BLOG DE MIREIA ARROYO DE LA PARTE

Un vistazo crítico y personal a la actualidad.

lunes, 19 de abril de 2010

No es sólo cosa de hombres.

Aún a riesgo de parecer ingenua, estoy convencida de que hay muchas personas que trabajan en política porque creen en el servicio público y gustan de contribuir al bien social. Defiendo la nobleza de una actividad clave y que en este momento tiene mucho que decir para que podamos salir de la crisis.
El buen político es aquél que está siempre dispuesto a aprender, que procura una formación continuada, que se rodea de buenos técnicos y que escucha, que escucha mucho; porque los ciudadanos tienen mucho que decir y es hacia ellos hacia los que va dirigida su actividad.
Lo de menos es si el político es hombre o mujer. Estoy convencida de que las mujeres tenemos la misma capacidad que cualquier hombre para desarrollar nuestra actividad en la vida pública y que podemos asumir los mismos niveles de responsabilidad. Flaco favor hacen a la mujer las cuotas, las "listas cremallera" y otras tantas zarandajas que se dan en los partidos, que presentan a la mujer como un recurso que hay que imponer en aras de una política progresista, cuando la única realidad es que debemos estar porque estamos capacitadas para ello y no para decorar nada.
La política, por mucho que se empeñen los recalcitrantes de turno, no es sólo cosa de hombres. Nombres como Margaret Teacher, Indira Gandhi, Michelle Bachelet o Angela Merkel, han escrito y escriben páginas importantísimas de la política en el mundo y demuestran que el talento, la iniciativa y las soluciones no vienen de la mano del sexo, sino del trabajo riguroso y de una buena preparación.
Es cierto que la sociedad no facilita el camino a las mujeres como lo hace a los hombres y que nosotras debemos demostrar todos los días lo que a los hombres, amenudo, se les da por supuesto. Muchas estamos dispuestas a hacerlo porque creemos en lo que hacemos. Estoy cansada de escuchar que se prima el ser mujer en los partidos y abogo por la normalidad de que lo que se prime sea la capacidad, el talento y el compromiso.
En nada nos ayudan a las mujeres, políticas como las que practica el Ministerio de Igualdad, volcadas más en la anécdota y en la prensa, cuando no en el esperpento, que en el fondo de la cuestión. Necesitamos igualdad de hecho y no justificarla con absurdos como un ministerio, que desgraciadamente ha escrito algunas de las páginas más tristes e inútiles de la actual legislatura.

(P.D.: Os doy, permitidme el tuteo, las gracias a todos por la participación en mi blog con vuestras opiniones, todas ellas interesantes y enriquecedoras para el debate. Os aseguro que tomo nota de vuestros comentarios y sugerencias; y me permito pediros que os identifiquéis en los post, porque detrás de ellos siempre hay nombres y personas y es la mejor forma de dejar constancia de ello. Muchas gracias de corazón, por vuestra colaboración.)

10 comentarios:

  1. No es cosa solo de hombres Mireia, es cosa de que se nos reconozca el trabajo como personas. Hombres o mujeres da igual,lo importante es la eficacia y nosotras deberiamos ser las principales exigentes en que las mujeres en politica sean las mejores. Evitariamos asi dar alimento a los machistas recalcitrantes.
    Me sumo a tu valentia y a tu buen hacer.

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  2. Es un hecho que la política no es cosa exclusiva del hombre. Lo que sí puede ser molesto -si yo fuera mujer así lo sentiría- es lo de la ratio o el cupo porcentual que debe existir en cualquier organización ejecutiva de lo que sea.
    No es de recibo en estos tiempos que tengamos que echar mano de una cuestión sexista para parecer más guay que en otros tiempos.
    Por poner otro ejemplo. Ya me zumban los oídos cuando escucho eso de "todos y todas" o "españoles y españolas". Nos estamos olvidando de la economía en el lenguaje. También hay quien cree que el lenguaje crea opinión, pero yo digo que eso será para el que le cree opinión no hablar en femenino. Yo cuando hablo del género humano también incluyo a la "humana".
    Estamos tontos (y tontas).
    Saludos.
    Fdo.: J.Robles

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  3. Mireia, no piensa usted que el feminismo es el peor enemigo de la normalizacion hombre_mujer?Le hago esta pregunta,porque las razones para la igualdad que dan muchas mujeres son precisamente las que mas impiden que se cuente conellas. Mirea, yo abogo por una mujer competitiva,igual al hombre en sus capacidades, pero muy femenina. No le parezca mal, pero creo eb la atracción de los sexos y en la igualdad de la capacidades.Creo y deseo que la mujer guste al hombre y que el hombre trate de conquistar a la mujer, que sea delicado con ella y que la mime. Sé que no va con los tiempos, pero me parece algo bello que enriquece a ambos. Pero fuera de la ceremonia del cortejo, los dos iguales.
    Usted es de las que pueden volver loco a cualquier hombre,se lo aseguro. Felicito al afortunado que tiene su cirazón.Un afectuoso saludo y siga adelante con su blog.

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  4. Perdón por la licencia, pero el título del tema me recuerda cuando era crío y veía a la rubia despampanante (para aquellos tiempos y aquellas estéticas, claro) anunciando el "SOBERANO"... es cosa de hombres.
    Ea.
    P.S.: ¿O era VETERANO?
    Fdo.: J.Robles

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  5. Mireia sois vosotras, las mujeres que teneis peso en los partidos, las que teneis una responsabilidad notable en este asunto. Vosotras estais en primera linea y teneis influencia sobre los mandos de los partidos. Pienso que teneis la obligación de convencerles a ellos del papel de la mujer. La política es influencia, tu lo sabes muy bien y esto también es cuestión de influir. Las mejeres hemos de tener defensoras en las mujeres, porque no es suficiente denunciar una situación que es injusta si luego no se hace nada. Tu puedes y debes influir, como lo tienen que hacer también las que son cargos públicos y se conforman con ser ellas y no tratar de ampliar el círculo.

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  6. Yo creo que es tarea de todos, hombres y mujeres, de darnos cuenta de que tenemos las mismas capacidades y que podemos asumir responsabilidades con plenas garantías. Me parece mentira que en el siglo XXI sigamos debatiendo estas cosas, porque las deberíamos haber superado hace tiempo. La triste realidad es que las muejres lo tenemos que demostrar todos los días. Tienes razón Mireia cuando dices que tenemos que demostrar lo que a los hombres se les da por supuesto. A nosotras se nos exige más, porque encima tenemos que estar estupendas, mantener siempre la sonrisa y aguantar con buen talante las insinuaciones, que las más de las veces son de un machismo que horroriza. Lo que hace falta es que reivindiquemos nuestro papel y demostremos que creemos en lo que hacemos y en lo que pedimos. Esta batalla solo la ganaremos con trabajo, trabajo y trabajo.

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  7. Mientras intentemos que la igualdad sea al 50%, que haya el mismo número de hombres que de mujeres en todo, mientras nos volquemos en el sexismo marque cualquier actividad, cualquier espacio, incluido el de las palabras que hasta ahora han sido comunes para ambos sexos, estaremos perdiendo el tiempo y haciendo un flaco favor a la mujer.
    Esta es nuestra sociedad, en ella tenemos que convivir y sabemos que requiere cambios que hay que hacer desde el sentido lógico y no desde la imposición. La histórica imposición del macho no puede ser suplida por la absurda imposición de la hembra. Hacer estos discursos es perder el tiempo. Es un problema de educación, de tolerancia, de formación, de asumir el papel que cada uno/a (para que no se me enfaden) tenemos. El día que lo asumamos habremos alcanzado la igualdad dentro de lo diferentes que afortunadamente somos. Mientras estemos en el debate de que los hombres lo pueden hacer mejor y las mujeres tienen que hacer otras cosas, estaremos perdiendo el tiempo. Mireia el debate físico y el de la inteligencia no son el mismo. Mientras haya mujeres que acepten ser floreros, hay un problema.

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  8. Como añadido a lo que han dicho todos los intervinientes, creo que necesitamos más muejres humanistas, de tecnócratas andamos sobrados.
    Las brillanteces académicas son el argumento manido al que se agarran las mujeres, cosa que no discutiremos porque los hechos no se discuten, pero hace falta más humanismo femenino o, dicho de otra manera, estamos carentes de más voces de mujeres con poder, que las hay.
    Estamos llegando a puntos de convencimiento peligrosos en cuanto a asimilar mujer poderosa=tecnocracia, cosa que no es que esté mal, pero desequilibra la balanza humanista de la que este mundo tan imbécil adolece.
    No todo es lo trepa, a veces necesitamos también ver el espíritu romántico de las mujeres con poder.
    Creo que me explico.
    Fdo.: J.Robles

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  9. Es la propia sociedad la que tiene clichés establecidos, porque en cuántas ocasiones hemos escuchado decir, a mujeres además: "Uy esto en manos de una mujer. Vaya peligro". Puede ser educacional, pero esta forma de pensar se da con mucha más frecuencia de la deseada. Ustedes, las que tienen liderazgo social, son las que pueden hacer cambiar esa forma de pensar. Soy consciente de que se les exige el esfuerzo de que acierten siempre, porque en caso contrario nos critican a todas, pero sólo si logranabrir esa puerta y mostrar una probada eficacia, vendrá una nueva generación en la que la mujer ocupará el puesto que le corresponde.
    Mireia, no decaigan ustedes, las líderesas, en hacer el trabajo de abrir las puertas para que la mujer llegue con normalidad a la política. Ustedes han sido valientes y su valentía debe ser para todas una estela a seguir.
    Gracias por este trabajo tan importante.

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  10. Sr. Robles, tiene usted razón al apelar al humanismo en la mujer trabajadora o política (más en esta última), porque parece que para igualarse al hombre, lo que se le pide es que sea un marimacho en las formas, un clon del varón con faldas, tacones y maquillaje, y eso es acabar con el valor de la mujer. Sin querer caer en los tópicos, hay facetas de la vida en las que la mujer tiene cualidades muy importantes. En general son más observadoras, más largas, con mayor capacidad de sufrimiento, muy constantes. Ya digo que no quiero hacer estereotipos, pero es que me niego a que nos igualemos y perdamos cada sexo el valor de lo que tenemos. Los hombres son hombres y las mujeres mujeres. No hay homujeres o mujerhombre, eso es una fábrica de las feministas que, como ya se ha dicho aquí, perjudican a las mujeres.

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