BLOG DE MIREIA ARROYO DE LA PARTE

Un vistazo crítico y personal a la actualidad.

sábado, 21 de mayo de 2011

Día 15: Cierre de campaña ¿Habrá reflexión?

He de reconocer que nunca he entendido demasiado bien esto de la jornada de reflexión. Imagino que es uno de esos formulismos que vinieron de la transición y que se ha mantenido como una especie de reliquia floklórica que forma parte del rito previo a emitir el voto. Sin embargo, confieso que en los últimos tiempos empiezo a cambiar de opinión. No es que piense que los españoles tenemos que reflexionar algo, porque en general las posiciones están definidas, sino porque se levante como una especie de barrera que permita garantizar la paz electoral.
Triste recuerdo el de la jornada de reflexión que siguió a los atentados del 11 M, donde el sms del famoso “pásalo” dio con la fórmula para alterar las cosas en los momentos previos a las votaciones y así pudimos comprobar cómo con la complacencia, cuando no la connivencia del PSOE, se prepararon las más vergonzosas caceroladas y protestas ante las sedes del PP. Hoy afortunadamente las cosas son bastante diferentes, pero sobre nuestro horizonte inmediato se ciñe la incertidumbre de saber qué es lo que pasará hoy. Por un lado sabemos que la Junta Electoral ha prohibido las manifestaciones del Movimiento 15M, pero también sabemos que pese a la ratificación por el Supremo de la decisión de la Junta Electoral, la policía no actuará y las manifestaciones en muchos casos se van a mantener. ¿Habrá provocadores radicales que se encarguen de encender la chispa que muchos están temiendo? Esta es la gran pregunta.
Estoy totalmente de acuerdo con que la policía no puede generar un problema mayor al que puede resolver, pero tampoco vale quedarse con los brazos cruzados y dejar que un movimiento sin autor claro identificado, pueda campar por sus fueros alterando el orden público de las ciudades, voceando o colocando carteles en escaparates y fachadas privadas. Algo no está funcionando bien.
El PP está haciendo un ejercido responsable en los últimos días, dejando que sea la profesionalidad de la policía la que resuelva la situación y no presionando, que podría hacerlo, al Ministerio del Interior para que acabe con estas movidas. Mariano Rajoy cerró campaña ayer reivindicando la vigencia del sistema democrático y la importancia del voto. No se puede cuestionar el sistema, a pesar de sus imperfecciones, porque un grupo de ciudadanos se sienta desesperado por las políticas que ha puesto en práctica un gobierno. Y si están desesperados, que sigan los cauces, que los hay, para vehicular su disgusto.
Lo curioso es que en todas estas movidas no se ataque a ese Gobierno, sino a los políticos en su conjunto. Es como si a la izquierda, o al menos a esa parte de la izquierda que representa el PSOE, estas movilizaciones le vinieran bien como coartada, porque distraen la carencia de discurso, y además les permite volver a reivindicar esa pretendida superioridad moral de las izquierdas porque teóricamente tienen postulados más sociales. Ni hay más altura moral para nada, eso es una patraña, ni en este caso están legitimados para defender unas políticas sociales que ellos han alterado. Zapatero ha cerrado su último mitin de campaña como la empezó apelando al voto del miedo, ajustando cuentas al PP por una situación de la que él es mucho más responsable. No hay altura moral que justifique que ahora pida el voto de los descontentos.
La jornada de reflexión no servirá, desde luego, para que haya alguien que pueda pensar que el Gobierno que hemos tenido no ha sido responsable de los problemas de la crisis ni de sus consecuencias. No hay más que recordar los bandazos que ha dado y las veces que ha mentido. Nadie se cree ya las artimañas, pero veremos cómo actúa este extraño movimiento sobre el voto. De momento se ha cargado la paz electoral. Que yo sepa, eso no es reflexionar.

2 comentarios:

  1. A veces las gentes de España sorprenden agradablemente. Es el caso de las concentraciones; me parecen ejemplares.
    Espero que sean ejemplificantes para la casta política, pero sobre todo para esa parte de la casta política a la que la reivindicación de cualquier atisbo de humanismo le suena como mentar a la bicha. Por un lado, como decía, estoy agradablemente sorprendido, por otro, viendo cómo reacciona la casposa derecha, siento vergüenza ajena al escuchar ciertos razonamientos que dajan a las claras una evidente paranoia o, al menos, una estupidez supina.
    Me uno a este movimiento porque no me gusta el muestrario que me presentan, ni me molestaré en votar porque, al final al que se vota es al que no se presenta.
    Saludos.
    Fdo.: J.Robles

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  2. ¿Es que no se enteran ustedes de nada? La percepción que tiene Mireia de lo que es el movimiento del 15M, no es mas que la confirmación de la lejanía que existe entre el pueblo y los políticos profesionales.Ojalá haya cambio y lo haya pronto.

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