El respaldo que los sindicatos e IU están dando al preaviso de huelga de los trabajadores de AENA, demuestra hasta qué punto estas organizaciones son unas irresponsables y están en otro mundo muy diferente a la sociedad a la que dicen servir. Es incomprensible que se pueda dar apoyo a quienes para mantener una situación de privilegio, que está por ver que pierdan, son capaces de amenazar con el bloqueo de la puerta de entrada de turistas a nuestro país o con las vacaciones de miles de compatriotas. El daño que ya han hecho, sin que haga falta que se llegue a la huelga, puede llegar a ser irreparable ya que la imagen que España está dando en el resto del mundo, sobre todo en Europa, es la de un país en el que no es seguro poder disfrutar las vacaciones de Semana Santa.
Ayer los principales medios de comunicación de Alemania y de Inglaterra, dos países que tienen a España entre sus principales destinos, repicaban constantemente la información de la posible huelga en los aeropuertos y ya son varios los operadores turísticos de aquellos países que advierten que si la cosa sigue así, la campaña de Semana Santa estará perdida. El asunto es doblemente grave, porque estamos en un momento de la crisis especialmente duro y porque el sector turístico es el único que ahora parecía tener buenas perspectivas y poder levantar cabeza, en buena medida como consecuencia de las revueltas en el norte de Africa y en los países de Oriente Próximo. España, por ubicación, playas, clima y precios, es un destino turístico de primera. Para los alemanes, cuya economía va viento en popa y con un poder adquisitivo notablemente más alto que el nuestro, España podría llegar a ser el primer destino. Se calcula que un 20% de los alemanes que disfruten vacaciones este año, podrían elegir nuestro país como destino de sol y playa. Poner en riesgo esta situación, es de una falta de respeto social, de una falta de solidaridad y de una irresponsabilidad que vuelve a poner en cuestión el papel de los sindicatos y la necesaria reforma de sus estructuras. Y no olvidemos que lo que también se evidencia es la necesidad de regular de una vez por todas la huelga, porque lo que no se puede tolerar es que por un conflicto laboral se ponga en jaque a un país. Hay que defender los derechos de los trabajadores, pero no a costa de conculcar los del resto de los ciudadanos.
Los operadores turísticos españoles están que trinan y no es para menos. Veían en los periodos vacacionales de este 2011 una tabla de salvación para unas campañas turísticas que no han sido buenas. Basta echar un vistazo a las ofertas de las agencias de viaje y comprobar grandes propuestas vacacionales. Programar un crucero o una semana en la playa con la suficiente antelación se puede decir que es casi un chollo para los usuarios, ya que los precios son muy atractivos. Sin embargo, el frenazo ya ha empezado. Ayer se produjeron en las agencias de viaje las primeras consultas sobre lo que va a pasar, aunque no se puede hablar por el momento de cancelaciones. Lo que sí es un hecho es que si esta situación se sostiene, las pérdidas serán mucho más grandes que las ocasionadas por la huelga de controladores, ya que aquí es algo sabido y previsto.
Pepe Blanco tiene muchos problemas sobre su mesa ministerial. No sólo tiene las tijeras del recorte de las obras públicas, ahora tiene además el problema de los aeropuertos que debe resolver ya, porque cada día que tarde en anunciarse la retirada del preaviso de huelga, más daño sufrirá el turismo patrio. Blanco tiene que ser un hábil negociador, pero también contundente en sus acciones y puede que en este caso la negociación tenga que ir un punto más allá y no quedarse en el sector afectado, sino llegar a las cúpulas sindicales, porque lo que está en juego es muy serio y hay que acabar con situaciones como esta. Un país que quiere salir de la crisis, con un paro descomunal, no puede consentir que el clima de paz social se vaya al garete por los intereses de unos pocos. La prioridad es el empleo. Ayer mismo, el CIS ponía de manifiesto cómo ha aumentado en España la preocupación por la falta de trabajo y hay que acostumbrarse a que los recortes son para todos y se tienen que acabar las situaciones de privilegio que obliguen a mantener un sector público engrosado porque sus trabajadores están más protegidos que en el sector privado. Los puestos de trabajo hay que ganárselos, hay que desempeñar la tarea de cada cual con la seguridad de hacerlo bien, con competitividad, con vocación de dar lo mejor de uno mismo y sabiendo que el trabajo es para él. Puede sonar idílico, pero es lo que tenemos que pensar si queremos salir de la crisis. Sólo si somos competitivos, si logramos una alta productividad, si damos lo mejor de nosotros mismos en el desempeño de nuestra tarea, estaremos preservando nuestro futuro. Si pensamos que trabajamos para los demás, y que si algo no sale bien quien se fastidia es el empresario, lo que estaremos haciendo es poner las bases para que sufran y puedan desaparecer las empresas y con ello liquidaremos los puestos de trabajo. Los puestos de trabajo, en gran medida, están en nuestras manos y en nuestra mentalidad.
jueves, 10 de marzo de 2011
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Nuestros país necesita de una verdadera reforma laboral que incluya una Ley que regule un derecho fundamental como es la huelga. La única Ley pendiente desde la promulgación de nuestra Constitución es dicha Ley, pero ningún partido ha tenido el valor patriótico de desarrollarla a pesar de que ambos han contado con mayorías absolutas.
ResponderEliminarEs evidente que la dictadura basada en la defensa de los privilegios de unos pocos a consta de la precariedad laboral de los más débiles es lo suficientemente fuerte como para amedrentar a los políticos de uno y otro signo para acometer la tarea de colocar a los aparatos de los sindicatos frente a sus responsabilidades con los más necesitados.
Es evidente que esta crisis no sería tan dura para cientos de miles de familias si la carga de la salida de la crisis se repartiera con más justicia social. En Alemania los sindicatos negociaron reducciones de jornada y salario para evitar los despidos, con el sacrificio de todos salvaron los puestos de trabajo.
Necesitamos que nuestros jóvenes mejor preparados tengan verdaderas oportunidades de realizar su proyecto de vida a través de la incorporación al mundo laboral y eso solo será posible cuando en España deje de existir la dualidad entre los trabajadores fijos ( protegidos ) y los trabajadores con contrato temporal ( desprotegidos ) que ha conducido al paro que sufrimos.
España no será un país prospero hasta que no se cuenta con interlocutores sociales conscientes del papel histórico que les toca jugar en estos momentos.
Saludos Mireia.
La salida de la crisis es una tarea de todos,no de unos pocos.Los sindicatos se consideran una casta aparte que es capaz de poner todo patas arriba y mientras no se acabe con eso seguiremos siendo un país atrasado y sin futuro.Como bien indicas la defensa de los derechos de uno no puede acabar con los de otros,porque eso es el enfretamiento permanente y de él nunca sale nada positivo.Las conquistas sociales hay que intentar preservarlas,pero no a costa de la quiebra del sistema,porque si eso sucede no sólo se acaban los privilegios es que se acaba nuestra calidad de vida y nuestra libertad.
ResponderEliminarNo se puede ceder a los chantajes y este tipo de pulsos,como lo fue el de los controladores,es un chantaje al Gobierno de turno.Un Estado tiemne que ser fuerte y tiene que mantener el orden y eso supone garantizar los servicios a las personas.Por eso se necesita cuanto antes una ley de huelga que nadie se atreve a platear,porque ni siquiera después de la huelga salvaje de los controladores o de este proyecto de huelga que también es salvaje,los políticos se atreven a hablar de regular la huelga.Hay fechas en las que no debía estar permitida la huelga en determinados sectores o actividades donde el servicio debe prevalecer sobre la capacidad de protesta.El Estado moderno es aquel que protege a sus ciudadanos y hoy en España esto no sucede.
ResponderEliminarHoy mismo deberían desconvocar la huelga en la reunión de los trabajadores de AENA con la empresa para intentar encauzar un problema muy grave como es el de dinamitar el sector del turismo en este año.Es un poco descorazonador ver como hay quienes no se dan cuenta de la importancia de mantener la actividad de un sector que está salvando el PIB nacional.Todas estas frivolidades que se permite la política nos están haciendo un daño que vamos a tardar en recuperar mucho.
ResponderEliminarToda la razón en que si nos somos los propios trabajadores quines nos preocupamos de nuestro puesto de trabajo lo estamos poniendo en peligro.La demagogia que se ha hecho sobre que el empresario explota y se enriquece o que los trabajadores públicos lo tienen fijo sin hacer nada,ha hecho un daño grande al sistema de entendimiento de las relaciones laborales y como no cambiemos de mentalidad no vamos a salir de la situación actual.España tiene un problema laboral que tiene que resolver y es una prioridad hacerlo y los sindicatos tienen que ser los primeros en comprenderlo.
ResponderEliminarAhí tenemos a Zapapero con un problema tremendo a cuestas y haciendo de pitoniso con los puestos de trabajo,como si esto fuera su cortijo particular y pudiera jugar a su antojo con temas tan serios.Hasta que este individuo no se vaya no va a haber solución a muchos problemas en España y el psoe lo que tiene que hacer es echarlo para no desaparecer del espectro político.Zapatero y los sindicatos han sido una asociaciación muy desgraciada para España.
ResponderEliminarNo será nada fácil que los sindicatos se apeen de las prebendas que tienen porque en eso basan su fuerza y la vida de muchos trabajadores que hacen del cuento su sustento.Su irresponsabilidad no se ve en este asunto si no que es algo que ya se ha puesto de manifiesto a lo largo de numerosos conflictos en los últimos años.El socialismo lo ha considerado su arma contra la derecha y ahora está probando de su propio jarabe,pero seguirán apoyándole porque lo que nunca harán será apoyar al PP.
ResponderEliminarLos sindicatos han hecho una buena labor en la consolidación de la democracia y en la consecución de derechos sociales que sin ellos hoy no serían una realidad.Pero se metieron en política y han adquirido más peso político que muchos partidos.Su influencia es decisiva en la izquierda y aunque se ha escenificado alguna distancia,es un hecho que están alineados con los partidos y estos se pliegan a sus intereses.El PSOE nunca dejará de ceder a la UGT, ni IU a CC.OO. El PP puede intentar acercarse a ellos pero que no piense que jamás les van a ayudar.Por eso son los partidos de izquierda los que tienen que hecerles entrar en razón,pero para eso tienen que controlarlos y yo tengo la impresión de que hoy eso es a la inversa.
ResponderEliminarUn saludo
Pedir responsabilidad a quienes han campado a sus anchas en la vida social del paía es algo que no tiene sentido.Los sindicatos basan su fuerza en que son capaces de poner en aprietos al poder político que cede siempre por la presión de unas personas que viven del cuento y que solo hacen demagogia de la defensa de los intereses de los trabajadores.Van a lo suyo y salen ganando porque la baja calidad de los líderes políticos les facilita hacer lo que les da la gana.O los partidos se plantean dar la cara ante los sindicatos o terminan por ganarles todas las batallas.
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