabe sacar partido de ellas.
Es evidente que estamos viviendo una auténtica revolución en la comunicación, la oportunidad de oro para interactuar punto a punto, para llegar a cada ciudadano. Pero también es cierto que el hecho de que las redes sociales estén asociadas a la hoja de ruta de los más jóvenes, no significa la aplicación del “todo vale” para todos los sectores. Es entonces cuando debemos de hablar del Social Media, de la optimización de las redes y de sus herramientas en el campo profesional. Dicho de otro modo: hay que estar, pero no a cualquier precio, sino sabiendo cómo hay que estar, con unos objetivos definidos y con un rigor y una transparencia extrema. Se vende credibilidad y el receptor tiene que percibirla como tal, porque en caso contrario se estará fracasando en el objetivo y, dicho en román paladino, se estará tirando el dinero a la calle.
En segundo lugar, estoy convencida de que a la red hay que llegar con vocación de futuro. Hay que llegar para quedarse y con una premisa evidente: las redes no son "de quita y pon". Aparecer y desaparecer como el Guadiana, haced que sean instrumentos inservibles, incluso llevan a dañar la imagen, a perder credibilidad y a hacer ineficaz cualquier mensaje que se emita.
En la campaña del 22 M en Castilla y León, la gran sorpresa ha sido la alta participación. Sabíamos que había que estar, pero rápidamente se comprobó que la gente participaba, que sigue a los partidos, que demandaba información, que hacía críticas y que esperaba respuestas. Las personas que utilizan con criterio las redes quieren respuestas serias y rigurosas, y si el emisor acierta a darlas, consigue audiencia y fidelidad. Por eso quien ha trabajado con rigor y la transparencia, crece en la red. Estar en redes es contar la verdad, es comportarse con naturalidad y no fabricar nada que no existe. Esta es una premisa que nunca hay que olvidar, porque está en juego todo. Las redes sociales son una gran oportunidad que ningún profesional debería perderse, premisa que también es valida para los políticos, que en general son bastante reacios a las novedades que no conocen, o mejor que no controlan bien. En general desconfían, pero también hay que reconocer que cuando descubren el buen uso y la imagen directa que dan del personaje, así como la capacidad de interactuación que permiten con el elector, se suelen comprometer a colaborar con ellas.
Las redes tienen futuro. ¿Pero cuál es?... Pues aquel que alcance la imaginación, la audacia de los usuarios y la capacidad de riesgo de quienes a ellas se asoman. Si lo hacen con rigor, con profesionalidad y con la verdad por delante, no habrá nada que temer. Es más, tendrán en la mano herramientas que no son caras y que interactuarán con sus receptores-clientes, porque todos llevamos el bolsillo el smartphone enganchado a la red móvil, que nos sitúa en la aldea global. Estamos ya muy cerca unos de otros, sólo nos separa la distancia de teclear el icono de una aplicación en nuestro teléfono o en nuestro ordenador, que nos abre una apasionante ventana al mundo de la interrelación, una aventura apasionante que no nos deberíamos perder.
jueves, 16 de junio de 2011
Las nubes anunciaban tormenta.
Hace ya tiempo que una buena parte de la sociedad catalana está muy preocupada por los movimientos extremistas que con una cierta impunidad se dedican a asaltar viviendas vacías y se instalan como ocupas con una cierta libertad. Sólo en casos extremos y tras denuncias que acaban en complejas actuaciones judiciales, actúan los Mossos para restablecer la normalidad y cuando esto sucede, las casas suelen estar destrozadas. Cataluña se ha convertido en los últimos años en el lugar preferido por estos movimientos que engloban grupos de todo pelaje, y que para “justificarse” se envuelven en las banderas de la libertad y del derecho, conculcando ellos precisamente con sus actuaciones la libertad del conjunto de la sociedad y los derechos de los ciudadanos.
Lo sucedido ayer en Barcelona bajo el paraguas de “los indignados” es profundamente indignante. No me imagino lo que tiene que sentir una persona, porque los políticos también lo son, cuando va a cumplir con su obligación y es insultado, zarandeado, se le arrojan cáscaras de plátano, o se le pinta con un spray su ropa. Seguro que es algo humillante que produce una profunda desazón e impotencia. Seguro que siente la incapacidad y la impotencia de no poder actuar, de verse atacado por una sinrazón y seguro que llega a preguntarse por las razones de semejante atropello personal y social. Es de película ver a un Gobierno en un estado democrático tener que utilizar el helicóptero para cumplir con sus obligaciones parlamentarias porque no pueden acceder al Parlament por la puerta. ¿A dónde hemos llegado?... Pues en Cataluña hemos llegado a unos extremos de dominio de estos grupos marginales que es muy preocupante, y que tiene que ser un auténtico aldabonazo para lo que puede llegar a pasar en el resto de España. Que todo un Ministro del Interior le diga a un dirigente como Duran i Lleida que “no puedo hacer nada” para acabar con estas algaradas callejeras, demuestra que se ha perdido el oremus. Cualquier político responsable y decente lo que debe de hacer, si no puede hacer nada por resolver un problema, es dimitir. Está tardando Rubalcaba en hacerlo. ¿O es que asiste complacido a las protestas de los indignados?...
Un diputado en Cortes, sea de la comunidad que sea, es un político que ha sido elegido por el sufragio de los ciudadanos y por tanto su trabajo es el mandato de la sociedad. Todos los ciudadanos son llamados a las urnas y pueden ejercer el derecho al voto. Impedirles ejercer su tarea es intentar alterar por la fuerza la voluntad de los electores y eso un estado de derecho no lo puede consentir. No se puede consentir que un alcalde salga de su casa con su mujer a dar un paseo nocturno y sea increpado, insultado y vejado. Si lo que estamos propiciando en España es que cada vez que alguien, o que algún colectivo no está de acuerdo con una decisión municipal o de cualquier administración, la táctica es la caza del político, más vale que vayamos revisando nuestros esquemas de convivencia, porque lo que de verdad estamos propiciando es una república bananera que desembocará en auténticas batallas campales. Si Rubalcaba se cree que por permitir a toda esta jarca que hagan lo que les dé la gana impunemente, él es más progresista , más de izquierdas y más tolerante, está cometiendo el mayor error político de su vida, porque llegará un momento en el que tendrá que actuar “in extremis” y las consecuencias serán irreparables.
Hace un rato, cuando revisaba la información para escribir este artículo, me asombraba que los periódicos digitales dieran en grandes titulares que Mas y los parlamentarios catalanes habían podido salir del Parlament sin incidentes; bueno, sin que les zarandearan, porque sí que les pitaron y les lanzaron algún que otro insulto. Si los medios de comunicación empiezan a conferir grandes titulares a lo que es el hecho de la normalidad, es que todo está bastante más deteriorado de lo que creíamos. Ayer lo aventuraba y hoy me ratifico: mal camino para un movimiento que se va de las manos. En Cataluña hace tiempo que los marginales alteran una sociedad que sólo quiere la normalidad, pues tomemos nota para evitar que esto pase en el resto de España... ¿Se enterará de una vez Rubalcaba o seguirá de brazos cruzados?
Lo sucedido ayer en Barcelona bajo el paraguas de “los indignados” es profundamente indignante. No me imagino lo que tiene que sentir una persona, porque los políticos también lo son, cuando va a cumplir con su obligación y es insultado, zarandeado, se le arrojan cáscaras de plátano, o se le pinta con un spray su ropa. Seguro que es algo humillante que produce una profunda desazón e impotencia. Seguro que siente la incapacidad y la impotencia de no poder actuar, de verse atacado por una sinrazón y seguro que llega a preguntarse por las razones de semejante atropello personal y social. Es de película ver a un Gobierno en un estado democrático tener que utilizar el helicóptero para cumplir con sus obligaciones parlamentarias porque no pueden acceder al Parlament por la puerta. ¿A dónde hemos llegado?... Pues en Cataluña hemos llegado a unos extremos de dominio de estos grupos marginales que es muy preocupante, y que tiene que ser un auténtico aldabonazo para lo que puede llegar a pasar en el resto de España. Que todo un Ministro del Interior le diga a un dirigente como Duran i Lleida que “no puedo hacer nada” para acabar con estas algaradas callejeras, demuestra que se ha perdido el oremus. Cualquier político responsable y decente lo que debe de hacer, si no puede hacer nada por resolver un problema, es dimitir. Está tardando Rubalcaba en hacerlo. ¿O es que asiste complacido a las protestas de los indignados?...
Un diputado en Cortes, sea de la comunidad que sea, es un político que ha sido elegido por el sufragio de los ciudadanos y por tanto su trabajo es el mandato de la sociedad. Todos los ciudadanos son llamados a las urnas y pueden ejercer el derecho al voto. Impedirles ejercer su tarea es intentar alterar por la fuerza la voluntad de los electores y eso un estado de derecho no lo puede consentir. No se puede consentir que un alcalde salga de su casa con su mujer a dar un paseo nocturno y sea increpado, insultado y vejado. Si lo que estamos propiciando en España es que cada vez que alguien, o que algún colectivo no está de acuerdo con una decisión municipal o de cualquier administración, la táctica es la caza del político, más vale que vayamos revisando nuestros esquemas de convivencia, porque lo que de verdad estamos propiciando es una república bananera que desembocará en auténticas batallas campales. Si Rubalcaba se cree que por permitir a toda esta jarca que hagan lo que les dé la gana impunemente, él es más progresista , más de izquierdas y más tolerante, está cometiendo el mayor error político de su vida, porque llegará un momento en el que tendrá que actuar “in extremis” y las consecuencias serán irreparables.
Hace un rato, cuando revisaba la información para escribir este artículo, me asombraba que los periódicos digitales dieran en grandes titulares que Mas y los parlamentarios catalanes habían podido salir del Parlament sin incidentes; bueno, sin que les zarandearan, porque sí que les pitaron y les lanzaron algún que otro insulto. Si los medios de comunicación empiezan a conferir grandes titulares a lo que es el hecho de la normalidad, es que todo está bastante más deteriorado de lo que creíamos. Ayer lo aventuraba y hoy me ratifico: mal camino para un movimiento que se va de las manos. En Cataluña hace tiempo que los marginales alteran una sociedad que sólo quiere la normalidad, pues tomemos nota para evitar que esto pase en el resto de España... ¿Se enterará de una vez Rubalcaba o seguirá de brazos cruzados?
miércoles, 15 de junio de 2011
Les pierden las formas.
Las elecciones del 22M pasarán a la historia por ser las elecciones del movimiento 15M. La convocatoria electoral fue el detonante de que un amplio colectivo de ciudadanos de toda condición se movilizaran ante la situación que vivimos. Dicho de forma directa, fue la materialización de lo que el CIS viene diciendo, que los políticos son el tercer problema para los ciudadanos españoles. La tabla reivindicativa del colectivo, muy variopinta, es digna de ser escuchada aunque haya mucha utopía, un cocktail ideológico sorprendente y varios imposibles. Son reivindicaciones ciudadanas y como tales tienen que ser escuchadas. Pero en la vida, las formas son fundamentales y el famoso dicho de que “le pierden las formas”, ha tomado cuerpo a medida que avanzaba la vida del movimiento.
Creo sinceramente que hay que cambiar muchas cosas, que la ley electoral está caduca (Esperanza Aguirre propuso ayer en su discurso de investidura la reforma para abrir las listas), que hay que escuchar más a la calle... Lo que no puedo compartir es que para reivindicarlo se tome la calle, se altere la vida ciudadana y se campe libremente al margen de la ley. Si cualquier colectivo organizado tiene que solicitar un permiso de manifestación, no puede ser que haya colectivos que decidan manifestarse cuando quieran y donde quieran, ante la pasividad de los responsables de interior. Cualquier ciudadano que quiera montar en la calle una terraza o un quiosco o un caseto informativo, ha de tener el correspondiente permiso y pagar la correspondiente tasa. Aquí seguimos con tiendas de campaña, con interrupciones en las plazas públicas y con el silencio de las autoridades de Interior.
No hay derecho a que se constituyeran los ayuntamientos el sábado y en aras de una curiosa libertad de expresión, estos colectivos se dedicaran a increpar a los políticos con amenazas, insultos, intimidaciones y molestias generales a ciudadanos de bien que paseaban por las plazas mayores de numerosos ciudades de España. Sospechosamente estos colectivos no se han manifestado en San Sebastián, ni en otras localidades donde Bildu se hacía con los ayuntamientos.
Todo lo que antecede deja muy claro que el movimiento se ha ido desvirtuando, que los radicales y los antisistema se han ido adueñando de su cara pública y que las formas les están perdiendo y acabarán por anular las reivindicaciones que comparten miles de ciudadanos. Hoy tendremos un nuevo capítulo, será en Barcelona, frente al Parlament, donde comienza el debate de los presupuestos. Allí los indignados se plantean acampar y hacerse presente en el debate. Los Mossos han cerrado el Parque de la Ciutadella desde las cinco de la tarde de ayer para evitar que acampen, perturbando la vida ciudadana y hurtando a los ciudadanos el uso y disfrute del mismo. No puede ser que estos colectivos actúen impunemente, con esa permisividad que hasta ahora les ha facilitado todo. Se agolpan las denuncias por amenazas e insultos y el Ministerio del Interior pasa de puntillas porque no quiere problemas.
España es un estado de derecho, una democracia consolidada y participativa. Hay unos mecanismos de participación definidos y otros que pueden ser modificados. Estos colectivos reclaman más participación y tienen herramientas para lograrlo, como la iniciativa legislativa popular. Lo que no puede ser es que traten de instalar en España un sistema asambleario que cambie las reglas del juego a su antojo. Todo lo que está sucediendo es el fruto de una permisividad basada, no en el respeto al movimiento, sino a la utilización política del mismo, lo que está causando que se vaya de las manos y pueda quedar al albur de los profesionales de la agitación, que manejan muy bien a los colectivos marginales y siembran el desconcierto y el caos.
Hay muchas razones para estar indignados. Es legítimo que se canalice este estado de ánimo. Es positivo que la sociedad civil haya dejado de ser una víctima pasiva y haya pasado a la acción, pero las formas en las que lo ha hecho son muy discutibles. La libertad de uno acaba donde empieza la de los demás, y esta regla de oro ha sido alterada. No pueden las personas de bien de este movimiento, que son muchas, consentir que el asunto se les vaya de las manos y sus reivindicaciones pasen al olvido. La sociedad es la parte esencial de la democracia y España necesita de su implicación para resolver los problemas, aunque sea azuzando a los políticos para buscar las imprescindibles soluciones.
Creo sinceramente que hay que cambiar muchas cosas, que la ley electoral está caduca (Esperanza Aguirre propuso ayer en su discurso de investidura la reforma para abrir las listas), que hay que escuchar más a la calle... Lo que no puedo compartir es que para reivindicarlo se tome la calle, se altere la vida ciudadana y se campe libremente al margen de la ley. Si cualquier colectivo organizado tiene que solicitar un permiso de manifestación, no puede ser que haya colectivos que decidan manifestarse cuando quieran y donde quieran, ante la pasividad de los responsables de interior. Cualquier ciudadano que quiera montar en la calle una terraza o un quiosco o un caseto informativo, ha de tener el correspondiente permiso y pagar la correspondiente tasa. Aquí seguimos con tiendas de campaña, con interrupciones en las plazas públicas y con el silencio de las autoridades de Interior.
No hay derecho a que se constituyeran los ayuntamientos el sábado y en aras de una curiosa libertad de expresión, estos colectivos se dedicaran a increpar a los políticos con amenazas, insultos, intimidaciones y molestias generales a ciudadanos de bien que paseaban por las plazas mayores de numerosos ciudades de España. Sospechosamente estos colectivos no se han manifestado en San Sebastián, ni en otras localidades donde Bildu se hacía con los ayuntamientos.
Todo lo que antecede deja muy claro que el movimiento se ha ido desvirtuando, que los radicales y los antisistema se han ido adueñando de su cara pública y que las formas les están perdiendo y acabarán por anular las reivindicaciones que comparten miles de ciudadanos. Hoy tendremos un nuevo capítulo, será en Barcelona, frente al Parlament, donde comienza el debate de los presupuestos. Allí los indignados se plantean acampar y hacerse presente en el debate. Los Mossos han cerrado el Parque de la Ciutadella desde las cinco de la tarde de ayer para evitar que acampen, perturbando la vida ciudadana y hurtando a los ciudadanos el uso y disfrute del mismo. No puede ser que estos colectivos actúen impunemente, con esa permisividad que hasta ahora les ha facilitado todo. Se agolpan las denuncias por amenazas e insultos y el Ministerio del Interior pasa de puntillas porque no quiere problemas.
España es un estado de derecho, una democracia consolidada y participativa. Hay unos mecanismos de participación definidos y otros que pueden ser modificados. Estos colectivos reclaman más participación y tienen herramientas para lograrlo, como la iniciativa legislativa popular. Lo que no puede ser es que traten de instalar en España un sistema asambleario que cambie las reglas del juego a su antojo. Todo lo que está sucediendo es el fruto de una permisividad basada, no en el respeto al movimiento, sino a la utilización política del mismo, lo que está causando que se vaya de las manos y pueda quedar al albur de los profesionales de la agitación, que manejan muy bien a los colectivos marginales y siembran el desconcierto y el caos.
Hay muchas razones para estar indignados. Es legítimo que se canalice este estado de ánimo. Es positivo que la sociedad civil haya dejado de ser una víctima pasiva y haya pasado a la acción, pero las formas en las que lo ha hecho son muy discutibles. La libertad de uno acaba donde empieza la de los demás, y esta regla de oro ha sido alterada. No pueden las personas de bien de este movimiento, que son muchas, consentir que el asunto se les vaya de las manos y sus reivindicaciones pasen al olvido. La sociedad es la parte esencial de la democracia y España necesita de su implicación para resolver los problemas, aunque sea azuzando a los políticos para buscar las imprescindibles soluciones.
sábado, 11 de junio de 2011
Creer para ver.
Hoy se constituyen la gran mayoría de los ayuntamientos españoles. Se renueva el primer frente institucional, el órgano de gobierno de la administración más cercana, el primer eslabón al que acude el ciudadano cuando tiene un problema. Son tan importantes las corporaciones locales que cosas como la limpieza de las calles, la recogida de basura, la iluminación pública, los centros cívicos, la asistencia social, los bomberos, la policía local, y un larguísimo etcétera, son prestaciones que recibimos gracias al trabajo que en ellas se realizan.
Sin duda pienso que los ciudadanos creen en sus ayuntamientos. Creen porque han visto que su trabajo viene de muchísimos años atrás y el resultado está ahí, es algo que se palpa cada día. La política es anticiparse, es gestionar bien, es dar respuesta a los problemas de los ciudadanos, y en esto los ayuntamiento son verdaderos puntales.
Hace unos días hablaba con dos amigas que están en política. Una con experiencia, generosa, inteligente y con una inmensa carga vital. La otra con la frescura de quien empieza y todavía no conoce del dolor de las cicatrices, con pasión, capacidad y ganas de aprender. Hablamos como siempre, a calzón quitado sobre la importancia del trabajo en la política, sobre la necesidad de rehabilitar una actividad que ha caído en el desprestigio y que los españoles ven como el tercer problema del país. Tal vez hablábamos de ello por seguir la estela de la ilusión frustrada y los planes precipitadamente abortados. Hablábamos de la importancia de creer en los proyectos, de apostar por los equipos, de tener la lealtad de los colaboradores... Sí, es verdad, hay personas que hacen daño a la política, pero en el fondo lo que hacen es mucho daño a las personas, porque la acción del político debe ir orientada a la mejora de las condiciones de vida de las personas, a hacer que todo sea más cómodo, más fácil, mas atractivo. No creo que tenga una concepción romántica del servicio publico, somos muchas las personas que creemos sin haber visto, y creemos porque hay alguien que es capaz de mostrarnos el camino desde los ojos de la vocación, de la ilusión y de la entrega. Hay personas que son capaces de mover el mundo, su mundo, su entorno, y poner en marcha proyectos que han surgido de tormentas de ideas, de horas y horas de intercambio de información y de datos. ¿Y para qué?.... Pues para hacer un mundo mejor, para que nuestras ciudades sean más habitables, que nuestros pueblos no se mueran, que nuestras comunidades sean más pujantes, para que nuestro país brille más, para que todos tengamos trabajo, que los jóvenes tengan futuro... No, no soy la reina de la utopía. Basta con creer de verdad para poderlo hacer realidad. Basta creer y confiar en las personas, en esos líderes naturales que son capaces de arrastrar con sus palabras y con sus hechos, que son capaces de dejar una huella, una estela, que hay personas dispuestas a seguir.
Sé que los caminos no son tan sencillos de emprender como de enunciar. Sé muy bien que las zancadillas, las lenguas viperinas, las envidias miserables, los celos irreductibles... son obstáculos que a veces parecen insalvables; pero también sé que si creemos con fuerza, si unimos a los que valen, y son muchos, podremos hacer grandes cosas. Lo importante es tener un proyecto, parirlo, madurarlo e intentar ponerlo en marcha. Se lo debemos a los ciudadanos a quienes no podemos recurrir a por el voto sin ofrecerles nada a cambio, sin ser capaces de contagiarles las ilusiones, los sueños, sin intentar abrirles los ojos sobre las oportunidades.
No es verdad que todos los políticos sean iguales. Es una gran mentira. Hay de todo, como en cualquier actividad de la vida. Pero sobre todo hay personas. Creamos en las personas, porque os aseguro que en este mundo las hay muy buenas, gentes honradas que creen de verdad en lo que hacen, que sueñan con gestionar para lograr cosas para la sociedad, personas entregadas que están dispuestas a hacer de la calle su despacho, como lo vienen haciendo miles de concejales y de alcaldes anónimos de pequeños pueblos, que no conocen las moquetas, ni los protocolos, ni los coches oficiales, que hacen política de la de verdad porque de lo que saben es de vecinos, de amigos, de solucionar problemas y de mejorar sus pueblos...
Cuando hay un líder hay un tesoro; cuando hay una ilusión, hay alma; cuando hay un proyecto, hay un posible. Con estas tres premisas podemos creer de verdad, porque estoy segura que vamos a ver. Mis amigas y yo lo hablamos a menudo y en el fondo soñamos con verlo. Soñamos con sacar a la luz los apuntes del proyecto truncado y en empezar a ponernos manos a la obra. Trabajar no es una maldición divina, trabajar es un privilegio que dignifica al ser humano y hacerlo con ilusión es el sueño acariciado. Él lo enseñaba, pero desgraciadamente no ha podido hacerlo más y ha dejado una cierta orfandad que hay que superar.
Yo he asumido el reto. He argumentado que es necesario creer para ver... Ahora os toca a otras cumplir la segunda parte. Seguir el camino iniciado, rescatar los proyectos y sentar las bases del trabajo en equipo, del trabajo con ilusión y poder ver muy pronto que los sueños pueden ser una maravillosa realidad.
Sin duda pienso que los ciudadanos creen en sus ayuntamientos. Creen porque han visto que su trabajo viene de muchísimos años atrás y el resultado está ahí, es algo que se palpa cada día. La política es anticiparse, es gestionar bien, es dar respuesta a los problemas de los ciudadanos, y en esto los ayuntamiento son verdaderos puntales.
Hace unos días hablaba con dos amigas que están en política. Una con experiencia, generosa, inteligente y con una inmensa carga vital. La otra con la frescura de quien empieza y todavía no conoce del dolor de las cicatrices, con pasión, capacidad y ganas de aprender. Hablamos como siempre, a calzón quitado sobre la importancia del trabajo en la política, sobre la necesidad de rehabilitar una actividad que ha caído en el desprestigio y que los españoles ven como el tercer problema del país. Tal vez hablábamos de ello por seguir la estela de la ilusión frustrada y los planes precipitadamente abortados. Hablábamos de la importancia de creer en los proyectos, de apostar por los equipos, de tener la lealtad de los colaboradores... Sí, es verdad, hay personas que hacen daño a la política, pero en el fondo lo que hacen es mucho daño a las personas, porque la acción del político debe ir orientada a la mejora de las condiciones de vida de las personas, a hacer que todo sea más cómodo, más fácil, mas atractivo. No creo que tenga una concepción romántica del servicio publico, somos muchas las personas que creemos sin haber visto, y creemos porque hay alguien que es capaz de mostrarnos el camino desde los ojos de la vocación, de la ilusión y de la entrega. Hay personas que son capaces de mover el mundo, su mundo, su entorno, y poner en marcha proyectos que han surgido de tormentas de ideas, de horas y horas de intercambio de información y de datos. ¿Y para qué?.... Pues para hacer un mundo mejor, para que nuestras ciudades sean más habitables, que nuestros pueblos no se mueran, que nuestras comunidades sean más pujantes, para que nuestro país brille más, para que todos tengamos trabajo, que los jóvenes tengan futuro... No, no soy la reina de la utopía. Basta con creer de verdad para poderlo hacer realidad. Basta creer y confiar en las personas, en esos líderes naturales que son capaces de arrastrar con sus palabras y con sus hechos, que son capaces de dejar una huella, una estela, que hay personas dispuestas a seguir.
Sé que los caminos no son tan sencillos de emprender como de enunciar. Sé muy bien que las zancadillas, las lenguas viperinas, las envidias miserables, los celos irreductibles... son obstáculos que a veces parecen insalvables; pero también sé que si creemos con fuerza, si unimos a los que valen, y son muchos, podremos hacer grandes cosas. Lo importante es tener un proyecto, parirlo, madurarlo e intentar ponerlo en marcha. Se lo debemos a los ciudadanos a quienes no podemos recurrir a por el voto sin ofrecerles nada a cambio, sin ser capaces de contagiarles las ilusiones, los sueños, sin intentar abrirles los ojos sobre las oportunidades.
No es verdad que todos los políticos sean iguales. Es una gran mentira. Hay de todo, como en cualquier actividad de la vida. Pero sobre todo hay personas. Creamos en las personas, porque os aseguro que en este mundo las hay muy buenas, gentes honradas que creen de verdad en lo que hacen, que sueñan con gestionar para lograr cosas para la sociedad, personas entregadas que están dispuestas a hacer de la calle su despacho, como lo vienen haciendo miles de concejales y de alcaldes anónimos de pequeños pueblos, que no conocen las moquetas, ni los protocolos, ni los coches oficiales, que hacen política de la de verdad porque de lo que saben es de vecinos, de amigos, de solucionar problemas y de mejorar sus pueblos...
Cuando hay un líder hay un tesoro; cuando hay una ilusión, hay alma; cuando hay un proyecto, hay un posible. Con estas tres premisas podemos creer de verdad, porque estoy segura que vamos a ver. Mis amigas y yo lo hablamos a menudo y en el fondo soñamos con verlo. Soñamos con sacar a la luz los apuntes del proyecto truncado y en empezar a ponernos manos a la obra. Trabajar no es una maldición divina, trabajar es un privilegio que dignifica al ser humano y hacerlo con ilusión es el sueño acariciado. Él lo enseñaba, pero desgraciadamente no ha podido hacerlo más y ha dejado una cierta orfandad que hay que superar.
Yo he asumido el reto. He argumentado que es necesario creer para ver... Ahora os toca a otras cumplir la segunda parte. Seguir el camino iniciado, rescatar los proyectos y sentar las bases del trabajo en equipo, del trabajo con ilusión y poder ver muy pronto que los sueños pueden ser una maravillosa realidad.
viernes, 10 de junio de 2011
En busca del tiempo perdido.
El Consejo de Ministros aprobará hoy el documento del Gobierno sobre la negociación colectiva. A estas alturas, somos muchos los españoles que hemos perdido la esperanza de que lo que apruebe el Gobierno sea una especie de arbitraje entre empresarios y sindicatos, ante la incapacidad que ambos han tenido para llevar a buen término la negociación que han mantenido. Si se confirman todos los extremos que se han venido anunciando en los últimos días, el Gobierno hará una faena de aliño para pasar el listón (aunque sea por los pelos) que exige Europa, pero no tomará ninguna medida que solucione de forma eficaz el problema. De hecho, ya se sabe que algunas divergencias se llevarán a un arbitraje externo, un clamoroso ejercicio de lavarse las manos. Hablando claro, hará una “finta” para que el que venga luego tire para adelante... Además, parece claro que se colocará del lado de los sindicatos, señalando a los empresarios como los malos de la película y de paso reconciliándose con un ala de la izquierda que está llamada a tener un gran protagonismo el día que el PP pueda ganar unas elecciones.
Una, que a veces peca de incauta, tenía la impresión de que en aras del interés general, un Gobierno serio debería contemporizar entre las partes y buscar una especie de laudo que pusiera cordura a una rigidez laboral que es un fracaso, y que además nos está urgiendo a cambiar los mercados. Una pensaba que de una vez por todas se acabaría con una legislación obsoleta que establece 48, digo bien 48, modalidades de contratos laborales que hay en España, y que de paso llegaría una flexibilización que hiciera que el empresario venciera el tradicional miedo a contratar... Pues no. El Gobierno se entrega en manos de los sindicatos, ideologiza un asunto que por sentido común debería sacar de ese debate, y cierra la puerta a las peticiones que realiza la parte empresarial.
Es verdad que lo que hoy se aprueba no satisface al 100% a los sindicatos, pero a los que no satisface nada es a los empresarios. Me podéis decir que por qué hay que ponerse en este momento al lado de los empresarios, y yo lo creo porque los empresarios, los emprendedores, son los que crean riqueza y los que crean puestos de trabajo. Sin empresarios no hay empleo y una sociedad moderna debe facilitarles la tarea, máxime cuando la necesidad que tenemos de crear empleo es una necesidad vital de toda la sociedad, porque hay mucho paro y porque sólo con el empleo se logra que las familias lleguen a fin de mes. No estoy pidiendo manos libres para que los empresarios hagan lo que les de la gana. Sólo estoy diciendo que con los lógicos y legítimos controles, hay que facilitar que la contratación no se convierta en una trampa letal y que al final los derechos de un puñado de trabajadores acaben por ahogar las expectativas de otros muchos que esperan poder ser contratados.
No me sorprende la posición del Gobierno Zapatero. No lo hace porque este ha sido un Gobierno que siempre ha cedido a los grupos ideologizados y siempre se ha alineado con la izquierda más rancia para contentar a una parte muy importante de su parroquia... Ahora, tras el vapuleo que sufrieron el 22M, era iluso pensar que el Gobierno tomara cualquier decisión que no fuera orientada a intentar recuperar esos sectores desencantados. Lo malo es que lo hace en un grado extremo de debilidad, cuando nuestro prestigio internacional está en entredicho, cuando hay 5 millones de parados y cuando los empresarios están más al límite que nunca, porque ni les flexibilizan la contratación, ni los bancos les dan dinero. Con estos mimbres la creación de empleo es una quimera y conservar el tejido industrial que tenemos se me empieza a antojar una ilusión.
Dice el Ministro de Trabajo que lo que hace el Gobierno hoy con su decreto es comenzar la negociación. ¿Y se puede saber qué es lo que ha hecho hasta ahora?... Ya hemos visto que la anterior reforma laboral no sirvió para nada y que patronal y agentes sociales están en punto muerto. ¿Por qué el Gobierno se ha dedicado a mirar?... ¿Piensa ahora tomar las riendas?... ¿En cuánto tiempo?... ¿Para cuándo?... Los peores temores empiezan a tomar forma. A pesar de la urgencia del momento, Zapatero y sus muchachos siguen a la búsqueda del tiempo perdido y eso se traduce en conseguir estirar el calendario para que Alfredo recorra toda España, y llegar hasta marzo del año que viene. Lo malo es que lo que España no tiene es tiempo. Este verano parece que tendremos una buena campaña de turismo que puede aliviar la situación laboral, pero me temo que no vamos a saber aprovechar para facilitar que la creación de trabajo pueda prolongarse en el tiempo.
Me da la impresión de que una vez más podemos perder oportunidades. Vamos al exámen a por un aprobado raspado y como los profesores de la Unión y los mercados se pongan un poco duros, tenemos garantizado el suspenso. Avanza el tiempo, se merma la competitividad, Alfredo sigue a lo suyo y Zapatero mira para otro lado. Con estos mimbres, que se prepare el PP para recibir una herencia envenenada. Mucho más de lo que ahora pueda pensar.
Una, que a veces peca de incauta, tenía la impresión de que en aras del interés general, un Gobierno serio debería contemporizar entre las partes y buscar una especie de laudo que pusiera cordura a una rigidez laboral que es un fracaso, y que además nos está urgiendo a cambiar los mercados. Una pensaba que de una vez por todas se acabaría con una legislación obsoleta que establece 48, digo bien 48, modalidades de contratos laborales que hay en España, y que de paso llegaría una flexibilización que hiciera que el empresario venciera el tradicional miedo a contratar... Pues no. El Gobierno se entrega en manos de los sindicatos, ideologiza un asunto que por sentido común debería sacar de ese debate, y cierra la puerta a las peticiones que realiza la parte empresarial.
Es verdad que lo que hoy se aprueba no satisface al 100% a los sindicatos, pero a los que no satisface nada es a los empresarios. Me podéis decir que por qué hay que ponerse en este momento al lado de los empresarios, y yo lo creo porque los empresarios, los emprendedores, son los que crean riqueza y los que crean puestos de trabajo. Sin empresarios no hay empleo y una sociedad moderna debe facilitarles la tarea, máxime cuando la necesidad que tenemos de crear empleo es una necesidad vital de toda la sociedad, porque hay mucho paro y porque sólo con el empleo se logra que las familias lleguen a fin de mes. No estoy pidiendo manos libres para que los empresarios hagan lo que les de la gana. Sólo estoy diciendo que con los lógicos y legítimos controles, hay que facilitar que la contratación no se convierta en una trampa letal y que al final los derechos de un puñado de trabajadores acaben por ahogar las expectativas de otros muchos que esperan poder ser contratados.
No me sorprende la posición del Gobierno Zapatero. No lo hace porque este ha sido un Gobierno que siempre ha cedido a los grupos ideologizados y siempre se ha alineado con la izquierda más rancia para contentar a una parte muy importante de su parroquia... Ahora, tras el vapuleo que sufrieron el 22M, era iluso pensar que el Gobierno tomara cualquier decisión que no fuera orientada a intentar recuperar esos sectores desencantados. Lo malo es que lo hace en un grado extremo de debilidad, cuando nuestro prestigio internacional está en entredicho, cuando hay 5 millones de parados y cuando los empresarios están más al límite que nunca, porque ni les flexibilizan la contratación, ni los bancos les dan dinero. Con estos mimbres la creación de empleo es una quimera y conservar el tejido industrial que tenemos se me empieza a antojar una ilusión.
Dice el Ministro de Trabajo que lo que hace el Gobierno hoy con su decreto es comenzar la negociación. ¿Y se puede saber qué es lo que ha hecho hasta ahora?... Ya hemos visto que la anterior reforma laboral no sirvió para nada y que patronal y agentes sociales están en punto muerto. ¿Por qué el Gobierno se ha dedicado a mirar?... ¿Piensa ahora tomar las riendas?... ¿En cuánto tiempo?... ¿Para cuándo?... Los peores temores empiezan a tomar forma. A pesar de la urgencia del momento, Zapatero y sus muchachos siguen a la búsqueda del tiempo perdido y eso se traduce en conseguir estirar el calendario para que Alfredo recorra toda España, y llegar hasta marzo del año que viene. Lo malo es que lo que España no tiene es tiempo. Este verano parece que tendremos una buena campaña de turismo que puede aliviar la situación laboral, pero me temo que no vamos a saber aprovechar para facilitar que la creación de trabajo pueda prolongarse en el tiempo.
Me da la impresión de que una vez más podemos perder oportunidades. Vamos al exámen a por un aprobado raspado y como los profesores de la Unión y los mercados se pongan un poco duros, tenemos garantizado el suspenso. Avanza el tiempo, se merma la competitividad, Alfredo sigue a lo suyo y Zapatero mira para otro lado. Con estos mimbres, que se prepare el PP para recibir una herencia envenenada. Mucho más de lo que ahora pueda pensar.
jueves, 9 de junio de 2011
Ver para creer.
¡Qué cosas! Resulta que José Bono, en su condición de Presidente del Congreso, somete ayer a votación una extraña propuesta para recortar el número de sesiones semanales a dos, y como nadie dijo nada y había muy pocos diputados en el hemiciclo, dio por aprobado el ensayo de la nueva fórmula “por asentimiento”... De verdad que no sé si estamos locos, o a punto de volvernos majaras. No sé que pasa por la cabeza de determinados dirigentes políticos para llevar a término determinadas propuestas, que con total legitimidad indignan a los ciudadanos españoles.
Vayamos por partes. El Congreso celebra sesiones plenarias los martes por la tarde, el miércoles y el jueves por la mañana. El resto de la semana se celebran comisiones. La actividad legislativa ha bajado tanto, que es cierto que hay menos asuntos que tratar y ya esta semana las sesiones se han concentrado en los martes y miércoles. Ojo, desde el martes por la tarde. ¿Pero qué imagen pretenden dar los diputados a los españoles? No me extraña nada que los portavoces de los grupos se hayan desmarcado de la propuesta de Bono y manifiesten su extrañeza por la forma en que se ha adoptado. Pero mirad, he rastreado muchas informaciones y en todas se habla de las quejas de los portavoces, pero en ninguna se dice que la decisión se vaya a revocar... Sinceramente, espero que se imponga el sentido común y al final las cosas vuelvan a su sitio.
Hay dos aspectos de fondo que son los que me preocupan. Por un lado, las razones por las que no hay trabajo en el Congreso de los Diputados. No llega actividad legislativa y la actividad de la Cámara cae. Dicho de otra forma, el Gobierno carece de iniciativas, es incapaz de tomar el mando y legislar, y eso impone un frenazo en el trabajo de sus señorías. Esto indica hasta qué punto el Gobierno de Zapatero está achicharrado, agotado y sin capacidad de reacción, y tal vez el rocambolesco final de la sesión de ayer, traduce una incomprensible inactividad en un momento en el que la crisis está en un punto álgido.
Me preocupa también el trasfondo de esta historia. Bono es un político de mucho recorrido, un perfecto mago de la escena y no cuela que haya sufrido una pájara que haya tirado por tierra su imagen de político mesurado y garante de la figura institucional que detenta. Si ha actuado así ha sido por algo, y ese algo no es otro que dejar más tiempo libre a los miembros del gobierno y en particular a Alfredo Pérez Rubalcaba, que está en promoción por toda la geografía nacional. Si este extremo, que ya sospechan en las filas del PP, es el causante de la medida, los populares están en la obligación de tomar todas las medidas para descubrirlo y tratar de devolver las sesiones al punto del que no deben salir.
Ayer os hablaba del ejemplo que deben dar los personajes públicos, pero está claro que a algunos políticos esta asignatura no les entra... Hoy, cuando hay 5 millones de parados, cuando los ciudadanos tienen la peor imagen de la clase política, cuando una inmensa mayoría considera a los parlamentarios unos privilegiados que además de cobrar mucho, viven muy bien y encima tienen privilegios reconocidos que dicen que van a recortar pero que nunca lo hacen, es una auténtica aberración que trasladen a la sociedad que van a trabajar menos... Podría caer en la demagogia de pedir que se bajen el sueldo si tienen menos trabajo, algo que suscribiría la gran mayoría de los españoles; pero lo que quiero es que redoblen su tarea, que se esfuercen en transmitir a la sociedad que están en los problemas. Quienes Gobiernan, que lo hagan o que se vayan de una vez y convoquen elecciones... y quienes son oposición, que les exijan al límite. De esta crisis saldremos todos juntos, pero no hay derecho a que la sociedad civil tenga que dar mucho más que los rectores políticos... ¿Serán conscientes de que con estas medidas hacen un daño tremendo a la democracia? Me parece increíble que Bono haya sido capaz de apadrinar todo esto.... Y lo que os decía, puede que nos estemos volviendo un poco locos.
Vayamos por partes. El Congreso celebra sesiones plenarias los martes por la tarde, el miércoles y el jueves por la mañana. El resto de la semana se celebran comisiones. La actividad legislativa ha bajado tanto, que es cierto que hay menos asuntos que tratar y ya esta semana las sesiones se han concentrado en los martes y miércoles. Ojo, desde el martes por la tarde. ¿Pero qué imagen pretenden dar los diputados a los españoles? No me extraña nada que los portavoces de los grupos se hayan desmarcado de la propuesta de Bono y manifiesten su extrañeza por la forma en que se ha adoptado. Pero mirad, he rastreado muchas informaciones y en todas se habla de las quejas de los portavoces, pero en ninguna se dice que la decisión se vaya a revocar... Sinceramente, espero que se imponga el sentido común y al final las cosas vuelvan a su sitio.
Hay dos aspectos de fondo que son los que me preocupan. Por un lado, las razones por las que no hay trabajo en el Congreso de los Diputados. No llega actividad legislativa y la actividad de la Cámara cae. Dicho de otra forma, el Gobierno carece de iniciativas, es incapaz de tomar el mando y legislar, y eso impone un frenazo en el trabajo de sus señorías. Esto indica hasta qué punto el Gobierno de Zapatero está achicharrado, agotado y sin capacidad de reacción, y tal vez el rocambolesco final de la sesión de ayer, traduce una incomprensible inactividad en un momento en el que la crisis está en un punto álgido.
Me preocupa también el trasfondo de esta historia. Bono es un político de mucho recorrido, un perfecto mago de la escena y no cuela que haya sufrido una pájara que haya tirado por tierra su imagen de político mesurado y garante de la figura institucional que detenta. Si ha actuado así ha sido por algo, y ese algo no es otro que dejar más tiempo libre a los miembros del gobierno y en particular a Alfredo Pérez Rubalcaba, que está en promoción por toda la geografía nacional. Si este extremo, que ya sospechan en las filas del PP, es el causante de la medida, los populares están en la obligación de tomar todas las medidas para descubrirlo y tratar de devolver las sesiones al punto del que no deben salir.
Ayer os hablaba del ejemplo que deben dar los personajes públicos, pero está claro que a algunos políticos esta asignatura no les entra... Hoy, cuando hay 5 millones de parados, cuando los ciudadanos tienen la peor imagen de la clase política, cuando una inmensa mayoría considera a los parlamentarios unos privilegiados que además de cobrar mucho, viven muy bien y encima tienen privilegios reconocidos que dicen que van a recortar pero que nunca lo hacen, es una auténtica aberración que trasladen a la sociedad que van a trabajar menos... Podría caer en la demagogia de pedir que se bajen el sueldo si tienen menos trabajo, algo que suscribiría la gran mayoría de los españoles; pero lo que quiero es que redoblen su tarea, que se esfuercen en transmitir a la sociedad que están en los problemas. Quienes Gobiernan, que lo hagan o que se vayan de una vez y convoquen elecciones... y quienes son oposición, que les exijan al límite. De esta crisis saldremos todos juntos, pero no hay derecho a que la sociedad civil tenga que dar mucho más que los rectores políticos... ¿Serán conscientes de que con estas medidas hacen un daño tremendo a la democracia? Me parece increíble que Bono haya sido capaz de apadrinar todo esto.... Y lo que os decía, puede que nos estemos volviendo un poco locos.
miércoles, 8 de junio de 2011
Un ejemplo Real, como la vida misma.
Los personajes públicos tienen una gran influencia sobre la sociedad, está claro. De vez en cuando surgen pequeños detalles que nos demuestran la importancia de los gestos y nos alertan sobre sus consecuencias... Hoy, entre tanta noticia complicada, advertencias de la Unión Europea, acusaciones entre los partidos y todo tipo de sucesos, me quedo con la información de que las futuristas muletas que le facilitaron al Rey tras su operación de rodilla están agotadas. La demanda se ha disparado y el que las quiera va a tener que esperar un mínimo de 15 días para poder disponer de ellas.
El caso es que las susodichas muletas, ésas que llevan suspensión, luces y hasta aviso sonoro (claxon que diría el Rey), llevaban tiempo en el mercado y su único distribuidor en España, una ortopedia de Madrid, las tenía ahí aparcadas sin que nadie les hiciera el menor caso. El precio de cada muleta es de 60€, 120 el par, y ya no quedan... Y todo empezó porque el equipo que operó a Su Majestad de una artroplastia de rodilla (por cierto, una operación bastante frecuente en el sistema público de salud), decidió obsequiar al Rey con un regalo que no fueran las habituales muletas con las que salen los operados en el servicio, y entonces pensaron en estas tan pintorescas.
Dicho de otra manera: el grado de contagio por aquello que derrocha popularidad es inmenso y puesto que la real imagen del Rey goza de gran simpatía entre la población, sus gestos se contagian con una celeridad increíble. Acordémonos del famoso “¡Por qué no te callas!”, que le espetó al impertinente Chavez y que se convirtió en una muletilla de uso generalizado y hasta en un politono para los móviles que causó furor... La consecuencia inmediata es constatar que los personajes públicos, y sobre todo aquellos que tienen un alto grado de popularidad, tienen una gran responsabilidad en sus apariciones. Por eso es tan importante que el Rey goce de la simpatía de los ciudadanos, porque la institución es respetada, valorada y seguida en sus ejemplos. ¡Claro que tiene también detractores!.. pero es que eso es la esencia de la democracia y desde luego, lo que tiene como valor el Rey, es que hasta sus detractores le respetan.
Siguiendo con ejemplos, impresiona Rafa Nadal, que nunca tiene una mala contestación, ni un mal gesto. Siempre tiene una firma presta para el autógrafo que le solicitan los chavales que le tocan como un auténtico ídolo. Contrasta con las imágenes que vemos en la televisión de muchos endiosados jugadores de fútbol, que bajan del autocar en las concentraciones, con los auriculares puestos y “pasando” de los jóvenes que ha esperado horas para ver a sus ídolos. Podría seguir con el ejemplo de los cantantes y en menor medida de escritores, pintores u otros artistas... Pero lo que hoy quiero es llamar la atención sobre la responsabilidad de la vida pública, sobre la importancia de dar ejemplo, sobre lo que significa el ejemplo en la sociedad y especialmente en las personalidades en formación... Creo en la libertad, creo en la capacidad de decidir, pero no creo que todo valga. Me enoja poner la televisión y encontrarme con programas basura que no respetan las mínimas normas de la decencia y el decoro, que exhiben impunemente las vergüenzas personales o los enfrentamientos más lamentables entre personas que no son nadie y que adquieren una popularidad precisamente por su zafiedad. Me revienta una sociedad que permite que en horarios infantiles, respetados en medio mundo, se emitan determinados ejemplos de vida que se soportan en aras de una libertad mal entendida. Libertad, democracia y tolerancia son grandes conceptos que a veces son prostituidos por intereses exclusivamente económicos. Libertad, democracia y tolerancia son otra cosa, y bien entendidos y respetados, son un gran tesoro.
No he hablado de los políticos. Ellos también son personajes públicos. Creo que la gran mayoría son conscientes de sus responsabilidades en cuanto ejemplo para la sociedad, pero hay una minoría que tira por tierra el buen trabajo y la actividad política... Ya va siendo hora de que en la vida real dejen de ganar los malos, y los ciudadanos tenemos mucho que decir en ello.
El caso es que las susodichas muletas, ésas que llevan suspensión, luces y hasta aviso sonoro (claxon que diría el Rey), llevaban tiempo en el mercado y su único distribuidor en España, una ortopedia de Madrid, las tenía ahí aparcadas sin que nadie les hiciera el menor caso. El precio de cada muleta es de 60€, 120 el par, y ya no quedan... Y todo empezó porque el equipo que operó a Su Majestad de una artroplastia de rodilla (por cierto, una operación bastante frecuente en el sistema público de salud), decidió obsequiar al Rey con un regalo que no fueran las habituales muletas con las que salen los operados en el servicio, y entonces pensaron en estas tan pintorescas.
Dicho de otra manera: el grado de contagio por aquello que derrocha popularidad es inmenso y puesto que la real imagen del Rey goza de gran simpatía entre la población, sus gestos se contagian con una celeridad increíble. Acordémonos del famoso “¡Por qué no te callas!”, que le espetó al impertinente Chavez y que se convirtió en una muletilla de uso generalizado y hasta en un politono para los móviles que causó furor... La consecuencia inmediata es constatar que los personajes públicos, y sobre todo aquellos que tienen un alto grado de popularidad, tienen una gran responsabilidad en sus apariciones. Por eso es tan importante que el Rey goce de la simpatía de los ciudadanos, porque la institución es respetada, valorada y seguida en sus ejemplos. ¡Claro que tiene también detractores!.. pero es que eso es la esencia de la democracia y desde luego, lo que tiene como valor el Rey, es que hasta sus detractores le respetan.
Siguiendo con ejemplos, impresiona Rafa Nadal, que nunca tiene una mala contestación, ni un mal gesto. Siempre tiene una firma presta para el autógrafo que le solicitan los chavales que le tocan como un auténtico ídolo. Contrasta con las imágenes que vemos en la televisión de muchos endiosados jugadores de fútbol, que bajan del autocar en las concentraciones, con los auriculares puestos y “pasando” de los jóvenes que ha esperado horas para ver a sus ídolos. Podría seguir con el ejemplo de los cantantes y en menor medida de escritores, pintores u otros artistas... Pero lo que hoy quiero es llamar la atención sobre la responsabilidad de la vida pública, sobre la importancia de dar ejemplo, sobre lo que significa el ejemplo en la sociedad y especialmente en las personalidades en formación... Creo en la libertad, creo en la capacidad de decidir, pero no creo que todo valga. Me enoja poner la televisión y encontrarme con programas basura que no respetan las mínimas normas de la decencia y el decoro, que exhiben impunemente las vergüenzas personales o los enfrentamientos más lamentables entre personas que no son nadie y que adquieren una popularidad precisamente por su zafiedad. Me revienta una sociedad que permite que en horarios infantiles, respetados en medio mundo, se emitan determinados ejemplos de vida que se soportan en aras de una libertad mal entendida. Libertad, democracia y tolerancia son grandes conceptos que a veces son prostituidos por intereses exclusivamente económicos. Libertad, democracia y tolerancia son otra cosa, y bien entendidos y respetados, son un gran tesoro.
No he hablado de los políticos. Ellos también son personajes públicos. Creo que la gran mayoría son conscientes de sus responsabilidades en cuanto ejemplo para la sociedad, pero hay una minoría que tira por tierra el buen trabajo y la actividad política... Ya va siendo hora de que en la vida real dejen de ganar los malos, y los ciudadanos tenemos mucho que decir en ello.
martes, 7 de junio de 2011
Lo que la verdad esconde.
Que el relevo en Castilla-La Mancha no sería un trago fácil para el PSOE lo sabíamos, pero lo que no imaginábamos es que se fuera a realizar en medio de un sonoro cruce de acusaciones muy graves, que ya tienen una primera denuncia en la Fiscalía por parte del Colectivo de Funcionarios Manos Limpias. La denuncia por destrucción de documentos, los testimonios gráficos de la salida de documentos en bolsas, la salida de tono del cansino Marcelino Iglesias calificando de “gamberrada política” las denuncias del PP o la suspensión de las conversaciones para el traspaso de poderes, ponen de manifiesto que algo no huele bien y que hay aclarar ciertos extremos.
¿Qué pretende el PSOE? Si al final va a tener que dejar el poder en Castilla-La Mancha y si de verdad nada hay que ocultar, lo suyo sería hacerlo todo público con luz y taquígrafos. Los aspavientos de los políticos socialistas, que se me antojan pelín histéricos, revelan un nerviosismo que va mucho más allá de la simple pérdida del poder.
La verdad es que la situación es grave, porque se parte del reconocimiento de una delicada posición económica y de denuncias de colectivos que dicen que no están recibiendo las cantidades comprometidas por la Junta de Comunidades. Al mismo tiempo hay constancia de gastos auténticamente disparatados, como el de la televisión autonómica, que además está actuando con un sectarismo y un grado de imbecilidad que llama poderosamente la atención. No es sectario ocultar la presencia de Dolores de Cospedal en los actos del Día de la Comunidad, simplemente denota una imbecilidad en grado sumo y una falta de profesionalidad que cuestiona la existencia de este tipo de medios con cargo al erario público.
Pero no hay que caer en la trampa de las acusaciones mutuas, el clásico “y tú más”... Los tiempos avanzan de forma inexorable, los plazos se van cumpliendo y la próxima semana se constituirán las Cortes castellanomanchegas y se pondrá en marcha el mecanismo de la investidura. A partir de ahí, el PP podrá entrar al detalle en las cuentas y ojalá que por el bien de todos, no estén tan mal como se presupone, porque no nos engañemos, la situación no es mala sólo para Castilla-La Mancha, es mala para todos y para el propio Estado de las Autonomías, que está siendo observado bajo lupa por sus niveles de endeudamiento. El hecho de que se hable de Castilla-La Mancha como “la Grecia de las autonomías”, es un desastre de un calibre incalculable.
Rajoy volvió ayer a dar en clavo. Hay que reconocer que la moderación de su discurso, vale que pueda ser una estrategia calculada, pero está poniendo un toque de cordura a la compleja situación nacional. Acierta cuando pide al Gobierno que hable a calzón quitado con las autonomías sobre el déficit y que entre todos se acuerden criterios de lealtad que permitan sanear el sistema y restaurar la confianza. En el fondo, me da la impresión de que Rajoy está dibujando la necesidad de sellar diversos pactos de carácter nacional, que estén por encima de los partidismos y de localismos, para que entre todos tiremos de un carro que cada vez se muestra más pesado. La bajada de la recaudación impositiva en los primeros 5 meses del año, denota la baja actividad de nuestra economía y lo que hace es poner en cuestión la continuidad de muchas de las líneas abiertas en el estado del bienestar.
Para el PSOE siguen los problemas y ahí está Andalucía, con divisiones internas muy fuertes, la última con la dimisión en Almería del Secretario provincial dando un portazo y cuestionando a Griñán por autoritario y fracasado electoral, pueden ser la mecha que prenda sobre la tensión que vive el PSOE en aquella comunidad y en toda España. Seguir empeñados en alentar un debate ideológico para estimular a los socialistas desencantados es una fórmula vacía que va a perjudicar a todos... Es la hora de reclamar más sentido común a la vida política.
¿Qué pretende el PSOE? Si al final va a tener que dejar el poder en Castilla-La Mancha y si de verdad nada hay que ocultar, lo suyo sería hacerlo todo público con luz y taquígrafos. Los aspavientos de los políticos socialistas, que se me antojan pelín histéricos, revelan un nerviosismo que va mucho más allá de la simple pérdida del poder.
La verdad es que la situación es grave, porque se parte del reconocimiento de una delicada posición económica y de denuncias de colectivos que dicen que no están recibiendo las cantidades comprometidas por la Junta de Comunidades. Al mismo tiempo hay constancia de gastos auténticamente disparatados, como el de la televisión autonómica, que además está actuando con un sectarismo y un grado de imbecilidad que llama poderosamente la atención. No es sectario ocultar la presencia de Dolores de Cospedal en los actos del Día de la Comunidad, simplemente denota una imbecilidad en grado sumo y una falta de profesionalidad que cuestiona la existencia de este tipo de medios con cargo al erario público.
Pero no hay que caer en la trampa de las acusaciones mutuas, el clásico “y tú más”... Los tiempos avanzan de forma inexorable, los plazos se van cumpliendo y la próxima semana se constituirán las Cortes castellanomanchegas y se pondrá en marcha el mecanismo de la investidura. A partir de ahí, el PP podrá entrar al detalle en las cuentas y ojalá que por el bien de todos, no estén tan mal como se presupone, porque no nos engañemos, la situación no es mala sólo para Castilla-La Mancha, es mala para todos y para el propio Estado de las Autonomías, que está siendo observado bajo lupa por sus niveles de endeudamiento. El hecho de que se hable de Castilla-La Mancha como “la Grecia de las autonomías”, es un desastre de un calibre incalculable.
Rajoy volvió ayer a dar en clavo. Hay que reconocer que la moderación de su discurso, vale que pueda ser una estrategia calculada, pero está poniendo un toque de cordura a la compleja situación nacional. Acierta cuando pide al Gobierno que hable a calzón quitado con las autonomías sobre el déficit y que entre todos se acuerden criterios de lealtad que permitan sanear el sistema y restaurar la confianza. En el fondo, me da la impresión de que Rajoy está dibujando la necesidad de sellar diversos pactos de carácter nacional, que estén por encima de los partidismos y de localismos, para que entre todos tiremos de un carro que cada vez se muestra más pesado. La bajada de la recaudación impositiva en los primeros 5 meses del año, denota la baja actividad de nuestra economía y lo que hace es poner en cuestión la continuidad de muchas de las líneas abiertas en el estado del bienestar.
Para el PSOE siguen los problemas y ahí está Andalucía, con divisiones internas muy fuertes, la última con la dimisión en Almería del Secretario provincial dando un portazo y cuestionando a Griñán por autoritario y fracasado electoral, pueden ser la mecha que prenda sobre la tensión que vive el PSOE en aquella comunidad y en toda España. Seguir empeñados en alentar un debate ideológico para estimular a los socialistas desencantados es una fórmula vacía que va a perjudicar a todos... Es la hora de reclamar más sentido común a la vida política.
lunes, 6 de junio de 2011
Sin máscaras, que no es carnaval.
Estoy convencida de que el hecho de que Rubalcaba haya pasado a ser Alfredo, es algo que a los ciudadanos les trae sin cuidado. Puede que a los socialistas les haya insuflado una cierta dosis de moral, pero al conjunto de la sociedad les ha dejado indiferente... He defendido en no pocas ocasiones que Rubalcaba es una de las mejores, sino la mejor cabeza del Gobierno. Es un político inteligente, con gran capacidad de trabajo, pero también es un político agrio, con historia y corresponsable de todos los desatinos de Zapatero ya que es el hombre fuerte de su gabinete. Pues precisamente este fin de semana, Zapatero ha hecho unas declaraciones en las que afirma que no se arrepiente de nada de lo que ha hecho y que volvería a hacer exactamente lo mismo, al 100%. No estaría nada mal que para que los españoles no nos llamemos a engaño, Rubalcaba nos dijera si suscribe estas afirmaciones y si él va también a hacer lo mismo.
Pongamos las cosas en su sitio. Alfredo Pérez Rubalcaba es la misma persona. No puede investirse por la mañana de Rubalcaba y por la tarde de Alfredo. ¿Es que los españoles vamos a ser tan necios que nos tragaremos una patraña tan burda de los asesores de imagen? Sinceramente creo que no y además pienso que uno de los mayores errores que ha cometido el PSOE en la reciente campaña, es creer que los ciudadanos caen en sus trampas y se dejan engañar con argumentos que ya no compra nadie. Los resultados de las elecciones han sido muy elocuentes, pero a pesar de todo, la estrategia socialista sigue adelante.
Este fin de semana Rajoy ha hecho una afirmación llena de sentido común, y es que los españoles tendremos el estado del bienestar que podamos soportar. Inmediatamente Rubalcaba ha utilizado el juego de palabras para cambiar poder por podar, y de esa forma volver a lanzar el mensaje de que viene la derecha y sus recortes. Su juego de palabras ha venido apoyado en las afirmaciones que a puerta cerrada hace ante los militantes que estos días le escuchan por España, con duras críticas en las que se afirma que Rajoy está ya diseñando los recortes que aplicará. Parece mentira que un político de su inteligencia utilice herramientas de tan baja consistencia y argumentos tan peregrinos. Ni siquiera se entiende como vitamina para subir la moral de los alicaídos militantes socialistas.
El PSOE tiene muchos problemas. Las denuncias sobre la destrucción de documentos en Castilla-La Mancha son muy graves y también los datos sobre el endeudamiento de la comunidad, muy por encima de los niveles que hasta ahora se han reconocido. Son estas maneras, estas gestiones irresponsables, las que los ciudadanos castigaron el 22 de mayo y sorprendente que el PSOE aún no se haya enterado. Las encuestas que ayer publicaban El Mundo y El País, diarios cuya discrepancia editorial es evidente, son coincidentes, como dos gotas de agua, y ambas señalan que la llegada de Rubalcaba no ha frenado la caída socialista y que la distancia que tiene el PP es superior a los 13 puntos, casi 14; lo que indica que el disgusto ciudadano no se ha saldado con las elecciones de mayo, y que lo que el país quiere son unas elecciones anticipadas que den paso a un nuevo Gobierno que genere confianza, ponga en marcha nuevas políticas y que empiece la recuperación.
Rubalcaba no ha tenido hasta el momento ni siquiera el repunte del recambio, tal vez porque ya es un político sobradamente conocido y sus mañas son muy famosas. Si no insufla la ilusión que necesita el PSOE, el partido lo pasará muy mal y tardará en recuperar el pulso que de él se espera... Hay demasiado pasado en el todavía aspirante a candidato socialista, como para pensar que estamos ante algo nuevo que será capaz de motivar a los electores desencantados.
Pongamos las cosas en su sitio. Alfredo Pérez Rubalcaba es la misma persona. No puede investirse por la mañana de Rubalcaba y por la tarde de Alfredo. ¿Es que los españoles vamos a ser tan necios que nos tragaremos una patraña tan burda de los asesores de imagen? Sinceramente creo que no y además pienso que uno de los mayores errores que ha cometido el PSOE en la reciente campaña, es creer que los ciudadanos caen en sus trampas y se dejan engañar con argumentos que ya no compra nadie. Los resultados de las elecciones han sido muy elocuentes, pero a pesar de todo, la estrategia socialista sigue adelante.
Este fin de semana Rajoy ha hecho una afirmación llena de sentido común, y es que los españoles tendremos el estado del bienestar que podamos soportar. Inmediatamente Rubalcaba ha utilizado el juego de palabras para cambiar poder por podar, y de esa forma volver a lanzar el mensaje de que viene la derecha y sus recortes. Su juego de palabras ha venido apoyado en las afirmaciones que a puerta cerrada hace ante los militantes que estos días le escuchan por España, con duras críticas en las que se afirma que Rajoy está ya diseñando los recortes que aplicará. Parece mentira que un político de su inteligencia utilice herramientas de tan baja consistencia y argumentos tan peregrinos. Ni siquiera se entiende como vitamina para subir la moral de los alicaídos militantes socialistas.
El PSOE tiene muchos problemas. Las denuncias sobre la destrucción de documentos en Castilla-La Mancha son muy graves y también los datos sobre el endeudamiento de la comunidad, muy por encima de los niveles que hasta ahora se han reconocido. Son estas maneras, estas gestiones irresponsables, las que los ciudadanos castigaron el 22 de mayo y sorprendente que el PSOE aún no se haya enterado. Las encuestas que ayer publicaban El Mundo y El País, diarios cuya discrepancia editorial es evidente, son coincidentes, como dos gotas de agua, y ambas señalan que la llegada de Rubalcaba no ha frenado la caída socialista y que la distancia que tiene el PP es superior a los 13 puntos, casi 14; lo que indica que el disgusto ciudadano no se ha saldado con las elecciones de mayo, y que lo que el país quiere son unas elecciones anticipadas que den paso a un nuevo Gobierno que genere confianza, ponga en marcha nuevas políticas y que empiece la recuperación.
Rubalcaba no ha tenido hasta el momento ni siquiera el repunte del recambio, tal vez porque ya es un político sobradamente conocido y sus mañas son muy famosas. Si no insufla la ilusión que necesita el PSOE, el partido lo pasará muy mal y tardará en recuperar el pulso que de él se espera... Hay demasiado pasado en el todavía aspirante a candidato socialista, como para pensar que estamos ante algo nuevo que será capaz de motivar a los electores desencantados.
viernes, 3 de junio de 2011
Ser mujer y no morir en el intento.
Móstoles, Mieres, Museros y Almería han sido los escenarios de los últimos 4 casos de violencia de género que se han producido en el plazo de las últimas 24 horas y que elevan a 27 el número de mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas. El dato más demoledor es que de todos esos casos sólo 7 habían denunciado la situación de extorsión y acoso en que vivían, y en alguno de esos casos fueron las propias mujeres las que rechazaron la adopción de las medidas cautelares que les propuso el juez.
Lo más dramático es que estos casos sólo son la punta del iceberg de una verdadera epidemia que la sociedad debe atajar con el mismo interés con el que se toman las epidemias sanitarias que tanto pánico causan. Digo que son la punta del iceberg porque la violencia de género es un concepto mucho más amplio que el asesinato, la muerte física de la mujer a manos de un bárbaro que es incapaz de respetar a una semejante. Es la negación de la condición humana y la eclosión de la bestia que muchos desalmados llevan dentro. No hay razón de ningún tipo para quitar la vida a nadie. No hay razón para maltratar y llegar a matar a una persona a la que en algún momento se supone que han dicho querer y a la que destrozan las más de las veces la vida.
Violencia de género no es sólo fuerza bruta, no es pegar, ni humillar en público. Violencia de género es extorsionar, es vejar, es coaccionar, es impedir vivir en libertad a la mujer. Somos seres humanos libres, no la propiedad de nadie. Sólo pensar que en el siglo XXI hay una parte de la sociedad que sigue pensando que la mujer es un ser inferior a quien hay que orientar, dirigir y controlar, pone los pelos de punta... Da asco, produce repugnancia que existan individuos tan primitivos y tan desconsiderados. La sociedad tiene que ser implacable con ellos y no dar tregua en su persecución. Pero tampoco olvidemos que las mujeres tienen en su mano la gran arma para luchar contra estas situaciones. Hay que vencer al miedo, a ese agente paralizante que bloquea la mente y la voluntad, y que hace que muchas mujeres se queden atenazadas y no denuncien, no digan en voz alta todo lo que están sufriendo. El precio a este silencio, en no pocos casos, es la vida y ahí están para demostrarlo los 27 casos que llevamos en 5 meses de año.
Es evidente que en la lucha por la igualdad hay camino por recorrer. Igualdad de derechos, de oportunidades, de trato. Igualdad incluso en las diferencias que afortunadamente tenemos hombres y mujeres y que tan importantes y positivas han sido para la evolución del mundo... No hay razones culturales, ni de tradición, ni de nada. No hay que transigir con el macho que se considera superior y que impone su criterio por la fuerza bruta, la fuerza verbal, el amedrentamiento o el simple envío de un mensaje de móvil o de correo electrónico. En nuestras manos está luchar y hacerlo con decisión. En nuestras manos está sentir el orgullo de mujer, saber que juntas somos más fuertes y que la denuncia de unas, es el apoyo a otras, es el impulso para acabar con este drama que parece mentira que llegue a los extremos a los que está llegando.
Los poderes públicos han de volcarse y asumir su compromiso. Deben incluso insistir en las campañas para que las mujeres denuncien, para que no tengan miedo, para que exijan sus derechos, que no consientan más humillaciones. Ser mujer es algo muy importante y maravilloso, tan importante como ser hombre. Ambos somos personas, nos compenetramos, nos encontramos, colaboramos, nos enamoramos y creamos la célula fundamental de la familia. Convivir en comprenderse, apoyarse, ayudarse, complementarse. Es entender que la vida juntos no se compra, no se impone, es vida en respeto, una vida en la que buscar la felicidad en común, una vida volcada en entender y respetar, en construir y no en destruir... Pero eso sólo será posible si somos libres, si nos sentimos libres, si tenemos abierto el camino para desarrollar nuestras potencialidades y colaborar en la construcción del futuro. Ser mujer es una aventura maravillosa que ningún bárbaro puede truncar. En nosotras está también conseguirlo.
Lo más dramático es que estos casos sólo son la punta del iceberg de una verdadera epidemia que la sociedad debe atajar con el mismo interés con el que se toman las epidemias sanitarias que tanto pánico causan. Digo que son la punta del iceberg porque la violencia de género es un concepto mucho más amplio que el asesinato, la muerte física de la mujer a manos de un bárbaro que es incapaz de respetar a una semejante. Es la negación de la condición humana y la eclosión de la bestia que muchos desalmados llevan dentro. No hay razón de ningún tipo para quitar la vida a nadie. No hay razón para maltratar y llegar a matar a una persona a la que en algún momento se supone que han dicho querer y a la que destrozan las más de las veces la vida.
Violencia de género no es sólo fuerza bruta, no es pegar, ni humillar en público. Violencia de género es extorsionar, es vejar, es coaccionar, es impedir vivir en libertad a la mujer. Somos seres humanos libres, no la propiedad de nadie. Sólo pensar que en el siglo XXI hay una parte de la sociedad que sigue pensando que la mujer es un ser inferior a quien hay que orientar, dirigir y controlar, pone los pelos de punta... Da asco, produce repugnancia que existan individuos tan primitivos y tan desconsiderados. La sociedad tiene que ser implacable con ellos y no dar tregua en su persecución. Pero tampoco olvidemos que las mujeres tienen en su mano la gran arma para luchar contra estas situaciones. Hay que vencer al miedo, a ese agente paralizante que bloquea la mente y la voluntad, y que hace que muchas mujeres se queden atenazadas y no denuncien, no digan en voz alta todo lo que están sufriendo. El precio a este silencio, en no pocos casos, es la vida y ahí están para demostrarlo los 27 casos que llevamos en 5 meses de año.
Es evidente que en la lucha por la igualdad hay camino por recorrer. Igualdad de derechos, de oportunidades, de trato. Igualdad incluso en las diferencias que afortunadamente tenemos hombres y mujeres y que tan importantes y positivas han sido para la evolución del mundo... No hay razones culturales, ni de tradición, ni de nada. No hay que transigir con el macho que se considera superior y que impone su criterio por la fuerza bruta, la fuerza verbal, el amedrentamiento o el simple envío de un mensaje de móvil o de correo electrónico. En nuestras manos está luchar y hacerlo con decisión. En nuestras manos está sentir el orgullo de mujer, saber que juntas somos más fuertes y que la denuncia de unas, es el apoyo a otras, es el impulso para acabar con este drama que parece mentira que llegue a los extremos a los que está llegando.
Los poderes públicos han de volcarse y asumir su compromiso. Deben incluso insistir en las campañas para que las mujeres denuncien, para que no tengan miedo, para que exijan sus derechos, que no consientan más humillaciones. Ser mujer es algo muy importante y maravilloso, tan importante como ser hombre. Ambos somos personas, nos compenetramos, nos encontramos, colaboramos, nos enamoramos y creamos la célula fundamental de la familia. Convivir en comprenderse, apoyarse, ayudarse, complementarse. Es entender que la vida juntos no se compra, no se impone, es vida en respeto, una vida en la que buscar la felicidad en común, una vida volcada en entender y respetar, en construir y no en destruir... Pero eso sólo será posible si somos libres, si nos sentimos libres, si tenemos abierto el camino para desarrollar nuestras potencialidades y colaborar en la construcción del futuro. Ser mujer es una aventura maravillosa que ningún bárbaro puede truncar. En nosotras está también conseguirlo.
jueves, 2 de junio de 2011
Dirigir, batuta en mano.
Rajoy tomó la iniciativa y reunió ayer a los barones del PP en Madrid para hablar de futuro. Lo que en teoría era un encuentro para analizar los resultados electorales, se convirtió en un análisis real de la situación en la que se encuentra el país y del papel que en él tienen las Comunidades Autónomas. Rajoy es consciente de que el PP acumula el mayor poder territorial que tuvo nunca y por eso sabe que una de sus principales tareas es la de la coordinación, la del trabajo en equipo y la de evitar veleidades localistas que acaben por arruinar la necesaria hoja de ruta que debe tomar... Dicho de otra manera, Rajoy quiere que el PP se mueva como una gran orquesta en el que todos los instrumentos estén afinados e interpreten la misma partitura. Él es el director y no está dispuesto a consentir desafines, disonancias o interpretaciones al margen. Todo ha de estar medido, afinado y sonar como espera el gran público, que no es otro que los votantes que han depositado su confianza en el Partido Popular.
La obra que se interpreta es la de la austeridad. Austeridad como demostración de la gestión razonada y eficaz de los recursos públicos. El tono debe ser piano, sin altisonancias, sin hacer demasiado ruido y muy claro, para que sea percibido por todos los oídos. La ejecución debe ser impecable, lo más profesional posible, con una dedicación absoluta. Es la gran orquesta de todos y la gran partitura que esperan escuchar todos los ciudadanos; porque no sólo la obra tiene que sonar bien, tiene que lograr que los espectadores vuelvan a engancharse a las interpretaciones de la orquesta. De esa forma volverán a repetir con ella y por otro lado, los no convencidos se darán cuenta de que es posible la interpretación adecuada utilizando correctamente cada instrumento.
Hacer una auditoría en comunidades donde no se sabe muy bien cómo están las cosas, racionalizar el uso de los recursos públicos, ajustar el número de cargos, son decisiones que serán muy bien percibidas por la sociedad. Pero lo que realmente desean los ciudadanos es una gestión volcada en el servicio público, una gestión orientada a la solución de los grandes problemas que tiene el país y entre ellos está el empleo... Es muy gratificante que, prácticamente todos los candidatos del PP que serán presidentes autonómicos, tengan en su hoja de ruta aligerar la carga legislativa actual y facilitar la creación de iniciativas que generen empleo. No puede ser que la impresionante maraña normativa que tenemos en España sea un freno a la creación de empresas. En EE.UU. Se puede crear en un día una iniciativa empresarial y ponerla a funcionar. En España pueden pasar meses y en algunos casos años... Es tal la maraña existente, tal cantidad las instituciones que controlan el proceso, que lejos de ser garantista es un lastre y un freno, un entorpecimiento absoluto. El resultado es que los emprendedores se echan para atrás y muchos empresarios que quieren dar alas a sus proyectos, prefieren no arriesgar en este momento de crisis, porque su propósito se encuentra además con un frente administrativo que es insalvable.
Ha llegado el momento de acabar con las bromas. Ha llegado el momento de coordinar todo, de dejar a un lado tiquismiquis que parecen peleas de patio de vecindad y de quedar por encima unos de otros, para dar paso a una administración efectiva. Cuando digo una administración no me refiero a acabar con el sistema de descentralización que tenemos. Ha funcionado y puede seguir haciéndolo, pero sin perder el horizonte que tiene, que no es otro que facilitar la vida al administrado. Se impone acabar con las duplicidades. Se impone la optimización de los recursos. Se impone el trabajo en equipo y la coordinación. Se impone, en definitiva, la confianza entre las administraciones, lo que supone asegurar una buena financiación, una óptima delimitación de competencias, acabar de una vez por todas con las dupliciades y poner a funcionar los órganos de coordinación que existen, que deben dejar de ser meros instrumentos decorativos para ser efectivos en la función para los que fueron creados.
Las elecciones han dado al PP no sólo la victoria, sino la responsabilidad de dar soluciones a muchos problemas que llevan años enquistados. La reunión de ayer de Mariano Rajoy con los barones del PP es un aldabonazo al nuevo tiempo que tiene que venir. Es la demostración palpable de que el PP ha tomado la iniciativa y que no dejará que las operaciones de imagen del PSOE hagan aparecer al PP como un partido que acaba con el estado del bienestar. El mayor ataque que éste ha sufrido lo ha protagonizado el PSOE, que es el responsable no sólo de los recortes sociales, sino de los 5 millones de parados que hoy tenemos... Tengo la sensación de que al PP le corresponde la tarea de intentar solucionar esta situación. Debe hacerlo por todos los medios si no quiere defraudar a un electorado que le ha demostrado su confianza.
La obra que se interpreta es la de la austeridad. Austeridad como demostración de la gestión razonada y eficaz de los recursos públicos. El tono debe ser piano, sin altisonancias, sin hacer demasiado ruido y muy claro, para que sea percibido por todos los oídos. La ejecución debe ser impecable, lo más profesional posible, con una dedicación absoluta. Es la gran orquesta de todos y la gran partitura que esperan escuchar todos los ciudadanos; porque no sólo la obra tiene que sonar bien, tiene que lograr que los espectadores vuelvan a engancharse a las interpretaciones de la orquesta. De esa forma volverán a repetir con ella y por otro lado, los no convencidos se darán cuenta de que es posible la interpretación adecuada utilizando correctamente cada instrumento.
Hacer una auditoría en comunidades donde no se sabe muy bien cómo están las cosas, racionalizar el uso de los recursos públicos, ajustar el número de cargos, son decisiones que serán muy bien percibidas por la sociedad. Pero lo que realmente desean los ciudadanos es una gestión volcada en el servicio público, una gestión orientada a la solución de los grandes problemas que tiene el país y entre ellos está el empleo... Es muy gratificante que, prácticamente todos los candidatos del PP que serán presidentes autonómicos, tengan en su hoja de ruta aligerar la carga legislativa actual y facilitar la creación de iniciativas que generen empleo. No puede ser que la impresionante maraña normativa que tenemos en España sea un freno a la creación de empresas. En EE.UU. Se puede crear en un día una iniciativa empresarial y ponerla a funcionar. En España pueden pasar meses y en algunos casos años... Es tal la maraña existente, tal cantidad las instituciones que controlan el proceso, que lejos de ser garantista es un lastre y un freno, un entorpecimiento absoluto. El resultado es que los emprendedores se echan para atrás y muchos empresarios que quieren dar alas a sus proyectos, prefieren no arriesgar en este momento de crisis, porque su propósito se encuentra además con un frente administrativo que es insalvable.
Ha llegado el momento de acabar con las bromas. Ha llegado el momento de coordinar todo, de dejar a un lado tiquismiquis que parecen peleas de patio de vecindad y de quedar por encima unos de otros, para dar paso a una administración efectiva. Cuando digo una administración no me refiero a acabar con el sistema de descentralización que tenemos. Ha funcionado y puede seguir haciéndolo, pero sin perder el horizonte que tiene, que no es otro que facilitar la vida al administrado. Se impone acabar con las duplicidades. Se impone la optimización de los recursos. Se impone el trabajo en equipo y la coordinación. Se impone, en definitiva, la confianza entre las administraciones, lo que supone asegurar una buena financiación, una óptima delimitación de competencias, acabar de una vez por todas con las dupliciades y poner a funcionar los órganos de coordinación que existen, que deben dejar de ser meros instrumentos decorativos para ser efectivos en la función para los que fueron creados.
Las elecciones han dado al PP no sólo la victoria, sino la responsabilidad de dar soluciones a muchos problemas que llevan años enquistados. La reunión de ayer de Mariano Rajoy con los barones del PP es un aldabonazo al nuevo tiempo que tiene que venir. Es la demostración palpable de que el PP ha tomado la iniciativa y que no dejará que las operaciones de imagen del PSOE hagan aparecer al PP como un partido que acaba con el estado del bienestar. El mayor ataque que éste ha sufrido lo ha protagonizado el PSOE, que es el responsable no sólo de los recortes sociales, sino de los 5 millones de parados que hoy tenemos... Tengo la sensación de que al PP le corresponde la tarea de intentar solucionar esta situación. Debe hacerlo por todos los medios si no quiere defraudar a un electorado que le ha demostrado su confianza.
miércoles, 1 de junio de 2011
El altísimo precio de la incompetencia.
No hay peor epidemia que la del pánico y acabamos de comprobarlo. Bueno, el pánico y la incompetencia, porque aunque Alemania sea un modelo para muchas cosas, también tiene grandes incompetentes y la que han exhibido las autoridades sanitarias del país nos está costando un auténtico riñón, más 200 millones de euros a la semana. Y todo porque la responsable sanitaria de Hamburgo puso en el punto de mira a los pepinos españoles como el vehículo de la variedad mortal de E Coli que ya ha costado 16 vidas en Alemania.
Es una situación sanitaria grave porque todavía no se sabe cuál es el vehículo por el que se transmite la virulenta variedad de la bacteria, y es un hecho que cuando se lucha contra algo desconocido, se alimenta el miedo y no hay manera de frenar las especulaciones. Los análisis científicos realizados y que se conocieron ayer han dictaminado que los pepinos españoles no son los que han transmitido la bacteria. Ahora la susodicha responsable sanitaria, 6 días más tarde, reconoce que los productos españoles no son culpables, pero el daño causado es ya irreparable. No sólo se han puesto bajo sospecha a los pepinos españoles, también otras hortalizas frescas que han visto como ya tienen el veto de entrada en varios países europeos. Hasta la cadena de supermercados Lidl ha retirado los pepinos de sus estanterías, por si acaso...
Estamos ante el caso de una variante muy rara de la E Coli que no ha originado ningún caso en España y si la causa fueran nuestros pepinos, aquí ya hubiéramos tenido infecciones. El caso sospechoso ingresado en el País Vasco ha dado negativo. Tampoco se hubiera contaminado en España porque había viajado a Alemania y Austria. El escenario ahora es el siguiente: tenemos toneladas de hortalizas que esperan ser exportadas y habrá que tirarlas, tenemos países que las han vetado y además tenemos una población que ha reaccionado con miedo y deja de consumir. El perjuicio es tremendo y ya hemos visto imágenes de remolques llenos de pepinos que se tiran a la basura porque no se pueden vender.
Lo más importante es localizar el foco de la infección y atajarlo, poner medidas y frenar la siniestra estadística que se está configurando. Pero además hay que resarcir los daños que ha sufrido España. Ya debería haber pedido explicaciones el Gobierno de Zapatero a Alemania por la ligereza a la hora de hablar de los causantes de la infección, y porque tiene que hacer valer el prestigio exterior de España. Si en estos momentos nuestra imagen está bajo mínimos, lo que nos faltaba es que se nos culpara de ser los causantes de una mortífera epidemia. El Gobierno se está moviendo ante la Unión Europea para poner las cosas en su sitio y para pedir ayudas con cargo a la Unión para un sector que se hunde irremediablemente, porque está tocado por el peor de los enemigos, el miedo... Pero además de las ayudas, por ese respeto que nos merecemos, hay que pedir a Alemania y a los países que han vetado nuestros productos, que nos resarzan públicamente de la medida, que devuelvan a España y a sus productos el buen nombre que nunca debieron perder.
La ligereza de la responsable de sanidad de Hamburgo es la demostración más evidente del daño que puede causar una mala gestión pública. Es la demostración de que no vale todo, que quienes no están preparados para entender la importancia de sus responsabilidades, deben dejar sus cargos de forma inmediata... Somos humanos, podemos equivocarnos, pero en el ejercicio de la acción pública, en casi todos los temas, pero particularmente en los que afectan a la sanidad, una sociedad moderna no puede permitir fallos. Nadie va a creer más a esta responsable política que debería ya de haber presentado la dimisión. El sistema de vigilancia ha quedado tocado.
Digámoslo alto y claro, nuestras hortalizas son sanas y si las consumiéramos más, estaríamos mucho más sanos... Yo, desde luego, volveré a consumir pepinos, entre otras cosas porque no conozco otra forma de hacer el gazpacho sin este sabroso y sanísimo ingrediente.
Es una situación sanitaria grave porque todavía no se sabe cuál es el vehículo por el que se transmite la virulenta variedad de la bacteria, y es un hecho que cuando se lucha contra algo desconocido, se alimenta el miedo y no hay manera de frenar las especulaciones. Los análisis científicos realizados y que se conocieron ayer han dictaminado que los pepinos españoles no son los que han transmitido la bacteria. Ahora la susodicha responsable sanitaria, 6 días más tarde, reconoce que los productos españoles no son culpables, pero el daño causado es ya irreparable. No sólo se han puesto bajo sospecha a los pepinos españoles, también otras hortalizas frescas que han visto como ya tienen el veto de entrada en varios países europeos. Hasta la cadena de supermercados Lidl ha retirado los pepinos de sus estanterías, por si acaso...
Estamos ante el caso de una variante muy rara de la E Coli que no ha originado ningún caso en España y si la causa fueran nuestros pepinos, aquí ya hubiéramos tenido infecciones. El caso sospechoso ingresado en el País Vasco ha dado negativo. Tampoco se hubiera contaminado en España porque había viajado a Alemania y Austria. El escenario ahora es el siguiente: tenemos toneladas de hortalizas que esperan ser exportadas y habrá que tirarlas, tenemos países que las han vetado y además tenemos una población que ha reaccionado con miedo y deja de consumir. El perjuicio es tremendo y ya hemos visto imágenes de remolques llenos de pepinos que se tiran a la basura porque no se pueden vender.
Lo más importante es localizar el foco de la infección y atajarlo, poner medidas y frenar la siniestra estadística que se está configurando. Pero además hay que resarcir los daños que ha sufrido España. Ya debería haber pedido explicaciones el Gobierno de Zapatero a Alemania por la ligereza a la hora de hablar de los causantes de la infección, y porque tiene que hacer valer el prestigio exterior de España. Si en estos momentos nuestra imagen está bajo mínimos, lo que nos faltaba es que se nos culpara de ser los causantes de una mortífera epidemia. El Gobierno se está moviendo ante la Unión Europea para poner las cosas en su sitio y para pedir ayudas con cargo a la Unión para un sector que se hunde irremediablemente, porque está tocado por el peor de los enemigos, el miedo... Pero además de las ayudas, por ese respeto que nos merecemos, hay que pedir a Alemania y a los países que han vetado nuestros productos, que nos resarzan públicamente de la medida, que devuelvan a España y a sus productos el buen nombre que nunca debieron perder.
La ligereza de la responsable de sanidad de Hamburgo es la demostración más evidente del daño que puede causar una mala gestión pública. Es la demostración de que no vale todo, que quienes no están preparados para entender la importancia de sus responsabilidades, deben dejar sus cargos de forma inmediata... Somos humanos, podemos equivocarnos, pero en el ejercicio de la acción pública, en casi todos los temas, pero particularmente en los que afectan a la sanidad, una sociedad moderna no puede permitir fallos. Nadie va a creer más a esta responsable política que debería ya de haber presentado la dimisión. El sistema de vigilancia ha quedado tocado.
Digámoslo alto y claro, nuestras hortalizas son sanas y si las consumiéramos más, estaríamos mucho más sanos... Yo, desde luego, volveré a consumir pepinos, entre otras cosas porque no conozco otra forma de hacer el gazpacho sin este sabroso y sanísimo ingrediente.
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