BLOG DE MIREIA ARROYO DE LA PARTE

Un vistazo crítico y personal a la actualidad.

lunes, 3 de mayo de 2010

La bola de cristal.

A falta de otros baremos, las encuestas son la única medición para conocer la intención de los ciudadanos en caso de celebrarse unas elecciones. Los factores correctores son muchos: el voto oculto, la no-inminencia de la convocatoria, el momento político, las filias y fobias de los convencidos, etc... Pero las encuestas, que son meramente indicativas, acaban por convertirse en campo de batalla político y en arma de comunicación contra el adversario.
Hace ya muchos meses que todos los estudios demoscópicos predicen que el PP está por delante del PSOE en intención de voto. Pero no es menos cierto que en intención directa de voto, las cosas están muy igualadas. Ayer lo vimos en la última encuesta publicada. Pese a ello hay un optimismo en el PP, que se puso de evidencia en Zaragoza esta semana, en la prolija charla que colocó a los dirigentes provinciales el sociólogo de cabecera del partido, Pedro Arriola. Según sus datos, el PP tiene una clara opción de victoria y reitera su tesis de que no hay que soliviantar al electorado más radical de izquierda, que es precisamente lo que ahora intenta el PSOE, al pasear como mártir a Garzón y al reabrir la vetusta estrategia de rescatar al franquismo del olvido.
Arriola advierte que no hay que bajar la guardia y haría muy bien el PP en no olvidarlo; pero tampoco creo que deba esperar a verlas venir, lo que significa que tiene que dar mensajes sobre su receta para el futuro de este país, porque la política es acción y nunca omisión.
Otra cosa es la valoración del líder, arma que esgrime siempre el PSOE porque siempre le favorece. La cosa tiene su trampa, porque el electorado de centro derecha es más tolerante que el de izquierdas, y por tanto, más benévolo. Vamos, que un votante del PP no suele dar un cero al candidato socialista y mientras que uno del PSOE casi siempre da al del PP esta valoración. Por eso la media, cuando el nivel de conocimiento es muy alto, perjudica más al candidato popular. Basta con revisar todas las series hechas hasta ahora y el dato es inequívoco.
Lo cierto es que las encuestas cada vez van a cobrar más importancia y los partidos afinan a sus gurús demoscópicos. Insisto en que valen para tomar la temperatura, para marcar tendencias, pero no son la panacea... El mejor termómetro es salir a la calle, escuchar a la gente y tomar nota de sus advertencias. En estos momentos es verdad que la temperatura es mejor para el PP, pero si no hay adelanto electoral (y apuesto a que Zapatero resistirá al límite) falta mucho para las elecciones generales y el PSOE, que maneja la comunicación de forma maestra (véase cómo ha neutralizado el descalabro de la EPA, con una descarada filtración sobre el descenso del paro en abril), va a volcarse en recursos y en recurrir a lo que sea,... algo para lo que el PP debe de estar preparado.

5 comentarios:

  1. Muy buenas.
    Como anécdota,Mireia, hace unos meses (a lo mejor fue hace un año) me llamaron por teléfono solicitándome unos minutos de atención para atender a una encuesta. Entre las cuestiones
    -yo entiendo que envolviendo-
    había las típicas de nivel de estudios, profesión, nivel de ingresos...
    También me preguntaron por mi animal favorito, a lo que uno, prestamente, respondió "bogavante", así, sin dudar.
    Me preguntaron mi tendencia política -eso sin saber que soy un tocapelotas- a lo que uno, siendo fiel a lo suyo, preguntó "¿A qué se refiere con tendencia?". La chica en cuestión
    -encantadora, por otra parte- me aclaró aquello de "ya sabe usted, izquierdas, centro, derecha...". Ah, bien.
    En esta tesitura uno respondió lo siguiente:
    -"Mire, fermosa (vale, lo de "fermosa" no lo dije), soy de izquierdas, pero de una izquierda que espera no estar representada por ningún partido que se presente a elecciones para ganar algo de poder porque, no lo neguemos, todo el que ostenta poder deja de ser de izquierdas. En esto que la chica tomó interés y me soltó que la había dejado fuera de juego.
    Dado el interés de la encuestadora le solté el rollo del concepto de izquierdas, derecha y centro retrotrayéndonos a los prolegómenos de la Revolución Francesa y situando al pueblo llano a la izquierda; a la nobleza a la derecha y al clero en el centro... del presidente de la asamblea de los Estados Generales. Mi partido está por inventar, y a lo mejor no tiene que inventarse porque la izquierda está en el pueblo, el mismo pueblo que hace cambiar gobiernos. Pero para eso hace falta que el pueblo se cultive y deje de ser una auténtica masa de comedores de pan y observadores de grandes hermanos y programas del páncreas, entre otras cosas.
    Utopías, al fin y al cabo. Sí, hoy en día la izquierda debe seguir estando en el pueblo y no en un partido.
    Saludos.
    Fdo.: J.Robles

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  2. Los líderes lo son porque arrastran y son admirados. No puede llamarse líder a Rajoy, porque no arrastra ni a los suyos, ni es capaz de ilusionar a los votantes. Si tiene alguna oportunidad, es que está bajo unas siglas que si que inspiran confianza a los ciudadanos. Pero miren, como sigan las cosas así, el sr. Rajoy acabará con la marca PP y a partir de ese momento tendremos Psoe para rato.

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  3. Sr. Robles... se le va mucho la pinza, no cree?

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  4. Lo creo, "yo mismo dijo".
    Es más, creo que mi estado de estupidez permanente me hace ser consciente de estar rodeado de censores que no tienen ni puñetera idea ni puñetero interés en enriquecer su vida propia. Imagínese entonces si serán capaces de enriquecer la vida ajena.
    Un poco de locura nunca viene mal.
    Ea, arsa.
    Fdo.: J:Robles

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  5. Por si no me he explicado bien.
    Esta crisis es debida a un fenómeno de expansión crediticia -a bajos tipos de interés con el consentimiento de los bancos centrales- en cuyo contexto ha desaparecido el ahorro y la garantía de los créditos, esto a mayores.
    Este dinero es de tipo fiduciario, público. Los banqueros privados han actuado con el consentimiento de los estados. La oferta monetaria, o su caudal, ha campado a sus anchas en un mercado libre, supuestamente. El intervencionismo de los bancos centrales ha fracasado. Hemos dado privilegios a los banqueros y, lo más gordo, es que hemos nutrido a los bancos con fondos públicos para intentar salir de la crisis por aquello de nuestra dependencia de la banca como herramienta necesaria para canalizar el mercado de bienes de consumo del que se nutren la grandes y pequeñas empresas.
    En resumen, y hablando en el pueblo, que uno es de pueblo: Al lobo que ha provocado la crisis, devorando corderos, le hemos dado más corderos con tal de saciar su ansia.
    Si esto no es de locos...
    Si no tenemos claro todo lo anteriormente expuesto, no tendremos credibilidad a la hora de exponer argumentos. Y esto trasciende de cuestiones ideológicas y de partidos. Sospecho que el PP, con sus abanderados neoliberales, sostiene su idoelogía-que no ideas- gracias a esta columna espuria.
    Esto no es admisible, y lo que es menos admisnible es que este pueblo español, que tan formado nos venden, no lo quiere ver.
    Saludos.
    Fdo.: J.Robles.

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