La capacidad que tiene Zapatero para sorprender es directamente proporcional a su incompetencia como jefe del Gobierno. Ayer se escudó en la efeméride del fallido golpe de estado de 1981, para rehuir la confrontación dialéctica y democrática con el líder de la oposición en la sesión de Control en el Congreso. Las duras críticas que Mariano Rajoy le dirigió en su pregunta parlamentaria, chocaron con una sorprendente respuesta de Zapatero invocando la fecha, el 23F. “Hoy no es un día en el que quiera discutir con usted. Hoy es 23F. Hoy es el día en el que hace 30 años esta Cámara sufrió lo que sufrió. Hoy hace 30 años que hubo aquí dignidad, unidad, lucha por la libertad, igual que toda la sociedad española. Y 30 años después, los que sentimos profundamente eso, que por supuesto somos todos los que estamos en esta Cámara, merece que lo recordemos y que lo homenajeemos”... Y dio por zanjado el debate. Una vez más tiró de la demagogia para urdir el engaño, porque el recuerdo al 23F tenía en la propia Cámara multitud de actos de mañana y tarde, así que no había olvido alguno. Por otra parte, si hay una forma de homenajear a la democracia, es ejercerla y uno de los más importantes métodos de hacerlo, son precisamente las sesiones de control al Gobierno. Zapatero quería dar la nota y la dio, quería resaltar la presunta insensibilidad de Rajoy ante la efeméride del día y le salió bien, porque con su actuación cosechó más críticas que beneplácitos. Ni siquiera los aplausos de su grupo, que tampoco fueron tan numerosos, dieron amparo a la ridícula situación a la que dio pie esta pretendida originalidad.
Es un hecho que en el PSOE no hay ya demasiado tino últimamente en las operaciones de imagen, y no lo hay porque se trata de proyectar a un personaje gastado. La confianza en el milagro de la recuperación es cada vez menor y los movimientos y posicionamientos se suceden con demasiada frecuencia. La última en hacerlo ha sido Carme Chacón, la Ministra de Defensa, que sin decir ni sí ni no, sino todo lo contrario y en situación de disponible, se dejó querer en un desayuno informativo en el que encontró el amparo y apoyo de Maria Teresa Fernández de la Vega, y de siete ministros del Gobierno. Sus afirmaciones fueron muy elocuentes, ya que declaró que ser catalana no es un impedimento para presidir un Gobierno de España y que para ser candidata, debe ser elegida por los militantes, un posicionamiento adoptado de la doctrina de Felipe González y por tanto, un acercamiento a la vieja guardia socialista.
Carme Chacón fue lanzada al estrellato al ser nombrada Ministra de Defensa y estar embarazada de siete meses. Tuvo su particular campaña de imagen que la situó como la predilecta de Zapatero cuando se especulaba que su mandato podría durar sólo ocho años. Cuidó su imagen al extremo, hasta el punto de que sus comparecencias son medidas y rara vez se somete a preguntas de los periodistas. Durante su mandato apenas se le conocen un par de ruedas de prensa, lo que pone demuestra que si no se habla, si no se cae en el compromiso que puede suponer improvisar, no se mete la pata. Lo sabe muy bien su marido, Miguel Barroso, un especialista en marketing que fue Secretario de Estado de Comunicación con González .
Pero en política nada está escrito y quien ejerce una responsabilidad, siempre se tiene que enfrentar a problemas. Su precipitado anuncio sobre la retirada de las tropas de Kosovo, tuvo una respuesta internacional contundente y puso en aprietos al Gobierno Zapatero. Luego vino la desastrosa gestión de la crisis del pesquero Alakrana, secuestrado en aguas somalíes por los piratas que operan en la zona. El cerco de la oposición fue durísimo y su imagen se resintió de forma muy notable, hasta el punto de que a medida que la estrella de Zapatero se apagaba, también lo hacía la suya y de hecho, su nombre prácticamente desapareció de las quinielas.
La fulgurante ascensión de Alfredo Pérez Rubalcaba, el gran candidato a la sucesión, y deslices como el que tuvo el fin de semana poniéndose en igualdad de plano a Zapatero, hace que en el PSOE salgan muchos críticos con el Vicepresidente, que además juegan con la baza del peligro que supone “poner todos los huevos en la misma cesta”, cuando el caso Faisán está tomando unos inciertos derroteros. En este particular escenario surge de nuevo Carme Chacón, aparece cual estrella emergente y ofreciéndose a contestar preguntas públicas, algo que es excepcional, y donde demuestra que cuando la ocasión lo merece, está dispuesta a ello. Y lo era, porque se trataba de jugar la carta de ser una posible aspirante a la sucesión. Tiene buena imagen, es mujer y hay que reconocer que, en general, su gestión no es de las que ha levantado más ampollas. Es evidente que lo que quiere es estar en la parrilla de salida cuando la carrera vaya a comenzar. Para entonces puede que haya más aspirantes, pero también que la lucha interna en el PSOE sea mucho más encarnizada. Las elecciones del 22 de mayo serán toda una clave.
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Yo creo que Zapatero ya no tiene capacidad de sorprendernos porque de él podemos esperar los mayores despropósitos.Coincido en que lo que preetendía era tener notoriedad y dejar en feo a Rajoy y lo que consiguió fue dejar con la boca abierta a todos los que seguían la sesión.Zapatero está acabado y eso es algo que se sabe pero que no se termina de ver aunque esos movimientos sobre la sucesión demuestran que en el psoe ya se ha abierto el grifo para que empiecen a salir los aspirantes.
ResponderEliminarZapatero no es una estrella que se apaga es una estrella que ya se ha apagado y como muy bien dijo Rajoy ayer en el Congreso es un lastre para la economía española.De él solo hay que esperar a que se vaya aunque tenga que venir una mujer tan inexpresiva como Carme Chacón,que si es el valor emergente del partido socialista,debemos de pensar cómo está ese partido.Mas vale que el Psoe haga la sucesión cuanto antes porque si no lo que le pasará será que quedarán reducidos a la mínima expresión.
ResponderEliminarSaludos Mireia.
Si no hay nada que decir lo mejor es no contestar.Zapatero lo hizo ayer y Chacon lo hace de una forma muy habitual.En el Psoe ya nadie tiene nada que decir y cuando lo hacen es para tratar de desfigurar la realidad y adaptarla a sus necesidades políticas.Yo pienso que los españoles en general dan al socialismo por algo pasado y ni siquiera los que le voten lo van a hacer con la convicción de que puede volver a gobernar.Lo que es una necesidad es que se vayan,que dejen el poder y se acabe con la barrera que evita a España remontar en su futuro.
ResponderEliminarMuy aguda tu observación de hoy sobre como Carmen Chacón se aproxima a Felipe González para que parezca que tiene su apoyo.Esta mañana ya lo he oido comentar que durante la recepción en el Congreso de ayer no hizo otra cosa que buscar su foto con él.
ResponderEliminarUna guerra interna en el psoe es lo que les faltaba y todo indica que puede estar pasando.No olvides a Bono,que no da puntada sin hilo y que guarda haber perdido con Zapatero por 9 votos.Cuanto más se empeña en decir que la sucesión no van con él,más hay que mirar hacia él porque no hay mas que escuchar la gran defensa que ayer hizo de la ambición en la política,que considera y también pienso que lo es,muy legítima.
ResponderEliminarBuena reflesión sobre las componendas políticas que hay en el psoe y que son la expresión de que todo es ya posible en ese partido.Zapatero es un cadaver político y aunque no hay que dar por finalizada la etapa de nadie hasta que no está fuera del cargo,es un hecho que dentro ya se busca recambio.El psoe va a tirar de las primarias,pero es absurdo pensar que los directivos del partido,esos que viven de él siempre,vayan dejar hacer experimentos que luego no se sabe como van a terminar.El experimento de Zapatero va a acabar muy mal y le costará al psoe remontar.Lo que ahora hay,creo yo,son posicionamientos de diferente tipo y nivel pero luego vendrá el partido a decididr quien es el candidato en las primarias.
ResponderEliminarSi hay primarias veremos quién se lleva el gato.
ResponderEliminarSi no las hubiera, la Chacón, como cabeza, suena a una electa de transición asumiendo la derrota.
No me lo puedo creer, no puede ser. Una bisoña, y mujer, que se postule a presidente.
No digo que no sea mala ministra, porque en estos días los ministros se rodean de gente que sabe lo que tiene que hacer, lo de presidente es otra cosa, por eso me suena esta chica a cuestión de transición en plan derrota asumida.
Conste que no soy machista, digamos que ya me está saliendo sarpullido de la moda hembrista que nos trae y el descubrimiento de la mujer al mundo.
Creo que su papel iría más en consonancia a un puesto gris (gris de cerebro) y no de primer plano. Hay muchas buenas mujeres grises que hacen un gran papel, lo mismo que tantos grises hombres. Lo cierto, y es triste, es que las mujeres notables del PSOE tienen unos curricula, no grises, negros. Y eso no vale ni como ejemplo del esfuerzo como valor a inculcar. Son actoras y víctimas de una partitocracia chachiguay que ha de tener los días contados.
No me lo creo, Mireia, no puede ser que Carmen Chacón quiera dar el salto.
Saludos.
Fdo.: J.Robles
Eres buena Mireia y eficaz en tus artículos que siempre tienen una moraleja que hay que saber leer.Un placer leerte.Enhorabuena.
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