Cuando las cosas están más difíciles es cuando más hay que apretar, hay que tener la moral más alta y hay que estar más seguro de sí mismo. Son ejercicios de autoestima que los humanos practicamos cuando las cosas no nos salen. Es una especie de huída hacia delante que, sin embargo, tiene el elemento positivo de que nos permite no arrojar la toalla y seguir luchando por el determinado objetivo que nos hayamos marcado...
Pues Zapatero, que es un optimista compulsivo, utiliza esta máxima de una forma realmente abusiva. Está bien que anime a los suyos, pero es que dice cosas que ya ni siquiera avivan la campaña, porque cuando un líder pierde credibilidad y ya está de retirada, sus palabras suelen ser un gran vacío que, como se dice vulgarmente, entran por un oído y salen por el otro.
Ayer en Baleares, sin ser capaz de llenar el auditorio en la ciudad mallorquina de Inca, Zapatero arengó a los suyos con esa efusividad que parece que le ha entrado desde que dijo que ya no iba a repetir. Soltó un enigmático “a partir de mañana se pondrán nerviosos”, que casi nadie entendió, porque las encuestas de este fin de semana, las últimas que se pueden publicar, tampoco van a dar al PSOE ningún respiro. Y añadió que los indecisos ya están dejando de serlo y se van inclinando hacia el PSOE y que cada día que pasa el PP baja un poco y el PSOE remonta. Si todo eso fuera cierto, no haría falta volver a sacar a paseo el grito de guerra, ni volver a amenazar con que si llega el PP hará drásticos recortes al estado de bienestar. Volvió a recordar que la hoja de servicios del PSOE lo sitúan como el gran garante de las políticas sociales del país...¿perdón?...
Exactamente el mismo cansino, machacón, aburrido e inconsistente discurso de todos los días. Y mientras tanto, seguimos sin escuchar de boca de los socialistas ninguna propuesta en firme, nada que aventure que tienen una estrategia para que podamos salir de la crisis en la que estamos metidos. Por el contrario todos los informes que conocemos en los últimos días, ponen las cosas muy difíciles a Zapatero porque todos, desde el FMI, el Banco de España, el Central Europeo o el Servicio de Estudios del BBVA, todos dicen que lo pasaremos muy mal, que creceremos menos que las optimistas previsiones del Gobierno y que el paro seguirá siendo el gran drama, castigando de una forma muy especial a los más jóvenes.
Rajoy, por fín, fijó su postura sobre Bildu y lo hizo en Vitoria. Sin pelos en la lengua criticó la sentencia que permite a la coalición estar en las elecciones, e instó al Gobierno con firmeza a que pusiera en marcha todos los mecanismos a su alcance para evitar, si es que estamos a tiempo, que se consume el mayor desprecio que puede hacerse a las víctimas del terrorismo, que los verdugos participen activamente de una vida democrática en la que no creen y que tantas veces han tratado de dinamitar.
Entramos en el último fin de semana de campaña. Doblamos el ecuador de una campaña que está resultando anodina, cansina, reiterativa... Puede que los españoles lo que queramos sea votar de una vez y empezar a sentar las bases de lo que queremos que sea la política de los próximos años.
sábado, 14 de mayo de 2011
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Creo que tienes toda la razón.Lo que deseamos es ir a votar de una vez y que se acabe todo este aburrido circo que no llama ya la atención de nadie.
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