BLOG DE MIREIA ARROYO DE LA PARTE

Un vistazo crítico y personal a la actualidad.

sábado, 14 de mayo de 2011

Día 7: Todos fuimos lorquin@s.

Fue un gesto de humanidad que hay que reconocer. Suspender la campaña electoral en solidaridad con los habitantes de Lorca y las nueve las víctimas mortales del terremoto, demuestra que no todo está perdido y que hay un resquicio para demostrar que somos humanos, que estamos al lado de los que sufren y que cuando hay una desgracia, sabemos estar a la altura de las circunstancias... Sí, los partidos supieron reconocer la situación en los mítines del miércoles, reaccionaron a tiempo en la madrugada para ponerse de acuerdo en suspender todo acto público. Y en general así fue, aunque haya quien con una maldad intencionada, haya intentado sacar partido, haciendo ver que algunos dirigentes populares se saltaban la norma porque mantuvieron la actividad institucional. Aún en el dolor, la miseria nunca deja de existir.
Ayer todos fuimos ciudadanos de Lorca. Todos supimos que el dolor estaba en la querida tierra murciana y hay que destacar que el movimiento de solidaridad fue de tal calibre, que los dirigentes de la comunidad tuvieron que decir que agradecían la ayuda pero que todo estaba controlado y no eran necesarias más manos. Toda una lección de un país en el que a veces la solidaridad entre los territorios parece que no es tan evidente y donde el enfrentamiento político nos aleja de una realidad que nunca deberíamos de perder. Sin embargo, ya es triste que para que esa realidad sea evidente, tenga que suceder una desgracia que se lleve por delante nueve vidas humanas y dañe el 10% de las viviendas de una localidad.
Todos han estado a la altura de las circunstancias, y me ha parecido muy bien que responsables políticos de uno y otro signo, se hayan acercado a pisar de cerca la tragedia. Acertó Mariano Rajoy en acudir a mostrar su apoyo a los murcianos y dar su respaldo a Ramón Luis Valcárcel, que había tenido que regresar de urgencia de Bruselas ante la inesperada tragedia. Se portó el ejército, se portaron los servicios médicos, se portó protección civil. Hubo una buena respuesta que nos reconcilia con un país al que tal vez demasiadas veces juzgamos con extrema dureza y al que presumimos una falta de humanidad y de capacidad de lucha que en el fondo no hemos perdido.
El paréntesis electoral, que ojalá no se hubiera producido por las razones que ha sido, ha supuesto un respiro y un alto. Los partidos han empleado la jornada en afinar sus maquinarias y en preparar el asalto a un fin de semana que siempre se vive con mucha intensidad, porque es el último antes de las elecciones. La enseñanza que hemos sacado de todo esto, y no es nada mala, es que seguimos siendo humanos, que somos capaces de sentir y saber que ayudándonos somos más fuertes... Lo que es más lamentable, es que para darnos cuenta de estas cosas, siempre tenga que haber una desgracia de por medio. Me lo habéis leído en no pocas ocasiones: juntos sumamos, somos más fuertes, podemos hacer más cosas. Es legítimo que cada cual defienda sus ideas, sus posiciones y sus soluciones. Pero después de la confrontación por el voto, está la gestión del día y a día, y en esa es en la que hay que buscar el trabajo en conjunto. Para hacerlo tenemos que hacer un esfuerzo, todos, en intentar encontrar lo que nos une, y es ahí donde empieza el problema... Ojalá que la desgracia de las nueve muertes en Lorca, haya impuesto una parada para la reflexión, que sea la que nos ayude a encontrar ese camino.

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