Los personajes públicos tienen una gran influencia sobre la sociedad, está claro. De vez en cuando surgen pequeños detalles que nos demuestran la importancia de los gestos y nos alertan sobre sus consecuencias... Hoy, entre tanta noticia complicada, advertencias de la Unión Europea, acusaciones entre los partidos y todo tipo de sucesos, me quedo con la información de que las futuristas muletas que le facilitaron al Rey tras su operación de rodilla están agotadas. La demanda se ha disparado y el que las quiera va a tener que esperar un mínimo de 15 días para poder disponer de ellas.
El caso es que las susodichas muletas, ésas que llevan suspensión, luces y hasta aviso sonoro (claxon que diría el Rey), llevaban tiempo en el mercado y su único distribuidor en España, una ortopedia de Madrid, las tenía ahí aparcadas sin que nadie les hiciera el menor caso. El precio de cada muleta es de 60€, 120 el par, y ya no quedan... Y todo empezó porque el equipo que operó a Su Majestad de una artroplastia de rodilla (por cierto, una operación bastante frecuente en el sistema público de salud), decidió obsequiar al Rey con un regalo que no fueran las habituales muletas con las que salen los operados en el servicio, y entonces pensaron en estas tan pintorescas.
Dicho de otra manera: el grado de contagio por aquello que derrocha popularidad es inmenso y puesto que la real imagen del Rey goza de gran simpatía entre la población, sus gestos se contagian con una celeridad increíble. Acordémonos del famoso “¡Por qué no te callas!”, que le espetó al impertinente Chavez y que se convirtió en una muletilla de uso generalizado y hasta en un politono para los móviles que causó furor... La consecuencia inmediata es constatar que los personajes públicos, y sobre todo aquellos que tienen un alto grado de popularidad, tienen una gran responsabilidad en sus apariciones. Por eso es tan importante que el Rey goce de la simpatía de los ciudadanos, porque la institución es respetada, valorada y seguida en sus ejemplos. ¡Claro que tiene también detractores!.. pero es que eso es la esencia de la democracia y desde luego, lo que tiene como valor el Rey, es que hasta sus detractores le respetan.
Siguiendo con ejemplos, impresiona Rafa Nadal, que nunca tiene una mala contestación, ni un mal gesto. Siempre tiene una firma presta para el autógrafo que le solicitan los chavales que le tocan como un auténtico ídolo. Contrasta con las imágenes que vemos en la televisión de muchos endiosados jugadores de fútbol, que bajan del autocar en las concentraciones, con los auriculares puestos y “pasando” de los jóvenes que ha esperado horas para ver a sus ídolos. Podría seguir con el ejemplo de los cantantes y en menor medida de escritores, pintores u otros artistas... Pero lo que hoy quiero es llamar la atención sobre la responsabilidad de la vida pública, sobre la importancia de dar ejemplo, sobre lo que significa el ejemplo en la sociedad y especialmente en las personalidades en formación... Creo en la libertad, creo en la capacidad de decidir, pero no creo que todo valga. Me enoja poner la televisión y encontrarme con programas basura que no respetan las mínimas normas de la decencia y el decoro, que exhiben impunemente las vergüenzas personales o los enfrentamientos más lamentables entre personas que no son nadie y que adquieren una popularidad precisamente por su zafiedad. Me revienta una sociedad que permite que en horarios infantiles, respetados en medio mundo, se emitan determinados ejemplos de vida que se soportan en aras de una libertad mal entendida. Libertad, democracia y tolerancia son grandes conceptos que a veces son prostituidos por intereses exclusivamente económicos. Libertad, democracia y tolerancia son otra cosa, y bien entendidos y respetados, son un gran tesoro.
No he hablado de los políticos. Ellos también son personajes públicos. Creo que la gran mayoría son conscientes de sus responsabilidades en cuanto ejemplo para la sociedad, pero hay una minoría que tira por tierra el buen trabajo y la actividad política... Ya va siendo hora de que en la vida real dejen de ganar los malos, y los ciudadanos tenemos mucho que decir en ello.
miércoles, 8 de junio de 2011
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Gran reflexión para esta mañana Mireia,llena de sentido lógico y todo un aviso para algo que estamos padeciendo cada día.Pero yo pienso que tiene mucho que ver con la educación de las personas y con la capacidad de saber valorar los gestos.Nos hemos instalado en una sociedad donde parece que no hay esfuerzos para conseguir las cosas y eso hace que se valoren cosas que no valen para nada como la fama de la telerealidad o la telebasura,esa mierda que nos meten en casa y que tanto daño hace.Yo creo que la educación es la única manera de luchar contra eso y de valorar lo que hoy de forma tan brillante nos presentas.
ResponderEliminarUn buen final para tu artículo,toda una llamada de atención para la reflexión,que dicho por una persona tan identificada como tu,tiene una validez especial.Los políticos malos ganan a los buenos puede que no en número pero si en el resultado y la mejor prueba es la imagen que tenemos todos de los políticos.Si mucha gente pensara como tu en la militancia de los partidos se podrían sanear muchas de las cloacas en las que hoy estamos.Enhorabuena Mireia.
ResponderEliminarUn poco demagoga tu,¿no?.¿Me puedes decir que hacen los partidos políticos para dar ejemplo?.No vale culpar como estáis acostumbrados a hacer al Psoe de todos los males de este país,porque en el PP hay mucho que esconder y tu lo sabes muy bien.Mira el caso de Valencia donde como el partido gana siempre se permiten todos los manejos del dinero público.Los partidos están instalados en la conquista del poder y eso es lo único que importa y con eso no se da ningún ejemplo.Dile a los que te rodean todo esto y a ver si te hacen un poco de caso.Pero mientras tanto no vengas a darnos lecciones de nada.
ResponderEliminarHay que dar la cara y no esconderse bajo el anonimato para hacer la crítica,porque Mireia expone en abierto sus opiniones.Lo que dice es muy sensato y tiene toda la razón en que hay ejemplos que tienen una gran trascendencia.No creo que esté hablando del Psoe o del PP sino de una situación general que es muy lamentable.Si los políticos tuvieran la prensa de los ejemplos que nos da la situación sería muy diferente y no estaríamos en el grado de desprestigio que tiene España.Si Mireia desde la posición de partido hace un llamamiento para que los políticos adquieran prestigio,su tarea debe ser ensalzada y no tachada de demagogia.No creo que venga a darnos lecciones de nada sr/a anónimo,sólo hace como siempre expone su opinión que puede o no ser compartida,pero que en este caso me parece especialmente positivo.Yo te animo a que sigas adelante.
ResponderEliminarPara mi el hilo que hoy se ha abierto es muy interesante y tiene muchas derivadas.Nuestra bloguera nos dice verdades como puños,expone a las claras conceptos que muchos manejamos y que sólo los complejos hace que no los defendamos públicamente.Es cierto que hay muchas teles que se llenan los bolsillos a base de explorar los más bajos instintos de las personas incapaces de tener un mínimo de dignidad y es una gran verdad que quienes deben dar los mayores ejemplos pasan de ello porque la vida les ha sonreido.Es injusto y hay que acabar con ello.
ResponderEliminarMe gustan las opiniones de la señora Mireia porque son directas,claras y hablan de cosas normales,de la percepción que puede tener cada ciudadano de a pié.Eso es lo que hace atractivo este blog,que es muy claro y que se entiende muy bien.Esta señora escribe para todos y esa es una cualidad que no todo el mundo tiene ni se molesta en intentarlo,por eso yo la sigo.
Buen tono, Mireia, sí señora.
ResponderEliminarHas obviado a la clase política en cuanto a modelo, y hay que compartir eso.
Todo el mundo se queja de lo poco ejemplificante de alguna conducta pero, y esto es lo importante, hay ciudadanos ejemplares que andan por ahí escribiendo, dando charlas, divulgando con tal de hacer de esta sociedad algo más "decente". Pero curiosamente la gran mayoría -así lo parece- toma siempre ejemplos negativos o poco edificantes como los que habéis expuesto por ahí arriba: ciertos personajes en programas televisivos que no son ejemplo más que de zafiedad y antieducación. De los políticos es mejor ir hablando menos. Hablando de todo un poco y aprovechando: lo de Levante no hay Dios quien lo entienda, no es que haya allí corruptos, es que está todo corrompido, que no es lo mismo en este contexto.
Saludos.
Fdo.: J.Robles