El país de nunca jamás.

Para ser el mes de julio y enfrentarse a la canícula estival, la vida política nacional no cede en agitación y sobresaltos. Sólo la ilusión contenida de los ciudadanos por la trayectoria de la selección española de fútbol, logra poner un poco de frescura a estas tórridas jornadas. Nos anuncian para estos días una ola de calor, pero en la vida nacional hace ya unas cuantas jornadas que la padecemos y me temo que la cosa no aflojará hasta que la próxima semana semana se celebre el Debate del Estado de la Nación.
La detención del Presidente del PP y de la Diputación de Alicante, pone de manifiesto la particular filosofía de actuación de la fiscalía anticorrupción... Sin entrar a valorar el comportamiento de los implicados, que corresponde a los jueces calificar, me parece que no es serio en un estado de derecho detener a un político relevante en activo para a las pocas horas ponerle en libertad. En el caso de estas personas, sometidas a chequeo minucioso de la vida pública, las detenciones deben hacerse con un fundamento claro y por orden judicial, ya que sólo es un juez quien decide si hay o no cargos contra las personas. La policía, a lo más que puede llegar, es a la sospecha... Otra vez hemos asistido al juicio de los telediarios, al hecho de tener una imagen a la que se puede sacar una buena rentalibilidad política frente al adversario y de paso, distraer la atención sobre otros muchos asuntos polémicos de la vida nacional. Insisto, sin juzgar las actuaciones de los implicados, que deberán pagar judicial y políticamente por ello, si han cometido algún tipo de delito...
Por otro lado, la aplicación de la Ley del Aborto también esta caliente. Con toda razón, el PP ha pedido al Tribunal Constitucional que se pronuncie cuanto antes sobre la suspensión cautelar de la ley, ya que su aplicación no permite vuelta atrás sobre los abortos realizados. Esta ceremonia de la confusión, la utiliza la Ministra Aído con un desparpajo y una manipulación que clama al cielo; porque la Consejera de Sanidad de Murcia ha dejado claro que si en su comunidad no se aplica la ley en los centros públicos, es porque todos los médicos objetan, que están en su derecho, y los casos hay que derivarlos a clínicas privadas. Calificar esta actitud, generalizada en toda España, de corresponder a un partido antisistema (nuevo epíteto contra el PP), es otra salida de tono de Aído y ya se pierde la cuenta de las veces que esta mujer mete la pata.
Y para que nada falte, ahí está Zapatero autoaprobándose por el mandato europeo, pese a que mayoritariamente la Cámara Europea le ha dado un "rosco" evidente. Una vez más, Zapatero es “Don erre que erre” y va a lo suyo. Habla de logros que nadie conoce, habla de medidas que tomó pero porque fue obligado a ello, habla de prestigio de España cuando lo ha dilapidado... En fin, que hemos vuelto a ver al Zapatero del “nunca jamás”, ese país idílico, del no menos idílico Peter Pan, al que nunca se podía coger porque no era posible coser su sombra... Ni siquiera es ya una Zapatero que, al menos ante tanto calor, nos permitiría tener un poco de frescura. Pero me temo que ésta llegará sólo después de unas elecciones y él tratará de que falte tiempo para ello. Mientras tanto... seguirá haciendo mucho calor.