Hoy se cumplen 28 años desde la aprobación del Estatuto de Autonomía de Castilla y León. Nuestra Comunidad fue una de las últimas en dotarse de esta herramienta destinada a cambiar la forma de ver, entender y sentir a nuestra tierra. Castilla y León, la heredera de los viejos reinos, uno de los territorios más identificados con la nación, con España, entraba de lleno en la nueva organización territorial del Estado. Había que explorar una nueva forma de organización en una región fuertemente provincializada, había que poner en marcha nuevas instituciones, había que intentar crear un espíritu y una conciencia regional, un orgullo de lo propio, que no es que tuviera que anular el fuerte sentimiento local y provincial, sino que estaba llamado a convivir con ellos. Y había que ganar el futuro.
Han pasado 28 años desde aquel 1983 y se ha recorrido un largo y tortuoso camino, no exento de “chinas” en forma de recursos uniprovinciales. Atrás quedaron los intentos de León y Segovia para lograr una autonomía propia que hoy sería difícil de comprender, atrás quedaron la acción de grupos locales que teniendo representación en las Cortes, se oponían a todo lo que trataba de poner en marcha un proyecto común, un proyecto en comunidad.
Pese a todo, son más las luces que las sombras. Lo son porque quienes han trabajado en la vida autonómica desde la sociedad y desde los partidos, lo han hecho con responsabilidad, austeridad y desde la búsqueda de una conciencia propia en la que sí hemos avanzado. El orgullo de ser de esta tierra es algo que ya despunta. Nos sentimos orgullosos cuando un deportista de la tierra triunfa y también lo sentimos cuando lo hace un empresario o un político. Nos enorgullece nuestro mundo de la cultura, que es un referente en la vida nacional, y cada vez es más habitual hablar del patrimonio común, de nuestro patrimonio arquitectónico, de nuestro patrimonio cultural, de nuestras señas de identidad...
Es verdad que no tenemos una lengua propia como sucede en otras comunidades que se hacen llamar históricas. Pero... es que tenemos el idioma común de todos los españoles. Esta tierra ha sido la cuna del español y de hecho solemos decir que hablamos el mejor castellano de España, una exageración, pero que traduce el orgullo que sentimos de la lengua. Y del carácter histórico de Castilla y León hay poco que decir, porque no se puede entender la historia de España sin Castilla y sin León.
Pero la autonomía es mucho más. Creer que el Estatuto lo que ha hecho es tratar de desenterrar orgullos e historia, es quedarse en el pasado y no entender que es la Norma que posibilita el desarrollo presente y de futuro. Castilla y León ha cambiado mucho en estos 28 años y en buena medida se debe al impulso autonómico. La gestión de las competencias en la tierra, ha permitido tratar de cerca los problemas, situaciones que desde el poder central se veían distantes pasan a tener un tratamiento mucho más próximo. Hoy la Comunidad ha mejorado notablemente su red de carreteras interna, los agricultores ven cómo las ayudas de la PAC se gestionan desde aquí, prácticamente todos los grandes centros hospitalarios se han remodelado con instalaciones tan modernas como el Hospital de Valladolid o el de Burgos, que muy pronto será una realidad y que será en el momento de su apertura uno de los mejores de España. Hoy Castilla y León tiene una agroalimentación reconocida en toda España y “Tierra de Sabor” ha tenido una expansión meteórica, la educación que se gestiona aquí está reconocida por el informe PISA... Y así podríamos seguir con un largo etcétera al que sumaríamos un Parque Tecnológico de referencia nacional en Valladolid y uno en León en expansión. Cada día atraemos más proyectos I+D+i. Todo ello es debido a que el poder autonómico ha trabajado con visión de futuro y con el diálogo y la convivencia como motor. Nuestro modelo de diálogo social ha permitido una paz social envidiable y ha permitido que las políticas de empleo sean el fruto del consenso con los agentes sociales.
Castilla y León es hoy la primera Comunidad en la gestión de la dependencia y los servicios sociales tienen un reconocido prestigio. Aquí nacieron proyectos como el Club de los 60, que fue modelo para el ocio de los mayores en muchas comunidades. El modelo de Transporte a la Demanda ha sido una solución imaginativa para resolver el transporte de muchos pueblos dispersos y con poca población, y hoy lo estudian varios países europeos.
Castilla y León ha aprovechado los recursos y el hecho de haber creado un aparato administrativo ajustado, no haber puesto en marcha una televisión autonómica que es el gran agujero de muchas comunidades, o haber estado más pendiente de la gestión que de la confrontación con el resto de los territorios, ha permitido mayor eficacia, aunque tenga menos eco.
No todo son flores, porque aún falta camino para que todos los ciudadanos nos sintamos con la camiseta del mismo equipo. No se ha resuelto el problema de la progresiva despoblación del medio rural, o no hemos encontrado soluciones para retener a los jóvenes. No hemos alcanzado el consenso para hacer una adecuada ordenación del territorio, o no hemos sido capaces de entender que lo que beneficia a una provincia beneficia a toda la Comunidad y viceversa.
El Estatuto cumple hoy 28 años y acumula 4 reformas. Gracias a él tenemos una Autonomía que no da que hablar, que es modelo de convivencia y que nos ayuda a crecer cada día. Pero el Estatuto no es nada sin el trabajo y sin la responsabilidad de cada cual. Ojalá sigamos en ello y salgamos de esta crisis para que Castilla y León sea esa Comunidad pujante y mantenga la calidad de vida que todos deseamos.
viernes, 25 de febrero de 2011
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Será muy difícil que todas las provincias de esta región dejen su protagonismo a la región porque es verdad que el centralismo ha sido sustituido por más proximidad,pero es otro centralismo que es el de Valladolid que se lo lleva todo.Mientras Valladolid se desarrolla no sucede lo mismo con el resto de las provincias y eso no lo soluciona el estatuto.Esta región es más tranquila que otras y eso hace que no tengamos la sensación de derroche que tienen las autonomías pero tampoco pienso que haya tanta eficacia como cuentas.
ResponderEliminarMuy aparente tu intento de justificar las bbueno que nos ha traído la autonomía pero no lo veo por ningún sitio.Lo que se ve es que se ha engordado la administración sin que al tiempo aumente la eficacia.no veo que haya dado mucho resultado.Tenemos servicios duplicados y más puestos para colocar amigos.
ResponderEliminarLas autonomías están cada vez más criticadas porque han aumentado el gasto pero no se dice toda la verdad.La culpa no la tenemos los funcionarios que trabajamos y tenemos en funcionamiento todo el sistema,ha aumentado en amigos y protegidos,en gran cantidad de políticos que no hacen nada y que son los que están dando la mala imagen.Los cuidadanos saben que cuando acuden a la administración se le resuelven los problemas,pero cuando entra la política y decide el que ocupa un puesto sabe que está por un tiempo y se aprovecha.Esta es una realidad que vivimos cada día y que es la responsable de la mala imagen de este sistema.
ResponderEliminarNo se donde ves lo positivo de un sistema que ha enfrentado más a las provincias y que ha hecho que lo local esté mucho más extendido.Hoy cada provincia mira más para sí y Valladolid es la que rechazan todos porque dicen que es la más protegida.No son los ciudadanos sino los políticos que tenemos los culpables que se empeñan en tirar cada uno para su lado.Mucho hablar de autonomía y luego ellos son más locales que nada.Esa es la realidad Mireia y solo hay que ir por las provincias para comprobarlo.
ResponderEliminarSaludos
Tu discursos de hoy es políticamente correcto aunque no creo que recoja muchas adhesiones porque Mireia más escribes desde el deseo que desde la realidad de lo que ocurre.La comunidad está mejor que hace 28 años como lo están todas las regiones de España porque la calidad de vida ha mejorado y porque los ciudadanos vemos las cosas de otra manera.Pensar que ha sido el sistema autonómico el que lo ha logrado es pensar bien de eso que llamais estatuto y que no conoce nadie y hacerlo de los políticos que nos han gobernado y nos gobiernan,que lo único que han hecho es pensar en ellos y en su futuro.Estamos mejor pero no es gracias a una autonomía en la que la mayoría no creemos.
ResponderEliminarEl sistema autonómico como tal está bien concebido,pewro lo que no está es bien utilizado.En vez de acercar la administración a los ciudadanos,lo que se ha hecho es crear una superestructura para colocar más funcionarios y para colocar más amiguetes.Eso es lo que hace que las autonomías tengan una imagen de derroche y de ineficacia.El problema no es el sistema sino quienes se encargan de ponerlo en marcha que son los que hacen que los veamos con mucha desconfianza.
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