La pataleta radical.

José Antonio Monago pronunció ayer su discurso de investidura en la Asamblea de Extremadura. Fue un discurso en la línea del programa del PP, aunque es verdad que con algunos guiños a la izquierda, lo que ha sido aprovechado por sus detractores para acusarle, poco menos que de traidor. Lo que está pasando con Extremadura demuestra hasta qué punto hay una izquierda intolerante y radical que se disfraza de moderada para intentar captar votos. Es una izquierda totalitaria, incapaz de aceptar el veredicto de las urnas y claro, incapaz de entender que una parte de sus bases le enmienden la plana. Curiosamente es Guillermo Fernández Vara, el candidato socialista, ex-presidente de la comunidad, quien está asumiendo la pérdida del gobierno regional como un hecho democrático natural, fruto de la aconsejable alternancia que puede tener la vida política.
Para Cayo Lara, que su formación en Extremadura se abstenga en la investidura es poco menos que un “crimen político” que debería de tener consecuencias. Vayamos por partes... De entrada, que el partido más votado y con más escaños pueda gobernar, es el hecho más democrático y de mayor normalidad que una pueda encontrarse. Sólo para quienes piensan que la democracia la imparten ellos y pretenden apropiarse de la verdad exclusiva, puede tratarse de un hecho anómalo. Miente Cayo Lara al decir que IU en esa comunidad apoyará al PP. IU se va a abstener, que no a apoyar al PP, lo que quiere decir que le permitirá gobernar porque los ciudadanos de la comunidad, que son los soberanos, han dado a este partido más votos y más escaños. Pero además, las bases de IU en Extremadura han sido unánimes al pedir a la federación regional que no apoye al PSOE para un nuevo mandato, y han basado esta decisión en la situación de la comunidad y en trayectoria de las relaciones entre ambas formaciones, que a todas luces consideran que ha sido perjudicial para ambos, la comunidad e IU. ¿Tan grave delito es creer esto?...
Lara y los prebostes de IU en Madrid ya no saben qué hacer, cómo presionar a los diputados de IU, con qué amenazarles... Tácitamente les están llamando traidores y hablan de tomar medidas. Lo que IU está dando, es un lamentable espectáculo de falta de democracia interna, de la imposición del ordeno y mando y de la aniquilación a la posición de las bases en un territorio. Por este camino la formación política de Cayo Lara va bastante mal, porque estos maximalismos, impropios de un partido moderno y de un mundo civilizado, carecen de sentido y ponen en guardia a los futuros votantes.
Es cierto que Monago ha tenido que realizar guiños a la izquierda en su discurso. No le queda otra, porque gobernará en minoría y tendrá que buscar acuerdos con una amplia oposición de este espectro político. Esta es la base de un buen político, la capacidad de negociar en la adversidad y de anteponer la gobernabilidad de la institución... Que estén muy tranquilos en el PSOE y en IU, porque el PP asume el reto de gobernar en condiciones muy difíciles y tendrá que pactar todos los grandes temas... Serán los ciudadanos los que juzguen y los que valoren las nuevas políticas que se van a poner en marcha en Extremadura.
Sin duda, será muy atractivo seguir la trayectoria extremeña en los próximos cuatro años. Se mirará la forma de gobernar, lo que vaya saliendo después de tantos años de gobierno monocolor y las políticas que se pongan en marcha en una comunidad que necesita iniciativas e inversiones. Son tiempos de crisis y el PP se juega mucho, porque acumula un gran poder territorial y todo parece indicar que muy pronto gobernará España. La ocasión debe ser aprovechada para hablar el mismo lenguaje, para buscar soluciones a problemas estructurales que permanecían anclados y buscar la imprescindible colaboración entre todos los niveles administrativos. La situación es de una gran oportunidad para el PP, pero también de un gran peligro, porque no puede decepcionar en este momento, ya que por una parte está en juego el futuro del país, pero por otra estará también al aire la consideración de los políticos... El PP está proclamando que hay otra forma de hacer las cosas y los españoles estamos esperando a verlo lo antes posible.
Cuando pasado mañana, si las presiones de Cayo Lara no acaban por ser insoportables, José A. Monago sea investido Presidente de Extremadura, se estará escribiendo una página nueva en la historia autonómica de nuestro país. Se habrá derrumbado el mito de que sólo la izquierda puede gobernar en esas tierras. La salud democrática habrá ganado, la pluralidad también y el electorado habrá dado un gran aviso a los políticos de que “no hay mal que cien años dure”, y que son ellos los que ponen y quitan... El PSOE habrá aprendido la lección, IU en Extremadura también, pero me temo que a Cayo Lara le va a costar bastante digerirlo. Tampoco me extraña, porque viene del ala más radical de la izquierda y eso, pocas veces es bueno.