“Café para todos”...

Hoy, los españoles nos hemos levantado un poco más pobres; porque casi todo sube y sube para todos, sin distinción de rentas, ni situaciones personales o laborales...Y es que llegó el 1 de julio, el día “D”, de la subida de impuestos anunciada por Zapatero tras el “tirón de orejas” de la UE, que supuso un cambio de rumbo en la política económica del Gobierno. Sube 2 puntos el IVA general, 1 el reducido y no varía el suprerreducido...
Como se ha vaciado la caja, para intentar nivelarla hay que ahorrar y además recaudar más; y con esta medida se espera ingresar 5000 millones este año.
Pero en economía no vale aplicar la ley de la acción-reacción y aquí pueden pasar muchas cosas... La primera de ellas es que la subida del IVA coincide en el tiempo con el recorte de los sueldos de los funcionarios (¡marchando una de improvisación!), con lo que puede producirse una retracción en el consumo. Es verdad que estamos a las puertas del verano y la gente lo último que se quita son las vacaciones, pero lo cierto es que todos los observadores dicen que la medida ralentizará la recuperación.
Aunque suene repetitivo, la clave es la falta de previsión del Gobierno, la incapacidad para planificar en el tiempo dibujando escenarios. En política, prever el peor de los escenarios es una medida de prudencia y un ejercicio de responsabilidad. Aquí no se ha hecho y ahora pagamos las consecuencias.
Soy de las que pienso que el verdadero impacto del IVA lo vamos a notaremos a partir de septiembre, a la vuelta de las vacaciones, cuando la subida se generalice. Ahora la cosa se amortigüa y ahí están los comerciantes (que ya anuncian que pese a las rebajas espectaculares venderán un 10% menos) con sus descuentos especiales, sus devoluciones en cheque compra, etc...
¿Y la picaresca?... ¿Qué pasa con la picaresca? Pues de eso ya tenemos experiencia. En 1993, la anterior subida, se produjo un importante auge de las ventas en “B”, sin factura. Pues ahora pasará tres cuartos de los mismo, porque aquello de “Hacienda somos todos”, es algo que no cala en el acervo cultural de la población. Toda aquella factura que pueda ahorrarse en el ámbito familiar y personal, va a ser rechazada, lo que supone un ahorro importante. La picaresca funcionará y España es uno de los países donde abunda, tal vez de demasiado.
La lucha contra el fraude, una buena planificación, cambios en los modelos productivos, una buena reforma laboral, la decidida implicación de los agentes sociales y la responsabilidad personal y de los políticos, son las recetas sobre las que hay que trabajar para salir de la crisis. El esfuerzo para el sacrificio debe ser fundamentado... No vale el “café para todos” o el demagógico “que paguen los ricos”. Mientras se sigan utilizando estos argumentos, sólo se estarán poniendo parches que no corrigen el problema y no se sentarán las bases de la ansiada recuperación. Ahora bien, tengo serias dudas de que el Gobierno actual, con un equipo achicharrado por los problemas, sea capaz de tirar de este carro... Pero apelar a la responsabilidad de Zapatero, por lo visto hasta ahora, es una quimera.