BLOG DE MIREIA ARROYO DE LA PARTE

Un vistazo crítico y personal a la actualidad.

lunes, 28 de febrero de 2011

Este gobierno sí que es friki...

Que en momentos de crisis todos debemos arrimar el hombro lo sabemos, también que tenemos que apretarnos el cinturón y habituarnos a medidas altamente impopulares. La situación es grave y eso hace que tengamos que ponernos en lo peor. Pero lo que ignorábamos es que una vez más afrontaríamos otra de las ocurrencias de un Gobierno que cada día inventa algo nuevo, puede que con la intención de distraer la atención de todo lo que nos rodea. Se le ha acusado tanto de no prever la crisis, que ahora se pone la venda antes de la herida. Esa es la impresión que tengo con la propuesta de ahorro en el consumo de los derivados petrolíferos, porque estamos todavía muy lejos de los 148 dólares que costaba el barril en el 2008, y entonces no se tomó ninguna medida. Ahora, para salvar la cara, el Gobierno decide que conduciremos en las autovías a 110 Kms/h a partir del lunes que viene, para ahorrar del 15% en la factura del petróleo. ¿A quien le supondrá el ahorro?... Desde luego no al Gobierno, que no paga, sino que cobra a cuenta del petróleo; porque a los ciudadanos nadie nos paga el combustible y si sube, nos sube la gasolina. Lo que los ciudadanos hacemos es pagar la factura del petróleo y más, porque las gasolinas están gravadas con una carga impositiva brutal que le da pingües beneficios a la Hacienda pública. Pero claro, que como Hacienda somos todos, se supone que no tiene que molestarnos.
Lo que es un hecho es que nuestra dependencia energética exterior es una de las grandes asignaturas pendientes, que exige soluciones y no parches, como el de sustituir con pegatinas las señales de 120 en las autovías y autopistas. Ya va siendo hora de que el Gobierno se ponga manos a la obra y siente las bases de lo que ha de ser nuestro mix energético, porque la política que ahora tenemos es un lastre para los ciudadanos y las empresas en primer término, pero sobre todo es una gran hipoteca del futuro, porque seguiremos dependiendo del exterior para facilitar la “gasolina” que toda empresa necesita para funcionar.
Lo que es lamentable y “friki" es que, de repente, unos gobernantes se den cuenta de que no podemos seguir dependiendo del petróleo y como brillante solución se les ocurra que hay que ir más despacio en el coche. Claro que luego vienen “lumbreras” como Pedro Castro, el impresentable Presidente de la FEMP, y dice que hay que ahorrar poniendo sensores en los edificios públicos o descentralizar las sedes de las Consejerías de los Gobiernos autónomos (¿?). La desgracia es que todo son parches para no abordar el problema real, y de paso, no comprometerse con decisiones que pueden ser impopulares, pero que son imprescindibles. No sé si a la hora de hacer números las nucleares son la solución, porque tardarían en construirse 15 años como mínimo, pero por lo menos que no cierren las que son útiles y mucho menos que sean arma política, como la que utiliza el PSOE con Garoña. No es serio, no hay rigor, es todo un despropósito que no puede durar más tiempo, porque está en juego el futuro del país y con ello el de las generaciones futuras.
Es verdad que los tiempos han cambiado, que ya nada es igual y que el mundo tiene un nuevo orden que exigirá a las naciones ser más audaces y más efectivas en sus políticas. Aquí, quien no arriesgue pierde el tren del progreso y arriesgar es decidir, es decir, todo lo contrario de lo que sucede en España. Aquí lo que prima es la frasecita, la pose, escuchar a Pepiño Blanco acusar al PP de friki o anarcoide porque no aplaude sus ocurrencias. Lo triste es que esta es la forma de hacer política y de buscar el consenso por parte del partido que gobierna, que es quien mientras esté al mando, ha de buscar soluciones y tratar de encontrar apoyos... y no llevar la chequera por delante para comprar a los nacionalistas.
España no se merece un Gobierno de incompetentes que trata de darnos gato por liebre, que trata de convencernos de que ahorraremos un 15% en combustible, como si la aceleración, la edad de los coches, o el peso de la carga del transporte pesado, que en España es casi todo por carretera, no tuvieran incidencia. Lo que tratará este gobierno es de sacar nuevamente rentabilidad a los más de 550 radares que tiene instalados en las carreteras para conseguir llegar al millón de multas por exceso de velocidad. Esto es lo único que mueve al Gobierno, tratar de recaudar, y lo comprobamos en que en cuestión de horas adaptará las 6000 señales de tráfico y los radares.
Preparemos las carteras porque la que se avecina no es pequeña. Subida de los carburantes, que una vez que suben ya no bajan nunca, y radares dispuestos a saltar cuando vayamos por las autovías a menos velocidad.
En el fondo algo le pasa a este extraño gobierno socialista, que pasará a la historia como el de las prohibiciones, porque mucho progresismo... pero acaba prohibiéndolo todo. Hace unos días era el tabaco, ahora es la velocidad y mañana...

viernes, 25 de febrero de 2011

Mucho más que orgullo e historia.

Hoy se cumplen 28 años desde la aprobación del Estatuto de Autonomía de Castilla y León. Nuestra Comunidad fue una de las últimas en dotarse de esta herramienta destinada a cambiar la forma de ver, entender y sentir a nuestra tierra. Castilla y León, la heredera de los viejos reinos, uno de los territorios más identificados con la nación, con España, entraba de lleno en la nueva organización territorial del Estado. Había que explorar una nueva forma de organización en una región fuertemente provincializada, había que poner en marcha nuevas instituciones, había que intentar crear un espíritu y una conciencia regional, un orgullo de lo propio, que no es que tuviera que anular el fuerte sentimiento local y provincial, sino que estaba llamado a convivir con ellos. Y había que ganar el futuro.
Han pasado 28 años desde aquel 1983 y se ha recorrido un largo y tortuoso camino, no exento de “chinas” en forma de recursos uniprovinciales. Atrás quedaron los intentos de León y Segovia para lograr una autonomía propia que hoy sería difícil de comprender, atrás quedaron la acción de grupos locales que teniendo representación en las Cortes, se oponían a todo lo que trataba de poner en marcha un proyecto común, un proyecto en comunidad.
Pese a todo, son más las luces que las sombras. Lo son porque quienes han trabajado en la vida autonómica desde la sociedad y desde los partidos, lo han hecho con responsabilidad, austeridad y desde la búsqueda de una conciencia propia en la que sí hemos avanzado. El orgullo de ser de esta tierra es algo que ya despunta. Nos sentimos orgullosos cuando un deportista de la tierra triunfa y también lo sentimos cuando lo hace un empresario o un político. Nos enorgullece nuestro mundo de la cultura, que es un referente en la vida nacional, y cada vez es más habitual hablar del patrimonio común, de nuestro patrimonio arquitectónico, de nuestro patrimonio cultural, de nuestras señas de identidad...
Es verdad que no tenemos una lengua propia como sucede en otras comunidades que se hacen llamar históricas. Pero... es que tenemos el idioma común de todos los españoles. Esta tierra ha sido la cuna del español y de hecho solemos decir que hablamos el mejor castellano de España, una exageración, pero que traduce el orgullo que sentimos de la lengua. Y del carácter histórico de Castilla y León hay poco que decir, porque no se puede entender la historia de España sin Castilla y sin León.
Pero la autonomía es mucho más. Creer que el Estatuto lo que ha hecho es tratar de desenterrar orgullos e historia, es quedarse en el pasado y no entender que es la Norma que posibilita el desarrollo presente y de futuro. Castilla y León ha cambiado mucho en estos 28 años y en buena medida se debe al impulso autonómico. La gestión de las competencias en la tierra, ha permitido tratar de cerca los problemas, situaciones que desde el poder central se veían distantes pasan a tener un tratamiento mucho más próximo. Hoy la Comunidad ha mejorado notablemente su red de carreteras interna, los agricultores ven cómo las ayudas de la PAC se gestionan desde aquí, prácticamente todos los grandes centros hospitalarios se han remodelado con instalaciones tan modernas como el Hospital de Valladolid o el de Burgos, que muy pronto será una realidad y que será en el momento de su apertura uno de los mejores de España. Hoy Castilla y León tiene una agroalimentación reconocida en toda España y “Tierra de Sabor” ha tenido una expansión meteórica, la educación que se gestiona aquí está reconocida por el informe PISA... Y así podríamos seguir con un largo etcétera al que sumaríamos un Parque Tecnológico de referencia nacional en Valladolid y uno en León en expansión. Cada día atraemos más proyectos I+D+i. Todo ello es debido a que el poder autonómico ha trabajado con visión de futuro y con el diálogo y la convivencia como motor. Nuestro modelo de diálogo social ha permitido una paz social envidiable y ha permitido que las políticas de empleo sean el fruto del consenso con los agentes sociales.
Castilla y León es hoy la primera Comunidad en la gestión de la dependencia y los servicios sociales tienen un reconocido prestigio. Aquí nacieron proyectos como el Club de los 60, que fue modelo para el ocio de los mayores en muchas comunidades. El modelo de Transporte a la Demanda ha sido una solución imaginativa para resolver el transporte de muchos pueblos dispersos y con poca población, y hoy lo estudian varios países europeos. 
Castilla y León ha aprovechado los recursos y el hecho de haber creado un aparato administrativo ajustado, no haber puesto en marcha una televisión autonómica que es el gran agujero de muchas comunidades, o haber estado más pendiente de la gestión que de la confrontación con el resto de los territorios, ha permitido mayor eficacia, aunque tenga menos eco.
No todo son flores, porque aún falta camino para que todos los ciudadanos nos sintamos con la camiseta del mismo equipo. No se ha resuelto el problema de la progresiva despoblación del medio rural, o no hemos encontrado soluciones para retener a los jóvenes. No hemos alcanzado el consenso para hacer una adecuada ordenación del territorio, o no hemos sido capaces de entender que lo que beneficia a una provincia beneficia a toda la Comunidad y viceversa.
El Estatuto cumple hoy 28 años y acumula 4 reformas. Gracias a él tenemos una Autonomía que no da que hablar, que es modelo de convivencia y que nos ayuda a crecer cada día. Pero el Estatuto no es nada sin el trabajo y sin la responsabilidad de cada cual. Ojalá sigamos en ello y salgamos de esta crisis para que Castilla y León sea esa Comunidad pujante y mantenga la calidad de vida que todos deseamos.

jueves, 24 de febrero de 2011

Cuando una estrella se apaga, otra empieza a brillar.

La capacidad que tiene Zapatero para sorprender es directamente proporcional a su incompetencia como jefe del Gobierno. Ayer se escudó en la efeméride del fallido golpe de estado de 1981, para rehuir la confrontación dialéctica y democrática con el líder de la oposición en la sesión de Control en el Congreso. Las duras críticas que Mariano Rajoy le dirigió en su pregunta parlamentaria, chocaron con una sorprendente respuesta de Zapatero invocando la fecha, el 23F. “Hoy no es un día en el que quiera discutir con usted. Hoy es 23F. Hoy es el día en el que hace 30 años esta Cámara sufrió lo que sufrió. Hoy hace 30 años que hubo aquí dignidad, unidad, lucha por la libertad, igual que toda la sociedad española. Y 30 años después, los que sentimos profundamente eso, que por supuesto somos todos los que estamos en esta Cámara, merece que lo recordemos y que lo homenajeemos”... Y dio por zanjado el debate. Una vez más tiró de la demagogia para urdir el engaño, porque el recuerdo al 23F tenía en la propia Cámara multitud de actos de mañana y tarde, así que no había olvido alguno. Por otra parte, si hay una forma de homenajear a la democracia, es ejercerla y uno de los más importantes métodos de hacerlo, son precisamente las sesiones de control al Gobierno. Zapatero quería dar la nota y la dio, quería resaltar la presunta insensibilidad de Rajoy ante la efeméride del día y le salió bien, porque con su actuación cosechó más críticas que beneplácitos. Ni siquiera los aplausos de su grupo, que tampoco fueron tan numerosos, dieron amparo a la ridícula situación a la que dio pie esta pretendida originalidad.
Es un hecho que en el PSOE no hay ya demasiado tino últimamente en las operaciones de imagen, y no lo hay porque se trata de proyectar a un personaje gastado. La confianza en el milagro de la recuperación es cada vez menor y los movimientos y posicionamientos se suceden con demasiada frecuencia. La última en hacerlo ha sido Carme Chacón, la Ministra de Defensa, que sin decir ni sí ni no, sino todo lo contrario y en situación de disponible, se dejó querer en un desayuno informativo en el que encontró el amparo y apoyo de Maria Teresa Fernández de la Vega, y de siete ministros del Gobierno. Sus afirmaciones fueron muy elocuentes, ya que declaró que ser catalana no es un impedimento para presidir un Gobierno de España y que para ser candidata, debe ser elegida por los militantes, un posicionamiento adoptado de la doctrina de Felipe González y por tanto, un acercamiento a la vieja guardia socialista.
Carme Chacón fue lanzada al estrellato al ser nombrada Ministra de Defensa y estar embarazada de siete meses. Tuvo su particular campaña de imagen que la situó como la predilecta de Zapatero cuando se especulaba que su mandato podría durar sólo ocho años. Cuidó su imagen al extremo, hasta el punto de que sus comparecencias son medidas y rara vez se somete a preguntas de los periodistas. Durante su mandato apenas se le conocen un par de ruedas de prensa, lo que pone demuestra que si no se habla, si no se cae en el compromiso que puede suponer improvisar, no se mete la pata. Lo sabe muy bien su marido, Miguel Barroso, un especialista en marketing que fue Secretario de Estado de Comunicación con González .
Pero en política nada está escrito y quien ejerce una responsabilidad, siempre se tiene que enfrentar a problemas. Su precipitado anuncio sobre la retirada de las tropas de Kosovo, tuvo una respuesta internacional contundente y puso en aprietos al Gobierno Zapatero. Luego vino la desastrosa gestión de la crisis del pesquero Alakrana, secuestrado en aguas somalíes por los piratas que operan en la zona. El cerco de la oposición fue durísimo y su imagen se resintió de forma muy notable, hasta el punto de que a medida que la estrella de Zapatero se apagaba, también lo hacía la suya y de hecho, su nombre prácticamente desapareció de las quinielas.
La fulgurante ascensión de Alfredo Pérez Rubalcaba, el gran candidato a la sucesión, y deslices como el que tuvo el fin de semana poniéndose en igualdad de plano a Zapatero, hace que en el PSOE salgan muchos críticos con el Vicepresidente, que además juegan con la baza del peligro que supone “poner todos los huevos en la misma cesta”, cuando el caso Faisán está tomando unos inciertos derroteros. En este particular escenario surge de nuevo Carme Chacón, aparece cual estrella emergente y ofreciéndose a contestar preguntas públicas, algo que es excepcional, y donde demuestra que cuando la ocasión lo merece, está dispuesta a ello. Y lo era, porque se trataba de jugar la carta de ser una posible aspirante a la sucesión. Tiene buena imagen, es mujer y hay que reconocer que, en general, su gestión no es de las que ha levantado más ampollas. Es evidente que lo que quiere es estar en la parrilla de salida cuando la carrera vaya a comenzar. Para entonces puede que haya más aspirantes, pero también que la lucha interna en el PSOE sea mucho más encarnizada. Las elecciones del 22 de mayo serán toda una clave.

miércoles, 23 de febrero de 2011

23-F, el día que se afianzó la Democracia.

Cuando una tiene 6 años no es consciente de las muchas cosas que pasan, aunque sí se da cuenta de que hay movimiento y que algo importante está sucediendo. Barcelona es una gran ciudad y en las grandes ciudades algo tan importante como un golpe militar corre como la pólvora; mucho más cuando la pretendida involución de lo primero que se llevaría por delante serían los nacionalismos, que habían estado condenados al ostracismo, como los partidos, como las libertades, durante los 40 años de dictadura del general Franco.
La joven democracia española que había nacido en 1.975 con la muerte de Franco, ha pasado por muchas vicisitudes que la hacían especialmente vulnerable en aquellos tiempos. La legalización del PCE en el Sábado Santo de 1979 y la cruenta actuación de los asesinos de ETA, especialmente activos en 1980, habían creado un serio malestar en los estamentos militares. España estaba en crisis, en una crisis institucional y económica, en una grave situación que llevó a Adolfo Suárez, al gran icono de la transición, a presentar la dimisión. Coleaba por entonces la Operación Galaxia, que advertía de la existencia del ruido de sables en los cuarteles, y los artículos de fondo en periódicos como El Alcázar o El Imparcial, que ponían el toque civil al malestar de los nostálgicos del régimen, que buscaban de forma enfermiza reconducir a una sociedad que consideraban descarriada.
El momento elegido era perfecto, todo el Gobierno y los Diputados en una sesión para elegir nuevo Presidente del Gobierno, un personaje serio, aunque decían que muy riguroso, que no tenía ni el carisma ni el tirón de Suárez. La investidura de Calvo Sotelo era el caldo de cultivo para asestar el golpe.
La entrada de Tejero en el Congreso es uno de los videos más vistos. Fue la radio la que llevó el sonido de su “Quieto todo el mundo”... y posteriormente la estruendosa ráfaga de disparos que han quedado impresos para siempre en las pinturas del techo del salón de sesiones del Congreso de los Diputados. Luego vino la incertidumbre y según me contó mi padre hubo gran desconcierto hasta que el Rey salió en la televisión y tras su alocución nos fuimos a dormir. Los primeros periódicos a toda plana con el respaldo a la Constitución y la posterior multitudinaria manifestación en Madrid, devolvieron la tranquilidad a unos momentos tan intensos como importantes, tan duros como elocuentes, tan determinantes en suma en el dibujo de lo que hoy es nuestra democracia.
El tiempo nos ha hecho madurar a todos, también a aquella niña de 6 años. He leído sobre el golpe, he escuchado sus múltiples interpretaciones. Se siguieron las sesiones del juicio en Campamento y he ido configurando mi criterio sobre ese acontecimiento de nuestra vida, que siempre estará presente y que permitirá recordar lo que nunca debe volver a pasar.
Hoy estoy convencida de que aquella incipiente democracia, que pudo ser derrocada, salió fortalecida con mucha más firmeza. El Rey demostró que era el garante, y el pueblo el gran sancionador, de un proyecto común y en libertad. Los medios de comunicación, los partidos, sindicatos y la sociedad civil, cerraron filas en torno a todo aquello que representaba la democracia. Sí, sé que los españoles demostramos que no queríamos volver a mirar atrás, volver a sentir la falta de libertad y tener que estar en una especie de estado de excepción que tanto nos empobreció, que tanto nos enfrentó, que tanto desprestigio internacional nos trajo y que tanta marginación de Europa y del mundo desarrollado nos acarreó. Me impresionan las imágenes de los millones de españoles que al día siguiente se echaron a la calle para clamar de forma unánime el grito de libertad y supimos que afortunadamente la involución no era posible.
Aquellos nostálgicos de las dos Españas, aquellos salvadores de la patria, aquellos personajes empeñados en dirigirnos por el buen camino, que era el que ellos querían y nunca otro, son hoy personajes de revisión histórica y memoria viva de lo que no puede volver a pasar. Son nuestro mejor aval de que España no tiene vuelta atrás y que nos hemos instalado en las democracias occidentales con una fuerza imposible de vulnerar.
Posteriormente he leído que cuando TVE transmitió las imágenes del golpe a Eurovisión, algunos responsables comentaron “Qué rara es España, ¿qué hace un hombre vestido de torero en la Cámara de Diputados?”. Tal vez estas palabras pongan en evidencia la vergüenza que todos sentimos aquellos días, una vergüenza que no se ha perdido 30 años más tarde, tiempo en el que sí hemos conseguido ver y participar en que se haya asentado la democracia, reforzar nuestra creencia en las instituciones y en los españoles, como seguro de que no queremos dividir más al país, de que no queremos volver a esas dos Españas que tanto daño nos hicieron y de que queremos progresar en paz y libertad... Hoy hace 30 años que apostamos muy fuerte por la libertad, hoy la estamos disfrutando. Ha sido un trabajo de todos y jamás consentiremos que nadie venga a arrebatárnosla.

martes, 22 de febrero de 2011

Que la Esperanza no falte nunca...

Puede tener detractores y los tiene, pero es innegable la valentía y el coraje de Esperanza Aguirre. Algunos de los presentes el sábado en el mitin del PP en Albacete, para apoyar a Cospedal, comentaron que la Presidenta estaba más apagada, menos dicharachera. Hacía muy poco tiempo que conocía la noticia de que le había sido detectado un cáncer de mama y aunque todos los informes médicos indican que está cogido a tiempo y con todas las seguridades, tenía la lógica preocupación ante una noticia de este tipo, que estoy segura de que es imposible disimularla. Por eso no se quedó a la comida reservada que Rajoy ofreció a un grupo muy selecto de destacados líderes populares.
Aguirre había comentado la noticia con Rajoy al que indicó que la daría a conocer públicamente ayer lunes, y cumplió exactamente el calendario previsto. La petición de reserva absoluta fue respetada y no hubo ni una sola filtración. El fin de semana sirvió para que la Presidenta de la Comunidad de Madrid asumiera la situación y de hecho ayer mismo se enfrentó ante los periodistas con una valentía que llama la atención. Sólo la emoción ahogada al final de su comparecencia nos hizo presumir que es "humana", que es como el resto de las personas que por muy fuerte, por muy férreo que sea el carácter o las actitudes, detrás esconde un alma y un corazón que nos hacen encontrarnos con las emociones y manifestarlas al exterior.
Como mujer entiendo perfectamente a Esperanza Aguirre. Admiro su valentía, haber hecho de la necesidad virtud y con su ejemplo, haber sido capaz de hacer un gran servicio a la tarea de prevención del cáncer de mama, a la detección precoz de este tipo de tumores. La mujeres vivimos con la sensación de que nos acecha un enemigo silencioso, este tipo de cáncer que ha segado muchas vidas, pero que también sabemos que hoy es perfectamente controlable. Sabemos que es imprescindible hacernos las mamografías periódicas y conseguir detectar a tiempo los temidos bultos. Pero no es menos cierto que el miedo atenaza y limita la capacidad de someterse a las pruebas, algo así como que aquello que no se sabe es como si no existiera... Pero la realidad es tozuda y el tumor acecha, está. La única lucha eficaz es detectarlo a tiempo y eso es lo que ha ocurrido en el caso de Esperanza Aguirre y la biopsia, según las distintas informaciones, permite augurar una pronta recuperación.
La operación tendrá lugar en las próximas horas, al parecer mañana miércoles, y será en un hospital público de la Comunidad, algo que también se ha empeñado en resaltar la Presidenta de Madrid, en un ejercicio de refuerzo del sistema público de sanidad de su Comunidad.
Lo deseable es que Aguirre se reponga cuanto antes, que todo salga como lo han previsto los médicos y que en el plazo de dos semanas vuelva al ruedo de la vida pública. Maria Dolores de Cospedal ha asegurado que estará en la campaña electoral de las autonómicas, lo que será la mejor noticia en lo personal y en lo político; porque hay que reconocer que Aguirre aporta mucho al debate político por su capacidad dialéctica, su tirón, lo incisivo de sus valoraciones, por su liderazgo y por su capacidad de organización. Aguirre es uno de los activos más valiosos del PP. Su legítima ambición política la hace muy controvertida, pero no impide que en todo momento aporte y se implique en la vida del partido. Desde la Comunidad de Madrid ha aplicado las políticas más dinámicas y liberales, también las más atrevidas, aquellas que han sido determinantes en hacer de Madrid la Comunidad de referencia en España; con un nivel de crecimiento y de actividad laboral que para sí quisieran el resto de las comunidades autónomas y España en su conjunto.
Es muy posible que Esperanza Aguirre no dé el perfil de lo que se entiende por una líder capaz de aglutinar a todos los sectores del partido. Su firmeza en el trato y sus salidas de tono, que también las tiene, hace que sea una político que genera filias y fobias, lo que puede no ser la mejor tarjeta de presentación para un líder nacional. Sin embargo, nadie duda de su tenacidad, entrega, su olfato político y la ausencia de complejos a la hora de tomar decisiones. Estoy convencida de que las numerosas adhesiones personales que hoy ha recibido, van más allá de la pura cortesía política, son sentidas de verdad y han dado un toque de humanidad a esta actividad que para muchos no la tiene. Y sin embargo existe.
Ojalá muy pronto Aguirre tome otra vez las riendas de la Comunidad de Madrid de nuevo y la tengamos activa en campaña... No están los tiempos para poder prescindir de los buenos políticos.

lunes, 21 de febrero de 2011

La apuesta de Castilla-La Mancha.

Cuando Rajoy nombró a Maria Dolores Cospedal Secretaria General del PP en el Congreso de Valencia, muchos pensaron que no sólo buscaba una renovación, sino también reforzar la presencia de la mujer en los primeros puestos de la organización, ya que Soraya Sáez de Santamaría ya era su mano derecha en el Congreso de los Diputados. Rápidamente se supo que Cospedal sería la candidata del partido a la presidencia de la Junta de Castilla-La Mancha, operación que en buena medida se basaba a que tuviera un amplio conocimiento popular. Nada mejor que colocarla en la primera línea nacional del partido, para que se la conociera más en su tierra y de paso, lanzar a los castellanomanchegos el mensaje de que el PP da la máxima importancia a esa Comunidad. La operación no está exenta de riesgo, porque si Cospedal no conquista la presidencia de su Comunidad, difícilmente podrá dejar de asumir su responsabilidad y eso es difícil de compaginar con la Secretaría General del PP.
Hoy sabemos algunas cosas más. Cospedal no ha querido ser una comparsa en el partido nacional y ha ejercido su mandato al frente de la Secretaría. El caso Cascos es la prueba más evidente de que controla la situación interna del partido. Sus colaboradores dicen que es una trabajadora compulsiva y que es muy exigente y dura en la defensa de los intereses del partido. Sus detractores en Castilla La Mancha, lo que dicen es que está volcada en la política nacional y la Comunidad queda para los huecos libres.
Este fin de semana Mariano Rajoy ha respaldado sin fisuras la candidatura de Cospedal. La escenografía ha sido de campanillas, la de un partido ganador: el Comité Electoral del viernes ratificó su candidatura, pero sólo la de ella, aunque había otros candidatos en espera de su correspondiente ratificación. Nada, ni nadie, debía quitar protagonismo este fin de semana a la candidata por Castilla-La Mancha. Y así fue, el sábado el partido le montó un acto en el que tiró la casa por la ventana y en el que estuvieron presentes prácticamente todos los miembros de la dirección nacional. El ambiente de victoria se palpaba, aunque también hubo espacio para la prudencia, porque Rajoy quiere que este tiempo que queda hasta las elecciones, el partido no se relaje y dé la imagen de que todo está hecho. Lo que se nota es que el PP parece tener opciones ciertas de victoria después de 30 años ininterrumpidos de mandato socialista.
En el primer acto de Maria Dolores Cospedal como candidata, Rajoy le ha puesto el listón muy alto, al asegurar que su previsible victoria en Castilla-La Mancha será el inicio simbólico del cambio en España. Hasta ahí llega la apuesta de un partido ilusionado por conquistar esa Comunidad, comprometido con los ciudadanos a los que hace propuestas firmes y realistas, y sobre todo seguro de que se puede acabar con la hegemonía en las comunidades socialistas, aquellas que parecían hace unos pocos años un fuerte inexpugnable y que no estaban al alcance de la mano.
El PP está haciendo una campaña eficaz, a pie de calle, con lenguaje directo a los ciudadanos. Mal que le pese al PSOE, se habla de los problemas que preocupan a los ciudadanos, como el paro, la salida de la crisis o los bandazos que da el Gobierno. El contrapunto lo pone un PSOE nervioso, que se desgañita en afirmar que está más unido que nunca, en la más evidente muestra del “excusatio non petita, acusatio manifiesta”. Ayer Rubalcaba acusó al PP de sembrar “malos rollos” en la vida española y de no haber colaborado en nada por salir de la crisis. Es la letanía de siempre, porque olvida deliberadamente Rubalcaba que Rajoy le pidió a Zapatero reformas en su visita a la Moncloa, pero se las negó para tener luego que retomarlas cuando se lo exigieron los líderes internacionales. Olvida Rubalcaba que los malos rollos en la política española vienen de la mano de una gestión errática que hace que los ciudadanos no sepan a qué atenerse, ni cómo mirar al futuro o que las Comunidades Autónomas desconozcan cómo será finalmente su financiación o que pasos van a tener que dar para prestar determinados servicios a los ciudadanos, que anuncia el Gobierno pero que ni siquiera comenta a las Comunidades que son las que tendrán que pagar, en una nueva versión del “yo invito pero tu pagas”... Todo ello aderezado con escándalos tremendos que siguen alimentanto páginas y páginas de los periódicos y muchos minutos en radios y teles. Por cierto, este fin de semana Zapatero ha vuelto a ser el Don Optimo de tantas ocasiones, desenterrando su famoso “talante” y haciendo de la necesidad virtud para justificar sus bandazos “porque son tiempos muy difíciles y todo es cambiante”.
Lo que es un hecho es que todo ya referencia al proceso electoral. Faltan tres meses que serán muy intensos, pero las cartas ya empiezan a estar todas boca arriba.

viernes, 18 de febrero de 2011

Un castillo de naipes.

¿De qué hablaron durante dos horas Zapatero y Bono?... ¿Por qué dejaron que el encuentro se transmitiera al exterior con tal claridad?... ¿Por qué Bono dio alas a todo tipo de rumores al decir a los periodistas que “hemos hablado de lo que ustedes imaginan”?... ¿Por qué un encuentro de estas características y en este preciso momento?... Las respuestas son exactamente las preguntas que acabo de formular, es decir, que se trata de soltar la liebre y que corra, con la intención de que la opinión publicada y también la pública, vayan a por ella... Y ya estamos otra vez ante una nueva cortina de humo, una nueva maniobra de distracción en un momento clave, ya que están en la picota un gran número de conflictos, que son los que dan origen a la crispación de la que ayer hablaba.
Con la volubilidad que tiene el personaje, no es fácil adivinar qué es lo que se pasa por la cabeza del Presidente Zapatero en este momento, pero sí podemos intuir algo, ya que él mismo se ha encargado de dar muestras de que podría tener ya decidido su futuro. Cuentan algunos de sus más próximos, que Zapatero ha llegado a decir en privado que si pierde unas elecciones será porque los españoles no le quieren y si eso significa que no ha sido un buen Presidente, lo que tratará es de ser un buen expresidente (crítica mordaz a Aznar y a González por sus “incontinentes” declaraciones)... Citas como esta significan que Zapatero está dando señales. También las da cuando dice que su mujer y una persona de su confianza son los únicos que conocen su decisión. Algo se está moviendo, la crisis no amaina y el horizonte electoral de mayo se presenta como un trance de muy difícil tránsito para Zapatero y para el PSOE.
No son pocos los que piensan que si fuera un personaje lógico, debería de tomar una decisión antes de mayo, porque así evitaría el descalabro de muchos candidatos socialistas a alcaldías y comunidades, que consideran que podrían salvar el tipo si Zapatero ya no estuviera en su puesto o al menos anunciara su marcha... Si el PSOE sufre un duro varapalo en mayo, donde puede salir derrotado en todas las comunidades autónomas y seriamente tocado en los ayuntamientos, la crisis interna está cantada y Zapatero se verá abocado a presentar la dimisión. Puede que todo ya esté preparado para que Rubalcaba tome el relevo, pero también aquí asoman negros nubarrones. Por un lado está el caso Faisán, que cerca cada vez más al más firme candidato a la sucesión, y puede poner en peligro su  liderazgo en el partido. Sin el paraguas de Garzón instruyendo el caso, la cúpula del Ministerio del Interior puede estar en la cuerda floja desde el mismo momento en el que se exijan responsabilidades políticas por un caso, en el que el ovillo se lía cada vez un poco más y surgen nuevas y fundadas sospechas sobre una negociación oculta con ETA. Y para colmo está la denuncia que ha hecho Juan Cotino, quien fuera Director General de la Policía, de que en 2006 se llegaron a pagar cantidades a ETA con fondos reservados, asunto que la Unión de Oficiales de la Guardia Civil ha tomado con interés y para el que busca aclaraciones contundentes.
El calendario no acompaña, los plazos están tasados y Zapatero tendrá que tomar una decisión. De momento, él es el Presidente del Gobierno y el Secretario General del partido, lo que le permite escenificar un cierre de filas (aunque no sea real). Cualquier barón socialista habla en privado de lo insostenible de la situación actual, pero en público, el PSOE siempre aparece como ese partido modélico que cierra filas en torno al aparato y es capaz de enfrentarse a cualquier adversidad. No nos equivoquemos, para lo que no está preparado el partido es para perder y mucho menos hacerlo con un revolcón. El ambiente no es bueno, las perspectivas son peores y los resultados pueden ser calamitosos. La vieja guardia no entiende por qué no se toma la decisión de un recambio que permitiría hoy amortiguar el golpe electoral, algo que reconocen todas las encuestas, pero que inexplicablemente el aparato se niega a admitir en una ceremonia de suicido colectivo que tiene pocos precedentes en la política.
Zapatero llegó al poder en el partido en una operación audaz y arriesgada. Por una mínima diferencia, seis votos, acabó con la ambición de José Bono que era el candidato del aparato de González. Sabedor de la situación, Zapatero se rodeó de los fieles y montó un sanedrín que estuviera dispuesto a morir con las botas puestas. Entonces era un escenario poco previsible ya que había tiempo para preparar el partido. Los desgraciados hechos del 11M aceleraron su acceso al poder y ahí empezó su aventura... Su desconocimiento de la economía, “que se aprende en dos tardes”, nos ha costado muy caro; porque encontró un país con una economía expansiva y solvente, y en lugar de prevenir el futuro, dilapidó, endeudó y abrió frentes ciudadanos que estaban cerrados. Con la llegada de las vacas flacas, el castillo de naipes se vino abajo y estamos donde estamos... Su liderazgo está tocado y me temo que muy pronto hundido. Conociendo a Bono, es fácil imaginar que amparó a Zapatero en la entrevista, pero también sentiría el estremecimiento de pensar que tal vez tenga una nueva oportunidad.

jueves, 17 de febrero de 2011

CRISPACIÓN

La sesión de control que ayer se celebró en el Congreso de los Diputados, puso de manifiesto el profundo enfrentamiento político que existe entre los dos grandes partidos nacionales, con acusaciones muy graves sobre asuntos que están marcando la agenda política, pero que pasan al segundo término como consecuencia de que la crisis económica lo copa prácticamente todo. Ayer saltaron al hemiciclo acusaciones que fueron de banquillo a banquillo, de un lado a otro, como si de dardos se trataran, dardos envenenados, que tratan de llegar al corazón de cada una de las formaciones en busca de un desgaste que no siempre se consigue. Es la ceremonia del “y tú más” que tan flaco favor hace a la vida política y que ya tiene muy hartos a los ciudadanos, que lógicamente están más preocupados de cómo llegar a final de mes o de cómo acceder a ese puesto de trabajo que no acaba de llegar.
El Gobierno se empeñó en sostener contra viento y marea que no ha cambiado su política nuclear como consecuencia de la aprobación de la Ley de Economía Sostenible. Ya escribí ayer que no cuela, que no se lo cree nadie, porque lo que hay es una rectificación en toda regla, que el Gobierno actual es muy posible que no aplique, porque lo más probable es que pierda las próximas generales y tendrá que ser un gobierno del PP el que disponga de un año para anular la suspensión decretada por Zapatero para Garoña. Este Gobierno sólo acierta cuando rectifica.
El caso Faisán son palabras mayores. Algo huele muy mal en el presunto chivatazo a la banda ETA, del que pueden derivarse responsabilidades políticas evidentes, que podrían llegar hasta el mismísimo Rubalcaba. No se trata de cercar al Ministro del Interior o al Vicepresidente, se trata de cercar al más que previsible sucesor de Zapatero y eso hace que el PP redoble su esfuerzo para desgastar su figura y exigirle esas responsabilidades políticas que parecen tan evidentes... Ayer Rubalcaba pasó de puntillas por la pregunta del PP sobre el caso, con una faena de aliño en la que se limitó a decir que el Estado lucha contra ETA y que espera que esté en la fase definitiva de su final, lo cual no es decir absolutamente nada sobre la manipulación del video de la prueba, el uso de teléfonos compartidos por policías y etarras y sobre otras cuantas cuestiones tan raras, que han llegado incluso a enfrentar a Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil, lo que demuestra que hay algo muy extraño y que hay que esclarecer las cosas cueste lo que cueste.
También pasó por el Congreso otro tema que irrita a los socialistas, el escándalo mayúsculo en Andalucía por la existencia de un fondo de reptiles para pagar ERES que afectaban a miembros del partido, que nunca trabajaron en las empresas afectadas. Rubalcaba, que es como el frontón socialista, devuelve la pelota acusando al PP de ruindad por esgrimir este asunto, pero es incapaz de instar a su partido a que aclare las cosas y cree la necesaria comisión de investigación que esclarezca el tema. Pero esto no es nuevo, porque a lo largo de la presente legislatura, el PP ha pedido en el parlamento andaluz cerca de 300 comisiones de investigación y ni una sola, ni una, ha sido aceptada. Parece evidente que el grupo de la oposición quiere desgastar al gobierno, pero no se solicitan 300 investigaciones así como así, y no se deniega crear ninguna, porque lo que pone demuestra es que la política andaluza necesita una revisión y un recambio, ya que da la sensación de que las alfombras esconden demasiado.
Y Gürtel, el caso que florece ante la cercanía de la municipales, tampoco faltó. El PSOE aprieta al PP y trata de rodear a Camps. Hay que recordar que al presidente valenciano por máxima sanción de condena, se le podría imponer una multa de 40.000 euros y que todo lo que hay hasta el momento es la petición del fiscal anticorrupción, el mismo que guarda un vergonzoso silencio sobre el caso de los ERES de Andalucía, donde hay que recordar que hay un desvío de casi 700 millones de euros, algo mucho más grave que el regalo de unos trajes y unas corbatas. En cualquier caso, es un error de cálculo la obsesión de Camps por comparecer, sonrisa en rostro, para decir que es el político con más apoyos de las democracias occidentales, algo innecesario.
Como se puede comprobar no está quieta la vida política española y junto a la crisis, que es lo más preocupante, los partidos se tiran todos los trastos a la cabeza. Puede ser la proximidad de las elecciones o el hartazgo por lo dramático del momento social, pero lo cierto es que hay un debate político muy cruento y eso no es bueno, porque siembra muchas dudas sobre la limpieza en la gestión, hay riesgo de generalizar el injusto “todos son iguales”, y eso no es lo que necesita la vida pública, que urge una redención que le reconcilie con el conjunto de los españoles.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Otro dribling para un debate necesario.

La aprobación ayer en el Congreso de la Ley de Economía Sostenible hubiera pasado sin pena ni gloria, si no fuera porque el PSOE asumió la enmienda presentada por PNV y CiU en el Senado y consensuada con todos los grupos, por la que se elimina el límite de 40 años de vida útil para las nucleares. Tácitamente el PSOE se desdice de lo que hasta ahora sostenía, aunque ayer el portavoz del grupo, José Antonio Alonso y el mismísimo Zapatero en los pasillos, se desgañitaban en decir que el PSOE no había modificado en nada su postura... Bastaba escuchar por la tarde a la Ministra Salgado diciendo que el Gobierno no tenía nada que ver porque en el Congreso votan los partidos y por tanto se debía preguntar al PSOE, para que de verdad nos diéramos cuenta de que había una rectificación en toda la regla, un nuevo bandazo en algo tan importante y tan maltratado por este Gobierno como es la política energética..
 No hace falta recordar que España tiene una dependencia exterior de la energía que nos está costando muy cara. No es sólo la factura del petróleo, que está esquilmando los bolsillos de todos con un combustible muy caro, consecuencia de los impuestos y de que no tenemos reservas del ansiado oro negro. Pero es incomprensible que nos pase lo mismo con la electricidad, cuando tenemos territorio y naturaleza suficiente como para poner las bases de unas infraestructuras que nos permitieran una independencia del exterior. Pues no, las concesiones a los ecologistas, la irresponsabilidad de no asumir ningún riesgo y de querer quedar a bien con los sectores más progres, han llevado a no explorar, siquiera explorar, la posibilidad de contar con una política energética que nos permitiera asegurar el futuro. Por no abordar el debate nuclear y tomar una pose de principio con guiños a los de siempre, el Gobierno ha dicho no y ha apostado por una energía renovable que está resultando ruinosa, y puede que nos depare desagradables sorpresas en el futuro a cuenta de los cazasubvenciones. Hemos llenado paisajes naturales de molinos de viento del siglo XXI y de los denominados huertos solares, que no son otra cosa que espacios llenos de espejos que es muy dudoso que produzcan más beneficios que el daño de impacto medioambiental que causan.
 La cruzada socialista contra la energía nuclear encontró en la Central de Garoña la cabeza de turco con la que escenificar su rechazo a este tipo de energía. De nada han servido los informes de los expertos, ni las recomendaciones del Consejo de Seguridad Nuclear. Al final se ha impuesto una decisión política quijotesca que cierra una planta que puede funcionar sin riesgo otros diez años, y que mantiene más de 1000 puestos de trabajo en la zona. La demagogia llega a tal nivel, que se argumenta que no se pierden tantos puestos porque la central hay que desmontarla y eso conlleva mano de obra. En la zona, con razón, no quieren ni escuchar hablar de todo ello y mucho menos después de que se les vendiera un Plan Garoña de reindustrialización que es mucho más humo que el que echan las chimeneas de la central.
 Pero frente a toda esta pose, a todo este mal entendimiento de lo que debe ser una política responsable, llega la realidad de las cosas y hoy tenemos un país en crisis, que crece menos que la UE, con un paro descomunal y con una dependencia energética realmente preocupante. Dar marcha atrás tiene un coste político, por lo cual ahí están los nacionalistas, siempre los nacionalistas, para echar una mano al Gobierno y facilitarle la salida airosa... Y para eso sirve esta enmienda que el PSOE dice que no cambia nada, pero que sí que lo hace ¡vaya si cambia!, porque fue Zapatero el que tomó como estandarte irrenunciable el límite de 40 años para la vida útil de las centrales y eso ahora, ya es historia.
 ¿Qué pasará a partir de ahora?... Pues como siempre se fía a la improvisación, o pasa la patata caliente al que venga; porque la próxima central que cumplirá 40 años es la de Cofrentes y eso sucedería dentro de 11 años, lo que significa que la única decisión posible afectaría a Garoña y el Gobierno ahí, parece que no va a dar marcha atrás, o por lo menos no lo hará hasta que pasen las elecciones de mayo... porque claro, vaya papelón haría entonces el candidato socialista en Castilla y León, que ha defendido con uñas y dientes el cierre de Garoña.
 Mientras en Francia hay 58 centrales que producen el 75% de la electricidad que necesita el país y da para exportar electricidad a España, nuestro país cuenta con 8 centrales que cubren el 21% de la demanda y bajando tras el cierre de Garoña. Claro, así se explica que seamos el cuarto país de Europa con la luz más cara. Y ahí está el dato, un 15% de subida el último año, lo que acaba de sangrar a las empresas y provocar una subida del IPC interanual un 3,3%.
 Urge una política energética, urge ser responsables y abrir el debate nuclear, urge entender que un país es moderno y competitivo si es autosuficiente en la energía que necesita... Nosotros podemos serlo o avanzar hacia ello, pero para eso hacen falta políticos capaces, con agallas y con compromiso con los ciudadanos que les votan.

martes, 15 de febrero de 2011

Gotas de magia...

La Gala de los Goya evoluciona favorablemente. Ha sido sin duda la que más glamour ha concitado en los últimos 25 años y ha logrado trasladar una imagen moderna e imaginativa de la Academia del Cine. Es curioso que se produzca este hecho en el momento en el que la Academia está en crisis, las relaciones de ésta con el Gobierno están en crisis, y el cine está en crisis... Pero Alex de la Iglesia y su equipo en el momento del adiós, han entendido que es precisamente en las crisis cuando más hay que volcarse. El cine es imagen y quienes hacen cine tienen que dar imagen. El cine sin magia, sin glamour, no es nada, y aunque sea una copia de los grandes certámenes en el mundo, la alfombra roja es imprescindible, y este domingo fue más alfombra roja que nunca.
Vimos actores, que los tenemos; directores, que los tenemos, profesionales del sector, que los hay y muy buenos; y vimos ese lujo de los vestidos de noche, los smokin, la pajarita y toda la parafernalia que el séptimo arte necesita para entrar por los ojos a los espectadores. Afortunadamente, quedan atrás aquellas galas en la que las gentes del cine parecía que competían no por el Goya, sino por saber quién vestía peor, con más mal gusto porque eso era lo moderno, lo progre, lo que daba seña de identidad al sector.
Al final la lógica se ha impuesto y tenemos, por fin, una entrega de premios nacional de cine que tiene prestigio, con un presentador con clase y con espectáculo. Números como el musical que inició Luis Tosar, serán recordados mucho tiempo. Tal vez haya que limar cómo hacer más breve la entrega de la retahíla de premios, pero claro, eso es algo que se produce en todos los certámenes similares y que tiene difícil solución.
Impecable el discurso de Alex de la Iglesia, que fue coherente con sus diferencias con la Ministra Sinde y ratificó que internet no es el problema del cine, sino la solución. Sólo hay que buscarla, encontrarla y ponerla en marcha... Lo que es un hecho es que si a las salas de cine va menos gente, el cine no deja de consumirse porque se hace delante de la pantalla del ordenador o en las gigantescas y maravillosas pantallas de LCD o LED, que consiguen una calidad inmejorable con un sonido sorprendente. Es verdad que no es lo mismo que una sala cinematográfica, pero no es menos cierto que es una competencia fortísima. Si además el producto llega en forma de bits por la banda ancha, pues las salas de cine lo van a tener muy difícil... ¿Significa eso que hay que dejar de hacer cine? Por supuesto que no. Lo que hay que hacer es rentabilizar las nuevas formas de explotarlo y desde luego la Ley Sinde no va a colaborar a ello, porque se basa sólo en prohibir y eso no vale para nada en internet.
El cine español ha demostrado su calidad en el mundo entero. Hemos conseguido Oscars a la mejor película. “Enterrado” ha sido un triunfo sin precedentes en Estados Unidos. ¿Qué hace que un producto de calidad no triunfe entonces entre nosotros? Pues posiblemente los argumentos... La incapacidad para contar historias que evadan, que hagan olvidar los problemas, puede ser una de las causas. Seguimos produciendo cintas maravillosas en su ejecución, pero con temas que son recurrentes, que en muchos casos exaltan lo cutre, lo marginal y que siguen volcadas en contar la guerra civil, las miserias de la posguerra o las entrañas más sórdidas de nuestra sociedad. No quiero que estos asuntos no tengan su reflejo en la pantalla, pero pienso que lo que no puede ser es que se conviertan en una obsesión que puede gustar a los cineastas, pero que provocan la lejanía de las salas de muchos espectadores y sobre todo de las nuevas generaciones que se incorporan al cine, que buscan historias de otro tipo, que quieren encontrar en las películas esas emociones y sensaciones que la magia de la pantalla es capaz de mostrar como ningún otro medio.
La triunfadora de los Goya, “Pà negre” tiene las mejores valoraciones por parte de la crítica, una escenografía sorprendente, fotografía, interpretación, música... y el reconocimiento de la academia del cine. Triunfa en la gala del cine español una película española rodada originariamente en catalán, un síntoma de evidente normalidad. Pero vuelve a la temática de siempre, a la Cataluña de la posguerra y a la contraposición de bandos, una pesadilla de la que parece que no podemos librarnos en una sociedad que desea pasar página de una época que sólo trajo dolor, odio y ganas de revancha. 
El cine español tiene futuro. Las nuevas técnicas, la creatividad, la calidad de nuestros actores, directores y técnicos, son un aval que tiene que triunfar. Abogo porque nos volquemos en historias que enganchen, que den satisfacción a la pluralidad de gusto de la sociedad española y que en las pantallas encontremos la magia, el sueño, la ilusión, la emoción, el amor, y las muchas cosas maravillosas que tiene la vida y a las que el cine se encarga de dar color y alma... El cine es un magnífico antídoto contra el pesimismo y algo tan potente, sólo está llamado a triunfar.

lunes, 14 de febrero de 2011

La Revolución 2.0

Ha sido un intenso fin de semana para la diplomacia internacional, que no pierde de vista los acontecimientos en Egipto. La caída de Mubarak y el control del poder por el ejército no era algo calculado por Obama, que había elegido una hoja de ruta que los jóvenes revolucionarios no han querido aceptar. Ahora el control es militar y aunque nadie cree que Egipto evolucionará hacia una dictadura de ese carácter, sí hay inquietud porque no se sabe donde puede acabar esta espontánea revuelta juvenil.
Y luego está el tablero de la zona, con las fichas en un equilibrio tan justo, que no se descarta que se haya prendido la mecha de un polvorín que de estallar; sería de impensables proporciones, de ahí que los gobiernos de turno hayan tomado todas las medidas imaginables o no, para reducir las protestas. Argelia ha sido la primera y la polícia, con más de 30.000 sus efectivos en servicio, se han encargado de sofocar las primeras revueltas, que prometen seguir en los próximos días.
18 días de revolución han sido suficientes para acabar que 30 años de dictadura, una curiosa dictadura que era tolerada y vista con cierta simpatía por el mundo internacional (se dice que la CIA financiaba gran parte de sus actividades), pero sin embargo era rechazada interiormente y ya había preparado la estrategia para que el hijo de Mubarak heredara el poder. Pero hay un aspecto con el que no se había contado y es que estos países tienen una gran población joven, a la que es más difícil de sujetar. Una población joven a la que no le mueve la religión, ni los partidos políticos establecidos... Les mueve el ansia de libertad, un modelo de convivencia en una sociedad laica, muy al estilo Turquía. Además, los jóvenes han contado con un aliado excepción, las nuevas tecnologías, que saltan los rigurosos controles de la censura y permiten hacer fluir la información y las estrategias. El fenómeno es tan imparable y sus resultados tan contundentes que tienen que hacer pensar cada vez más a sociólogos y politólogos.
El nombre de Wael Ghonim, responsable de marketing para Medio Oriente de Google, estará unido para siempre al cambio en Egipto. Creó una página en facebook que denominó "We are all Khaled Said" (Todos somos Khaled Said), en honor a un joven de 28 años que fue golpeado hasta morir en Alejandría. Colgó vídeos del joven asesinado, noticias al minuto y la convirtió en lugar de convocatoria de la movilización del 25 de enero. Por ello fue encarcelado y ante la presión internacional, puesto en libertad en un par de días. A partir de ahí, facebook y twitter son la hoja de ruta de los convocantes, sin que los medios oficiales ni el régimen pudieran hacer nada. Hemos asistido a la revolución 2.0, al protagonismo de la red, de los móviles, herramientas cada vez más presentes en nuestras vidas y que cada día se nos muestran con un potencial que todavía está por conocer en toda su dimensión.
Lo moderno que ha llevado al triunfo de la revolución, choca ahora con la incertidumbre de cómo materializar las cosas como las han soñado. No basta con echar al tirano, hay que estar organizados, articular una alternativa democrática, estar preparados para regir el país con clases dirigentes formadas y capaces, y hoy no existen en Egipto. De momento, el Ejército ha garantizado la vigencia de los acuerdos de Camp David, lo que mantiene el acuerdo de paz con Israel, han desactivado las Cámaras Legislativas y congelado la constitución. Hay seis meses por delante para organizar la situación, ya que hoy hay caos y un desorden que ha servido para echar a Mubarak, pero que será incapaz de sacar adelante el país y ahí está el gran peligro... Los jóvenes sueñan con el modelo turco, pero el mundo internacional no deja de mirar a Irán, donde la sucesión del Sha fue protagonizada por los islamistas radicales y con un dramático resultado, un país cerrado sobre sí mismo, un verdadero polvorín al que no se le ve una posible salida.
"Revolución 2.0: Misión cumplida" twitteó Ghonim, en el momento en el que caía Mubarak. Se ha dado el primer paso en un país que albergó dinastías faraónicas muy avanzadas a su tiempo. Muchos siglos después, los egipcios han dado un uso a las nuevas tecnologías que ha permitido su revolución, pero falta saber a dónde va. Hay que confiar en el Ejército, al menos en ellos confían los manifestantes, que piensan que son los que pueden hacer la transición. Falta mucho para que las pirámides, el Valle de los Reyes, Luxor o Karnak, o Abbu Simbel vuelvan a estar llenos por los turistas. La ocupación hotelera ha bajado al 1% y las pérdidas del país se calculan en 350 millones de euros al día. Hay mucho trabajo por delante y esperemos que por el bien de todos, Egipto vuelva pronto a la normalidad... en libertad.

viernes, 11 de febrero de 2011

Demasiada "contaminación".

No podía pensar el PSOE cuando programó la convención de candidatos a las municipales de este fin de semana en Sevilla, que esta semana estallaría con tanta fuerza otra de las derivas del caso Mercasevilla. Estoy convencida de que los estrategas socialistas darían en este momento lo que fuera, por poder trasladar el encuentro de este fin de semana a cualquier otra comunidad autónoma; porque es imposible pensar que no planee sobre la celebración el escándalo de los ERES aprobados en diversas empresas, que permitieron prejubilar a personas próximas al PSOE que nunca trabajaron en ellas. Y para colmo está el dato conocido ayer, de que una sindicalista de UGT es una de las prejubiladas, tiene ahora 41 años y actualmente trabaja en otra empresa. Esta trama, de la que con inusitado descaro pretenden desmarcarse Chaves y Griñán, es un escándalo de proporciones inauditas; porque desviar casi 700 millones de euros del dinero para el desempleo a miembros del partido, para que en muchos casos pasara luego el cobrador y fuera a las arcas del PSOE andaluz, es uno de los asuntos más sucios y graves conocidos en la historia de los escándalos políticos. Mucho más cuando el partido causante es aquel, bajo cuyo mandato se han alcanzado los 5 millones de parados.
El servicio de empleo andaluz siempre ha estado en el ojo del huracán. Sus oficinas aparecen como hongos y hay casi una en cada esquina en cada pueblo o en cada ciudad. Es tan ineficaz, que de las contrataciones que se hacen en Andalucía, apenas un 3% son propiciadas por él. Maquillan los datos del paro hasta límites insospechados y mantienen un clientelismo que ha sido famoso a lo largo de los tiempos, desde el pago de PER que tantos votos permitió tener cautivos durante años.
Pues por todo esto tendrá que pasar de puntillas la convención socialista en la que se dan cita los máximos responsables del partido, desde Blanco, Rubalcaba y hasta el mismísimo Zapatero, al que tendremos que volveremos a escuchar hablar de austeridad, de rigurosidad en la gestión y hasta de credibilidad.
El PSOE tiene un serio problema en comunidades feudo de cara a mayo, y es algo que Zapatero está obviando. Hay un riesgo cierto de que estos territorios estén en el aire, arrastrados en buena medida por la tendencia nacional y por el desgaste de tantos y tantos años... Andalucía se ha convertido en un cortijo que les resulta muy difícil soltar. No es sólo la pérdida del control del poder, es también el temor a que se levanten las alfombras y puedan aparecer más fondos como el de la Consejería de Empleo. No ha habido otra Comunidad en España que haya dado más escándalos políticos, aunque es verdad que muchos de ellos se podrían incluir en episodios de picaresca, que bien podrían haber quedado reflejados en obras tan maravillosas como “El Lazarillo de Tormes”; aunque sin duda aquella obra ya dibujaba el carácter de los pícaros y trafulleros, que se aprovechaban de lo que tenían al alcance de la mano.
El PP andaluz quiere investigar a fondo lo que está pasando, pero choca con la barrera de la mayoría absoluta que el PSOE tiene desde hace décadas en Andalucía. Sin embargo, los tiempos han cambiado y las posibilidades de que en una próxima legislatura la alcancen es bastante baja. Ahora bien, el PP debe tener en cuenta que Andalucía sólo dejará de estar gobernada por los socialistas si consigue una mayoría absoluta, porque en caso contrario, el juego de las alianzas tendrá tantas presiones socialistas, que será prácticamente imposible que no consiga formar una multicoalición con tal de mantenerse en el poder. Es tanto lo que hay en juego, tanta rémora y tanto clientelismo, que harán lo que sea para evitar ser desbancados del poder.
Veremos cómo este fin de semana se transforma. Los socialistas crearán en Sevilla una cortina de humo sobre los temas  autonómicos para hablar sólo de lo municipal, una cortina de humo que estará más contaminada que la boina que estos días tienen  las atmósferas de Madrid y Barcelona. Es urgente acabar con toda esta contaminación, la ambiental y la política, porque la situación ya se está poniendo irrespirable. Hace falta que entre aire fresco, y mayo puede ser la ventana por la que puede empezar a entrar.

jueves, 10 de febrero de 2011

¡Menudo panorama!

El revuelto panorama de la actualidad en España no favorece en nada la imagen de país estable que deberíamos dar en este momento. La inestabilidad no sólo es económica, también es política, porque son notorios los bandazos y las incoherencias de un gobierno acuciado por una crisis que es incapaz de atajar. Los mercados internacionales nos miran con lupa y escrutan cada uno de nuestros movimientos, lo que hace que las situaciones internas no se vivan con la normalidad del día a día, sino con el sobresalto de la espada de Damocles que tenemos encima. La vida sigue, las ciudades se mueven, las familias sobreviven, pero hay una especie de movimiento soterrado que hace que la normalidad no se asiente en nuestras vidas.
Los indicadores siguen siendo demoledores. No son sólo las cifras de un paro acuciante, de una deuda que nos ahoga o de una falta de confianza que nos estremece; es que periódicamente aparece la prima de riesgo como quien todo lo juzga. Y si hace un par de días la prima estaba en los 170 puntos en relación al bono alemán a 10 años, hoy está por encima del 207, culpa de la situación internacional sí (escasa compra de bonos soberanos por el Banco Central Europeo), pero también consecuencia de las frivolidades de un Presidente del Gobierno que cada vez está más cuestionado. Todos los analistas concluyen que el acuerdo entre Zapatero y Mas pone en peligro el proceso de consolidación fiscal que había iniciado España, y crea de nuevo la incertidumbre sobre el control del déficit por parte de las comunidades autónomas. Sin embargo Zapatero, con un desparpajo que nunca deja de sorprender, asegura que no ha cambiado nada y lo justifica con un lenguaje confuso, a la medida de sus socios, que en nada beneficia a nuestra imagen en los mercados y que está poniendo al límite al país.
Pero a Zapatero se le agolpan más problemas. Sortu ha solicitado ya su inscripción en el registro oficial de partidos del Ministerio del Interior. Sortu es una submarca de Batasuna que ha pedido permiso a ETA para decir públicamente que rechaza la violencia. Sortu es una especie de franquicia etarra que está dispuesta a ejercer de camaleón y adaptarse al terreno para conseguir su objetivo, estar presentes en las elecciones de mayo. A medida que pasa el tiempo surgen más interrogantes y a la vez más certidumbres. Han presentado los estatutos destacados proetarras, personas que han tenido responsabilidades en ETA, condenados por la justicia en unos casos y con causas pendientes en otros. Ahí estaba Rufi Echevarria, que es una de las personas más identificadas con la banda terrorista. Al día siguiente comparecen en rueda de prensa, sin preguntas, los que se dicen promotores de la formación y, vaya casualidad, que todos son profesionales y personas de la sociedad vasca que no han tenido que ver con la política. Vamos, que son como una especie de angelitos que aparecen en el panorama político para hacer el bien y llevar la violencia etarra al olvido... Y para corroborar todo esto, no hay condena a la violencia de ETA ni de la propia ETA; no tienen empacho en decir que harán lo que sea para estar en la legalidad, no reclaman la entrega de las armas ni la disolución de la banda, o la afirmación de que ETA fue la fase armada del conflicto vasco. De condena... nada de nada. Y lo más sorprendente es que  Zapatero y los suyos hacen guiños favorables, con el esperpento de Eguiguren, que afirmó que con esta formación ha llegado el primer día de paz; algo muy distante de lo que pensamos la gran mayoría de los españoles, que se nos antoja todo esto como una nube contaminada de proporciones inimaginables.
Y como no hay dos sin tres, está el gran escándalo de Andalucía, esa operación que levanta el más profundo de los rechazos, ya que se ha prejubilado a más de 40 personas a través de expedientes de regulación a empresas en las que nunca trabajaron. Los afectados son en unos casos destacados socialistas andaluces y en otros personas siempre ligadas al partido. Se han inventado ERES para jubilarles con dinero público. Sucia y oscura deriva del caso Mercasevilla, que ya reconoce más de 40 prejubilados sin tener derecho a ello, y descubre una bolsa pirata en la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía de casi 700 millones de euros. Oscuro asunto que pone en jaque a José A. Griñán, pero que comienza mucho antes, en el 2003, cuando el hoy vicepresidente Chaves, el que benefició sin pudor a su propia hija con ayudas de la Junta, presidía la comunidad andaluza.
Todo esto pasa estos días, más el Caso Faisán, que apunta muy de cerca al emergente Rubalcaba, y que parece que se enrarece por momentos, como sucede siempre que un asunto toca a lo que llamamos las cloacas del Estado. Aquí se ponen al descubierto operaciones muy extrañas, que en este caso parece que iban dirigidas a favorecer la tan esperada entrega de las armas de ETA, esa tan manida tabla de salvación que espera Zapatero que se produzca y que tal y como están las cosas, no creo que ya vaya a servirle políticamente de mucho, aunque suponga acabar con ese cáncer lamentable que hemos vivido durante tantos años.
Pues con todas estas situaciones vive un Gobierno acuciado, achicharrado, incapaz de reaccionar con un proyecto sólido y solvente; un Gobierno que es incapaz de dar confianza y que provoca cada día el deterioro de su existencia hasta límites que están comprometiendo seriamente el prestigio de España... Todo esto es malo para la Nación y no beneficia a nadie, tampoco al PP, que si se cumple lo que dicen las encuestas, heredará una situación que va a costar mucho remontar.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Donde dije digo... digo Diego.

Quienes cuestionan el estado autonómico lo hacen bajo dos premisas: por un lado el excesivo gasto que entienden que ocasionan, y por otro por las diferencias que generan entre los territorios y que a la larga propician enfrentamientos entre ellos. Lo que una no podía llegar a pensar, es que en este momento fuera el propio Presidente del Gobierno el que se dedicara a azuzar la segunda de estas premisas, poniendo una vez más de manifiesto una de las grandes carencias que tiene gobernante, la capacidad de dar un trato igualitario a todos las comunidades.
La entrevista que mantuvieron el lunes Zapatero y Mas en Moncloa ha vuelto a reabrir el debate sobre el trato diferenciado que Cataluña recibe por parte del gobierno socialista. Artur Mas acudió al despacho del Presidente del Gobierno con la reclamación de poder endeudarse, para poder hacer frente a los compromisos que tiene contraídos la Generalitat. Hay quienes aseguran que no sólo de compromisos se trata, sino de la inminente necesidad de conseguir liquidez para pagar las nóminas de los funcionarios. Tal y como todos suponíamos, Zapatero cedió y además lo ha hecho sin llegar a exigir a Mas unos mínimos, como la elaboración de un plan de ajuste que se ha exigido a todas las administraciones. Mas podrá endeudarse en las próximas semanas con una primera emisión de deuda de hasta 2500 millones de euros, lo que no se ha permitido a Murcia, ni a Castilla-La Mancha, ni al Ayuntamiento de Madrid, cuyo alcalde pasó antes por la Moncloa y chocó con el frontón Zapatero, que justificó su negativa a la refinanciación de la deuda, en que se ponía en peligro el prestigio internacional de España... Ayer mismo, José María Barreda se preguntaba públicamente por qué Cataluña sí y Castilla-La Mancha no. Lo mismo se preguntó el presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, y con un tacto político exquisito, Ruiz Gallardón dijo que no tenía nada en contra de Cataluña y que se alegraba por esa Comunidad, pero no comprendía las razones por las que no podía hacerlo Madrid que también lo necesita.
Estamos, una vez más, ante una muestra intolerable de discriminación en el trato entre los territorios y en las instituciones. Estamos ante otra peligrosa maniobra de imagen, en la que de nuevo se mira a Cataluña con recelo sin que los culpables sean los ciudadanos de este territorio, si no unos políticos que primero esquilmaron y derrocharon el dinero público, y otros que ahora tratan de vender caro y en términos de diferenciación el apoyo a Zapatero... Sí, esta es la realidad de este acuerdo entre Zapatero y Mas: por un lado tapar la grieta en la gestión, una más, del tripartido que capitaneaba Montilla, el protegido de Zapatero; y por otro, se asegura el Presidente el apoyo de CiU en el Congreso de los Diputados hasta final de la legislatura, y se asegura oxígeno parlamentario para no tener que pasar por una dimisión que cada vez reclaman más colectivos.
Zapatero ha gestionado mal la crisis, pero es que también ha fracasado en la política territorial por la utilización política de la misma que ha hecho. No es de extrañar que ayer en CIS diera un nuevo varapalo moral al PSOE, con un alejamiento electoral del PP de dos puntos, lo que supone que ya hay una brecha de 10,3 puntos... Y como no hay mejor estrategia que poner al mal tiempo buena cara, ahí está la huida hacia delante del portavoz parlamentario socialista, José A. Alonso, que dice que los ciudadanos valorarán los sacrificios y el trabajo del PSOE por salir de la crisis, frente a la inacción del PP.
El control del déficit público es algo muy serio, un verdadero termómetro para el examen de nuestra economía. El Gobierno parecía que se había tomado muy en serio el recorte, aplicando las más duras normas para ello, comprometiéndose a soportar los sacrificios que hiciera falta. Pero a la primera de cambio, ha tirado por tierra sus intenciones y ha permitido a una de las comunidades con mayor endeudamiento, seguir ampliando su penosa situación. Estamos pues ante la prueba evidente de que Zapatero no cree en las normas que ha tenido que aplicar y que si lo ha hecho, ha sido por la imposición recibida de los mandatarios internacionales que nos vigilan. Mucho me temo que la concesión que acaba de realizar a CiU ya ha tenido sus primeras consecuencias, porque anoche el Ministerio de Hacienda emitió una rectificación en toda la regla en la que se autorizaba a las Comunidades y Ayuntamientos a refinanciar la deuda. Otra vez más la improvisación, otra vez Diego por digo, otra vez más la política del salto de mata que tanto daño a hecho a nuestra imagen y a nuestra economía. Ahora vendrán las matizaciones y el barullo del río revuelto, pero a Zapatero le da lo mismo, porque lo que él quiere es el apoyo de CiU y eso ya lo ha conseguido. Esta es la seriedad y rigor del personaje, una muestra más de su incapacidad para llevar adelante una política con rigor para salir de la crisis.

martes, 8 de febrero de 2011

Los mismos perros, con distintos collares.

La campaña de márketing que estos días realiza la izquierda abertzale no debería, en ningún caso, conseguir el objetivo de poder concurrir a las elecciones del 22 de mayo. Todo está medido: impresionante despliegue mediático y político para presentar ayer los estatutos del nuevo partido; hoy nuevo despliegue para dar a conocer el nombre de los herederos de Batasuna; y mañana, porque no hay dos sin tres, intento de inscripción de la formación en el registro de partidos del Ministerio del Interior.
Es un hecho que in extremis, con el tiempo justo, los abertzales parece que están dispuestos a todo, incluso a renunciar a la marca Batasuna y a postular el rechazo de la violencia de ETA, para poder comparecer en las elecciones de mayo y con ello, acceder a las instituciones lo que tácitamente supone reponer la tesorería, elemento clave para cualquier actuación.
Bastaba echar ayer por la tarde un vistazo a las páginas digitales del diario proetarra Gara, que tradicionalmente ha sido el defensor más acérrimo de Batasuna, para comprobar el despliegue con el que acogían al nuevo partido de la izquierda abertzale, recogiendo con detalle y profusión todas las declaraciones que resaltaban el carácter positivo que tiene anunciar la renuncia a la violencia. Sin embargo, lo que no resaltaban es que los dirigentes de la nueva formación no han condenado a ETA, ni han pedido su disolución, ni dice que han sido destacados dirigentes de Batasuna y militantes activos de ETA, hasta el punto de algunos de ellos tienen causas pendientes con la justicia. Hay sobradas razones para pensar que estamos hablando de las mismas personas, con una tarjeta de presentación diferente.
No es la primera vez que Batasuna intenta estar presente en las elecciones tras su ilegalización, con marcas y submarcas que tratan de aparentar estar al margen de ETA. La justicia ha desenmascarado las situaciones y ha ido estrechando el cerco con la ley en la mano, ilegalizando cualquier intento que se ha demostrado que seguían la línea del brazo político de la banda. La situación ha llegado al extremo de no poder sortear la ley vigente si no se rechaza el uso de la violencia, y eso es lo que han tenido que hacer. La gran pregunta es: ¿es esto suficiente?. Desde mi punto de vista la respuesta es evidente: Es un paso, no cabe ninguna duda, pero tiene que venir avalado con hechos y esos, de momento, no se han producido. Cada vez que un dirigente de ETA se ha desmarcado de la organización ha sido objeto de duros ataques por ella, curiosa y sospechosamente ahora no ha ocurrido con los responsables del nuevo partido. Por otra parte, debe ser el tiempo el que demuestre que la andadura política de este nuevo partido ha roto definitivamente con la guadaña de ETA y se ha alejado de sus posiciones. Es tiempo ya de que pidan perdón a las víctimas del terrorismo y rechacen cualquier justificación hacia los asesinos que tienen causas abiertas o que cumplen condena y que no han dado muestras de arrepentimiento. Es hora de que condenen, no que rechacen, la violencia asesina que ha costado cientos de vidas y ha sembrado la ruina a miles de hogares de víctimas inocentes. Es hora de que, si han elegido la vía exclusivamente política, condenen a la banda, a lo que significa, y les exijan la entrega de las armas sin condiciones... Nada de eso hemos visto en las intenciones de este nuevo partido.
No podemos caer en la trampa de fiarnos de la palabra de quienes, hasta el momento, han demostrado carecer de ella; porque la que han exhibido, ha sido para amparar a los asesinos y para declararse contrarios al ordenamiento del estado de derecho. ¿Cuál es la razón por la que  debemos fiarnos de esa palabra, a la que si algo le ha faltado hasta este momento, ha sido honor?... La ley hay que aplicarla con rigor y el Gobierno está obligado a pedir a la fiscalía y a la abogacía del Estado que investiguen el hilo de la sucesión de Batasuna, y sólo se dé algún paso cuando todo este extremo esté aclarado. Esta no es tarea de un par de meses, por lo que lo prudente es bloquear el paso a la presentación de candidaturas electorales. Si de verdad lo que buscan es la participación en la vida política y alejarse de los postulados terroristas de ETA, deben empezar a ejercer esa vida política fuera de las instituciones y si demuestran con hechos la sinceridad de sus postulados, comparecer a las elecciones del 2015, y empezar a participar activamente en la vida política de la normalidad; esa que los abertzales han bloqueado hasta el momento, sembrando el terror y el odio y ocasionando dramas humanos que ya son irreparables.
El PSOE, que ha valorado los estatutos conocidos ayer como un paso adelante, pero insuficiente, debe unir sus fuerzas al PP, que ha pedido con toda sensatez la aplicación inflexible de la ley de partidos. España no puede ser una nación quijotesca que abra la puerta a quienes hasta el momento han estado torpedeando la convivencia pacífica de los españoles. Hace falta tiempo, que es el juez inexorable, para calibrar si de verdad hay arrepentimiento y vocación de participar en la vida política del País Vasco. Mientras tanto, se impone el sentido común de la desconfianza y de resarcir, porque la vida no se puede devolver, el honor y el sentimiento de las víctimas; que no pueden ver el horror de que comparezcan en las próximas elecciones los que amparan a los verdugos de sus familiares.
Todo esto se produce porque hay quienes piden que nos fiemos de su palabra,... esa misma que hasta el momento han demostrado no tener.

lunes, 7 de febrero de 2011

Cerco al faraón del siglo XXI.

El mundo entero mira a Egipto. Es una doble mirada, con expectación y asombro por el proceso que está sufriendo, y con preocupación por las consecuencias que pueden tener los sucesos en la crisis global que padecemos. La rebelión contra Mubarak pasará a la historia como uno de esos grandes acontecimientos del planeta que tendrán un día su reflejo en los libros de historia. Estará a la altura del mayo francés, la caída del muro o la rebelión en la plaza de Tiannamen. Son hechos que han cambiado el curso de la historia.
Egipto es una dictadura corrupta que ha agotado la paciencia de los habitantes del país, que han gritado un desesperado ¡basta ya!. No lo han hecho en nombre de una religión, ni de un movimiento político, ni en representación de una determinada clase social. Se han unido unos y otros y han lanzado un grito unánime para que se vaya Mubarak y llegue la democracia y así poder ganar un futuro para la presente y las nuevas generaciones. Tal y como se preveía, la respuesta de la dictadura fue violenta, pero tal vez por la avanzada edad del dictador o por el protectorado que sobre el país ejerce Estados Unidos, la actuación del ejército ha sido medida. De momento, ya se han logrado cosas importantes como la dimisión de la cúpula del Partido Nacional Democrático de Mubarak, que asegura que su hijo Gamal no heredará el puesto. También se han abierto conversaciones para negociar una transición democrática que dé garantías a la sociedad egipcia y lleve al mundo la tranquilidad de que se mantendrá la permeabilidad del Canal de Suez.
La apuesta de EE.UU. es Omar Suliman, el dos del Gobierno Mubarak, con quien ya habla la oposición y el consejo de sabios que se ha creado en el país. Es, además, la apuesta internacional, ya que el mundo occidental no quiere sorpresas en una zona tan complicada como es el norte de África. Lo que los egipcios piden es democracia, que haya elecciones libres a las que puedan concurrir los partidos de oposición libremente y que se elija un Gobierno que acabe con la corrupción, las desigualdades y la miseria en la que ha sumido el régimen a grandes capas de la población. La gran duda es si lo que ha comenzado como una revolución de la calle, un movimiento espontáneo donde lo que se busca es echar a Mubarak y ganar el futuro, no acabará dando un giro hacia un movimiento religioso, que acabe por islamizar al país y entrar en esa deriva radical que hace temblar al mundo entero. Los Hermanos Mulsulmanes, un movimiento islamista que no está reconocido, pero que opera en Egipto con gran respaldo y popularidad, aparece como una clave en este proceso y en la posible transición. Tiene  muchos simpatizantes, porque su acción social es grande e importante y sus líderes tienen voz en lo que está pasando. Este grupo es ahora un movimiento moderado, pero no debemos olvidar que nació en 1929 en Egipto con el objetivo de islamizar el país y la zona. De él han derivado grupos radicales y organizaciones como Hamas. Si Egipto cae en manos radicales islámicas, el mundo tendría un grave problema, ya que este país es una de las vías más importantes de salida del petróleo árabe.
Los cristianos coptos, que no es que hayan tenido tranquilidad durante el régimen de Mubarak (basta recordar las muertes en las pasadas navidades al salir de la misa de nochebuena) han dicho que prefieren el régimen actual a un posible régimen islamista,  apuntando con ello a los Hermanos Musulmanes... Puede que sea ponerse la venda antes de la herida, porque tampoco es seguro que si concurren a las elecciones, vayan a ganar.
Lo que sí es cierto es que asistimos a un cambio trascendental en una zona caliente del planeta y que corresponde al país resolver sus problemas, pero la comunidad internacional debe velar para que las cosas se hagan bien. No todos los países islamistas son radicales. Turquía es un modelo de convivencia de las religiones, es un territorio mayoritariamente mulsulmán con gobierno laico que ve en la convivencia su garantía de futuro. Aspirar a este modelo en Egipto sería una noticia internacional de primera categoría, porque podría extender poco a poco a estos países la savia de la convivencia en paz y la marginación de la radicalidad religiosa. Egipto puede hacer un gran favor, el mejor, a la religión islámica, si es capaz de demostrar y estos días lo ha hecho, que lo que quiere es libertad y bajo su amparo lograr una convivencia que debería extenderse cuanto antes a todo el mundo islámico... La democracia no es la panacea pero, hoy por hoy, es la mayor garantía de libertad. De momento, seguimos mirando a la plaza de Tahrir, porque allí está cambiando una parte de la historia.

viernes, 4 de febrero de 2011

Que nos vigilen es una garantía... ¡Quién lo iba a decir!

Dice el dicho que “arrepentidos los quiere el Señor” y Zapatero (hecho religioso al margen) empieza a creerse el campeón de las reformas. Hace apenas dos años no quería tocar nada porque todo iba viento en popa y ahora es un reformista convencido. Ha sufrido una metamorfosis impuesta y ahora Zapatero sí parece haberse tomado las cosas en serio y está dispuesto a afrontar los cambios pendientes para que España pueda intentar situarse en la cabeza de los países europeos.
No se puede negar que la presencia ayer de Angela Merkel en España ha sido todo un respaldo para Zapatero. Tal y como marcaba el guión, la canciller alemana ha reconocido que se han hecho los deberes que se le impusieron y que España está en el buen camino. Sus indicaciones para las primeras reformas se han cumplido y Zapatero ha pasado el examen. Incluso Sarkozy le felicitó ayer por ello. Me llamó la atención ver en el Presidente español la cara de satisfacción al escuchar a Merkel y obsequiarle con numerosos halagos, ya que no está muy lejano el momento en el que la calificó de “fracasada”, cuando le dijo que las cosas iban por mal camino en España mientras Alemania ya se apretaba el cinturón. Por entonces Zapatero se paseó por Europa como si nada pasara en nuestro país, presumiendo de que nuestra economía era la primera división de las economías europeas. De aquellos barros, estos lodos, y hoy luchamos por asentarnos y despejar definitivamente el fantasma de la intervención de la UE.
Lo que le interesa a la canciller Merkel y a Sarkjozy es asegurar la fortaleza del euro, y sin España, eso es algo que la Unión no puede tener. Alemania es la primera interesada en que España salga de la crisis y entre con fortaleza en el club de los más avanzados, porque el nuestro es un país de los grandes, de los que pesan en la moneda europea.
Hay algo positivo en todo este juego de bendiciones y halagos diplomáticos. Es innegable que España ahora está en el camino de resolver sus problemas económicos. Pero sería un gravísimo error pensar que todo está hecho y no ser conscientes de que resta todavía mucho camino por recorrer. Ayer, en la cumbre hispano alemana, escuchamos hablar reiteradamente de términos que son la clave del futuro: productividad y competitividad. Para entrar en el club de los primeros es necesario que hagamos una apuesta firme porque nuestras empresas estén entre las mejores y eso supondrá importantes sacrificios. La política industrial, el pacto por la competitividad, el mix energético o la negociación colectiva, son reformas pendientes que apenas se han comenzado a explorar. Se ha hecho una reforma laboral insuficiente y ya se ha hecho la reforma de la reforma... Lo que sucede, es que estamos ante un "todo" que difícilmente se puede separar en cada una de sus partes y cuesta creer que el Gobierno esté dispuesto a entrar a fondo en el corazón de los agentes sociales.
España tiene en el paro su gran drama. Con esas cifras es imposible estar en el campo de la competitividad y de la productividad. Bajar el paro es aumentar la producción. Para hacerlo hay que crear puestos de trabajo y empezar a dar entrada al mundo laboral a la mano de obra que se incorpora, y que en general está cada vez mejor preparada. La mejor prueba de ello es que el mercado alemán busca en España a jóvenes cualificados para cubrir los 800.000 puestos de trabajo que necesita.
Vienen tiempos duros, en los que tenemos que ajustarnos al estilo de “la cuenta de la vieja”, es decir, que tenemos que ajustarnos a los que tenemos y a no gastar más de lo que ganamos. Es la receta que escuchamos a nuestros mayores y que nos ha repetido la canciller alemana. Eso supone, además, un cambio de mentalidad; porque en España hemos vivido muy por encima de nuestras posibilidades, como demuestra la descomunal deuda pública y privada que soportamos.
No echemos las campanas a vuelo, a pesar de que los indicadores económicos estén mejorando. Han mejorado en enero los indicadores de confianza de los españoles. La bolsa parece que se recupera, la prima de riesgo baja de los 200 y ayer el tesoro colocó más de 3.000 millones a un interés mucho más bajo que en subastas anteriores. Zapatero debe ser consciente de que éste es un trabajo de todos y dejar a un lado la tradicional utilización política de todo que hace el PSOE. Debe profundizar en el diálogo y en los acuerdos con todos, sin marginar al PP. Los apoyos de Merkel y Sarkozy no son una carta blanca, es un apoyo condicionado, y Zapatero sigue bajo estricta vigilancia... Lo lamentable es que eso es precisamente lo más tranquilizador, porque nuestro Presidente no es precisamente el dirigente más responsable que hemos tenido en nuestra trayectoria política.

jueves, 3 de febrero de 2011

El día de los sarcasmos.

Suena a tomadura de pelo que Zapatero quisiera ayer transmitir confianza a la sociedad con la firma del Acuerdo Social y Económico el mismo día en el que el paro demuestra que nuestra economía no remonta. Suena a sarcasmo que Salgado presuma de que con el pacto se pueden crear entre 50 y 100.000 puestos para jóvenes, cuando sólo en un mes, en el de enero, se han perdido más de 134.000. La situación es tan terrible, que se perdieron el mes pasado nada menos que 234.000 cotizantes a la Seguridad Social. El mismo día que se presume de haber salvado el sistema de pensiones, se facilitan datos que sí que ponen en riesgo el sistema, porque no debemos olvidar que éstas se pagan de las cotizaciones de los trabajadores en activo.
No deja de llamarme la atención que los estrategas de Moncloa (que se parecen mucho a Pepe Gotera y Otilio) eligieran para firmar este pacto, que sin duda es de gran importancia para el futuro de las pensiones, el mismo día en que se presumía que iba a haber unos desastrosos datos del paro. Sólo es entendible desde la necesidad, desde la imperiosidad de ofrecer una reforma a la canciller Merkel en la visita que hoy comienza en nuestro país.
Zapatero quería que el acto tuviera tanto brillo, que eligió para su firma la misma sala que se utilizó en octubre de 1977 para la firma de los Pactos de la Moncloa. Pero todo intento de que ambos actos tuvieran el mismo significado es otro sarcasmo más de la jornada. Los Pactos de la Moncloa fueron suscritos por todos los partidos políticos y ayer sólo estaba presente en la firma el PSOE, porque el resto ni siquiera se presentaron, en parte por el malestar que les producía no haber sido consultados para tan importante asunto durante la negociación, y en parte por el malestar que causó la mala gestión protocolaria. Que los chapuzas de Moncloa eligieran para convocar a este acto un correo electrónico, sin comprobar telefónicamente si había llegado, y que además no se adjuntara el texto del pacto, es una broma de muy mal gusto. Y peor todavía que los partidos políticos hayan tenido que conocer el texto del acuerdo a través de los diarios digitales en internet.
Más que una chapuza es una gran irresponsabilidad, porque este acuerdo tiene que ir al Congreso de los Diputados y tiene que contar con el apoyo de una mayoría de los grupos, y poner en riesgo este apoyo por cuestiones simplemente protocolarias, es como para cesar a unos cuantos responsables.
Al final, tengo la impresión de que asistimos a una especie de montaje para pasar un examen o apuntalar situaciones que se resisten a los cambios. Los sindicatos firman este pacto por responsabilidad, no lo pongo en duda, pero también porque les exime de convocar movilizaciones contra el recorte de las pensiones. Por otra parte, les permite mantener el protagonismo y evita que el Gobierno entre de momento en la reforma de la negociación colectiva, ya que si se acomete, implicará un tijeretazo descomunal a las prebendas que ahora mantienen y cuestionará el protagonismo tan grande que poseen.
España necesita reformas, lo que no puede ser es que se hagan estas con condiciones, evitando tocar a determinados colectivos. La situación es muy seria y exige modernizar las estructuras, adecuarlas al mundo de competitividad en el que estamos y tratar de subir nuevamente a las locomotoras europeas. Si seguimos mirando para otro lado, buscando la coartada en los afines o engañar de alguna manera a la sociedad y a nuestros socios europeos, lo único que se conseguirá será dilatar por algún tiempo la llegada del caos definitivo.
Zapatero y su equipo han demostrado hoy que no están capacitados para gestionar la crisis, porque ya no hay tiempo. Cada paso adelante que pretende dar, choca con el mazazo de los indicadores, por mucho que los voceros gubernamentales digan que los datos del paro de enero demuestran que cada vez se destruye menos empleo. Este nivel de autocomplacencia es bochornoso y un insulto para los casi 5 millones de españoles que no tienen trabajo.
Por mucho que Zapatero lo intentara ayer, el Gobierno sigue sin ofrecer confianza a la sociedad y eso que se está beneficiando de la responsabilidad política que mantienen los grupos de oposición. La confianza sólo se gana con hechos, y desgraciadamente los hechos son tozudos e indican que esta nave tiene muchos problemas. No debe extrañarnos que Angela Merkel felicite a Zapatero por sus reformas, diplomacia obliga, pero no me cabe ninguna duda que impondrá  nuevos y severos ajustes para los que Zapatero no está moralmente legitimado.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Otra foto que no soluciona nada.

Zapatero tendrá hoy su foto, una foto que es positiva porque sella un pacto social en España en un momento especialmente delicado y porque, de momento, cierra la puerta a una posible huelga general con la que los sindicatos venían amenazando. La firma en la Moncloa del Acuerdo Social y Económico da una tregua a Zapatero con un acuerdo parcial, que dista mucho de ser nada parecido a los históricos pactos de la Moncloa, porque aquí no están representados los partidos políticos y sólo participan del acuerdo los empresarios y los sindicatos. A pesar del nombre que reciben, tampoco se puede decir que sean acuerdos de carácter económico, porque se limitan al pacto de las pensiones y a algunas políticas activas de empleo (sin determinar las cantidades que se destinarán a ellas), mientras aspectos tan relevantes como la negociación colectiva o el mix energético, temas de hondo calado y de imperiosa necesidad para ser abordados, no tienen otro tratamiento que simples e imprecisas intenciones en las 38 páginas del documento que esta mañana se firma.
El acuerdo de pensiones es importante, porque rebaja la tensión social con los sindicatos y asegura el cobro futuro de las mismas, aunque prolongue la vida laboral a los 38 años y medio de cotización y se alargue progresivamente la edad de jubilación a los 67 años. No son medidas fáciles de tomar ni de digerir, pero son medidas que parecen imprescindibles para sanear las cuentas y asegurar el futuro. La clave está en saber si la medida es suficiente para los ajustes que España necesita. Lo sabremos de inmediato, porque el pacto se firma (ya es casualidad) el día antes de que Angela Merkel acuda a nuestro país y pase revista al cumplimiento de las exigencias que se le han impuesto a Zapatero. Desgraciadamente, creo que vamos sufriremos nuevos ajustes, porque la situación sigue siendo crítica. La foto que hoy conseguirá Zapatero se le puede amargar con mucha facilidad, porque esta mañana se conocerán los datos del paro en el mes de enero y no se prevé nada bueno. Todo indica que no hemos tocado fondo y que la situación exige todavía un duro ajuste que nos impondrá nuevos sacrificios.
España es un gran país, ha sido referencia en Europa durante años y nuestra convergencia fue modélica. Los españoles hemos demostrado en numerosas ocasiones que somos capaces de ajustar nuestra economía a las circunstancias y que con ello somos capaces de salir adelante y situarnos en la locomotora económica. Hacerlo implica tener un liderazgo que lo impulse y luego aceptar que las reformas que debemos acometer, hay que hacerlas muy en serio, sin la tibieza que imponen los múltiples procesos electorales que vive este país nuestro. Hoy sabemos que nos hemos dotado de un "estado del bienestar" que ya no podemos mantener. No hay recursos y hay materias sociales que tienen que ser intocables. Hay que asegurar la suficiencia de la sanidad, la educación y las prestaciones a quienes no tienen trabajo o se encuentran en estado de necesidad. Para ello se necesitan ingresos, que salen de las rentas del trabajo, los impuestos y del consumo. Si tenemos 4,6 millones de parados y el consumo baja, la situación se hace insostenible. Una cosa y la otra se interrelacionan en un circuito perverso que hay que saber controlar y hasta que no lo consigamos, la crisis estará instalada con intensidad entre nosotros. Romper esa situación se consigue con la confianza y con las reformas. Como premisa, es fundamental que el sistema financiero asegure la puesta en el mercado de recursos para afrontar proyectos, para fortalecer y permitir crecer a las empresas y para reactivar mercados como el de la construcción, que está en nuestro país en la ruina más absoluta. Conseguir todo eso es fundamental y hay que hacerlo sobre bases seguras, sobre la base del control del gasto público y de la reducción del déficit. Debemos buscar soluciones porque no podemos seguir destinando buena parte de nuestros recursos a la deuda. El camino del ajuste se ha centrado en rebajar el déficit y a pesar de cómo estamos, parece difícil llegar a una reducción al 6%. Hasta que no lo consigamos, hasta que no reactivemos los mercados y empecemos a crecer en el PIB, no generaremos puestos de trabajo y el paro, los 1,300,000 hogares con todos los miembros en paro, son una rémora que difícilmente vamos a poder soportar.
La foto de hoy es una buena noticia para todos, pero es claramente insuficiente. Hay que entrar en las cuestiones que el pacto de hoy obvia y hacerlo es urgente, porque además, el escenario mundial es muy complicado y no va a colaborar mucho a que salgamos de la durísima situación en la que nos encontramos.

martes, 1 de febrero de 2011

Se busca un valiente, llamar al +34.

La crisis y la proximidad de las elecciones han abierto el debate sobre la validez del modelo autonómico que tenemos en España. En las últimas semanas los dos grandes partidos asumen que las cosas no pueden seguir como están, pero tampoco dibujan y matizan qué es lo que hay que hacer. Lo curioso del caso es que la receta genérica que dan es común para ambos, pero la forma de aplicarlas parece que es sustancialmente diferente. Lo que sucede es sencillo: reformar el Estado de las Autonomías puede implicar recortes y nadie quiere asumirlos con unas elecciones a la vuelta de la esquina.
Es incuestionable que el Estado de las Autonomías ha sido muy positivo para España. El modelo de descentralización, con sus defectos, ha servido para devolver derechos que se habían conculcado a muchos territorios con identidad propia durante la dictadura, lo que permitió integrar en la transición a quienes guardaban para sí un intento de revancha. Pero además permitió recuperar la identidad a territorios que la creían perdida, resolver más cerca problemas que desde la centralidad se veían muy lejanos y crear unos sistemas de servicios que han sido realmente positivos y que han permitido fortalecer lo que hemos dado en llamar "estado del bienestar".
Pero no todo han sido bonanzas. El Estado Autonómico ha sido caro, porque la descentralización de las competencias se ha hecho a base de crecer y crecer en aparato y burocracia, se han creado televisiones autonómicas que son una auténtica ruina y se ha estimulado una falsa competitividad entre las regiones, que hace que muchos sueldos se hayan disparado hasta límites hoy muy difíciles de afrontar. En algunos casos el idioma propio se ha utilizado como arma arrojadiza, y la educación ha sido una juerga, con una reinvención de la historia de los territorios que es difícilmente explicable desde cualquier estudio científico.
Luces y sombras para un sistema irreversible, para una configuración del Estado que no tiene vuelta atrás, pero que tiene, no que reinventarse, sino reformarse para ser realmente eficaz y no tan cuestionado por los ciudadanos. Las autonomías han sido bien vistas durante todos estos años porque han contribuido a pacificar la transición, han permitido una mayor participación de los ciudadanos y han estimulado el orgullo de lo propio (aunque, por desgracia, perdiendo el orgullo de lo común). Nadie se ha detenido a mirar lo que costaban cuando los recursos eran suficientes, sin embargo, ahora las cosas son muy diferentes. Es difícil explicar que hay que recortar los sueldos a los funcionarios porque hemos crecido en número como un souffle, tampoco se entiende que nos hemos dotado de instituciones que los ciudadanos perciben de dudosa utilidad, como 17 Consejos Consultivos, cuando hay un Consejo del Estado, o 17 Consejos de Cuentas, cuando hay un Consejo Nacional. Se han creado cientos de empresas públicas, algunas de dudosa rentabilidad. Hay cosas que es necesario revisar porque los recursos ahora son escasos y es imposible llegar a todo. Hay que optimizar lo que tenemos, evitar las duplicidades, prestar servicios comunes en las zonas limítrofes entre Comunidades y hay que evitar los agravios comparativos, las carteras de servicios en áreas como la sanidad no pueden ser diferentes, y ceder a las presiones de quienes en un afán de distinguirse, quieren ir a más sin tener resuelto el mecanismo de financiación. El agujero de la sanidad es impresionante y puede llegar a poner en riesgo la prestación en un futuro.
Ante esta situación está la respuesta del PP, que deja muy claro que mejorar las autonomías no implica reformar la Constitución, pero sí hay que abordar cuestiones claves como el control del déficit público o delimitar el techo de gasto. Se trata de aplicar la austeridad con rigor, no con cicatería y teniendo la certeza de que cada euro que se gasta, se optimiza y redunda en el beneficio directo de los ciudadanos.
Ayer FAES hizo público su informe sobre el Estado Autonómico. En ningún momento Aznar se pronunció en su contra, ni cuestionó la regulación que hace de él la Constitución, pero sí hizo algunas advertencias que merecen ser escuchadas. España debe aparecer ante Europa como un país fuerte y no como un país dividido y fragmentado en microestados. Negar que hay nacionalismos que es lo que buscan, es ponerse una venda en los ojos. Es importante el control del gasto y no aumentar el déficit, y que las autonomías no vacíen de contenido al Estado y éste pase a ser residual, porque eso lo debilita. El Estado ha de ser fuerte y con contenido, y acierta el PP al determinar qué competencias deben ser suyas: la política económica, la representación exterior, la defensa, la seguridad o la justicia. Estas premisas son tan de sentido común, que muchas de ellas fueron postuladas por el propio PSOE; lo que pasa es que como ayer las dijo Aznar, el socialismo se ha lanzado en tromba para denunciar que el PP quiere liquidar la España de las Autonomías, recortar las competencias y volver al pasado. Tan burda manipulación política sólo pone en evidencia a quien la hace, porque hay que estar ciego para no ver que una mayoría de españoles piden un mayor control, un recorte de gastos y más eficacia en la gestión. Si este camino no se sigue, me temo que en pocos años podremos encontrarnos con la incómoda situación de que serán los propios ciudadanos los que cuestionarán de forma contundente y expresa la necesidad de mantener el Estado Autonómico.