Si hay un secreto celosamente guardado por los sindicatos, es el del número de liberados con que cuentan, es decir personas que cobran de las empresas y cuya actividad dedican a la defensa de los trabajadores. Algunas fuentes hablan de unos 200.000 liberados en las administraciones públicas y empresas privadas. Los liberados sindicales son la segunda empresa del país después de la administración. Es evidente que el liberado cobra lo mismo que cualquier trabajador, pero sin sus riesgos, ni su sometimiento a la disciplina empresarial. Toda una prebenda... Si leemos el BOE, tenemos el dato de que los sindicatos perciben de los presupuestos del estado mas de 30.000 millones de las antiguas pesetas. Además, hay que sumar subvenciones europeas, autonómicas y fondos para cursos, lo que significa que perciben en torno a los 200.000 millones de pesetas. Un inmenso poder económico procedente de las arcas públicas; así, la independencia está bastante cuestionada.
Estos datos nos muestran la realidad de estas organizaciones todopoderosas, a las que está encomendada la teórica defensa de los trabajadores. En tiempo de crisis, esa defensa no es otra que poner sobre la mesa propuestas que faciliten la creación de empleo, lo que significa flexibilidad. Sin embargo, se empeñan en mantener una rigidez que está resultando un lastre. Si sus postulados no se atienden, se agita la vida laboral... Todo un chantaje irresponsable en este momento.
Los sindicatos de clase han estado ligados a la izquierda y a los partidos de izquierda y como tales actuaron desde la llegada de Aznar al gobierno. No importó el momento de crisis que entonces vivía España, actuaron. Por eso sorprende que en este momento, cuando el paro se dispara, haya complacencia con el Gobierno. No se trata de que le monten una huelga general para acorralarlo más, pero sí deberían ser más exigentes, porque limitarse a pedir cobertura para los parados sin fórmulas que aumenten los ingresos, es una irrealidad y una irresponsabilidad que nos está llevando a un déficit insostenible. No es casualidad que en Europa se hable de la preocupación por España después de Grecia.
A esta tibieza con el Gobierno hay que sumar que se apunten a la participación activa en actos marcadamente ideológicos y alejados de la actual crisis, como el acto a favor de Garzón en la Complutense. Es decir, que participan activamente en la cortina de humo del Gobierno para distraer sobre la crisis.
Y para que nada falte, las cifras que les aporto sobre la realidad sindical, se completan señalando que entre UGT y CC.OO. apenas llegan al 1.700.000 afiliados, una clara minonoría en la población trabajadora española. Saquen ustedes mismos conclusiones...
viernes, 16 de abril de 2010
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Muy elocuente el artículo de hoy. Si señora. Las cifras son frias y hablan por si solas. Este país no puede permitirse semejante dispendio y mucho menos que se emplee como una fuerza de presión o de complicidad hacia quién gobierna. Muy acertada la exposición. Estos datos deberían ser ampliamente difundidos para que se viera el altruismo de estas organizaciones de izquierda y su tarea en favor de los trabajadores. Con el dinero que los sindicatos manejan cada año se podrían atender muchas demandas sociales, esas que ellos reclaman. Pensemos sobre todo esto. Un acierto lo que hoy nos cuenta.
ResponderEliminarNo todo es malo en los sindicatos. Hicieron buen papel en la transición. Lo que pasa es que los políticos les han dado demasiadas alas y como sólo están pendientes de lo que dice la prensa, han cedido siempre con tal de que no les monten la bulla. Les han dejado crecer en poder, que no en afliación, y ahora mandan mas que ellos. El dia que los partidos empiecen a trabajar por el interés general y no estén mas pendientes de que no les critiquen que de trabajar, verás como las cosas cambian. Los sindicatos no son malos, es malo el sistema en el que les hemos incluido. Es muy malo el compadreo que con ellos se traen los políticos, pero tienen una base y una razón de ser que había que cuidar. Son imprescindibles en democracia y hay que cuidarlos. Con las cifras que aportas, hay que exigirles y si no se hace, hay que echarle huevos y cortarles el grifo, verás como se ponen a tono.
ResponderEliminarUn saludo bellezón.
Espléndida puesta en claro de lo que son los sindicatos. Nada que añadir Mireia.
ResponderEliminarCifras "estupendas", las que cita.
ResponderEliminarBueno, el otro día hablábamos -en otro tema- sobre el pesebrismo sindical, y eso resta cierto grado de libertad, por no decir que es una piedra de toque o el valor de control a la hora de que algo sea susceptible de ser reivindicado.
Lo que se desprende de lo que usted ha escrito, Doña Mireia, es que el Estado (usted dice el Gobierno)ya no es opositor de los sindicatos, pero esto no es de ahora, eso viene desde la Declaración de los Derechos del Hombre y de la famosa Ley Chapal, que data de 1791. Desde entonces, y mediando la Revolución Industrial (que la cosa sindical era clandestina), ya los sindicatos forman parte de las cuestiones decisorias. Pero esto dicho así suena muy frío, lo sé.
El problema que existe, y ahora voy a opinar desde mi punto de vista, es que esta sociedad está individualizándose. Eso de las cuestiones colectivas va sonando como lejano. Pero centrándonos en España y sus sindicatos representativos pienso que deberían europeizarse. Voy con lo de la europeización.
El modelo escandinavo de organización sindical es casi un modelo de sindicato vertical, pero no veamos los peyorativo de lo "vertical", es un modelo hecho para una sociedad con un gran sentido de Estado que aquí, en las Españas, no se da.
Siguiendo con el modelo alemán se puede decir que allí, los sindicatos, están muy vinculados con los partidos políticos, lo que ha acarreado unas recientes convulsiones. Lo interesante es que las empresas funcionan por cogestión con los sindicatos, es decir: la empresa vincula al trabajador como un bien más en un apasionante "todos a una". Esto es envidiable ¿verdad?
Y luego tenemos lo que se podría denominar "sindicatos a la mediterránea", para Francia, Italia y España, los cuales, y con sus obligados matices, son lo que conocemos.
¿Con qué modelo nos quedamos? Pienso que lo importante es la formación, la educación, etc., de tal manera que todo ello coadyuve a una conciencia de Estado, luego ya escogeremos o, quizás, no haga falta escoger el modelo sindical porque lo que tenga que surgir será el reflejo de la vida y de la calidad social del país.
Pero a este paso lo llevamos claro.
Saludos.
Fdo.: J.Robles
Los sindicatos han hecho mucho por los trabajadores y si no fuera por ellos, las conquistas sociales no habrían tenido lugar. Otra cosa muy distinta es que unos dirigentes acomodados y zampones hayan prostituido el trabajo real que les corresponde.
ResponderEliminarHay sindicalistas como redondo o Camacho, que pondrán siempre nombre de oro al sindicalismo español. Lo que pasa es que ahora van a la moqueta y al salón, a vivir bien y a olvidarse de la razón de su existencia.
Los datos que usted pone de manifiesto, hablanclaramente de la necesidad de modificar el sistema de financiación de estas organizaciones. Es bueno que los ciudadanos sepan estas cosas y que exijan a los responsables sindicales un cambio de actitud.
Buen tino tiene usted para valorar los temas, la verdad. Enhorabuena.
Amigo Robles, en escandinavia hay una cultura que no tenemos aquí. Somos mediterraneos y no tenemos esa responsabilidad que allí se cuece. Aquí lo del todos a una es impensable, por lo que si hay unidad sindical, es porque saben que de esa unidad les sale la fuerza que amilana a los gobiernos.
ResponderEliminarComo dice la Sra. Mireia hay millones y millones para formación, que aquí sólo se emplean para lavar las estadísticas del paro, ya quew quién hace un curso, desaparece de la lista. Así no vamos a ningún lado.
Es usted un lujo Señora. No sólo porque su belleza es espectacular, sino porque escribe usted con sentido común y con mucho tino. En su partido deben de fijarse en personas como usted para dirigirse a los votantes porque andan muy perdidos. Siga adelante así de hermosa y así de sensata y por lo menos alumbrenos a sus seguidores. Muchas gracias.
ResponderEliminarLos sindicatos son unos vividores y sus cifras lo demuestran. Enhorabuena Mireia por desenmascararles, porque pocas veces se cuentan estas cosas. Siempre se les encubre y se anda con pies de plomo al criticarles. usted los pone al descubierto y, como bien dice, que cada cual sauqe conclusiones.
ResponderEliminares usted brillante Mireia