Tres causas, tres, estudia el Tribunal Supremo contra el Juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón. Tres causas sobre las que él ha presentado las correspondientes alegaciones para que no le suspendan en sus funciones, y se está a la espera de la decisión sobre las mismas. Estamos en un Estado de Derecho donde se presupone que la justicia funciona para todos..También para el “juez estrella”, que (qué casualidad!) suele tener los casos más llamativos y siempre hay una cámara de televisión a punto.
Asistimos estos días a todo un despliegue en defensa de Garzón sin precedentes. De sus amigos, claro. De aquellos que le deben innegables y numerosos favores... O, siendo bien pensada, que esto pertenezca a la famosa "ley de Murphy" y siempre sus actuaciones en casos políticos afectan a los mismos... Juzguen ustedes mismos.
Garzón es uno más. Sobre él deben actuar los mismos mecanismos de control que sobre cualquier otro juez. ¿Se nos ha olvidado ya que Javier Gómez de Liaño fue suspendido por una causa en la que actuó contra el todopoderoso grupo PRISA? Garzón fue entonces uno de los mayores instigadores.
Ahora el “juez estrella”, tanto trabajar en el alambre, puede ser investigado y no tiene por qué pasar nada por ello. Justificar que puede quedar impune porque una de las causas está solicitada por defensores del franquismo, no es excusa, porque la ley es exactamente igual para todos...¿O no?
Un país moderno y maduro es aquél en el que todos están sometidos a las mismas normas de control. A Garzón le asiste la presunción de inocencia para actuar conforme a las normas y habrá que esperar el dictamen del Supremo. Pero la campaña puesta en marcha para defenderle y para intentar condicionar al Alto Tribunal, además de carecer de precedentes, es más propia de un país bananero que de una democracia moderna.
Sr. Garzón, usted debería recordar que la eficacia de la tarea de un juez, se basa en buena medida en la discreción y en la lejanía de las sospechas sobre su cercanía al poder. Usted carece de total discreción en este aspecto y su cercanía al PSOE es tal, que ha sido Ministro (también estrella) de uno de los gobiernos socialistas de Felipe González. Le guste o no, su instrucción del caso Gürtel y el vergonzoso rosario de filtraciones sobre el mismo, no sólo han dañado al PP, sino que han colocado a muchos de sus miembros en un estado de indefensión realmente vergonzosa. Usted, por lo menos, no ha pasado por ese estado y puede defenderse.
lunes, 8 de marzo de 2010
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Garzón es como el aceite,siempre queda arriba. Zapatero tiene que comprar su silencio y por eso le defiende. Apuesto doble contra sencillo a que el gobierno no le deja caer.
ResponderEliminarMi enhorabuena por tu blog.Buen analisis y muy al dia, un acierto.