Amenudo, la realidad supera la ficción... Incluso en política.
Mira que se han escuchado tonterías en los últimos tiempos, pero pocas como la de Joseba Egibar animando a los empresarios vascos a vender sus productos fuera del mercado español. Si no fuera por la seriedad del asunto y del momento, pensaríamos que hemos escuchado un capítulo más de la "antología del disparate".
El nacionalismo vasco está en barrena. Cada vez se desliza más por una línea de pensamiento totalitario, incapaz de admitir el juego democrático y asumir que PSOE y PP han alcanzado un pacto de gobierno para Euskadi totalmente legítimo, que ha permitido que hayan entrado saludables bocanadas de aire fresco en la vida política vasca. Acaba de cumplirse un año desde que Patxi Lopez gobierna la lendakaritza y ninguno de los cataclismos pronosticados por el PNV se ha producido. Clar, se han agotado los argumentos y hay que acudir al esperpento para llamar la atención e intentar desgastar al gobierno vasco.
Hace falta estar fuera de sí para poner en riesgo más de 20.000 millones de euros, que es en lo que se cifra el volumen de negocio de las empresas vascas en el resto de España. Estas empresas tienen en las “exportaciones” a España tres cuartas partes de su negocio y este señor, en un alarde de irresponsabilidad, las invita a buscar mercados más lejanos y menos débiles que el de las comunidades españolas. Todo bajo el “sólido” argumento de que España es “sinónimo de prohibición y negación y un lastre en lo económico”.
¡Para echarse a temblar la visión política del personaje! La sociedad vasca empieza a recobrar la normalidad democrática y puede hablar en la calle, verse libre de la kale borroka, puede ver la televisión sin sobresaltos ni apología del separatismo, tener una policía que no ampara a los violentos, ir desterrando el miedo por la defensa de los ideales... Y todo esto, lo reconozcan o no, era imposible hace un año, bajo el mandato de un nacionalismo conservador en constante coqueteo con las formas más radicales, a las que aspiraba a fagocitar con el Plan Ibarretxe.
El PNV respalda a este irresponsable, aunque matiza que sus declaraciones se han sacado de contexto (vamos, que la culpa es del mensajero), pero el resto de las fuerzas políticas no nacionalistas y el empresariado vasco, han salido en tromba para intentar poner las cosas en su sitio y desmarcarse de unas declaraciones que pertenecen más al campo de la alucinación, que al de la política... ¡Qué mal ha encajado la derrota política el PNV y cuánto ha ganado la democracia España!...
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El domingo ZP acude al País Vasco a celebrar el año de gobierno de Patxi López. ¡qué no le pase nada!. Es para echarse a temblar que ZP meta mano en esto, porque un irresponsable de esta naturaleza es capaz de destruir todo el trabajo realizado. Como se vea apurado empezará a coquetear con el PNV y acabará por condicional a PSE para que rompa el pacto. Ya vemos como se las gasta el PNV, pero seguro que estas cosas a Zapatero le traen sin cuidado.
ResponderEliminarEl PNV ha pedido el rumbo y se radicaliza. Era un partido de profesionales que vivian de la política y ahora se ha quedado sin puestos para pagar favores a los suyos. Quiere recuperar el poder al precio que sea, aunque socave la convivencia en las vascongadas. Egibar se ha vuelto loco y sólo produce risión entre quienes viven la política. Espero que el PP y el PSOE no entren al trapo de tanta provocación descerebrada.
ResponderEliminarEnhorabuena Doña Mireia, porque sus opiniones son interesantes y generan debate, aunque en este caso creo que no hay discrepancia posible.
Egibar se ha limitado a exponer en voz alta la filosofía que practican muchos en la vida política, que no es otra que si no estoy yo, que todo se desmorone. El PNV, que tuvo un importante papel en la transición, ha entrado en una deriva separatista y radical que lo acabará por convertir en una formación marginal. Si los vascos lo respaldan los que pasraán a ser marginales son ellos, y la mejor prueba es lo que está pidiendo al empresariado de la región.
ResponderEliminarCómo se puede decir que España es el país de las prohibiciones y mucho más decirlo desde el PNV que es el partido al que más se le ha permitido en la historia. El rumbo de la política española debería ser tan preocupante como el de la crisis económica, porque ambas están muy interrelacionadas y van de una forma imparable al desastre. Los políticos han perdido el sentido de la realidad y cuesta trabajo encontrar alguna actuación de carácter positivo para los ciudadanos. Este país terminará por enfrentarse a las más altas cuotas de abstención de la historia, porque ya estamos hartos.
ResponderEliminarBuen tino Mireiita. Gana España, la política y pierde el PNV. Ya veremos lo que tarda el PSOE de Zapatero en rescatar a los pneuvistas del ostracismo y devolverles al poder en el país vasco. El tiempo justo en que los necesite para mantenerse en el poder.
ResponderEliminarUn beso guapa.
No tienen vergüenza, pero lo malo es que hay mucho empresariado vasco que es del PNV y aunque ve estas salidas de tono y no les hace ni caso, les apoyan económicamente. En esa región hay que clarificar todavía muchas cosas para que sea una verdadera democracia, porque tengo yo mis dudas si el miedo no sigue funcionando todavía en la sociedad y por eso el PNV hace apelaciones de este tipo con la autoridad que le da la complicidad con los violentos.
ResponderEliminarHay algo contradictorio en lo que dice Egibar.
ResponderEliminarPor un lado -según parece- Euzkadi no es español y asume el significado nacional para su tierra.
Por otro lado, anima a los empresarios vascos a no vender sus productos en el mercado español...
coooño, pero si España es otra nación extranjera para él.
Bueno, no pasa nada, se le ha ido la pinza. También puede ser que la pinza la tuviera -de antemano- ausente.
Voy a animar a los empresarios de Oviedo a que no vendan nada a los de Gijón, con un par.
Pues tiene que tener contentos a los empresarios vascos, sobre todo, lo digo, porque el señor Egibar no la clava como político que es, y eso de dar consejos a un colectivo que se escuerna en sacar adelante un negocio suena a chiste.
Eso sí: el empresariado vasco, si se siente agarviado por este prócer nacionalista, ya sabe lo que tiene que hacer en la urna, en caso contrario...
Saludos.
Fdo.: J.Robles