Sobre el papel...

Que estamos en el final del curso político quedó claro ayer en los periódicos españoles. Entrevistas por doquier para hacer balance, presentar propuestas, lavar la imagen y vaticinar lo que vendrá en septiembre. Han hablado los principales actores de la vida pública española a través de las páginas de los periódicos, una especie de despedida vacacional a modo de balance y de aviso para navegantes. Lo que venga, será ya en septiembre y para entonces las estrategias estarán mucho más afiladas y el telón electoral, el de Cataluña por lo menos, ya se habrá alzado.
He leído detenidamente las entrevistas del domingo y tengo claras algunas cosas: que Zapatero intenta lavar su imagen, que Rajoy insiste en que es necesario un adelanto electoral, que a Blanco los controladores le traen de cabeza y que Mas no va a bajar el pistón del frentismo con España.
A Zapatero le lava su imagen El País, con un reportaje-entrevista con opiniones moderadas, reconocimiento de errores de libro y con el dibujo de una pretendida cercanía que me da la impresión que los ciudadanos no perciben. Su afán de aparecer como un moderado, pese a la radicalidad de sus actuaciones, delatan la pose de un presidente gastado, que se empecina en reconocer como un gran logro el proceso de diálogo de paz con ETA, algo que debe remover las entrañas a las víctimas de la banda. Construye frasecitas como que estamos mal, pero no tan mal, y cada vez su discurso suena más vacío y más hueco.
Rajoy en ABC aparece con nitidez absoluta como defensor de la Constitución y pone el dedo en la llaga al asegurar que es de locos que un Gobierno cuestione las sentencias de los tribunales. Rajoy insiste en que el Gobierno está gastado y que lo mejor son las elecciones anticipadas. Su entrevista no tiene nada que ver con el toque de panegírico del reportaje a Zapatero de El País, aunque tal vez debería de ofrecer a los lectores más propuestas concretas de su receta para afrontar la situación actual. Queda claro que Rajoy seguirá en una oposición dura, pero sin estridencias, para no movilizar a la izquierda como ha acontecido en otras ocasiones.
Las estridencias las pone Artur Mas en El Periódico, cuando afirma que la aspiración de Cataluña a decidir traerá más confrontación con España. Mas está ya en la deriva nacionalistas del “y tú más”, siendo consciente de que las elecciones están ahí y que tiene que seguir pescando en el electorado más nacionalista.
José Blanco apenas habla del recorte en infraestructuras en El Mundo. Está metido de lleno en solucionar con firmeza el conflicto de los controladores, pero no deja a un lado su pasión política y su afán escudero para Zapatero. Blanco arremete contra Rajoy, al que trata de provocar al decir que no se atreve a presentar una moción de censura y al que acusa de estar en la ambigüedad permanente. Y en Público, Blanco ya avanza que el PNV es un objetivo para sacar adelante los presupuestos.
Se abre el paréntesis del corazón del verano que sin duda, hará bajar la tensión política nacional. La noticia conocida ayer de que Obama estará en Marbella para pasar parte de sus vacaciones, dará una dimensión nueva a este verano de crisis, en el que los partidos políticos van a trabajar de forma interna, de cara a que no haya espacio para la improvisación en la última parte del año. Hay síntomas tenues de recuperación, que veremos si se confirman en los próximos meses. Es la tabla de salvación del Gobierno Zapatero que lo está pasando muy mal y que contra las cuerdas, es imprevisible lo que puede llegar a hacer.