El artículo del presidente del PSOE Vasco, Jesús Eguiguren, cuestionando la valentía de Zapatero por oponerse a la legalización de Sortu cediendo a las presiones que le ejerce el PP es, además de intolerable, una falacia política de las mayores dimensiones. El PP no ha condicionado al PSOE, que ha tomado su propia decisión. El PP se ha limitado a defender lo que el sentido común y la moralidad de la gran mayoría de la sociedad aconsejan. Sortu es una prolongación de Batasuna, lo certifican las investigaciones policiales, las conversaciones en privado de sus integrantes y la tibieza de sus manifestaciones públicas en relación con la banda de asesinos ETA. Las declaraciones responsables de Antonio Basagoiti pidiendo calma y no admitiendo fisuras en el pacto entre el PP y del PSOE que tanto bien está haciendo a Euskadi, demuestran que para el Partido Popular no estamos en un asunto electoral, ni local vasco, sino en un asunto de Estado que nos afecta a todos los españoles. El terrorismo, por mucho que se empeñen estos adalides de un abertzalismo de pacotilla, es una cuestión que nos afecta a todos ya que ha sembrado el dolor y la miseria en muchos puntos de España.
Desde que Eguiguren fue elegido por el PSOE para la negociación con los terroristas en el 2006, vive una especie de síndrome de Estocolmo intolerable, que no es posible entender que lo consienta el PSOE en uno de sus cuadros. Su artículo de ayer no es que ataque al PP, que lo hace, es que dispara a la línea de flotación del propio PSOE: a José Luis Rodríguez Zapatero, el líder nacional de su partido. La debilidad de Zapatero es tal, que se cuestiona públicamente nada menos que su “valentía” a la hora de tomar decisiones vitales para el país. Que eso lo hiciera el partido de la oposición puede parecer razonable, pero que se haga desde el propio partido es algo que no tiene muchos precedentes. Además lo hace amparado en esa debilidad y con la certeza de que si el PSOE adopta medidas disciplinarias contra él, encendería un fuego dentro y fuera de la organización que en tiempo electoral no conviene a nadie. La deslealtad política de Eguiguren con el PSOE y su miseria personal en la utilización del terrorismo con fines electorales, es equiparable a la prepotencia que se adjudica de otorgar carnet de buenos y de malos, o de valientes o cobardes, o de patriotas o antipatriotas.
Personajes como Jesús Eguiguren son los que sobran en la política. España necesita dirigentes con sentido común, dispuestos a servir a la sociedad y volcados en la acción hacia los demás, con sentido de Estado. No necesita mesías que tratan de imponer por el miedo soluciones a problemas que ya están casi resueltos, y mucho menos abanderados de sentarse a la mesa de negociación con unos asesinos que no han demostrado que vayan a arrepentirse del dolor sembrado durante décadas, y que está probado que siguen trabajando para realizar gigantescos atentados como el que en el 2009 preveía destruir las torres de Kio en Madrid.
Dar entrada en las instituciones a los representantes políticos del terror es abrirles el grifo de la manutención, facilitarles “gasolina” para seguir manteniendo los incendios y además permitirles voz en las instituciones democráticas, cuando ellos a través de las armas y las bombas imponen la dictadura del miedo, y trabajan por un País Vasco que cada vez estaría más encadenado a un mundo antiguo, pasado, encerrado sobre sí mismo y sin perspectiva de futuro. Las armas nunca han sido elemento de negociación y hay un mayoritario consenso de que no se puede desde el poder legalmente establecido, sentarse a hablar con quienes han demostrado que rompen su palabra a conveniencia y en cualquier momento vuelven a manchar la vida política de sangre.
Ayer el PSOE salió en tromba a desautorizar las afirmaciones del Presidente del socialismo vasco. Hasta Patxi López, que ha actuado con una cierta tibieza en el asunto de la legalización de Sortu, se desmarcó de las palabras de Eguiguren, mientras José Blanco, en nombre del partido socialista desautorizaba el artículo y llevaba la tranquilidad a la sociedad al asegurar que con los terroristas no se habla y que la única negociación que cabe es que abandonen las armas.
En el fondo de todo esto está algo tan vil como querer influir ante el Tribunal Supremo, que el jueves estudia la ilegalización de los herederos de Batasuna. Eguiguren ha querido influir sobre la decisión, creando en el ambiente la idea de que hay muchos socialistas que creen que ahora es cuando se atisban pasos decisivos para la pacificación. Creer que abrirle el paso a Sortu a las elecciones de mayo es el camino, sólo cabe en la cabeza de un iluminado, de un traidor a las ideas democráticas de los españoles o en la de una persona incapacitada para hablar en nombre de la gran mayoría de los españoles de bien que ya estamos hartos del doble lenguaje de la política con las armas.
miércoles, 16 de marzo de 2011
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Los que respaldan a los terroristas de momento ya han logrado uno de los objetivos que es romper la unidad.De momento ya está rota la interna del Psoe,que se divide entre partidarios o no de que los proetarras estén en los ayuntamientos y el segundo paso será la ruptura del acuerdo que une a pp y psoe en el gobierno ragional del país vasco.Desde esta perspectiva los de Sortu salen ganando a no ser que el Psoe tome medidas y separe de su formación a Eguiguren y con ello de una lección a quienes apoyan el diálogo con ETA.
ResponderEliminarSiempre ha sido el Psoe quien ha acusado al PP de poner en riesgo la unidad antiterrorista pero nunca nadie ha puesto la situación en un punto tan crítico como lo ha hecho el presidente del Psoe en las vascongadas.Ya que el socialismo no exige que le echen del partido a pesar de haber llamado cobarde a su secretario general,debería ser el pp el que pidiera la salida del partido de personas que a lo que se dedican es a torpedear bases de convivencia para los españoles.
ResponderEliminarLa única negociación que cabe en losd casos de terrorismo,es la de las fuerzas democráticas entre sí para cercarlo definitivamente y desarmarlo.Lo que sobran son los negociadores piratas,lo que tu defines hoy con acierto como carroña,que en el fondo lo que buscan es su propia gloria en medio del sufrimiento de las víctimas.Eguiguren pasará a la historia del Psoe como el dinamitero de la vida interna del partido que logró la ruptura de la unidad contra los terroristas.
ResponderEliminarIndividuos como Eguiguren no merecen comentarios ni atención.Son despreciables.
ResponderEliminarSi con el término carroña lo que indicas es que Eguiguren es un buitre,estas en lo cierto.Lo calificas muy bien en tu artículo porque es un desleal y un miserable,una de esas personas que hay que sacar de la democracia porque no son demócratas,son oportunistas que sólo buscan protagonismo aunque sea a costa de la convivencia de todos.
ResponderEliminarMireia Eguiguren es un impresentable y te agradezco que lo desenmascares y pongan claro lo que es oscuro dentro de la política.Esta gente hay que sacarla fuera porque lo único que hacen es pudrir todo lo que les rodea.
ResponderEliminarMireia hoy no se puede estar más de acuerdo contigo. Algunos piensan que se puede especular con algo tan importante comomla democracia o el dolor de toda la sociedad en aras de una presunta rentabilidad política.
ResponderEliminarHoy contribuyes con tu valentía a llamar a las cosas por su nombre y a que la sociedad pierda el miedo a rebelarse contra este tipo de oportunistas.
Mi admiración y respeto por ser el portavoz de la mayoría silenciosa de este país que pensamos lo mismo que tú pero no tenemos la oportunidad de expresarlo con la contundencia que tú lo haces.
Hoy, más que nunca, gracias por tu aportación a una convivencia civil en paz en nuestra querida España.
Saludos afectuosos Mireia
Es vergonzoso el silencio que mantiene el Psoe sobre este asunto,un silencio que acaba por ser cómplice con este elemento de su organización.La tibieza con la que actúa es el dato más elocuente de la debilidad de un partido que ya no es ni ceniza,un partido que es lastimoso ver el servicio que está haciendo a la nación en todos los frentes.Si Zapatero no pone en su sitio a Eguiguren y deja pasar que le insulte en público llmándole cobarde y lo que es mucho más grave entre los socialistas,que está al servicio del PP,demuestra que es un cobarde pero porque es incapaz de hacer frente a sus responsabilidades.Gran artículo Mireia.
ResponderEliminarUn saludo