La estrategia desvelada por Pepiño Blanco para la campaña electoral del 22 de mayo demuestra que uno de los objetivos prioritarios del socialismo es no pasear demasiado a Zapatero. Es obvio que el secretario general del PSOE no puede desaparecer, así que lo suyo es llevarlo allí donde la situación no es especialmente compleja. Zapatero ya no es el gran activo de los socialistas y eso se nota en la renuncia del partido al concepto de campaña nacional, algo que nunca había ocurrido. Como lo que procede es hacer de la necesidad virtud, ahí está la presentación (nacional) que ayer hizo Blanco para una campaña no nacional... Curiosa contradicción.
Sabemos que son elecciones municipales y autonómicas. Que hay que hablar de ciudades, pueblos y comunidades autónomas, es evidente. Esto lo veremos en los programas electorales de los partidos... Pero anular por completo el debate nacional es una aspiración socialista irreal e imposible. La importancia de la política nacional es tal, que asuntos como el mercado de trabajo, el precio de la energía o la financiación de las corporaciones locales son temas en los que el Gobierno central está metido de hoz y coz y por tanto, son asuntos de los que debe de responder.
Es irreal y absurdo que se pretenda afrontar un proceso electoral sin hablar del paro, cuando el paro es la principal preocupación de los ciudadanos, cuando hay un millón y medio de familias con todos sus miembros en paro, cuando hay casi 5 millones de personas sin trabajo, cuando el propio Gobierno reconoce una economía sumergida tan problemática que se ha puesto en marcha una campaña de regularización... Pensar que todo esto tiene que quedar aparcado del debate político es un insulto a la inteligencia, un intento deliberado de deformar la realidad y un estar fuera de ella. No se pueden pedir debates de todo tipo y nivel, y querer hurtar de ellos la crisis económica y los estragos que está causando. No puede el socialismo pretender realizar una oferta a una comunidad o a un ayuntamiento, sin tener que escuchar que es su ideología la que ha gobernado el país, mientras ha sido incapaz de aportar soluciones. No olvidemos que quienes defienden esas políticas, respaldan las que ha practicado el Gobierno de la nación y son precisamente las que se han demostrado inútiles y lesivas para nuestros intereses, y por eso estamos como estamos.
Blanco, maestro en ponerse la venda antes de la herida, ya está acusando al PP de no querer hablar de las ciudades y querer exclusivamente entrar en el debate de la vida nacional. Blanco lo que hace es manipular el debate de forma torticera y volver a engañar a los ciudadanos, porque basta echar un vistazo a las informaciones que cualquier medio de comunicación publica estos días sobre la precampaña, para comprobar que los candidatos locales del PP están volcados en los proyectos y las necesidades para cada ciudad. Naturalmente que el PP quiere hablar de su modelo de ciudad, de su proyecto para cada comunidad española; pero lo que no va a hacer, porque entre otras cosas sería un fraude, es callar sobre las políticas que están dejando a las corporaciones locales atadas de pies y manos a la hora de endeudarse o de hacer frente al pago de adelantos que recibió del Gobierno y que ahora tienen que devolver por cálculos mal hechos por Economía. Hay que hablar de todo y debatir sobre todo y estoy convencida que los candidatos locales del PP están dispuestos a debatir y confrontar su modelo con los candidatos socialistas.
Lo que el PSOE pretendió ayer fue una nueva maniobra de distracción. Blanco quiso vender la normalidad de la suspensión del mitin de Las Ventas, que es la primera vez que sucede, y para ello se permitió hablar de tantas campañas socialistas como circunscripciones se presentan. Eso es una verdad de Perogrullo, porque eso es lo que pasa siempre, pero lo que en esta ocasión sucede es que el PSOE deja de ser un proyecto nacional porque no lo tiene, porque ha fracasado reiteradamente en sus políticas y porque su capitán está gastado. Tan gastado como para que en estos momentos el partido esté dominado por el debate del futuro de Zapatero, un debate con el que ya no saben qué hacer, porque si lo anuncia, mal, y si no lo hace, peor. Los barones socialistas están nerviosos y lo vamos a comprobar en la campaña, porque si la tendencia de las encuestas se cumple, la debacle puede ser de época.
Zapatero no es ya un lastre, es un callejón sin salida y el aparato socialista, el eficaz aparato de Ferraz, se encuentra en esta ocasión atado de pies y manos y eso, además de incertidumbre, crea unas perspectivas penosas... Le guste o no al PSOE hay algo de primarias de las Generales en estas elecciones y de eso sólo hay un responsable: José Luis Rodríguez Zapatero y su caótica gestión.
miércoles, 30 de marzo de 2011
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Las campañas electorales son todas iguales,tratan de captar votos para los partidos y conseguir movilizar a los suyos.Si son nacionales o locales es un tema que marca el tipo de elecciones.Pero cada partido pone en marcha su estrategia y tanto el PP y como el PSOE siempre muestran el caracter nacional de los partidos.Hasta cuando son elecciones autonómicas en una sola comunidad estos partidos hacen su ajuste de cuentas nacional.Ahora toca otra vez pero el PSOE está mal colocado y hace lo que sea para impedirlo.Zapatero les va a hacer perder todo pero eso es algo que solo depenede de la decision interna del partido socialista.
ResponderEliminarEmpleas una palabra en tu post que lo pone todo en evidencia:un fraude.Eso es lo que sería una campaña que no tratara los grandes problemas.Da igual el tipo de elecciones que sean,los problemas están y no se van a eliminar porque no se discuta sobre ellos.Un partido politico tienen que dar su receta para los problemas y en España tenemos muchos.El PSOE lo que quiere es engañar a los españoles pero esta vez ya no lo va a conseguir.
ResponderEliminarNos vamos a hartar de campaña electoral y el PSOE va a ser el primero que nos va a cansar ya que campaña es publicidad y en eso los socialistas son unos hachas.Esto que estan haciendo ya es publicidad,es dar que hablar y generar discusion que en eso les suele siempre beneficiar.El PP no puede caer en la trampa que le estan tendiendo y eeso es una cosa que siempre acaba sucediendo.
ResponderEliminarCreer a Blanco en este momento de la cuestión es la demostración de que nos toman como tontos.El PSOE cree que puede engañar a todo el mundo y cada vez se ve más que nos han estado engañando y que siguen en ese empeño.Hay que hablar en la campaña de todo y poner luz y taquígrafos a tanto desgobierno que nos está llevando casi a la ruina.El PSOE necesita que le echen del poder para que entienda que gobernar no es tener a los ciudadanos a merced de sus capricho y querer encima culpar a los adversarios políticos.
ResponderEliminarEstamos hartos de campaña electorales porque siempre estamos en ellas.No nos creemos nada de lo que digan los políticos y mucho menos si son gente tan mentirosa como Zapatero o Blanco.Da igual que hagan lo que hagan porque el revolcón va a ser de los que se recuerdan y es que es lo que se han ganado durante estos mandatos que han sido para olvidar.Carecen de palabra y lo que digan es lo mismo porque la mayoría de los españoles no les creemos,nos producen un gran rechazo y vamos a votar para que se vayan y no vuelvan en muchos años.
ResponderEliminarNo te preocupes que los socialistas ya no engañan a nadie.Esta campana es para ellos un puro caliz que querran que pase cuanto antes porque el golpe van a tardar mucho tiempo en superarlo.
ResponderEliminarLa campaña electoral socialista se la están haciendo ellos mismos porque el balance de lo que pueden presentar no puede ser mas triste.El PSOE no quiere que se hable de lo que pasa en España porque no tiene nada que presentar ya que tiene que tapar la vergüenza de una gestión que ha sido calamitosa y que nos está llevando a la ruina.La única manera de intentar salvar algo del patrimonio electoral es esconder a Zapatero y por eso quieren debates locales para distraer la atención y que la gente no pregunte por el presidente que nunca debió de serlo.
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