BLOG DE MIREIA ARROYO DE LA PARTE

Un vistazo crítico y personal a la actualidad.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Ni vencedores, ni vencidos.

Es obligado hacer un análisis del 29S, que tanto interés ha suscitado, como se pone de manifiesto en los muy interesantes comentarios que me habéis enviado y que os agradezco de corazón. Sois la base de este blog. Gracias a todos por vuestra participación.
¿Y el día después qué? Esa es la gran pregunta que todos nos hacemos... Desde mi punto de vista, el día después Zapatero ya está invitando a los sindicatos para recuperar el diálogo social, informarles del proyecto de Presupuestos y de que tengan la seguridad de que sus “ayudas” múltiples no van a faltar. En definitiva, el día después, más de lo mismo...
Sin entrar en guerra de cifras que nos haría perder un espacio y un tiempo precioso, es un hecho que la huelga ha sido lo que se esperaba. Un “ten con ten”, donde se le ha dado una “colleja” al Gobierno y a la vez los sindicatos han escenificado su forzada independencia. Sin embargo, para una gran mayoría la sensación es que ha sucedido lo que a ambas partes convenía. A las dos. El resultado es un balón de oxígeno al Gobierno que seguirá con su reforma laboral y para los sindicatos, que no tardarán en retomar sus actividades como si nada hubiera pasado.
Hay, sin embargo, algunas cosas que sí han cambiado. Lo primero es comprobar que un tipo de protesta como la vivida se ha quedado obsoleta, es casi una fotografía en sepia, recuerdo romántico de la transición. La segunda es que los sindicatos no han conseguido la muestra de fuerza que esperaban y eso indica que tienen que cambiar, si no quieren ver más mermada su credibilidad... Digo esto, porque ayer volvió a funcionar el miedo y si no se para el transporte público, no se da la actuación contundente de algunos piquetes y el miedo de muchos pequeños empresarios a sufrir daños en sus dependencias, el fracaso hubiera sido sonado.
España es el único país de Europa donde su Constitución contempla el derecho de huelga, en cambio, no tenemos una ley que lo desarrolle. Hubo un intento de hacerla, con Felipe González, pero acabó la legislatura antes de su tramitación. Una ley de huelga regularía aspectos esenciales como los servicios mínimos, qué sectores deben tenerlos o las sanciones a imponer en caso de incumplimiento o en caso de violencia. En fin, que una ley de huelga regularía aspectos que ahora se dejan al libre albedrío y que siempre se contemplan con una evidente dulzura hacia las posiciones sindicales... No es de esperar que Zapatero entre en este tema, dada la complicidad existente. Así, de paso, le deja la patata caliente al gobierno que venga, que todo parece indicar que será del PP.
Lo que es un hecho, es que situaciones como las que hemos vivido no se pueden repetir. Es una situación que ha llevado a varios rotativos europeos a hablar de “huelga a la española”, titular que recuerda las viejas películas del cine español, cuando la imagen turística de nuestro país se apoyaba en el sol, la playa, la paella, el flamenco y la pandereta.
España tiene evidentes problemas estructurales en su sistema productivo. Sistemáticamente nos hemos negado a acometer reformas que necesariamente son traumáticas, pero el resultado es que nos ha pillado la crisis y nos hemos metido en cinco millones de parados. Modificar esta estructura, dejar a un lado obsoletos privilegios que no podemos mantener y preparar el país para un sistema productivo que permita mayor flexibilidad en las contrataciones, mejor formación a los trabajadores y a los empresarios, mayor competitividad en los mercados internacionales, debe ser un objetivo de todos. Si seguimos empeñados en políticas de izquierdas o de derechas para resolver determinados asuntos en el siglo XXI, estamos abocados al fracaso... Reconozcamos de una vez que la sociedad ha evolucionado y que hay temas de interés general que exigen diálogo y consenso para sacarlos adelante. Si no somos capaces de aunar esfuerzos en tiempos de crisis, lo que hacemos es dar la espalda a la sociedad y a sus grandes retos y con ello hipotecamos a las futuras generaciones. Zapatero ha dividido cada vez más a la sociedad desenterrando el pasado con fines ideológicos. Por eso el Sr. Zapatero no significa un avance, sino un retroceso importante en el camino de una sociedad pujante... Y lo pagará en las urnas...

15 comentarios:

  1. Basta echar un vistazo a los periódicvos para saber que la huelga fue un fracaso.Si los sindicatos son felices hablando de porcentajes desmesurados,pues para ellos la perra gorda.La realidad es que han recibido una advertencia muy importante de los ciudadanos de que su trabajo no gusta y que sus consignas ya no llegan.Una lección que tienen que haber aprendido.

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  2. Toxo dijo ayer que España fue un clamor, un grito de libertad. Tiene razón,un grito de libertad para que se acabe la actuación salvaje de unos piquetes que si no recurren a la fuerza verbal y a la intimidación,no logran parar la salida de atobuses o la entrada de las industrias.Si no es eso,la huelga no llega ni al 10 por ciento.Esa es una realidad que hemos vivido todos y no necesitamos que nos lo cuenten los periódicos.El Gobierno debería sentir vergüenza de todo esto.

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  3. LA REALIDAD ES UNA Y ES QUE HEMOS VIVIDO UNA HUELGA DECIMONONICA,ANTIGUA,PASADA.HA SIDO EL REFLEJO DE LO QUE SON LOS SINDICATOS EN ESPAÑA.VA SIENDO YA HORA DE QUE CAMBIEN PORQUE LA SOCIEDAD LE VOLVEMOS CADA VEZ MÁS LA ESPALDA.

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  4. La huelga fue un fracaso y ha tenido un costo enorme,todo por el capricho
    de unos sindicatos incapaces de haber actuado con responsabilidad ante las
    políticas de un gobierno ignorante de la crisis. Ahora que todo ha pasado
    esperemos que comience el debate sobre el futuro d las fuerzas sindicales,
    que como presumes van camino de un descrédito absoiluto. Ver a Toxo ayer
    histérico voceando que todo ha sido un éxito, demuestra la profundidad de un
    gran fracaso.

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  5. El Psoe no puede dar vidilla a los sindicatos en su forma actual, porque
    les seguirá perjudicando.Los sindicatos son fundamentales en democracia,pero
    no en la forma actual, sino renovados, con objetivos modernos, con visión de
    apoyo y ayuda a los trabajadores,pero con la responsabilidad de colaborar o
    plantar cara al poder por mucho que este trate de comprarlos.El debate es
    evidente,o los sindicatos cambian o terminarán por desaparecer por
    descrédito general ante la sociedad.

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  6. El anteproyecto de presupuestos es la prueba de fuego sobre el papel que el Gobierno le da a los sindicatos. Mucho me temo que no les bajará ni la asignación ni dejará de poner en sus manos el control de la mayoría de los cursos de formación,sobre los que habría mucho que decir.Todo esto los llevará a la ruina y será imparable.

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  7. No seais tan pesimistas. La huelga paró el país. Puede que no lo hiciera en las cifras que se esperaban pero el resultado final es que se ha lanzado la alerta sobre una reforma laboral que es mala. Se debería aprovechar la ocasión para abrir seriamente el debate de la reforma laboral, con reformas de verdad y no sólo con el abaratamiento del despido. España, como muy bien dice Mireia, necesita reformas grandes e importantes y no deberíamos esperar mucho para hacerlo. Esperemos que la huelga sirva al menos para abrir ese debate.

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  8. Para que el debate de la reforma se abra, es necesario un gobierno dispuesto a dialogar con todos y Zapatero y sus muchachos sólo hablan si ganan. Saben que si necesitan ayuda ahí están los nacionalistas que por un puñado de millones, le aprueban lo que quieran. Así de dramático.

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  9. Toxo y Méndez se sacaron la espina de comparsas del Gobierno por un día, pero os apuesto a que en las próximas horas la teórica dureza de su discurso contra la Reforma Laboral, se suaviza para acabar siendo complices.De hecho ya lo hemos visto hoy entre Mendez y la VIce-Presidenta del Gobierno.Todo un montaje que produce vergüenza ajena.

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  10. Aunque me parece acertado no entrar en la guerra de cifras, a veces es imprenscindible acudir a ellas. El consumo de energía eléctrica había caído a mediodía un 15%, mientras los sindicatos hablaban de un 70% de seguimiento. Algo no cuadra, a no ser que aunque no se fuera a trabajar las máquinas se mantuvieran a pleno rendimiento o funcionaran solas, que de todo podremos escuchar para justificar lo que pasó ayer. La huelga fue un fiasco y los datos lo avalan.
    Saludos.
    Oscar

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  11. Interesantes análisis los que plasman por aquí, en serio.
    Hay un aspecto que me parece interesante, es el de ejercer el derecho de huelga.
    La situación actual, incluso antes de esta ley, ya era lastimosa en cuanto a lo reivindicativo del trabajador.
    Quiero decir que la mentalidad del trabajador está evolucionando hacia lo que deberían evolucionar los sindicatos españoles, esto es la transformación del típico sindicato mediterráneo en un sindicato a la alemana. El trabajador español se está dando cuenta de que lo primero es el trabajo y luego la reivindicación de sus derechos, pero nunca al revés. Puede parecer absurdo lo que acabo de decir si no añadiera lo que es un sindicato a la alemana.
    Las empresas en Alemania funcionan en cogestión con los sindicatos (cuando diga "sindicato" que nadie lo extrapole al sindicato a la española).
    Es decir: si la nave se cae no se cae la empresa, con la empresa cae todo.
    Esa cogestión de la que hablo se basa en hacer una única fuerza en común, es decir: no hay dos bandos basados en el binomio patrón/trabajador, todo es uno como los bienes de la empresa, dígase maquinaria, patentes, etc..
    Insisto, si no hay trabajo no puedo exigir derechos; si hay beneficios, todos nos neneficiamos; si hay pérdidas...
    La secular poca importancia que en este país le hemos dado al esfuerzo en el trabajo se nos está notando. En este aspecto iremos a la cola si de verdad no se revoluciona nuestra sociedad. Pero para ello los partidos políticos y lo que se llama "agentes sociales" han de encerrarse con tal de cambiar este modelo de sociedad donde todo se basa en las prestaciones sociales. No podemos seguir viviendo subvencionados por la sencilla razón de que se está creando un amplio tejido y una cultura del parasitismo.
    Volviendo a lo del sindicato a la alemana, supongo que suena bien ese modelo de sindicalismo, pero hay que añadir que eso implica una cuasi-afiliación obligatoria al sindicato, cuyos frutos suelen revertir solamente a los que están afiliados. Aunque el ejemplo no sea muy válido, es como estar cotizando por la Seguridad Social: si no estás cotizando no cobrarás pensión por jubilado.
    El ejemplo o el símil, insisto, no es muy exacto, pero lo que se desprende de él sí.
    Saludos y a revolucionar el país, que todos tenemos ganas.
    Abrazos y mis respetos a todos.
    Fdo.: J.Robles

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  12. La foto de hoy en la SER no deja lugar a dudas.Lo has clavado Mireia.Hay una connivencia lamentable que demuestra hasta que punto todo es una mentira.O los sindicatos cambian de forma de actuar y renuevas sus estructuras,huyendo de la estructura de sindicato vertical que están adoptando,o desaparecerán con el consiguiente daño a la democracia. Ellos tienen la palabra.
    Enhorabuena por tu artículo.

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  13. Como siempre, impecable en el "vistazo crítico", por cierto me gusta mucho la nueva foto que has puesto. Dicho lo cual, tengo que comentar lo que sentí ayer, el famoso 29 S. Me levante pronto para llevar a los enanos al cole, paro a comprar el periódico y ....no hay prensa, la distribución está en huelga tras ser informados los trabajadores de que había una huelga...parece ser que no sabían nada. Sigo mi camino y me sorprende comprobar como en la entrada a Madrid no hay atasco!!! (algo bueno va a tener esto de la huelga, pienso) y tras dejar a los pequeños talibanes en el cole me dispongo a tomar mi cafelito mañanero, entro al bar de siempre y doy los buenos días a los camareros, los cuales me encuentro vestidos "de calle" y les pregunto el motivo a lo que contestan...por si acaso. Tras el desperezador cafelillo me voy dando un paseo hasta el trabajo (no es que me guste pasear, es que está a 4 manzanas) y compruebo asombrado como algunos comerciantes están quitando silicona de las cerraduras, otros con el cierre medio bajado pero abiertos y los menos, "poco temerosos del Señor" abiertos con la luz encendida.
    En definitiva, por no cansar, era una estampa en la que se palpaba una mezcla de miedo e indignación...en pleno siglo XXI y en un barrio de Madrid acomodado (barrio Salamanca. Manda....!!! Con lo cual creo que ayer lo único que ocurrió en España es que dimos marcha atras en el tiempo, en los derechos civiles y en el ánimo europeo moderno, y se instaló la política rancia y casposa del miedo que recuerda a épocas pasadas que por suerte y edad no viví en primera persona.
    Creo que momentos como los de ayer han de hacer reflexionar mucho a las clases políticas en general y alas más jóvenes en particular sobre el modelo de estado que queremos y si es el momento de cambiar o desarrollar ciertas normas que han caducado por sí mismas; y hablo de los sindicatos, los partidos políticos, las autonomías, etc.
    Creo que ahora no es el momento de llevar a acbo esas reformas, la crisis y el paro es lo primero, pero tal vez sería buena cosa incluir en algún programa político reformas en los sitemas legales de regulación.
    Es mi opinión, e igualmente suscribo prácticamente todo lo dicho por los anteriores y así no lo repito.
    Muchas gracias Mireia por este Blog y por darnos la oportunidad de manifestar estas reflexiones en voz alta.

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  14. Enhorabuena por el seguimiento que has hecho de esta huelga de la que ya nadie se acuerda.Pones blanco sobre negro la trampa y la mentira de una convocatoria que los sindicatos sólo han hecho para justificarse y que les ha llevado a ponerse en evidencia.
    Te sigo habitualmente y me quito el sombrero ante tu clase,tu capacidad de análisis y tu ponderación.Hay que seguir,el PP necesita gente como ti.Mucho ánimo y mucha fuerza.

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  15. Ante el derecho a la huelga y a manifestar en grupo el desacuerdo de una parte de la población con algún tipo de política ejercida por la clase dirigente, debe primar el derecho al trabajo y a poder ejercerlo acudiendo al puesto de trabajo o al propio negocio sin el temor a sufrir daños personales y/o materiales.
    En mi opinión las huelgas, y mas las generales, tenían un sentido en época de opresión de la empresa sobre la clase obrera, cosa que no está ocurriendo en nuestra sociedad actual donde las leyes laborales protegen y mucho, demasiado diría yo, al trabajador.
    España, es uno de los países europeos que tienen el más alto desarrollo legal a favor del trabajador en temas de despido, seguridad y protección laboral. Y en arras de mantener estos derechos, los sindicatos no permiten ceder una micra sin entender la coyuntura económica por la que estamos pasando y que por el bien de la economía nacional es necesaria esta reforma para aligerar la carga social en las empresas y favorecer la movilidad laboral hacia sectores más productivos.
    Pero sin profundizar mas en la conveniencia o no de esta huelga, lo que no se debe permitir bajo ningún concepto es que los piquetes “informativos” coaccionen a la población a que secunden una huelga, que sólo los dirigentes sindicalistas defienden para poder salir en la foto y mantener sus sillas, mediante la generosa actitud “informativa” de comunicar que por el bien de su persona o patrimonio seria interesante la unión a sus reivindicaciones.
    Sinceramente siento un cierto asco y repudia que “defensores” de la clase obrera, “coaccionen” a la clase obrera para que sus reivindicaciones tengan éxito.

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