Dice el dicho que “arrepentidos los quiere el Señor” y Zapatero (hecho religioso al margen) empieza a creerse el campeón de las reformas. Hace apenas dos años no quería tocar nada porque todo iba viento en popa y ahora es un reformista convencido. Ha sufrido una metamorfosis impuesta y ahora Zapatero sí parece haberse tomado las cosas en serio y está dispuesto a afrontar los cambios pendientes para que España pueda intentar situarse en la cabeza de los países europeos.
No se puede negar que la presencia ayer de Angela Merkel en España ha sido todo un respaldo para Zapatero. Tal y como marcaba el guión, la canciller alemana ha reconocido que se han hecho los deberes que se le impusieron y que España está en el buen camino. Sus indicaciones para las primeras reformas se han cumplido y Zapatero ha pasado el examen. Incluso Sarkozy le felicitó ayer por ello. Me llamó la atención ver en el Presidente español la cara de satisfacción al escuchar a Merkel y obsequiarle con numerosos halagos, ya que no está muy lejano el momento en el que la calificó de “fracasada”, cuando le dijo que las cosas iban por mal camino en España mientras Alemania ya se apretaba el cinturón. Por entonces Zapatero se paseó por Europa como si nada pasara en nuestro país, presumiendo de que nuestra economía era la primera división de las economías europeas. De aquellos barros, estos lodos, y hoy luchamos por asentarnos y despejar definitivamente el fantasma de la intervención de la UE.
Lo que le interesa a la canciller Merkel y a Sarkjozy es asegurar la fortaleza del euro, y sin España, eso es algo que la Unión no puede tener. Alemania es la primera interesada en que España salga de la crisis y entre con fortaleza en el club de los más avanzados, porque el nuestro es un país de los grandes, de los que pesan en la moneda europea.
Hay algo positivo en todo este juego de bendiciones y halagos diplomáticos. Es innegable que España ahora está en el camino de resolver sus problemas económicos. Pero sería un gravísimo error pensar que todo está hecho y no ser conscientes de que resta todavía mucho camino por recorrer. Ayer, en la cumbre hispano alemana, escuchamos hablar reiteradamente de términos que son la clave del futuro: productividad y competitividad. Para entrar en el club de los primeros es necesario que hagamos una apuesta firme porque nuestras empresas estén entre las mejores y eso supondrá importantes sacrificios. La política industrial, el pacto por la competitividad, el mix energético o la negociación colectiva, son reformas pendientes que apenas se han comenzado a explorar. Se ha hecho una reforma laboral insuficiente y ya se ha hecho la reforma de la reforma... Lo que sucede, es que estamos ante un "todo" que difícilmente se puede separar en cada una de sus partes y cuesta creer que el Gobierno esté dispuesto a entrar a fondo en el corazón de los agentes sociales.
España tiene en el paro su gran drama. Con esas cifras es imposible estar en el campo de la competitividad y de la productividad. Bajar el paro es aumentar la producción. Para hacerlo hay que crear puestos de trabajo y empezar a dar entrada al mundo laboral a la mano de obra que se incorpora, y que en general está cada vez mejor preparada. La mejor prueba de ello es que el mercado alemán busca en España a jóvenes cualificados para cubrir los 800.000 puestos de trabajo que necesita.
Vienen tiempos duros, en los que tenemos que ajustarnos al estilo de “la cuenta de la vieja”, es decir, que tenemos que ajustarnos a los que tenemos y a no gastar más de lo que ganamos. Es la receta que escuchamos a nuestros mayores y que nos ha repetido la canciller alemana. Eso supone, además, un cambio de mentalidad; porque en España hemos vivido muy por encima de nuestras posibilidades, como demuestra la descomunal deuda pública y privada que soportamos.
No echemos las campanas a vuelo, a pesar de que los indicadores económicos estén mejorando. Han mejorado en enero los indicadores de confianza de los españoles. La bolsa parece que se recupera, la prima de riesgo baja de los 200 y ayer el tesoro colocó más de 3.000 millones a un interés mucho más bajo que en subastas anteriores. Zapatero debe ser consciente de que éste es un trabajo de todos y dejar a un lado la tradicional utilización política de todo que hace el PSOE. Debe profundizar en el diálogo y en los acuerdos con todos, sin marginar al PP. Los apoyos de Merkel y Sarkozy no son una carta blanca, es un apoyo condicionado, y Zapatero sigue bajo estricta vigilancia... Lo lamentable es que eso es precisamente lo más tranquilizador, porque nuestro Presidente no es precisamente el dirigente más responsable que hemos tenido en nuestra trayectoria política.
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Está visto que nos conformamos con poco porque ya estamos echando las campanas al vuelo y ya no hay problemas.Hasta nos permitimos el lujo de dar clases a la señora Merkel de lo que tiene que hacer la economía alemana.España tiene difícil mejorar la productividad porque los sindicatos no van a ceder a que sea la clave para los salario ya que no les interesa y Zapatero no se va a enfrentar a ellos.Sin productividad la competitividad es bastante difícil y sin ambas la economía está muerta.Si Zapatero no se va no tenemos futuro.
ResponderEliminarMireia da la impresión de que el gobierno se ha vuelto a poner en manos de los sindicatos y si pensamos que la solución a los problemas de nuestra economia está en ellos, nos vamos a la m...Los sindicatos van a lo suyo,a no perder su posición de privilegio y solo colaboraran si está en la linea de sus intereses.En España tienen tanto desprestigio que dificilmente se les va a seguir masivamente,opero el gobierno sabe que son claves para atener activo a un sector de la izquierda que siempre está movilizado.Estamos haciendo cosas que antes no habíamos hecho,pero no es suficiente y da la impresión que ya nos conformamos.Por ese camino vamos muy mal y seguiremos incrementando el paro y echando a los jóvenes fuera del país porque el trabajo está fuera.
ResponderEliminarLa lectura de hoy nos invita a pensar que se ha hecho algo pero que el grueso de lo necesario ni se ha comenzado.El pacto social apunta a la necesidad de reforma pero no dice ni como ni cuando se van a empezar.Más parece que ya estamos todos contentos que preparados para afrontar nuevas situacioes de sacrificio y como no lo hagamos nos vamos a quedar fuera del escenario de juego de Europa.Angela Merkel ayer hizo lo que debia que es dar respaldo público pero en privado a debido poner nuevos deberes porque como muy bien recoges hoy su objetivo verdadero es salvar al euro.Con palmadas en la espalda y sonrisas eso no se hace y con Zapatero mucho menos.
ResponderEliminarSaludos bonita.
La cara de Zapatero embelesado mirando a Angela Merkel como si fuera su ídolo es una imagen para la historia.Esto ha recordado a la película de Buenvenido Mister Marshall,pero en otra época,desfasada y sin sentido.Zapatero es el campeón del paro y eso es de lo único que puede presumir porque ha llevado al país a unas cotas que jamás ha conocido.No hay más que ver como le dijo Angela Merkel que tenía que respetar la estabilidad para tener la seguridad de que hay tarea que le ha puesto para aprobar el examen de los próximos meses.Pero la canciller no cae en que Zapatero tiene elecciones en mayo y todo lo hará pensando en eso y esa es la causa de que vayamos a ir peor.Menos mal que las urnas lo van a poner en el lugar que le corresponde.
ResponderEliminarMireia Zapatero está en campaña y todo lo que hace son operaciones de imagen.No creo que lo suyo sea una conversión o un arrepentimiento,mas parece que lo que trata es de revocar la imagen de frivolidad que le ha acompañado siempre.No cree en lo que está haciendo y lo hace por imperativo legal,porque sabe que sin el apoyo internacional su culo duraria poco y porque esta es la via para intentar seguir.No debemos caer en la trampa porque esto es pan para hoy y hambre para mañana.Yo creo que no hay que darle oportunidades solo forzarle a que se vaya de una vez.
ResponderEliminarNo podemos confiar en Zapatero ni en que sea el presidente de la competitividad en España.No puede serlo porque solo está pendiente de lo que hacen los sindicatos y no está dispuesto a recortarles ninguna situación de privilegio de las que tienen.Zapatero es un izquierdoso convencido,seguro de que sus iluminaciones son las que se tienen que imponer en la sociedad y ahora hace una transición inversa para volver a las suyas.Su desprestigio es lo que puede salvar a España,porque estará muy vigilado y porque los españoles le echaremos a patadas en cuanto haya elecciones.
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