BLOG DE MIREIA ARROYO DE LA PARTE

Un vistazo crítico y personal a la actualidad.

jueves, 31 de marzo de 2011

España no se merece un gobierno que miente.

La buena voluntad no exime de la gravedad de los hechos. Cuando uno toma una decisión, lo hace con todas las consecuencias y se da por hecho que lo hace con la mejor de las intenciones. Del resultado se derivan las responsabilidades, para lo bueno y para lo malo. Aznar entró en la guerra de Irak con la mejor de las intenciones, seguro de que tomaba una decisión correcta en política internacional y buscando los mejores réditos para España. La cosa no salió precisamente bien y tuvo que asumir el disgusto general y el ataque político que tal decisión ocasionó.
Zapatero tomó la decisión de seguir negociando con los terroristas a espaldas de todos posiblemente con la mejor intención, pero lo cierto es que no sólo fracasó en el intento, sino que engañó a sus compañeros de viaje en el juego democrático y lo que es peor, engañó a todos los españoles, a los que afirmó que no había nada que negociar con terroristas. Hoy hemos sabido que no es verdad... Y España no se merece un Gobierno que miente.
La buena voluntad no exime del cumplimiento de las normas, del respeto a las mayorías en democracia, de la lealtad a la opinión pública y a las víctimas del terrorismo. La justicia no sabe de buenas voluntades, si acaso como eximente, pero cuando desde el poder se alerta a los asesinos de ETA de una posible redada, se ha vulnerado la Norma y cuesta encontrar dónde está la buena voluntad. También cuesta cuando uno escucha a los negociadores como Eguiguren arremeter contra quienes no comparten la salida de ETA en una negociación política. Cuesta entender que un Gobierno democrático sea capaz de poner como moneda de cambio con los terroristas la cabeza de un ministro, o fulminar a un fiscal que no le es dócil o cómo, por buena voluntad, trata de saltarse la ley de partidos políticos.
No hay duda de que Zapatero había puesto todos los huevos en la misma cesta y que su única intención era pasar a la historia como el hombre de la paz. Como fuera, había que lograr negociar con ETA esa paz y para ello nada mejor que utilizar la vía política. No voy a entrar en si en las negociaciones se habló o no del final de la banda, lo que sí sabemos es que los negociadores se plegaron hasta límites sorprendentes y vergonzosos. La paz al precio que fuera... Pero con los terroristas las palabras no funciona y llegaron las bombas de la T-4. Un compungido Zapatero compareció ante los medios informativos para solemnizar que ETA se había cargado el proceso de paz. Pero mentía... Y España no se merece un Gobierno que miente.
A espaldas de todos, con la colaboración de impresentables como Eguiguren, Zapatero se volvió a lanzar a la aventura de la negociación con los terroristas y pasó lo que tenía que pasar, que exprimieron todo lo posible, que forzaron la máquina y que ETA lo utilizó todo como elemento de propaganda. El tema no es baladí, porque consecuencia de aquello hay un proceso abierto por el chivatazo a la banda alertando sobre detenciones y hay 3 imputados, altos cargos de la policía incluído; porque la información nos ha llegado, no por comunicados propaganda de ETA, sino por actas internas de la organización que fueron incautadas por la policía tras la detención de Thierry. No es material para publicar, es material de “trabajo” para Eta y en él se pone de manifiesto que el Gobierno se bajó los pantalones. Son las mismas actas que se levantaron cuando el Gobierno Aznar negoció y entonces reflejaban que los negociadores se levantaron de la mesa y no se habló más... Y España no se merece un Gobierno que miente.
Rubalcaba está en el punto de mira. Es impensable que la policía se preste a dar un chivatazo a ETA si no hay una intencionalidad política de por medio, es decir, sin el conocimiento y la autorización de la cúpula de interior. La dialéctica de que los comunicados de la banda no son creíbles, es plenamente vigente. Pero no hablamos de comunicados y de propaganda sino de actas internas para manejo de la propia banda, que de siempre es sabido que deja constancia por escrito de todas sus actividades. Es cierto que es bazofia todo lo que viene de ETA (como dijo ayer el vice-presidente), pero es bazofia siempre, y no sólo cuando no conviene a sus intereses. Es una falacia acusar a la oposición de llevar esa bazofia al Congreso porque se piden aclaraciones en el caso Faisán o sobre lo que reflejan estas actas. Al contrario, es obligación de políticos responsables aclarar las cosas y poner blanco sobre negro ante la población, en asuntos tan graves y de tanta trascendencia... Porque sobre todo, España no se merece un Gobierno que miente.
Rubalcaba es el cazador cazado. Él acuñó la frase de que "no merecemos un Gobierno que miente" y ahora vuelve como un boomerang directo a su cuello... Por supuesto que no nos lo merecemos, no merecemos un Gobierno de esas características, pero lo tenemos apalancado en el poder urdiendo todas las tretas posibles para encontrar una tabla salvadora que no llega. La tabla era la paz y por eso negociaron con ETA a cualquier precio, pero posiblemente ha llegado el momento de pagar la factura, y hay un alto precio político que tarde o temprano el PSOE y Zapatero van a pagar.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Cuando la realidad te desborda.

La estrategia desvelada por Pepiño Blanco para la campaña electoral del 22 de mayo demuestra que uno de los objetivos prioritarios del socialismo es no pasear demasiado a Zapatero. Es obvio que el secretario general del PSOE no puede desaparecer, así que lo suyo es llevarlo allí donde la situación no es especialmente compleja. Zapatero ya no es el gran activo de los socialistas y eso se nota en la renuncia del partido al concepto de campaña nacional, algo que nunca había ocurrido. Como lo que procede es hacer de la necesidad virtud, ahí está la presentación (nacional) que ayer hizo Blanco para una campaña no nacional... Curiosa contradicción.
Sabemos que son elecciones municipales y autonómicas. Que hay que hablar de ciudades, pueblos y comunidades autónomas, es evidente. Esto lo veremos en los programas electorales de los partidos... Pero anular por completo el debate nacional es una aspiración socialista irreal e imposible. La importancia de la política nacional es tal, que asuntos como el mercado de trabajo, el precio de la energía o la financiación de las corporaciones locales son temas en los que el Gobierno central está metido de hoz y coz y por tanto, son asuntos de los que debe de responder.
Es irreal y absurdo que se pretenda afrontar un proceso electoral sin hablar del paro, cuando el paro es la principal preocupación de los ciudadanos, cuando hay un millón y medio de familias con todos sus miembros en paro, cuando hay casi 5 millones de personas sin trabajo, cuando el propio Gobierno reconoce una economía sumergida tan problemática que se ha puesto en marcha una campaña de regularización... Pensar que todo esto tiene que quedar aparcado del debate político es un insulto a la inteligencia, un intento deliberado de deformar la realidad y un estar fuera de ella. No se pueden pedir debates de todo tipo y nivel, y querer hurtar de ellos la crisis económica y los estragos que está causando. No puede el socialismo pretender realizar una oferta a una comunidad o a un ayuntamiento, sin tener que escuchar que es su ideología la que ha gobernado el país, mientras ha sido incapaz de aportar soluciones. No olvidemos que quienes defienden esas políticas, respaldan las que ha practicado el Gobierno de la nación y son precisamente las que se han demostrado inútiles y lesivas para nuestros intereses, y por eso estamos como estamos.
Blanco, maestro en ponerse la venda antes de la herida, ya está acusando al PP de no querer hablar de las ciudades y querer exclusivamente entrar en el debate de la vida nacional. Blanco lo que hace es manipular el debate de forma torticera y volver a engañar a los ciudadanos, porque basta echar un vistazo a las informaciones que cualquier medio de comunicación publica estos días sobre la precampaña, para comprobar que los candidatos locales del PP están volcados en los proyectos y las necesidades para cada ciudad. Naturalmente que el PP quiere hablar de su modelo de ciudad, de su proyecto para cada comunidad española; pero lo que no va a hacer, porque entre otras cosas sería un fraude, es callar sobre las políticas que están dejando a las corporaciones locales atadas de pies y manos a la hora de endeudarse o de hacer frente al pago de adelantos que recibió del Gobierno y que ahora tienen que devolver por cálculos mal hechos por Economía. Hay que hablar de todo y debatir sobre todo y estoy convencida que los candidatos locales del PP están dispuestos a debatir y confrontar su modelo con los candidatos socialistas.
Lo que el PSOE pretendió ayer fue una nueva maniobra de distracción. Blanco quiso vender la normalidad de la suspensión del mitin de Las Ventas, que es la primera vez que sucede, y para ello se permitió hablar de tantas campañas socialistas como circunscripciones se presentan. Eso es una verdad de Perogrullo, porque eso es lo que pasa siempre, pero lo que en esta ocasión sucede es que el PSOE deja de ser un proyecto nacional porque no lo tiene, porque ha fracasado reiteradamente en sus políticas y porque su capitán está gastado. Tan gastado como para que en estos momentos el partido esté dominado por el debate del futuro de Zapatero, un debate con el que ya no saben qué hacer, porque si lo anuncia, mal, y si no lo hace, peor. Los barones socialistas están nerviosos y lo vamos a comprobar en la campaña, porque si la tendencia de las encuestas se cumple, la debacle puede ser de época.
Zapatero no es ya un lastre, es un callejón sin salida y el aparato socialista, el eficaz aparato de Ferraz, se encuentra en esta ocasión atado de pies y manos y eso, además de incertidumbre, crea unas perspectivas penosas... Le guste o no al PSOE hay algo de primarias de las Generales en estas elecciones y de eso sólo hay un responsable: José Luis Rodríguez Zapatero y su caótica gestión.

lunes, 28 de marzo de 2011

La clave está en las PYMES.

Ya es casualidad que fuera Juan Roig, un empresario de éxito y que se mueve en una actividad tan de la calle como es la alimentación del día a día (es el presidente de Mercadona), el que fuera más crítico en la reunión de Zapatero con los magnates de la economía española. Ya es casualidad que el banquero de cabecera de Zapatero, Emilio Botín, fuera el que eligiera la fórmula de hablar en pié y pedir al Presidente que agote el mandato porque la incertidumbre del debate de su sucesión mina la confianza. Lo hace Botín, cuya exitosa cuenta de resultados está en la gestión de los negocios del grupo en el exterior y lo hicieron otros destacados magnates de la construcción que también se mueven ahora con sus intereses fuera de España.
Es realmente sospechoso que el Presidente convoque a los 44 grandes (asistieron 41) para hablar del Pacto del Euro y lo que trascienda es que un grupo, que ni mucho menos fue la mayoría, le reclamara continuar hasta el final de la legislatura. Muy sospechoso... Más todavía que la conclusión que el Presidente sacara del encuentro fue su, “esta reunión me da moral”. Pues de la moral de Zapatero aquí no se vive.
Ayer leí con detalle las informaciones de la reunión del sábado y como tantas veces sucede, encontré versiones para todos los gustos, según la posición del medio que cogiera. Me quedo con las versiones de los cronistas económicos, de cuyos análisis saco una conclusión: con independencia de la petición de Zapatero para crear 30.000 becas en las empresas y del vergonzoso espectáculo de Botín, allí cada uno fue a lo suyo. Del Pacto del Euro tras la reunión de Bruselas no se habló demasiado, se habló más de la crisis en España pero tal vez con el prisma de los intereses puntuales. Allí cada uno se movió en su sector y tal vez la anécdota protagonizada por el presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, lo pone de manifiesto con un grafismo meridiano. Cuando el presidente de Iberia, Antonio Vázquez, reclamó el enlace del AVE con la T-4, Hidalgo saltó como un resorte y de forma airada afirmó que lo que hace falta es que el AVE llegue a la T-2, que es desde donde operan los aviones de Air Europa.
Es un hecho que las cosas en determinados niveles están mejor que hace un año, pero hay sectores que no levantan cabeza. Puede que la macroeconomía repunte, pero el consumo interior está por los suelos, dista mucho de despegar y lo cierto es que estamos de lleno en la crisis de las economías medias, en la crisis del bolsillo del ciudadano de la clase media que es el que saca adelante este país. Estamos en plena crisis de las PYMES, donde no hay semana que no caiga alguna en nuestro barrio en cualquiera de las ciudades españolas. Y si las PYMES se hunden la economía se hunde, porque ahí está un nicho clave de la misma: el consumo y el empleo. Cerca del 80% del empleo está en ellas. Si el comercio se va a pique, se seguirá resintiendo el empleo, y si ya tenemos casi 5 millones de parados y la clase media sigue golpeada, esto no remonta.
No tengo dudas sobre la importancia de la reunión de Zapatero con los magnates, pero si es simplemente informativa y en ella sólo se habla de los problemas de cada sector, casi de cada una de sus empresas, el resultado es la propaganda de un tácito apoyo a las políticas de Zapatero o por lo menos a su permanencia en el Gobierno. A las reformas anunciadas hay que añadir soluciones para la financiación de las PYMES, analizar su fiscalidad, ver qué ayudas se pueden arbitrar... y de eso no se habló nada. Es imprescindible facilitar el acceso al dinero para financiar proyectos y para hacer frente a la modernización de las empresas, porque conseguir un crédito en España es un auténtico calvario. El Sr. Botín pide a Zapatero que se quede hasta junio del año que viene, pero ni una palabra de que su entidad vaya a dar un paso al frente para facilitar liquidez al mercado.
España necesita reformas serias no obviedades, y necesita que la sociedad se las crea, que se retome la confianza para afrontar nuevos proyectos, para poner en marcha ideas, que las hay y están aparcadas porque no hay dinero. Dicen que de las crisis surgen también las grandes oportunidades, pero para poder plasmarlas se necesita algo más que imaginación. Se necesitan medios y ahí es donde el quid de la cuestión. ¿De dónde salen los medios? ¿Quién los pone?
La macroeconomía va mejorando y llegará al consumo, pero posiblemente no lo haga a la velocidad que todos esperábamos, y es que hay muchos intereses y poca valentía en un Gobierno que sigue siendo reacio a tomar las medidas que necesitamos. Es el momento de que los ciudadanos se pronuncien y la sociedad, lo que quiere ahora, es un cambio que se debe operar cuanto antes y estoy convencida de que se evidenciará de forma contundente el 22 de mayo. Zapatero seguirá buscando apoyos en todos los niveles para seguir anclado en el poder buscando el milagro de la recuperación espontánea, del cambio de ciclo. Pero es que él ha colocado el principal palo en el eje de la recuperación, el de la desconfianza, y hasta que este no desaparezca, la rueda no volverá a funcionar bien. 

viernes, 25 de marzo de 2011

Chacón, el equívoco camino de la imagen.

Dicen quienes trabajan en el entorno de Carme Chacón que ella sigue en la carrera por la sucesión, que la fuerza y el peso de Rubalcaba en el partido son para ella un gran reto y que está preparada para asumir la Secretaría General del Partido y la candidatura a la Presidencia del Gobierno. Chacón es una mujer joven, madre, que concilia vida familiar y su actividad política, trabajadora y con dotes de mando. A su lado tiene uno de los mejores asesores de imagen, a su marido,  Miguel Barroso, uno de los factotum de Felipe González y exsecretario de Comunicación con Zapatero. Pese a su juventud cuenta con una sólida formación jurídica, un amplio currículo político y se define como “una catalana de Madrid”. A priori reúne el mejor bagaje para aspirar a la sucesión. Pero, ¿es suficiente?...
Carme Chacón es mujer, lo que en el mando político hoy es un plus. Es catalana, por lo que su aceptación, es un elemento de normalidad democrática. Se ha bregado en la política nacional con cargos en el Congreso y en un par de Ministerios, aunque en el de Vivienda pasó con más pena que gloria. Se ha ganado el respeto de los militares, lo que no está nada mal, teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad que, es verdad que mejora en cuanto a los complejos, pero que mantiene unos atavismos machistas que da la sensación de que todavía costará años superar.
Sin restarle méritos, hay algunos peros sobre los que me gustaría hacer alguna consideración. Lo primero es que Defensa no es un Ministerio de gestión pública, sino un Ministerio hacia adentro, hacia un sector muy definido, el estamento militar. Fiar la elección del liderazgo político al hecho de ser mujer, es precisamente el peor favor que le puede hacer a la normalización de la presencia de la mujer en la política y en tantas y tantas facetas de la vida profesional. Lo importante es ser elegida por la competencia en la tarea, por el ejercicio profesional de cada actividad y por el rendimiento que se obtiene. La normalización viene del reconocimiento del trabajo y no de tener que desmostrar por partida doble lo que ya se le presupone a los hombres... Chacón no es recordada por la eficacia en la gestión. Es cierto que se ha ganado el respeto de los militares, lo que demuestra que tiene capacidad organizativa, pero poco más ha demostrado y parece un escaso aval para el liderazgo político de ser la candidata a la Presidencia del Gobierno. No quiero decir que no esté capacitada, digo que lo que hasta ahora ha demostrado parece insuficiente. No conozco comparecencias de Chacón en ruedas de prensa abiertas. En su paso por Vivienda y Defensa ha hecho muchas declaraciones, pero contadas ruedas de prensa o entrevistas a tumba abierta. Como mucho, ha admitido canutazos sin preguntas o entrevistas como la del pasado martes en el TD.2 de TVE, donde tuvo más de 10 minutos para exponer la presencia española en Libia y más de 20 minutos de presencia en el TD. Cada vez que ha tenido un revés, desaparece del escenario, lo que dice muy poco de su capacidad de enfrentarse a las preocupaciones de la opinión pública. Suena a diseño puro y duro. Echemos un vistazo a la crisis del Alakrana: hablar con Chacón fue un triunfo y sólo lo consiguieron los medios afines. Regla de imagen: si no entras en polémicas sufres menos desgaste y como la crisis siembra la información, si no sales, no te desgastas. Barroso sabe mucho de eso.
Es evidente que Chacón está en campaña de promoción. De repente comparece en los foros políticos madrileños y busca la foto con Felipe González, porque sabe que ahora muchos lo añoran en el PSOE. Lo último es conseguir el apoyo de los barones de peso en el partido, y estos días la hemos visto con José Mª Barreda. Pero fiarlo todo la imagen es un gran error. Si no hay fondo, el triunfo exclusivo de la imagen representa a la larga un gran fracaso y Zapatero es el mejor ejemplo. Lo importante es fajarse en el debate, exponer ideas, aportar soluciones.... y a Chacón no se le ha escuchado nada de nada. Difícilmente se ganará así el respeto de su partido, cuyo aparato parece que ahora mira más a Rubalcaba.
Como mujer nada me gustaría más que se nos viera reconocida nuestra capacidad como se le reconoce a los hombres. Queda mucho para que sea así. Estoy hasta las mismísimas narices del concepto del florero, de que se nos trate con ese paternalismo insultante que emplea una parte de la sociedad cuando se dirige a nosotras. Creo que cada día somos muchas las mujeres que damos lo mejor de nosotras mismas para demostrar que estamos donde estamos porque nos lo hemos trabajado con nuestros conocimientos y nuestra profesionalidad. Estoy harta de que a los hombres se les presuponga preparación y valía, y nosotras tengamos que reivindicarnos todos los días... A Chacón creo que le falta mucho para ser la líder que el PSOE necesita y tal vez, ella misma se equivoca al no intentar demostrarlo y apelar a otros aspectos derivados de la imagen, que a la larga no son beneficiosos. Como mujer, el mejor consejo que modestamente le daría es que sea ella misma y que actúe como cualquier otro aspirante del partido, que luche y se bregue, que demuestre quién es y lo que propone, porque esperar a que te lo reconozcan por tu cara bonita, además de que es muy difícil, es un flaco favor a la igualdad que tanto se pregona.

jueves, 24 de marzo de 2011

Rubalcaba: las dos caras de la moneda.

Alfredo Pérez Rubalcaba tiene fama de ser un buen político, de eso no cabe ninguna duda, pero no parece que sea la cabeza que ahora necesita el PSOE. A su inteligencia y preparación se une su soberbia y prepotencia que aflora en casi todas las comparecencias públicas, mucho más en aquellas en las que se enfrenta a temas complejos, en las que aparece sobrado. La situación se agrava en el Congreso de los Diputados, donde en la comparecencia de los miércoles opta por la ironía y la gracieta, en lugar de dar la cara y ofrecer las explicaciones que se espera en la Cámara legislativa.
Tras tres semanas de ausencia de la sesión de control, una por viaje y dos por enfermedad, Rubalcaba se enfrentaba ayer a la ya habitual pregunta del diputado popular Ignacio Gil Lázaro. Como el Vice-Presidente se niega a responder, Gil Lázaro insiste machaconamente en una especie de juego de “a ver quién aguanta más”. Si no fuera por la gravedad del asunto, no dejaría de ser un divertimento político, pero es que se trata del caso Faisán, nada más y nada menos que desentrañar las razones por las que se dio el chivatazo a ETA para que pudiera escapar de la redada prevista. Parece no sólo razonable, sino una obligación del partido de la oposición, exigir que se aclaren las circunstancias y nada mejor que hacerlo pidiendo explicaciones al jefe político de la policía, a la persona que lo controla absolutamente todo y que logra que nada se mueva en Interior sin que él lo conozca.
Una vez más Rubalcaba no respondió por el caso Faisán, paseó a Amaral por el Congreso y acusó a Ignacio Gil Lázaro de “pasear sus infamias por las televisiones de la ultraderecha”. Arremetió contra Rosa Díez a la que dijo que sólo leía los periódicos de la derecha y a Soraya Sáez de Santamaría le espetó que no tenía ni idea de economía. Si eso no es ir sobrado, que venga Dios y lo vea.
La inteligencia de Rubalcaba no está en tela de juicio, ni su preparación, si su capacidad de trabajo. Tampoco hay que dudar de sus capacidades directivas y de organización; pero todas estas habilidades que hacen de él una referencia en el PSOE y en la vida política española, se ensombrecen por su infinita capacidad de manipulación, por la incapacidad de asumir sus responsabilidades que combina con un escapismo político prodigioso y con una soberbia muy difícil de igualar. Rubalcaba es el autor de la famosa frase de “España no se merece un gobierno que miente”, situación que él ha practicado en infinitas situaciones. Fue el instigador, y quién sabe si el organizador de la famosa noche de la jornada de reflexión tras el 11M, con un acoso vergonzoso a las sedes del PP. No duda en filtrar informes o lanzar operaciones policiales para distraer los problemas del PSOE, y famosas son también las sospechas de que lo vigila todo y que utiliza los resortes más oscuros de la información del Estado, para controlar y tener información de todo aquello que le interesa.
Locuaz como pocos, Rubalcaba entra al trapo siempre, pero rara vez da argumentos sólidos para sus problemas. Lo suyo es la técnica del despiste, de conseguir diluir el debate y de despistar a base de descalificaciones, chanzas y un buen ataque al adversario, aderezado de sospechosas advertencias. Todo ello hace que sea el más admirado, pero también el más odiado; el más deseado, pero también el más atacado. Para un sector del PSOE es la esperanza blanca en un momento de ausencia de liderazgo, pero para otros supone una vuelta al pasado y colocar al frente a un personaje que ha estado metido en el barro más espeso y sucio de la vida de su partido en la etapa democrática. Su nombre está asociado a los herederos del felipismo, una etapa que muchos creen que fue pasado pero que no puede volver, porque no hay que repetir los tiempos de “el que se mueva no sale en la foto”.
He defendido siempre la necesidad de contar con los mejores. Pero los mejores han de serlo en todo, no sólo en inteligencia o preparación, sino en su capacidad de dar ejemplo a la sociedad y fomentar valores que la sociedad hoy tiene desterrados y cuya ausencia se nota demasiado. El ejemplo pasa porque la sociedad considere a los líderes ejemplares, modelos a seguir, referencias, personas cuyas actuaciones posibiliten avances importantes. Haber cedido a los arribistas y haber estado poco atentos en los mecanismos de control, es lo que ha hecho que los políticos hayan caído en un fuerte y seguramente injusto desprestigio. Actitudes como la de Rubalcaba ayer, tomándose a rechufla un asunto tan grave como un chivatazo a ETA y jugando con el tesón de un diputado que trata de saber la verdad, demuestra poca categoría para el liderazgo, para dar buen ejemplo y para estimular los valores que los españoles necesitamos.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Diferentes formas de un mismo mal.

Consiguió el apoyo prácticamente unánime del Congreso de los Diputados para participar en la coalición internacional para intentar que Gadafi deje de atacar a su pueblo, pero es fácil que este resultado le traiga un coste electoral importante por la izquierda. Zapatero se esforzó en justificar la presencia española en Libia en una acción humanitaria que nada tiene que ver con una guerra preventiva, y aunque no salió el nombre de Sadam, planearon las diferencias con Gadafi. Pero el debate no fue con Rajoy, fue un debate por la izquierda, entre Zapatero y Llamazares, donde el diputado de IU le echó en cara cómo ha cambiado su “no a la guerra” y cómo estar en Moncloa provoca un síndrome que hace que el inquilino, se sienta elegido por el destino para resolver los problemas internacionales. Zapatero sabía que estaba jugando una partida complicada, en la que Rajoy era el invitado de piedra, un papel que quiso asumir porque sabía que con él no iba el grueso de la sesión de ayer en el Congreso. IU alineado con el Bloque, sumaron los 3 votos contra el permiso que solicitaba Zapatero.
Rajoy fue listo. Hay quien le critica que no entrara en el cuerpo a cuerpo con Zapatero, o que no le pasara factura por su actuación en la Guerra de Irak. Yo creo que no se equivocó. Ni era el lugar, ni el momento. Sin citar Irak marcó las diferencias y se presentó como el líder de un partido responsable que nunca pondrá en juego el prestigio internacional de España, ni cambiará de opinión por otros intereses. Fue subliminal al marcar la diferencia, pero prestó su apoyo al permiso solicitado recordando que ya se lo había tomado el propio Zapatero, porque había colocado a 500 profesionales del ejército en la misión.
Zapatero ha asumido su responsabilidad como Presidente del Gobierno y eso le ha supuesto dar un giro copernicano a sus posiciones belicistas. Aunque diga que no ha cambiado, lo cierto es que lo ha hecho y además enviando a militares a la zona del conflicto desde el principio, algo que hasta ahora no había sucedido. Ayer el problema no era el PP, del que ya sabía su posición, el problema era para una cada vez más caduca IU, que sigue enfundada en el buenismo y antibelicismo y que arrastra a la izquierda del “No a la Guerra”, lo que originará coste en votos para el PSOE. Más todavía.
Mientras en el Congreso se hablaba de Libia, en el Tribunal Supremo, sala 61, las partes presentaban las alegaciones en la vista para decidir sobre la legalidad de Sortu. Pese a la tibieza del Ministro Caamaño, de Patxi López o la desvergüenza de Eguiguren y de Odón Elorza, ni el abogado del Estado ni el Fiscal se han dejado intimidar y la contundencia de sus intervenciones nos ha dado la tranquilidad a un buen número de españoles, que ahora sí podemos estar seguros de que el Gobierno lo tiene claro, porque el Ministerio Público y el Abogado del Estado, ambos mandatados por el Gobierno, defendieron que Sortu es ETA, que no hay arrepentimiento y algo importante, que en el seno de la organización no ha habido debate para decidir si se condena la violencia o si se pide a la banda ETA que entregue las armas y que se rinda sin condiciones.
Ni siquiera la melodramática representación del abogado de Sortu, Iñigo Irtuín, definiendo -con un desparpajo vergonzoso- a la nueva formación como “instrumento de paz”, pudieron apagar las palabras del abogado del Estado que recordó que Batasuna y sus satélites fueron legales desde 1.977 hasta 2003, periodo en el que estuvieron en las instituciones sin que hubiera una sola condena por las 627 víctimas a las que ETA asesinó en este periodo.  
Habrá que esperar ahora la sentencia del Supremo, que los demócratas acataremos como lo hacemos con todas las que se producen, aunque no nos gusten. Es de esperar que las pruebas presentadas, avaladas por la profesionalidad de los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado y por los silencios cómplices de Sortu a cada ocasión en la que ha habido oportunidad de condenar a ETA en el corto espacio de su existencia, pongan las cosas en su sitio y alejen el fantasma de los proetarras de las instituciones vascas. Además, la sentencia pondrá en su sitio a esos políticos oportunistas que por acercarse al nacionalismo vasco, olvidan la sangre vertida por los terroristas en sus propias filas y el dolor inflingido a tantas y tantas familias... Se les ha visto el plumero, y en mi opinión, están muy cuestionados para trabajar en el sistema democrático que nos ha permitido la madurez que este país ha alcanzado. 

martes, 22 de marzo de 2011

Comunicando, comunicando, comunicando...

Ni siquiera la crisis y la agitación internacional aleja del PSOE la costumbre de los globos sonda. Ayer el Secretario de Organización del partido, Marcelino Iglesias, se empleó a fondo tras la reunión de la Ejecutiva, para alejar de los periodistas la idea de que Zapatero anunciará de forma inminente que no se presentará como candidato a las próximas generales. Iglesias, con su lento y cansino hablar, se desgañitó en decir que si Zapatero tuviera tal intención, él se habría enterado y sólo tenía conocimiento de que el Comité Federal del 2 de abril era de carácter ordinario sin nada extraordinario en él.
Si este fin de semana los periódicos más difundidos y algunos otros afines al partido, resaltaban el anuncio del futuro de Zapatero, es porque alguien lo había filtrado interesadamente, bien para forzar al propio Presidente o bien para calibrar cómo aceptaría la sociedad el anuncio. Lo cierto es que la estrategia de Ferraz ha cambiado de nuevo y ahora Zapatero marcará, como por otra parte ha hecho siempre, los tiempos; y ahí está la escenificación de unidad dada ayer, donde el Presidente dijo sentirse respaldado como el primer día. El silencio que en la ejecutiva mantuvieron Rubalcaba y Chacón, que ni siquiera hablaron para refrendar el apoyo a Zapatero, demuestra de forma elocuente la tensión interna que se vive en las filas socialistas a pesar del teatro de la unidad que tanto se escenifica.
Hoy será un día clave para Zapatero, porque obtendrá el apoyo del Congreso; lo cierto es que se tiene que enfrentar a una comparecencia para pedir autorización al Congreso para poder participar en la acción armada contra Libia. No le faltará apoyo, pero lo cierto es que nuestros F-18 ya han sobrevolado Libia y nuestra fragata y submarino están ya camino de aquella zona caliente del Mediterráneo. El debate sobre la participación en Irak no estará ausente, porque aún cuando esta misión tiene el respaldo de la ONU, hay grandes similitudes con aquella: en principio es preventiva, comienza sin el permiso del Congreso y nos mete en una guerra sin que se sepa a ciencia cierta cuál es el objetivo final. La diferencia es que Zapatero sí tendrá el apoyo de la oposición y no soportará a un colectivo de tanta influencia mediática como el de la “ceja”, pero estoy segura de que sí tendrá que escuchar que nuestras tropas están en guerra, mientras que en Irak nuestros soldados no fueron desde el principio como sí lo hacen ahora. Había que actuar en Libia y Zapatero ha tomado la decisión más responsable, algo que no pasó en otro momento y con otro Gobierno, pero es que las circunstancias nunca tienen el parecido de dos gotas de agua.
Vivimos tiempos agitados en los que la comunicación es muy intensa y cada vez más potente por las nuevas tecnologías. Las redes sociales nos permiten seguir al instante los acontecimientos, ya que nos "coloca" la comunicación on line en nuestros propios bolsillos a través de los smartphones. Algo está cambiando en nuestra forma de leer la actualidad, de comunicarnos y tenemos que ser conscientes de ello. Ayer hizo exactamente 5 años que nació Twitter. Era un proyecto de empresa, utilizado inicialmente para mandar mensajes cortos entre los empleados. En el 2007 ya era un método premiado. Hoy las cifras son demoledoras, más de 200 millones de usuarios en el mundo y con una cifra que se estima superior a los 120 millones de tweet al día. Jack Dosrsey desde su empresa Obvius LLC, en San Francisco, bautizó a este sistema de comunicación como Twttr y de ahí se pasó al término Twetter, que significa trinar, gorjeo... Se compró el logotipo de un pájaro de entre los que circulaban por la red, sin gran diseño ni inversión económica. Y a partir de ahí, esta red de microbbloging se extendió como la pólvora. Hoy vale más de 4.000 millones de dólares. Noah Glass le puso el nombre al proyecto basándose en esta sencilla frase del diccionario de Oxford: “Una corta e inconsecuente sucesión de información, el piar de los pájaros”. Los 140 caracteres que componen los mensajes de cada tweet llevan 5 años revolucionando el mundo, pero tienen mucho camino por delante. Son frases cortas, pero que son capaces de transmitir información con intensidad, emoción, dureza, frescura y gran cantidad de datos. Estos mensajes cortos pueden llegar desde cualquier emisor y utilizado con talento y con sentido común, pueden llegar a convertirse en una perfecta red editorial, de información, de formación, de emergencia o de carácter social.
El terremoto de Japón se ha seguido por Twitter, la guerra en Libia nos llega también por esos trinos, los partidos nos están contando lo que hacen a través de estos mensajes cortos y a buen seguro que las explicaciones de Zapatero hoy en el Congreso darán origen a gran número de tweets que crearán un debate en las redes sociales, que las revalidarán en la fuerza que contienen. Twitter tiene 5 años, es muy joven, pero su madurez promete ser realmente espectacular. Las redes sociales están aquí, se han instalado entre nosotros no sólo para no irse, sino para quedarse y ser parte de nuestras vidas. Sería muy bueno y positivo que todos supiéramos vivir con ellas y en ellas.

viernes, 18 de marzo de 2011

Tiro la piedra y escondo la mano.

Con demasiada frecuencia se mata al mensajero. Lo que hacen los cobardes es tirar la piedra y esconder la mano. Cuando plantean algo y siembran la polémica, echan la culpa a quien lo cuenta. Si se genera confusión con algo, la culpa es de quien lo valora. Así, el emisor, el origen de la circunstancia, trata de quedarse al margen. Si hay polémica, la culpa no es de quien la origina, si no de quien lo evalúa. Vamos, que quien transmite un mensaje y quien lo recibe, son los culpables de lo que reciben y de cómo lo reciben... Esta es la teoría que maneja ese sujeto llamado Jesús Eguiguren, que preside el Partido Socialista Vasco y que ahora culpa a todo lo que se menea con tal de salvar su pellejo y justificar las razones por las que dijo que Zapatero no tenía valentía al no apoyar la legalización de Sortu.
Dijo lo que dijo, pero resulta que no significa lo que dijo, si no que es malinterpretado por los que lo leyeron y es culpa de este país, que polemiza con todo. Vamos, que los culpables de que él escribiera que Zapatero era un cobarde, la tenemos quienes lo leímos porque tenemos la insana costumbre de polemizar con todo, y porque no somos capaces de entender la trastienda real de unas palabras que no significan lo que dicen. Es decir, que donde leímos que había una falta de valentía de Zapatero, teníamos que haber leído que es un ardiente admirador del Presidente. No es que no sepamos leer, es que tenemos una mente tan sucia y tan contaminada por el PP, que interpretamos que era un cobarde, cuando es todo lo contrario, porque ayer se proclamó fan absoluto del Presidente. Pobres académicos de la lengua, que son incapaces de entender que el concepto de “falta de valentía” puede también ser interpretado como “profunda admiración”. Sólo mentes enfermas como las nuestras, aquellas que están tan retorcidas que sólo son capaces de ver por los ojos de Rajoy y los suyos, pueden hacer una interpretación tan malévola como para decir que se distanciaba de la doctrina de Zapatero y del PSOE sobre el terrorismo.
Este personaje, que sí ha demostrado ser un cobarde, porque en el momento en que ha sido pasto de las críticas por su artículo, se ha apresurado a rectificar y ha demostrado que no tiene principios políticos de ningún tipo y que sólo se mueve por el interés personal de mantenerse en la organización al precio que sea. Hace falta ser ladino para decir que en el artículo que publicó en El País, deslizó alguna expresión inadecuada. Este término puede ser empleado para disculpar un canutazo en la radio o en la televisión, pero no en un artículo de prensa. Cualquiera de los que escribimos, con mayor o menor acierto, repasamos nuestros textos. Con mucho más motivo si se trata de publicar en el diario de mayor tirada en España y casi el órgano del partido en el que milita. Por tanto, de expresión errónea nada de nada. Su texto era muy intencionado, lo que pasa es que los acontecimientos le han desbordado. Jugó con que la debilidad del Gobierno iba a hacer que cambiara su posición sobre Sortu y de esta forma arrimar el ascua a su sardina. Sin embargo Zapatero, que hay que reconocer que en los últimos tiempos asume más su papel institucional y está más pendiente de los resultados que de la imagen, no se plegó a las tesis de los neoabertzales y dio órdenes a sus guardianes de que mantuvieran la unidad antiterrorista y con ello que siguiera adelante la actuación del Estado de derecho contra Sortu, que sólo en la mente de unos pocos es la esperanza blanca de una paz que todavía tardará algún tiempo en llegar.
Lo lamentable no es que un personaje como Eguiguren adopte estas posiciones. Lo lamentable es que el propio Lendakhari, Patxi López, haya cambiado de opinión y aplique a Sortu una tibieza que tal vez debería explicar. Si López cree que en el nacionalismo está su continuidad está bastante equivocado, porque el nacionalismo hace tiempo que descubrió sus cartas y está claro que no quiere saber nada de calado político sobre Euskadi con los partidos nacionales. Bueno, nada salvo que pueda pasarle la correspondiente factura económica, algo que ya estamos padeciendo el resto de los españoles. Patxi López se equivoca en su tibieza contra Sortu, se equivoca si piensa que de la vía abertzale actual puede venir la paz en Euskadi. No puede caer en la trampa de romper la unidad de los demócratas y de los constitucionalistas, que es la verdadera arma para vencer al terrorismo, arrinconándolo a la marginalidad que debe marcar su exclusión de la vida de la sociedad vasca. A Sortu, al margen de lo que el lunes puedan decir los tribunales, lo que hay que exigirle es claridad, condena real del terrorismo, que pida perdón a las víctimas, que rechace a ETA, a quien debe exigir que entregue las armas sin condiciones. Sólo cuando el tiempo demuestre que todas estas premisas se cumplen y que hay un verdadero arrepentimiento, intención de trabajar en la democracia, es cuando se podrá otorgar la licencia correspondiente para que sus miembros puedan sentarse en las instituciones y participen del juego de la democracia, ese juego que hasta el momento los proetarras, el brazo armado de los terroristas, han venido utilizando y reclamando para salvaguardar sus derechos, pero para no cumplir ninguna de las obligaciones. Esa es la grandeza de este sistema que ellos han tratado de dañar y que es el que les ha permitido ser, como cualquier otro español, ciudadanos con plenos derechos; los mismos que ellos han negado a tantas y tantas víctimas y a gran parte de la sociedad vasca.

jueves, 17 de marzo de 2011

Lo que la radiación esconde...

La catástrofe de la central de Fukushima copa la actualidad informativa que nos llega desde Japón. Todo parece indicar que la central está fuera de control y que ya hay barras de combustible radioactivo que están expuestas al aire emitiendo partículas radioactivas. 180 personas trabajan día y noche, sin descanso, para intentar frenar más radiaciones y tratar de evitar un daño de consecuencias que no sabremos calibrar hasta que pueda producirse. La situación es grave y compleja, lo que hace que se hayan disparado todas las alarmas y alimentado la voracidad mediática de buscar palabras gruesas, cada vez más gruesas, para calificar la situación. Si ya se ha hablado de apocalipsis, no sé que términos se emplearán si los reactores, Dios no lo quiera, dan origen a una de esas mortíferas nubes de isótopos radioactivos, que de forma silenciosa y casi imperceptible ocasionan deformaciones y el cáncer. Dejemos trabajar a los técnicos y confiemos en los avances de estas personas, que con un punto de heroicidad, tratan de evitar otra catástrofe.
Intentar debatir en caliente, con todo lo que está sucediendo, si la energía nuclear debe seguir produciéndose o no, es un absurdo y no sería riguroso ni responsable. Hay que dejar enfriar la situación para analizar lo que ha pasado, porque lo que sabemos es que la central resistió el terremoto, pero falló la impermeabilidad al agua del tsunami. Mientras tanto, es una buena medida que todos los países revisen la seguridad de las centrales. Apuesto a que en todos los casos esas medidas son las máximas y están operativas. Hay que pensar, lo dijo muy bien Obama ayer, que la seguridad total es imposible y que los accidentes se han producido en muchas actividades y se seguirán produciendo. Ahí es donde hay que trabajar, en la seguridad, porque es un hecho que en este momento el mundo no puede prescindir de la energía nuclear, porque los combustibles fósiles se acaban y además son contaminantes y las energías renovables son claramente insuficientes, además de carísimas, para atender las demandas del mundo moderno.
Pero, ¿qué está pasando en Japón en el aspecto humano? Está muy bien que nos preocupemos por el accidente nuclear, pero parece que olvidamos los muchos dramas personales y colectivos que se están viviendo en el país. Es esa forma hipócrita que tiene el mundo civilizado de afrontar las situaciones de catástrofe, sea natural o producto de una guerra, en la que parece que los seres humanos es lo que menos importa. Fijémonos en lo que está pasando en Libia, donde el sátrapa Gadafi está asesinando con armamento de todo tipo a su población para recuperar el poder, mientras la comunidad internacional discute sin ponerse de acuerdo sobre si debe actuar o no. Cuando la masacre humana, el genocidio que allí se está produciendo se consume, a lo mejor el Consejo de Seguridad de la ONU adopta medidas... que ya no servirán para mucho. Un insólito y lamentable cruce de brazos que la historia demandará con el paso de los años.
En Japón las cosas están mal, muy mal, porque ya van casi 5.000 muertos, porque hay más de 8.000 desaparecidos, porque hay familias que han perdido a prácticamente todos sus miembros y las hay que lo han perdido todo, se han quedado sin nada. Y hace frío, en la costa noreste hace frío y nieva, los damnificados están en las calles por donde vagan intentado localizar a sus familiares o intentado recuperar algo que les permita aferrarse a la vida.
Además está el éxodo que se está produciendo, el intento de salida del país de aquellos que tienen un legítimo miedo a ese enemigo silencioso que es la radioactividad y que mata en silencio.
Bueno sería que este mundo que llamamos civilizado, que a veces es tan insensible, se mueva por algo más que por el puro interés de su seguridad o su ambición, y comprenda que aunque Japón es una sociedad avanzada, preparada para los terremotos (que no tanto para los tsunamis) está sufriendo un drama nacional de tal nivel, que hasta el emperador Akihito se ha dirigido por televisión al país por primera vez en sus 22 años de mandato. No son pocos los japoneses que aseguran que es la primera vez que escuchaban su voz. Japón necesita ayuda, ayuda para las personas, ayuda para reconstruir vidas, para devolver el color donde ahora sólo hay un marrón del barro que impuso la masa inmensa de agua que llegó a entrar con una fuerza brutal y mortal hasta varios kilómetros tierra adentro, arrasando ciudades, pueblos, industrias y vidas humanas, todo lo que pillaba a su paso. Merece la pena detenerse a pensar y a tratar de comprender la tragedia humana, que la hay, y que exige de la solidaridad de todos. El mundo no puede dejar de ser solidario, porque si algo positivo tiene la globalización, es que todos podamos ayudar de forma rápida y eficaz a quien lo necesita... Sé que es una visión idílica, pero es hacia la que deberíamos caminar si no queremos que el tsunami de la indiferencia acabe por devorarnos.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Eguiguren, el carroñero del miedo.

El artículo del presidente del PSOE Vasco, Jesús Eguiguren, cuestionando la valentía de Zapatero por oponerse a la legalización de Sortu cediendo a las presiones que le ejerce el PP es, además de intolerable, una falacia política de las mayores dimensiones. El PP no ha condicionado al PSOE, que ha tomado su propia decisión. El PP se ha limitado a defender lo que el sentido común y la moralidad de la gran mayoría de la sociedad aconsejan. Sortu es una prolongación de Batasuna, lo certifican las investigaciones policiales, las conversaciones en privado de sus integrantes y la tibieza de sus manifestaciones públicas en relación con la banda de asesinos ETA. Las declaraciones responsables de Antonio Basagoiti pidiendo calma y no admitiendo fisuras en el pacto entre el PP y del PSOE que tanto bien está haciendo a Euskadi, demuestran que para el Partido Popular no estamos en un asunto electoral, ni local vasco, sino en un asunto de Estado que nos afecta a todos los españoles. El terrorismo, por mucho que se empeñen estos adalides de un abertzalismo de pacotilla, es una cuestión que nos afecta a todos ya que ha sembrado el dolor y la miseria en muchos puntos de España.
Desde que Eguiguren fue elegido por el PSOE para la negociación con los terroristas en el 2006, vive una especie de síndrome de Estocolmo intolerable, que no es posible entender que lo consienta el PSOE en uno de sus cuadros. Su artículo de ayer no es que ataque al PP, que lo hace, es que dispara a la línea de flotación del propio PSOE: a José Luis Rodríguez Zapatero, el líder nacional de su partido. La debilidad de Zapatero es tal, que se cuestiona públicamente nada menos que su “valentía” a la hora de tomar decisiones vitales para el país. Que eso lo hiciera el partido de la oposición puede parecer razonable, pero que se haga desde el propio partido es algo que no tiene muchos precedentes. Además lo hace amparado en esa debilidad y con la certeza de que si el PSOE adopta medidas disciplinarias contra él, encendería un fuego dentro y fuera de la organización que en tiempo electoral no conviene a nadie. La deslealtad política de Eguiguren con el PSOE y su miseria personal en la utilización del terrorismo con fines electorales, es equiparable a la prepotencia que se adjudica de otorgar carnet de buenos y de malos, o de valientes o cobardes, o de patriotas o antipatriotas.
Personajes como Jesús Eguiguren son los que sobran en la política. España necesita dirigentes con sentido común, dispuestos a servir a la sociedad y volcados en la acción hacia los demás, con sentido de Estado. No necesita mesías que tratan de imponer por el miedo soluciones a problemas que ya están casi resueltos, y mucho menos abanderados de sentarse a la mesa de negociación con unos asesinos que no han demostrado que vayan a arrepentirse del dolor sembrado durante décadas, y que está probado que siguen trabajando para realizar gigantescos atentados como el que en el 2009 preveía destruir las torres de Kio en Madrid.
Dar entrada en las instituciones a los representantes políticos del terror es abrirles el grifo de la manutención, facilitarles “gasolina” para seguir manteniendo los incendios y además permitirles voz en las instituciones democráticas, cuando ellos a través de las armas y las bombas imponen la dictadura del miedo, y trabajan por un País Vasco que cada vez estaría más encadenado a un mundo antiguo, pasado, encerrado sobre sí mismo y sin perspectiva de futuro. Las armas nunca han sido elemento de negociación y hay un mayoritario consenso de que no se puede desde el poder legalmente establecido, sentarse a hablar con quienes han demostrado que rompen su palabra a conveniencia y en cualquier momento vuelven a manchar la vida política de sangre.
Ayer el PSOE salió en tromba a desautorizar las afirmaciones del Presidente del socialismo vasco. Hasta Patxi López, que ha actuado con una cierta tibieza en el asunto de la legalización de Sortu, se desmarcó de las palabras de Eguiguren, mientras José Blanco, en nombre del partido socialista desautorizaba el artículo y llevaba la tranquilidad a la sociedad al asegurar que con los terroristas no se habla y que la única negociación que cabe es que abandonen las armas. 
En el fondo de todo esto está algo tan vil como querer influir ante el Tribunal Supremo, que el jueves estudia la ilegalización de los herederos de Batasuna. Eguiguren ha querido influir sobre la decisión, creando en el ambiente la idea de que hay muchos socialistas que creen que ahora es cuando se atisban pasos decisivos para la pacificación. Creer que abrirle el paso a Sortu a las elecciones de mayo es el camino, sólo cabe en la cabeza de un iluminado, de un traidor a las ideas democráticas de los españoles o en la de una persona incapacitada para hablar en nombre de la gran mayoría de los españoles de bien que ya estamos hartos del doble lenguaje de la política con las armas.

martes, 15 de marzo de 2011

Los intereses creados.

Con la que está cayendo, con la situación que tienen que soportar los bolsillos de los ciudadanos, con los índices de paro que tenemos en España, ayer pudimos leer el informe de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) en el que se señala que los españoles pagamos al año 1.600 millones de euros más por los combustibles que países como Francia o Alemania. La cifra está calculada antes de impuestos, lo que viene a señalar que pagamos más cara la materia prima. ¿Por qué?... La respuesta es evidente, porque falta competencia en el sector. Falta competencia porque España no es un país suficientemente atractivo para las grandes operadores de los carburantes ya que aquí los márgenes son muy cortos y, además, todo son trabas para implantar nuevas estaciones de servicio. Así de increíble.
Buceando un poco en este complejo mundo de la distribución de los combustibles, me he encontrado algunos datos que son para pensar. En primer lugar casi todas las grandes petroleras (Exon, Total, Q`Olis...) no están aquí porque en sus planes de expansión España no es un país atractivo, ya que hay demasiados peajes y pocas posibilidades de buscar proveedores diferentes a la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH). Conclusión: el mercado nacional no interesa y es mejor dejarlo en manos de quienes ya lo tienen y que lo que hacen es poco menos que pactar los precios y por eso las variaciones entre una y otra gasolinera son mínimas.
De la antigua CAMPSA, que tenía el monopolio del petróleo, se produjo la escisión que dio origen a la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), cuyo objeto social es la realización de servicios logísticos de almacenamiento, transporte y distribución de toda clase de hidrocarburos y productos químicos. Además, sus instalaciones podrán ser utilizadas por terceros en condiciones no discriminatorias, con lo que teóricamente se garantiza el acceso a nuevos operadores. Pero la realidad es muy diferente, ya que la práctica totalidad de los combustibles llegan a través de la CLH (que pertenece a los grandes operadores españoles CAMPSA, REPSOL y BP), con lo que los precios son similares. Como, para empeorarlo aún más, los márgenes comerciales son más bajos cada vez, la entrada de nuevos operadores es hoy por hoy impensable, lo que hace que los precios se muevan siempre en el nivel de perjuicio a los usuarios. Es cierto que compramos el petróleo caro, pero también es cierto que no hemos sabido crear las estructuras necesarias para que los ciudadanos se beneficien de los precios que podrían darse en condiciones de competitividad entre operadores.
Hace un par de años la Comisión de la Competencia denunció que las grandes petroleras en España, REPSOL, CAMPSA y BP, accionistas de CLH, tenían una posición de dominio en el mercado que frenaba la bajada de precios, por lo que pedían al Gobierno que facilitara la entrada de una mayor competencia que redundaría en la política de precios. En estos dos años no se ha hecho nada. Hemos visto cómo cada fluctuación del petróleo se reflejaba inmediatamente en el precio de los combustibles y en casi todas las gasolineras los precios eran los máximos fijados.
Ahora la situación se agrava, porque estamos en un escenario de crisis más agudizada, con un mercado del petróleo en plena escalada y con los bolsillos de los ciudadanos más menguados que nunca. La gasolina ha subido esta semana un 1%, con un precio ayer de 1,32€/l, lo que supone el máximo histórico y es la tercera semana consecutiva que se alcanza. Es impredecible hacia dónde vamos en el precio del barril de petróleo, por lo que no sirve hablar sólo de medidas de ahorro, también de medidas de competitividad. Si hace dos años se recomendaron actuaciones para bajar los precios e incluso se adoptaron medidas parlamentarias para lograrlo, es inexplicable que sigamos de brazos cruzados. La CNC pide que salgan las petroleras del control de la CLH, que se simplifiquen los trámites para instalar nuevas gasolineras y que se facilite que éstas se instalen en centros comerciales o la fijación por Industria de los precios de acceso a la red de transporte de hidrocarburos. No son propuestas nuevas, pero las presiones deben ser tales que no se ha hecho nada por parte de la Administración.
La factura del petróleo la asumimos los ciudadanos, porque el Estado no subvenciona nada. Sería un deber moral y de justicia que los ciudadanos pagáramos lo menos posible. Es farisaico y torticero aprobar medidas como recortar la velocidad de los coches mientras no se propicia que bajen los precios de los combustibles en España. Pero, claro, este Gobierno está en otras batallas y no parece que ahora esté dispuesto a enfrentarse a las todopoderosas petroleras... Lo seguiremos pagando más caro.

lunes, 14 de marzo de 2011

Internet, el gran tsunami de la comunicación.

El terremoto y posterior tsunami que han sacudido la costa este de Japón han copado la información en todo el mundo. La fuerza de las imágenes que han llegado hasta nosotros, nos demuestran hasta qué punto estamos indefensos cuando las fuerzas de la naturaleza se desatan con la brutalidad con la que lo han hecho en esta ocasión.
Hasta ahora conocíamos los efectos devastadores de los terremotos por las imágenes de la catástrofe, pero el hecho de que se haya producido en un país en constante alerta nos ha permitido seguir al instante y prácticamente en directo cómo se destruye la vida ante la impotencia más absoluta de los números uno de la tecnología y de los sistemas más avanzados de prevención.
Hay un par de cuestiones sobre las que hoy me gustaría reflexionar. Por un lado está la vertiente informativa, que por primera vez en un hecho de estas características no nos llega por la vía convencional, sino a través del cada vez más poderoso sistema de comunicación, internet, que ha permitido seguir al instante lo que estaba sucediendo en el epicentro del seísmo. Al terrible tsunami de las aguas del Pacífico, se suma un impresionante tsunami informativo que han protagonizado las redes sociales, que han registrado las más altas cuotas de participación que pudiera pensarse. Fallaron los teléfonos, pero no fallaron los datos y a través de facebook o twitter supimos lo que estaba pasando en el centro de la noticia. La red social Mixi, la más popular en Japón, fue una herramienta de intercomunicación interna clave, que evitó el terrible aislamiento que se suele producir en estos casos. Twitter empezó a funcionar a todo tren y llegaron a contabilizarse, a pesar de los problemas en las líneas, más de 1.200 tweets al minuto. A todo ello hay que sumar el papel que han jugado los gigantes de internet, como Google, que inmediatamente puso en marcha su aplicación “Person finder”, a través de la cual se busca a personas con escribir sólo el nombre, una experiencia ya probada con éxito en el reciente terremoto de Nueva Zelanda. Ya van cerca de 20.000 registros los incluidos en este buscapersonas de Google.
Estamos en una nueva era de la comunicación y las redes sociales van mucho más allá de enlazar cadenas de amigos. Se nos revelan cada vez de forma más clara como un vehículo de intercomunicación ya imprescindible por su rapidez, por su versatilidad, por su alcance ilimitado, porque cada persona se convierte en un emisor (y en caso de emergencia eso es fundamental). Las redes crecerán y se potenciarán y tendremos que pensar en educar en redes, para evitar un mal uso de una gran herramienta cuya utilidad todavía tiene muchas sorpresas que darnos.
El segundo aspecto del terremoto es el de los accidentes en las centrales nucleares de Fukushima, Tokai y Onagawa, que vaya por delante que han resistido mejor de lo que cabía esperar uno de los mayores terremotos de la historia ya que sólo estaban diseñadas para soportar una intensidad de 7,5 y han aguantado los 8,9 puntos del terremoto y los problemas surgen por fallos en las bombas de refrigeración. Japón es el país más avanzado del mundo en técnicas de emergencia nuclear y el hecho de que se hayan volcado todos los esfuerzos en actuar sobre la seguridad, nos permite ser moderadamente optimistas sobre lo que pueda pasar en los próximos días. Lo que sucederá, de hecho ya está pasando, es que los ecologistas, los activistas y oportunistas de siempre, se han lanzado a proclamar el apocalipsis de la energía nuclear y empiezan ya las campañas contra este tipo de energía.
Los avances tecnológicos suelen traer secuelas no deseadas en muchos casos. Hoy por hoy, han muerto más personas en Japón por la destrucción de infraestructuras viarias o atrapadas en los coches, que por los accidentes nucleares, y no por eso se dejarán de construir carreteras, ferrocarriles, edificios antisísmicos o coches. Es más, lo que hemos comprobado es que las centrales más antiguas han aguantado en sus estructuras, que no en su mecánica, y que las más modernas ni se han resentido por el terremoto. Japón seguirá apostando por la energía nuclear (tiene 55 plantas), que es posible que no sea la más deseada, pero sí la más barata; y porque su dependencia energética externa no le permite frivolizar con la energía que el país necesita para estar en marcha. No tengo duda de que los nipones estudiarán lo que ha pasado y aumentarán la seguridad de sus centrales, lo que inmediatamente se trasladará al resto del mundo.
Ahora viene el día después, el de la reconstrucción, que no será fácil porque la economía japonesa está estancada (ha pasado al tercer puesto en el ranking mundial) y los ciudadanos están muy escépticos en cuanto a sus dirigentes. Se habla de pérdidas superiores a los 70.000 millones de euros, pero nadie duda que se pondrán manos a la obra y aunque la reconstrucción será costosa porque tendrán que endeudarse aún más y ya están en el 204% del PIB, también les permitirá que la economía y la actividad repunte. Si toda la sociedad se sube al carro del trabajo y de las oportunidades, algo que los japoneses han hecho en numerosas ocasiones, hay quienes piensan que Japón saldrá reforzado como país y que más pronto que tarde volverá a ocupar el puesto de liderazgo mundial al que no ha renunciado.

viernes, 11 de marzo de 2011

11-M: 7 años después.

Fueron los cuatro minutos más terribles de la etapa democrática, porque las diez explosiones en cuatro trenes de cercanías de Madrid, entre las 07:36 y 07:40 de la mañana de un día como hoy, hace siete años, causaron nada menos que 186 muertos y casi 1.860 heridos. Difícilmente olvidaremos las imágenes de aquella mañana gris, llena de dolor, que registró el mayor atentado terrorista de España y que consiguió su objetivo: influir decisivamente en los resultados de las elecciones generales que se celebraban 3 días más tarde, el 14 de marzo.
Nada que objetar al triunfo del PSOE, conseguido legítimamente en las urnas, en una jornada que registró una de las mayores movilizaciones de votantes que jamás tendremos en España. Zapatero ganó las elecciones democráticamente y procedió a formar gobierno. Tal vez hoy seguimos pagando lo improvisado de la situación, porque todos sabemos que Zapatero llegó al poder de forma sorprendente y con todas las encuestas en contra, ya que vaticinaban una victoria clara y contundente del PP. Pero las urnas deciden, es la esencia de la democracia, y las urnas dictaminaron que José Luis Rodriguez Zapatero cosechara el apoyo de una mayoría de los españoles que rechazaban por entonces la participación española en la guerra de Irak y culparon precisamente a José María Aznar de habernos metido en una guerra que fue la razón por la que sufrimos aquellos desgraciados atentados.
Han pasado 7 años de aquel desastre y sigue habiendo muchas incógnitas por despejar. La dimensión de la tragedia es un arma de doble filo, porque por un lado invita a olvidar, a pasar página de lo que ha sucedido y a mirar al futuro procurando no dar pié a situaciones que puedan originar dramas semejantes e invita también a hacerlo pensando en las víctimas y sus familiares, que estos días tienen que estar viviendo un auténtico calvario al recordar todo lo que pasó... Pero por otra parte, precisamente por el respeto a esas víctimas, por el derecho que sus familiares tienen a saber lo que pasó, por evitar la cesión al chantaje que con sus acciones siempre imponen los actos terroristas y por fortalecer el estado democrático, se impone saber la verdad, despejar las dudas y conocer la otra parte de la historia, ésa que da sarpullido a buena parte de la cúpula de Interior que por alguna razón quiere dar por finiquitada la investigación. Que hoy, en 2.011, después de 7 años del atentado, la juez que siga investigando el caso, haya tenido que citar a declarar a los 48 Tedax que intervinieron en las investigaciones porque el Ministerio del Interior ha estado eludiendo entregar las pruebas requeridas, es algo que clama al cielo. Estos son algunos datos: el 9 de marzo de 2010 la juez pidió al Ministerio que identificara a los Tedax que intervinieron en el caso; fue el pasado día 2, casi un año después, cuando la Juez tuvo que dar un ultimátum de 10 días al Ministerio porque no daba los datos requeridos; al requerimiento respondió el Ministerio hace 3 días, pero señalando que no tenía claro quiénes eran. Otro dato más: sigue sin aclararse quién dio la orden y por qué la prueba del delito, los trenes donde se produjeron las explosiones, fueron desguazados de forma inmediata. Y si nos atenemos a los más estudiosos del caso, hablaríamos de los componentes de los explosivos, algo en lo que no voy a entrar porque la química no es precisamente mi especialidad.
Lo que es un hecho es que este atentado cambió el curso de España y desde mi punto de vista, eso sucede (en parte) por una mala gestión de los momentos posteriores al atentado por el Gobierno de José María Aznar. En privado, algunos de sus miembros aseguran que no es que se gestionara mal la situación, sino que fueron literalmente “toreados” por informaciones que procedían de los Cuerpos de Seguridad, algo que también debería investigarse. Insisto en que nada hay que objetar al triunfo del PSOE, porque hubo acuerdo de todos los partidos para que las elecciones se celebrasen, porque se vio en aquel momento como el mejor síntoma de normalidad y firmeza democrática. Fue posiblemente la decisión más acertada en caliente, con los cadáveres en la morgue y con las víctimas descorazonadas. Pero hoy, años después, con la cabeza más fría, con investigaciones por cerrar, con incógnitas importantes por despejar, merecería la pena analizar si se puede ir a votar con un país chocado, con los muertos aún por enterrar, con la rabia en la mente y en el corazón y con una jornada de reflexión manipulada y utilizada con una desvergüenza impropia de una democracia avanzada... Sé que puede no ser la reflexión más popular, pero es algo que no dejo de preguntarme y que me gustaría que los partidos se plantearan con vistas al futuro... Cuando vivimos en una sociedad que sufre la permanente inestabilidad de un terrorismo internacional que golpea por sorpresa en todo el mundo y con una saña e impiedad que da escalofríos, merece la pena que los partidos se planteen que hay que dar respuestas de conjunto, trabajar en esos momentos más unidos que nunca y en la misma dirección, creando gabinetes de crisis irreductibles que cierren el paso a la voluntad que tratan de imponer las bombas y los tiros en la nuca.

jueves, 10 de marzo de 2011

Con estas cosas no se juega...

El respaldo que los sindicatos e IU están dando al preaviso de huelga de los trabajadores de AENA, demuestra hasta qué punto estas organizaciones son unas irresponsables y están en otro mundo muy diferente a la sociedad a la que dicen servir. Es incomprensible que se pueda dar apoyo a quienes para mantener una situación de privilegio, que está por ver que pierdan, son capaces de amenazar con el bloqueo de la puerta de entrada de turistas a nuestro país o con las vacaciones de miles de compatriotas. El daño que ya han hecho, sin que haga falta que se llegue a la huelga, puede llegar a ser irreparable ya que la imagen que España está dando en el resto del mundo, sobre todo en Europa, es la de un país en el que no es seguro poder disfrutar las vacaciones de Semana Santa.
Ayer los principales medios de comunicación de Alemania y de Inglaterra, dos países que tienen a España entre sus principales destinos, repicaban constantemente la información de la posible huelga en los aeropuertos y ya son varios los operadores turísticos de aquellos países que advierten que si la cosa sigue así, la campaña de Semana Santa estará perdida. El asunto es doblemente grave, porque estamos en un momento de la crisis especialmente duro y porque el sector turístico es el único que ahora parecía tener buenas perspectivas y poder levantar cabeza, en buena medida como consecuencia de las revueltas en el norte de Africa y en los países de Oriente Próximo. España, por ubicación, playas, clima y precios, es un destino turístico de primera. Para los alemanes, cuya economía va viento en popa y con un poder adquisitivo notablemente más alto que el nuestro, España podría llegar a ser el primer destino. Se calcula que un 20% de los alemanes que disfruten vacaciones este año, podrían elegir nuestro país como destino de sol y playa. Poner en riesgo esta situación, es de una falta de respeto social, de una falta de solidaridad y de una irresponsabilidad que vuelve a poner en cuestión el papel de los sindicatos y la necesaria reforma de sus estructuras. Y no olvidemos que lo que también se evidencia es la necesidad de regular de una vez por todas la huelga, porque lo que no se puede tolerar es que por un conflicto laboral se ponga en jaque a un país. Hay que defender los derechos de los trabajadores, pero no a costa de conculcar los del resto de los ciudadanos.
Los operadores turísticos españoles están que trinan y no es para menos. Veían en los periodos vacacionales de este 2011 una tabla de salvación para unas campañas turísticas que no han sido buenas. Basta echar un vistazo a las ofertas de las agencias de viaje y comprobar grandes propuestas vacacionales. Programar un crucero o una semana en la playa con la suficiente antelación se puede decir que es casi un chollo para los usuarios, ya que los precios son muy atractivos. Sin embargo, el frenazo ya ha empezado. Ayer se  produjeron en las agencias de viaje las primeras consultas sobre lo que va a pasar, aunque no se puede hablar por el momento de cancelaciones. Lo que sí es un hecho es que si esta situación se sostiene, las pérdidas serán mucho más grandes que las ocasionadas por la huelga de controladores, ya que aquí es algo sabido y previsto.
Pepe Blanco tiene muchos problemas sobre su mesa ministerial. No sólo tiene las tijeras del recorte de las obras públicas, ahora tiene además el problema de los aeropuertos que debe resolver ya, porque cada día que tarde en anunciarse la retirada del preaviso de huelga, más daño sufrirá el turismo patrio. Blanco tiene que ser un hábil negociador, pero también contundente en sus acciones y puede que en este caso la negociación tenga que ir un punto más allá y no quedarse en el sector afectado, sino llegar a las cúpulas sindicales, porque lo que está en juego es muy serio y hay que acabar con situaciones como esta. Un país que quiere salir de la crisis, con un paro descomunal, no puede consentir que el clima de paz social se vaya al garete por los intereses de unos pocos. La prioridad es el empleo. Ayer mismo, el CIS ponía de manifiesto cómo ha aumentado en España la preocupación por la falta de trabajo y hay que acostumbrarse a que los recortes son para todos y se tienen que acabar las situaciones de privilegio que obliguen a mantener un sector público engrosado porque sus trabajadores están más protegidos que en el sector privado. Los puestos de trabajo hay que ganárselos, hay que desempeñar la tarea de cada cual con la seguridad de hacerlo bien, con competitividad, con vocación de dar lo mejor de uno mismo y sabiendo que el trabajo es para él. Puede sonar idílico, pero es lo que tenemos que pensar si queremos salir de la crisis. Sólo si somos competitivos, si logramos una alta productividad, si damos lo mejor de nosotros mismos en el desempeño de nuestra tarea, estaremos preservando nuestro futuro. Si pensamos que trabajamos para los demás, y que si algo no sale bien quien se fastidia es el empresario, lo que estaremos haciendo es poner las bases para que sufran y puedan desaparecer las empresas y con ello liquidaremos los puestos de trabajo. Los puestos de trabajo, en gran medida, están en nuestras manos y en nuestra mentalidad.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Cambio de planes: ZP, ni en pintura.

El PSOE ha decidido suspender su campaña nacional ante las elecciones de mayo. Con la excusa de que son elecciones municipales y autonómicas, suspenden todos los grandes actos nacionales de campaña que ya estaban programados y se limitarán a los actos en cada territorio. El gran acto de apertura de la precampaña, el 3 de abril en la Plaza de Vista Alegre, foro talismán en el que Zapatero fue proclamado candidato a la presidencia del Gobierno en 2002, ha sido suspendido por el Comité Electoral socialista, en lo que se considera un cambio en la estrategia de comunicación que de una forma clara y contundente, pone de manifiesto que han  asumido la idea de que la imagen de Zapatero ya no es la seña del partido, y que un gran acto de aclamación no sería creíble. Con la que está cayendo, el PSOE se ha dado cuenta que no puede fomentar imágenes triunfalistas que no serían entendidas por el electorado y que previsiblemente serían desmentidas por los resultados de las urnas. De paso, al quitar el acento al carácter nacional de la campaña, apuesto a que la participación de Zapatero en la misma será muy limitada y desde luego en ningún caso estará en los territorios feudo del PSOE, donde saben que la imagen nacional del partido y de su líder, son un lastre que será muy difícil de netutralizar.
La suspensión del acto de Vista Alegre lanza otra incógnita en la agitada vida socialista y es el momento en el que Zapatero despejará su futuro. Los barones del partido albergaban la esperanza de que en ese acto, en un foro nacional y arropado por sus fieles, Zapatero anunciara su futuro, que para muchos era la esperanza de que dijera que no se presentaría a la reelección. Hoy esa hipótesis ya se viene abajo, máxime cuando uno de los más seguros aspirantes a sucederle, Alfredo Pérez Rubalcaba, se repone de una infección que le ha dado un buen susto y que evidencia un estado de salud bastante delicado. No han sido pocos los que estos días han cuestionado el futuro de Rubalcaba como consecuencia de lo delicado de su salud. De momento, lo importante es que el Vice-presidente ya salió de la UCI y se repone en planta del mal trago de estos días. Lo de su futuro está por ver, aunque es cierto que ha perdido muchos enteros para la sucesión.
Si finalmente Zapatero decidiera no presentarse, ya parece un hecho que no se anunciará antes de las municipales y autonómicas de mayo, y que el partido hará la sucesión con unas primarias que supondrán un nuevo terremoto interno en una organización muy desgastada, pero también es cierto que esas primarias tendrían un componente de ilusión, porque sería dejar atrás la etapa más oscura del mandato del partido, con una demostrada incapacidad para aportar soluciones a una crisis que no fueron capaces de prever, que negaron con una contumacia que va a ser muy difícil de olvidar, y con una serie de medidas, paso adelante - paso atrás, que han hecho de España la referencia de la improvisación y la falta de seriedad y rigor.
Los tres twitter lanzados ayer por el PSOE para dar cuenta del cambio de estrategia electoral, se afanaban en poner el acento en el carácter local y autonómico de estas elecciones, lo que significa que se trata de abrir el debate en cada territorio con asuntos exclusivamente locales. Habrá un empeño absoluto en intentar eludir la actualidad nacional, en sacar fuera de la campaña asuntos como el paro, la crisis energética, las medidas anti crisis y demás improvisaciones, para hablar de farolas, jardines o del ejercicio de competencias... Está claro que estos asuntos se van a tratar, porque el ciudadano quiere saber qué pasa en su entorno, pero es descabellado que se vaya a hurtar el debate de las políticas que el PSOE está aplicando en España, porque la crisis nos afecta a todos, porque la crisis afecta también a los servicios que se prestan, ahoga a los ayuntamientos en gran parte por medidas improvisadas por el Gobierno, y en definitiva cuestiona la calidad de vida de los ciudadanos. Si el PSOE ha sido el adalid y se ha apuntado los grandes éxitos sociales, cuestión muy discutible porque estas conquistas lo han sido de todos a lo largo de muchas legislaturas, lo que no tiene ninguna duda es quien ha sido el autor de los recortes, o quien nos obliga a circular a 110 km/h sin abrir la necesidad de contar con un plan energético nacional que nos permita prever el futuro. Ni aunque escondan a Zapatero o a cualquiera de los miembros del Gobierno, los ciudadanos se van a olvidar de los causantes de un gran desaguisado. Qué mal tienen que ver las cosas los socialistas para no querer entrar en el debate que les permita culpar al PP a Rajoy o a Aznar de todo lo que está pasando en España. Al final se han  impuesto quienes quieren obviar en esta campaña la existencia de líderes nacionales socialistas, lo que pasa es que me da la impresión de que van un poco tarde.

martes, 8 de marzo de 2011

¿Llegará el Día Internacional de la Normalidad?

Algo no va demasiado bien en nuestra sociedad cuando ya entrado el siglo XXI la celebración del Día Internacional de la Mujer sigue siendo eje y centro de la actualidad del 8 de marzo. Que a estas alturas la celebración siga teniendo tintes reivindicativos y no se quede en una mera efeméride, demuestra que no se ha recorrido el camino todavía y que siguen produciéndose situaciones que no sólo son denunciables, sino que son realmente intolerables.
No funciona bien una sociedad en la que tiene que haber un día de la infancia para que tengamos conciencia de la explotación de los niños, un día del mayor para que nos fijemos en las atenciones que necesitan, un día del trabajo para recordar que todos tenemos derecho a él, un día del enfermo para recordar que hay personas que sufren... y así un largo etcétera de “días de”, que lo único que parece que ponen en evidencia es que queremos lavar en 24h nuestras conciencias, para seguir viviendo en ese individualismo en el que nos hemos instalado y que cada vez tiende a ser mayor, sin darnos cuenta de que el día que perdamos la perspectiva como sociedad, habremos perdido una de las batallas más importante de nuestras vidas.
Se ha luchado mucho para que la mujer tenga la consideración de "persona". Lo sé, suena terrible, pero es la triste realidad; porque hasta muy avanzado el siglo XX, la mujer dependía para todo del marido y su papel estaba supeditado a él y a las tareas del hogar. Ese papel impuesto es, en gran parte, el responsable de que durante muchos años la mujer no recibiera formación intelectual y su aspiración fuera la de encontrar una pareja con la que crear una familia y siempre sometida a sus deseos. No soy feminista, no creo en el victimismo feminista, ni en la algarada o alzar la voz para tratar de imponer la razón. Creo y defiendo que, afortunadamente, mujeres y hombres no somos iguales, nos complementamos, somos capaces de unir nuestras fuerzas y crear las bases más sólidas para cualquier proyecto sea empresarial, familiar o vital. Debemos ser iguales en derechos y obligaciones. No creo en que para reclamar igualdad de trato tengamos que asimilarnos en todo, porque afortunadamente tenemos diferencias como personas, que son las que generan entre nosotros la atracción, la amistad, la colaboración o la más hermosa de las relaciones: el amor... Cada vez que escucho hacer una reivindicación feminista en términos de una mal entendida igualdad, pienso en el flaco favor que esas mujeres nos hacen como género, porque a lo que de verdad tenemos que aspirar es a que se nos considere por nuestra capacidad, por nuestra preparación y por nuestro rendimiento en cualquiera de las facetas de la vida.
En lo que el sentido común dicta sobre la igualdad, la verdad es que no somos iguales todavía. Hemos avanzado sí, pero falta mucho trecho por recorrer. Es una realidad, un hecho, que las mujeres ocupamos menos puestos directivos o que a igualdad de puesto la retribución es menor. Es un hecho que algo tan maravilloso, tan importante para la realización de la mujer y para la perpetuación de la especie como es la maternidad, está penada porque somos incapaces de crear normas realmente eficaces para la conciliación de la vida familiar. No quiero caer en los estereotipos de si las mujeres somos más tenaces, más ordenadas, más reflexivas, etc... No, simplemente somos mujeres, tenemos una forma de pensar y de actuar por nuestra pertenencia a un género y no podemos escapar a la cultura de una sociedad que nos envuelve, en la que vivimos y en la que tenemos que sobrevivir cada día. Basta echar un vistazo a las estadísticas de los centros universitarios o de formación profesional, para ver que no hay diferencias intelectuales entre hombres y mujeres. Basta acceder a cualquier empresa para comprobar cómo el género ya no es algo que se cuestione como factor para ocupar uno u otro puesto. Hoy hay mujeres arquitectas, médicas, ingenieras, políticas y además amas de casa, mujeres que cumplen perfectamente su papel como personas, como profesionales o como madre de familia y que ayudan al avance de una sociedad que, desafortunadamente, sigue siendo todavía punto machista.
No digo ninguna mentira cuando afirmo que, en general, a un hombre se le supone su valía, su preparación y su capacidad y en función de los resultados de su tarea, se le valora. También a la mujer, pero no es menos cierto que, en general, nosotras tenemos que demostrarlo todos los días, tenemos que hacer un doble esfuerzo, como si se nos exigiera demostrar más para lo mismo, una especie de sobreesfuerzo que puede ser enriquecedor en lo personal, pero que es muy injusto socialmente y que algún día tiene que desaparecer.
No podemos, ni debemos, renunciar a nuestra faceta femenina. No podemos, ni debemos, renunciar a intentar conseguir una sociedad más justa e igualitaria, que acepte desde la más absoluta naturalidad que la mujer puede llegar a las más altas responsabilidades, porque estamos preparadas para ello y porque afortunadamente esta sociedad está preparada, lo entiende mejor y lo ve más cerca. Comprobar que hoy en la primera fila de los partidos hay mujeres que destacan, que Madrid que es la comunidad más pujante de España, está regida por una mujer, que la número dos del PP es una mujer y que otra mujer suena para ser alternativa al Presidente del Gobierno, son buenas noticias para todos, son índice de una sociedad que madura y que se normaliza.
Estamos en la sociedad por derecho propio, porque pertenecemos a ella, porque podemos aportar mucho, tanto como los hombres y además sabemos compaginar nuestra vida laboral con la familiar. No renunciaremos jamás a ser mujeres, a nuestra feminidad, a disfrutar de lo mucho y bueno que tiene la condición de ser mujer, de ser madre, novia, esposa, amante o abuela. La sociedad del siglo XXI no será una sociedad evolucionada hasta que no desaparezcan las noticias de los malos tratos, ni de la marginación de la mujer en la vida laboral... Hombres y mujeres nos necesitamos, somos el complemento perfecto de una vida que sólo se vive una vez y que, desgraciadamente, nos empeñamos demasiado en complicarla.

lunes, 7 de marzo de 2011

Lunes de Carnaval.

En carnaval todo está permitido. Los viejos atavismos lo sitúan como la época del desenfreno, las mascaradas, de abandonarse al placer y de romper con lo habitual. En carnaval hay un punto de esperpento, en que lo que prima es la diversión. En los tiempos que corren, no está nada mal la llegada de un oasis donde la calle busca el ocio, la diversión y la explosión de lo lúdico. Son tres días para intentar olvidarse de los problemas, de las preocupaciones y para buscar un poco de oxígeno en la vida cotidiana, que buena falta nos hace... Claro que popularmente carnaval se aplica también a todo aquello que es poco serio, poco riguroso; se aplica a quienes parece que están de rechufla permanente y son incapaces de asumir la seriedad del momento y sus responsabilidades. Desde un punto de vista popular, es evidente que estamos ante un gobierno que se hace acreedor a estar sumido en un permanente "carnaval". En este gobierno parece todo una mascarada, que nadie se toma en serio las cosas y que se toman con demasiada frecuencia decisiones que se prestan a la juerga y a la chirigota.
Si nos fijamos en los carnavales de Cádiz, unos de los más populares de España, allí se lleva al extremo la crítica de las murgas o las chirigotas a la actualidad. El caso del ERE en Andalucía, las medidas de ahorro o los brotes verdes, son motivo de guasa en las coplillas carnavaleras de estos días, fiel reflejo de lo que está en la mente del sentir popular. No hay copla de este año que se precie, que no ponga a pan pedir a Zapatero, a su Gobierno y al PSOE, que no deje en evidencia esa serie de globos sonda que llevan años produciéndose y que poco a poco van hundiendo la moral y la autoestima de los españoles. Si no fuera por lo duro del momento, por el 1,300.000 hogares en los que no trabaja ninguno de sus miembros, por los casi cinco millones de parados..., la cosa sería como para escribir un sainete de lo más esperpéntico, salir a la calle y no dejar títere con cabeza. Claro que para ratificar el permanente carnaval de nuestros gobernantes, con la que está cayendo, este fin de semana hemos vuelto a ver a Zapatero en estado puro, aprovechando un Comité Federal para proclamar candidatos, soltar una de esas soflamas, o arengas, o ¡qué sé yo qué!..., que ya no calan ni entre los suyos y que ponen en el disparador a todos los españoles. La encuesta de Castilla-La Mancha que indica que más de un 50 % de la población votará contra el PSOE de Zapatero en mayo, es una losa que soportan estoicamente los barones socialistas, pero que pesa mucho más después de tener que escuchar al líder reivindicar para las siglas, unas reformas que son el hazmerreír de todos, que están demostrando que cada día tienen un punto más de fracaso y que nadie percibe como el golpe de timón capaz de estimular los famosos brotes verdes. Además, hacerlo justo el día después de que la agencia Fitch advierta de la revisión de estable a negativa de la duda española, es una broma de muy mal gusto. Y lo que es peor, fue incapaz de hacer un mínimo de autocrítica justo cuando en el horizonte se sitúa otro negro nubarrón, el de la escalada del Euribor, que aventura que habrá que pagar mucho más por los créditos hipotecarios.
No puedo creer que Zapatero y su equipo económico estén tan ciegos. No puedo creer que no sean capaces de ver que los españoles están hartos de tanta incompetencia. No puedo creer que la gran acción de Gobierno de este fin de semana haya sido ver las carreteras españolas plagadas de operarios trabajando sábados y domingos a destajo, para poner las pegatinas de los 110 km/h, que rigen desde hoy en las autovías y autopistas españolas. No puedo creer que Zapatero este fin de semana haya sido incapaz de hacer ante sus barones un mínimo ejercicio de autoanálisis, invitando a arrimar el hombro y a buscar salidas al margen de estas balas de fogueo que ya llevamos consumiendo durante mucho tiempo.
Las imágenes del Comité Federal y las caras de los asistentes eran un poema, imagino que la gran mayoría de los presentes deseaba en su fuero interno que Zapatero anunciara de una vez por todas que no se presentará a la reelección. No sólo es mi percepción, todos los cronistas, hasta los más afines al partido del puño y la rosa, han hecho notar las caras largas de los asistentes el sábado al Comité Federal socialista y el desánimo general. Los estereotipos de que hay que salir a ganar y que la marca PSOE es mucha marca, ya no vale, porque la marca es buena, es verdad, pero ya no vende, porque se la ha sometido a una tensión insoportable y porque se han atacado los más firmes cimientos que la hicieron tener un hueco sólido en la sociedad española. Zapatero ha unido su nombre al de la marca y la ha arrastrado al abismo... El PSOE estaba por encima de las personas, pero Zapatero se empeñó en identificarse, en fundirse con la siglas, hasta el punto de identificarlas de forma tan clara que hay un punto de rechazo importante de ambos. Más les vale que intenten salvar su gran patrimonio a tiempo y deslinde de la siglas a su máximo representante en este momento, porque en caso contrario el batacazo será tremendo... Y no nos equivoquemos, no pierde Zapatero, ni el PSOE, pierde la democracia y perdemos todos. Mientras sigan amparando a Zapatero, tienen lo que se merece. No tengo la impresión de que en las filas socialistas haya mucho cuerpo para la celebración del carnaval 2011.
 

viernes, 4 de marzo de 2011

La irresistible tentación de la manzana.

Después de la semana que hemos tenido, sin muchos motivos para el optimismo o para vislumbrar la ansiada luz al final del túnel, me llama poderosamente la atención la noticia de la presentación del nuevo iPad. Como cualquier nuevo producto de Apple, ha llenado páginas de periódicos y noticiarios y ha puesto los dientes largos a todos los aficionados a la electrónica. Nadie es capaz de resistirse al glamour de los productos de la manzana. El iPhone 4 es el teléfono más deseado del mercado y es icono de la comunicación móvil (100 millones vendidos de todos los modelos). Quienes lo manejan están sorprendidos de las prestaciones y del toque de distinción que supone llevar este terminal. El iPad ha tardado casi un año en entrar en nuestras vidas, pero ya no hay ejecutivo que se precie que no lo lleve a las sesiones de trabajo (más de 15 millones de unidades vendidas). Su diseño, la autonomía, la conectividad y las prestaciones han conseguido un tablet que es referencia en el sector y que es, sin duda, el enemigo a batir por las grandes empresas de la informática y la comunicación, que anuncian que inundarán el mercado con tablets modernas, más finas, con más prestaciones y más baratas. Pero no son iPad y eso es una barrera para captar a los consumidores de los productos de la manzana, una marca que puede tardar en entrar en las gamas más altas, pero que cuando lo hace, gana tal índice de fidelidad que llega a desesperar a la competencia, que se ve impotente para derrotarla.
¿Dónde está el secreto?... Pues si yo tuviera la clave, este artículo podría llegar a las más importantes publicaciones. Pero no es el caso. En mi opinión, influye la calidad de los productos, la facilidad de uso y la gran satisfacción que obtienen los usuarios de los mismos. Influye un marketing perfectamente estudiado, que cautiva a los más estudiosos de la materia y que tiene mucho que ver con la personalidad del dueño de la empresa, Steve Jobs, un hombre que cautiva a todo el que lo conoce y que cautiva a cualquiera que lea sus tesis sobre el comercio, la empresa, los avances tecnológicos y sobre la filosofía de los productos Apple. No olvidemos también que a todo ello se suma que son productos prácticamente exclusivos, de forma que cuando entras en la red Apple, eres presa de su tecnología, de la compatibilidad de sus productos y hasta de la desesperación que produce que falte ese detalle, que seguro que se incorpora en la siguiente versión del producto.
El marketing actúa generando en la sociedad la necesidad de ser los primeros en utilizar los nuevos dispositivos, que vienen precedidos de una campaña de expectación impresionante y de una presentación a la prensa que tiene pocos precedentes. Creo que es la única rueda de prensa de presentación de producto, donde los periodistas acreditados aplauden a Jobs, al que además rodea el atractivo de ser un luchador contra un cáncer, que le separa de la vida pública a la que sólo regresa puntualmente para sus tareas de mecenazgo y para presentar sus nuevos productos. El efecto sorpresa lo ha vuelto a dar con su aparición anteayer en San Francisco para presentar el nuevo gadget, el iPad2, que ya nos ha cautivado a quienes tenemos la primera versión y ya deseamos probarla; es más plana, con más resolución, con más software y con más conectividad. Pero como siempre, le falta algo, se echa en falta un puerto USB, que sin duda se guarda para la versión 3, que volverá a dejar con la boca abierta a quienes a partir del 25 de marzo decidan comprar el nuevo producto de la manzana.
Steve Jobs está ya por derecho propio en la historia empresarial del mundo. Su personalidad es arrolladora y se asegura que tiene una capacidad de convicción sorprendente. De él se cuenta que en 1983 se llevó a su empresa al directivo John Sculley, al que arrancó de Pepsi sólo con la palabra, porque tuvo que llevarse a toda la familia y además ganaba menos. Dicen que le dijo: "¿Quieres pasar el resto de tu vida vendiendo agua azucarada o quieres una oportunidad para cambiar el mundo?". El reto y las formas le atrajeron y se fue a Apple. Trabajador infatigable, no deja nada a la improvisación y estudia aplicar siempre un lenguaje llano y directo que es el que cala muy dentro de la mente de la prensa especializada, que sucumbe a sus encantos y hace gratis la mejor propaganda que uno se pueda imaginar.
En el fondo, el éxito de Jobs y de su empresa es la receta más vieja del mundo, trabajar mucho, hacerlo con los mejores, sin descanso, con imaginación y con tesón, creyendo en lo que se hace y mirando de reojo al competidor para ser mejor. Trabajo de calidad, con buena dirección, con mano de obra cualificada y con la convicción de que se puede cambiar el mundo. De alguna manera los productos de Apple nos han cambiado a todos y eso es un poco cambiar el mundo. No falta el mecenazgo de su fundación para cerrar el círculo de la empresa con la solidaridad y con el misterio que rodea a los grandes líderes. Si nos fijamos, es la receta que quisiéramos para nuestros propios líderes, que si la aplicaran, seguro que podríamos superar muchas adversidades y vencer de una vez a esta maldita crisis.

jueves, 3 de marzo de 2011

¡Basta ya de la política del avestruz!

Ahora resulta que tenemos que esperar al segundo semestre del año para que comience a crearse empleo en España. Es la receta de Zapatero, que confía en que el turismo se dispare en España este año, impulsado por la tensión en los países de Oriente Próximo y Norte de Africa, en la seguridad de que los turistas que buscan estos destinos recalarán en España donde hay muy buenas ofertas y los precios de los servicios son más baratos. Da la impresión que todo lo fía a un golpe de suerte para que se invierta una tendencia que no acaba de tocar fondo. Claro, que lo de golpe de suerte es un eufemismo, porque como consecuencia del ambiente de tensión de esos países, sufrimos un incremento de la factura del petróleo que terminará por dañar mucho más los ya de por sí “tocados” bolsillos de los españoles.
Cada primer martes de mes es un sobresalto, es un máximo histórico en las estadísticas del paro y un quebradero de cabeza para millones de personas. Hay en España ya casi 4.300.000 parados, y eso que esta cifra es el resultado de varios maquillajes en forma de cursos de formación. Hay en España más de un 20% de paro, mientras que la media de los países de la Unión Europea es del 9,6%... No hay a juicio de las fuerzas política y social ( a excepción del PSOE), un sólo atisbo de los famosos brotes verdes, que no acaban nunca de llegar. El escalofriante dato de que en España hay 1,3 millones de hogares con todos sus miembros en paro, da idea de la gravedad del momento en el que vivimos. Y junto a las grandes cifras, están las lecturas de segundo nivel, como que todos los sectores, todos, han registrado incremento en las cifras del paro, lo que indica claramente que en España no hay ni un sólo sector que en estos momentos nos dé un mínimo de esperanza. Y si a esto añadimos que la franja de parados más castigada es la de los menores de 25 años, nos daremos cuenta que no hay recambio en los puestos de trabajo y es cada vez más difícil dar entrada a la juventud en el mercado laboral.
Pues a pesar de todos estos datos, que no son valorativos sino que son cifras puras y duras, (frías como lo son los números, pero objetivas como sólo lo son las matemáticas), Zapatero vuelve a los paños calientes, y dice que el paro ha bajado menos que el pasado año en febrero y que el aumento de los puestos de trabajo llegará en el segundo semestre. Ya hemos comprobado que las reformas aplicadas están fracasando estrepitosamente, porque los contratos fijos apenas llegan al 9% de los que se hacen, lo que demuestra que no hay confianza en el futuro y que la capacidad de riesgo de las empresas es mínima. Para los sindicatos es la prueba evidente de que se consolida la precariedad laboral, un análisis excesivamente tremendista, porque si hay trabajo, el carácter fijo del mismo no es el asunto prioritario, lo que pasa es que ahora se aúnan las dos cosas.
Y un apunte más a tener en cuenta, los bancos siguen sin soltar dinero, con lo que no hay dinero para los proyectos, para los emprendedores que se quedan colgados de la brocha. No nos engañemos: si no hay dinero circulante, no hay posibilidad de crear empleo, ni se puede incrementar el consumo, ni se puede buscar un futuro en el autoempleo, una actividad que puede ser beneficiosa para dar entrada a los más jóvenes y los más formados en el mercado laboral.
Es cierto que estamos en el centro de la crisis, pero una crisis que nos sacude mucho más a España que al resto de los países europeos; porque entre nuestros socios hay una tendencia ya consolidada del crecimiento del PIB, en cifras tan significativas que permiten crear empleo y ver que no es que haya luz al final del túnel, es que ya han salido de él. Mientras, nosotros seguimos dentro, nos apagan las luces y encima nos hacen circular más despacio. Es una metáfora, pero define claramente el ambiente del momento que estamos viviendo y de las pocas razones que tenemos para mirar al mañana con un cierto optimismo.
Las empresas se han ajustado el cinturón y han puesto en marcha medidas de ahorro. Han hecho ajustes que les permiten seguir trabajando en el ambiente hostil que tenemos. Este Gobierno no puede seguir por más tiempo instalado en la política del avestruz y confiar en la suerte, o en los conflictos prebélicos, o en la solución espontánea que nunca llegará. La solución los problemas que tenemos la tenemos que dar aquí y hacerlo con la valentía que este Gobierno es incapaz de aplicar. Urge una vuelta de calcetín a la política económica, pero también urge aplicar el sentido común a la gestión y ser conscientes de que los parches no valen, que se necesitan reformas imprescindibles, valientes y operativas. Lo que ha hecho Zapatero se ha quedado en lo que era, un pacto de pensiones, pero no la reforma laboral que necesita España.
 

miércoles, 2 de marzo de 2011

Y Sortu guarda silencio...

La operación policial que ha llevado a desarticular ayer un comando legal de ETA en Vizcaya, nos ha devuelto a la realidad del mundo del terrorismo en España, que muchos ya consideraban que era como una historia pasada. No sólo se ha detenido a 4 presuntos terroristas, es que se les ha incautado abundante material explosivo y variado armamento, todo ello muestra más evidente de que del tan cacareado final de la banda terrorista ETA, nada de nada. Y Sortu guarda silencio.
Afortunadamente el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado lleva su ritmo, alejado del debate político y sólo dirigido por la profesionalidad de sus miembros. La brillante acción de la Guardia Civil llevaba algún tiempo fraguándose y ha sido posible por el detallado y concienzudo estudio de la documentación incautada en anteriores operaciones y les han permitido infiltrarse en la sociedad civil y desactivar a quienes se amparan en ella para propiciar acciones asesinas. Los comandos legales son un verdadero quebradero de cabeza para los cuerpos policiales. Se trata de comando integrados por potenciales terroristas, personas que no están fichadas, que viven como cualquiera de nosotros y que procuran que su vida no levante ningún tipo de sospecha en su correspondiente entorno Lo suyo es conseguir información de compañeros de trabajo, de vecinos, de profesionales de su entorno, del policía del barrio... y guardar en casa el material con el que los terroristas de la acción llevan a efecto sus mortíferas actuaciones. Y Sortu guarda silencio.
Quienes pensaban que ETA estaba en los últimos estertores y que sería inminente el anuncio del alto el fuego definitivo con la entrega de las armas, estaban radicalmente equivocados. Desgraciadamente en nombre de ETA se siguen registrando movimientos en el País Vasco que incitan a la preocupación. Son comandos que están aletargados rearmándose, recogiendo información, preparando acciones que puedan materializarse en un determinado momento. Y Sortu guarda silencio.
La realidad parece tozuda y demuestra que ETA no se ha acabado e incluso asaltan dudas ciertas sobre si el mundo abertzale radical está interesada en acabar con ella. Sigue viva, funcionando en bajo tono, en estructuras que se conocen como “celulas durmientes”, que son estos comandos legales que alimentan a aquellos que están esperando el momento y la orden de actuar. La acción policial, con fuertes golpes como el asestado ayer, hace que ETA cada vez sea más débil y por eso no hay que propiciar ninguna acción, ninguna, que pueda fortalecerla.  No es normal que haya pisos que sean auténticos zulos, si lo que está en la vocación de la banda es acabar con la violencia. Sonrojan declaraciones como las efectuadas ayer por Josu Erkoreka, quién desde el PNV no ve contradicción entre el alto el fuego anunciado por ETA y el hallazgo de arsenales, porque según este personaje, otra cosa hubiera sido pillarles utilizando esas armas. Y Sortu guarda silencio.
Lo que es un hecho es que quienes han alzado la voz advirtiendo que ETA no es de fiar, y que lo único que vale es la entrega de las armas sin condiciones, están en lo cierto. Con los asesinos no hay medias tintas, no hay posibilidad de diálogo, no hay la más mínima concesión. Aquí tiene que haber un vencedor, el estado de derecho y la sociedad en su conjunto, y vencidos, los terroristas, y seguir insistiendo en que hay que llevar a efecto negociaciones políticas para llegar a un final pactado, es ceder a un chantaje y los chantajes nunca tienen un final feliz.
¿Y Sortu? ¿Qué dice de todo esto Sortu?. Pues Sortu guarda silencio. Las revolucionarias siglas del partido que da continuidad de Batasuna, aquellos a los que se les llenó la boca diciendo que rechazaban la violencia, han optado por guardar silencio. Han pasado más de 24 horas y no han abierto la boca, como si la acumulación de más de 250 kilos de explosivos en una casa, detonadores, munición, armas, etc, no fuera en sí mismo un ejercicio de violencia contra la sociedad en su conjunto. Aquí tenemos la muestra, a la primera de cambio, del espíritu de una formación que pidió permiso a ETA para anunciar que rechazaría la violencia, ahora debe estar esperando instrucciones para pronunciarse sobre la actuación de la Guardia Civil. Había pocas dudas sobre la verdadera personalidad de la nueva marca blanca vasca, pero ahora ya está todo muy claro... Y todos aquellos que desde la tibieza, desde un falso progresismo, desde la complicidad electoral con la negociación política con ETA, pedían la aceptación de este partido, se han visto claramente desautorizados en sus posiciones y tienen que entender que es imparable que no se permita la comparecencia de este partido en las elecciones del 22 de mayo. Sortu es un tentáculo de Batasuna y si llega a sentarse en las instituciones, sería un grave insulto a las víctimas del terrorismo y a toda la sociedad, que merecen la tranquilidad de convivir en paz, de discutir en democracia y de ganar su propio futuro.