Cuando llegué a Canal 4 CyL no era ya una mañana normal. Eran poco más de las ocho de la mañana y ya teníamos las primeras noticias de que, al menos una bomba, había explotado en Madrid. En principio parecía un atentado más, de esos a los que nunca nos acostumbramos, pero que ETA había instalado en lo cotidiano de nuestras vidas. Luego fuimos comprobando la magnitud de la tragedia y por la mesa de producción pasaban mil y un teléfonos, mil y una reacciónes de estupor... No era un atentado más. Había 200 muertos y cientos de heridos.
Recuerdo que era, como hoy, jueves. Eres un día gris, frío, lluvioso. Un día en el que el trabajo se prolongó mucho más de lo debido, no en vano asistíamos a una tragedia que, de alguna forma, iba a cambiar el rumbo de este país. Han pasado ya seis años.
Tres días más tarde hubo elecciones, y sin detenernos a analizar lo que pasó en este tiempo, lo cierto es que 14M trajo un vuelco electoral que cambió mucho las cosas, y también dio paso a un periodo de crispación que, de alguna forma, todavía no ha finalizado.
Han pasado seis años. No nos hemos olvidado de las víctimas, ni sabemos a ciencia cierta quién fue el autor intelectual del magnicidio. Sabemos la resolución del proceso judicial, que acatamos, pero hay todavía muchos interrogantes que no tienen respuesta.
Lo cierto es que el terrorismo nunca actúa a tontas y a locas. Al igual que pasó en USA el 11S, sus acciones buscan reventar la vida ciudadana, golpear en el corazón de la sociedad. Y desgraciadamente lo consiguen. El mundo ha cambiado. Hoy viajar es más incómodo, la sociedad está más dividida, la polarización de posiciones se ha incrementado. Hoy el terrorismo internacional y el de todo tipo, condiciona muchas decisiones y eso es realmente grave.
España sabe mucho del terror organizado. Sus coletazos todavía nos hielan la sangre. Sabemos muy bien cómo llega a alterar la convivencia. Hoy, en este sexto aniversario de la matanza de Madrid, la sociedad en su conjunto tiene la oportunidad de reflexionar sobre la necesidad de permanecer más unidos que nunca y plantar cara al terror. No debemos ceder a su chantaje, ni dejar que nos dividan. Las ideas y los modelos sociales sólo son posibles desde la libertad y en libertad, sin el miedo, sin el rencor, sin el condicionamiento asesino... Se lo debemos a las víctimas, que hoy tienen todo nuestro recuerdo.
jueves, 11 de marzo de 2010
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Veremos a ver si el PSOE resiste la tentación de acercarse otra vez al nacionalismo vasco, porque Zapatero los necesita en Madrid y este todo lo que necesita lo coge. En cualquier caso hasta ahora va bien y hay que reconocerlo. El futuro es cosa diferente.
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