De las declaraciones del fin de semana, me sorprende el cinismo político de Josep Antoni Duran, quien en la fiesta de CiU aseguró que Zapatero es un “cadáver político” y debe estar dispuesto “a donar sus órganos”. Con independencia del mal gusto de la comparación, no deja de rechinar la venta de la “responsabilidad política de Estado” de su abstención en el Congreso la pasada semana para convalidar el Decreto de recortes de Zapatero, con los calificativos que ahora le dedica y el futuro político que le prepara.
Las cosas claras: si CiU se abstuvo en el Congreso, es porque no le interesa que las elecciones generales anticipadas sean antes de las catalanas o coincidentes con ellas, porque las elecciones nacionales son claramente más movilizadoras y al nacionalismo catalán no le conviene un voto masivo en Cataluña, porque se movilizaría al denominado “cinturón rojo” y el PSC saldría claramente beneficiado. Así que de responsabilidad nada, puro interés político. De hecho, debemos recordar que Duran le conminó a convocar elecciones a finales del año, después de las catalanas, porque bajo ningún concepto CiU va a apoyar los presupuestos del próximo año... ¿Y por qué CiU sospecha que el PNV no sacará a Zapatero del atolladero presupuestario en esta ocasión? Pues porque ahora las arcas del Estado están vacías y el precio que pueden poner los nacionalistas será muy alto: la ruptura del pacto PSE-PP, para que los nacionalistas vuelvan al poder en Euskadi. Toda una trampa, porque si el PSOE lo aceptara, salva los muebles en los presupuestos, pero el costo electoral nacional sería irreversible...
Con este panorama, a Zapatero los nacionalismos se le aparecen ahora en el horizonte político como “la soga al cuello”, porque sus intereses caminan en dirección opuesta a los del PSOE nacional. Esta situación no se había dado hasta ahora, pero alerta una vez más de lo grave que es que dependa la estabilidad del Gobierno de España de una fuerza política que sólo tiene representación en un territorio.
He aquí uno de los problemas que la transición no ha resuelto: el sistema electoral. Hubo un momento en que el reequilibrio territorial impuso unas condiciones imprescindibles para pasar página política. Pero ya han pasado 30 años y seguimos en las mismas... Con el tiempo hemos visto que los nacionalismos, lo más conservador del mundo, se han convertido en el sustento de la izquierda, e incluso en el amparo y cobertura de la izquierda más radical y separatista. Esta situación debe corregirse y dar representación nacional a quien concurre en todo el territorio del Estado. Lo contrario, es dar proyección y beneficio a quienes no creen en el Estado y entienden la lealtad política en términos estrictamente mercantilistas.
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No creo que te haya sorprendido el sentido de estado de Duran, uno de los seres más hipócritas que ha dado la política en España. Este parásito de Convergencia, se ha enfundado en la bandera de España para decir que es la parte moderada del nacionalismo, y de esa forma actuar de ariete en el Congreso. Este tío está perdiendo facultades, porque en los últimos días se ha dejado ver demasiado la "patita" y no engaña a nadie. Si el PP está pendiente de tipos como este para gobernar, es que es más cándido de lo que podemos pensar. Está muy bien el aviso que haces, porque en tu partido hay muchos que piensan que es el adalid del centrismo que necesitan, para parecer un partido moderno.
ResponderEliminarTampoco es tan raro lo que ha hecho ahora el hiperlider de Unió, formación a la que no conoce nadie y que si saca la cabeza política, es como apéndice de Convergencia. Hay que reconocerle a Duran el mérito de la supervivencia y de hacerlo con una buena consideración por parte de electores que no le votan. Un extraño caso. Si Unió se presentara a las elecciones obtendría en voto de él, de su familia, y prau. Duran representa la falsedad, el fariseismo, el abrazo y el puñetazo. Mucha moderación en sus exposiciones, mucha responsabilidad para España, pero luego nacionalismo puro, presión a Convergencia para que se radicalice. Este es Duran. Se necesita, como bien dices en tu artículo de hoy, una reforma electoral que permita mayorías estables sin estar al socaire del jeta nacionalista de turno, al que sólo le pone sacar dinero al Estado para seguir vendiendo victimismo en su territorio y agarrarse al poder. Mas y Durán están a punto de conseguirlo nuevamente y no quieren que nadie se lo estropee.
ResponderEliminarDuran gustó a los progres, a la izquierda, lo cual demuestra hacia quién dirigió su discurso la semana pasada en el Congreso. Comentarios como que robó el discurso a Rajoy o hizo el papel que correspondía a este, fueron habituales. El resultado es que CiU le dio el salvavidas a Zapatero para que no se viera forzado a convocar elecciones, y de esa forma beneficiarse CiU. Pero que luego le dijera, como el maestro al alumno, que las convocara después de las catalanas, fue el episodio más bochornoso que demuestra la responsabilidad política del personaje. Lo tiene crudo el PP si cree que estos salvavidas son los que le convienen para su proyecto político.
ResponderEliminarZapatero cede Euskadi a los nacionalistas y lo que haga falta para no dejar la poltrona. Si le falla CiU, se irá al PNV, donde haga falta. De todas formas habrá que esperar a ver el resultado en Cataluña, porque dependiendo de lo que salga Duran y su banda tomarán decisiones.No me extrañaría que incluso de ofreciese generosamente para entrar en un gobierno de coalición y sustentar a este país, ahora que ha demostrado ser el punto de apoyo que buscaba Aristóteles. ¡Panda de interesados!
ResponderEliminarLa democracia cristiana nunca ha sido de fiar y Durán es su fiel exponente. Son fariseos, mucho de pésame Señor, pero lo mío es lo primero. Se rasgan las vestiduras pero no ayudan a nadie, salvo que les vaya algo a ellos.Se envuelven, si es necesrio, en la bandera nacional, pero sólo para aparentar que la responsabilidad les hace estar por encima de sus intereses locales. Son basura política, montón de basura.
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