BLOG DE MIREIA ARROYO DE LA PARTE

Un vistazo crítico y personal a la actualidad.

jueves, 23 de junio de 2011

Demasiado arroz para tan poco pollo.

¡Ojo a lo ocurrido ayer por la tarde en el Congreso de los Diputados! Tuvimos un claro indicador de hasta qué punto está decidido a llegar un Gobierno noqueado, en su cesión a la insaciable voracidad de los nacionalismos. Todo ello como consecuencia de la abstención del PNV y CiU para que la reforma de la negociación colectiva haya sido admitida a trámite y pueda ser tramitada como proyecto de ley.
El propio Zapatero tuvo que emplearse a fondo en la negociación, agotando todos los minutos de tiempo antes de la votación, para salvar “in extremis” una cantada derrota. Sólo con la abstención de los nacionalistas el Gobierno salvaba la cara y no tuvo problemas para conseguirla, porque una vez más practicó su ya conocida afición a la cesión ante estos grupos... De forma pública, lo que en esta ocasión se les ha entregado es la prevalencia de la negociación colectiva autonómica sobre la del conjunto nacional. Pero debe de haber algo más, porque no es posible explicar de otra forma la frase pronunciada por el portavoz  peneuvista, Josu Erkoreka, tras la negociación: “En mi trayectoria política, jamás he conocido algo semejante”. Tácitamente Erkoreka admitió que jamás habían recibido tanto, a cambio de una abstención. Ahora sí que cabe preguntarse hasta dónde está dispuesto a llegar Zapatero cuando necesite los votos nacionalistas, para sacar adelante los presupuestos del próximo año, o de forma más inmediata para acordar el tope del techo de gasto que se pretende llevar a la Cámara.
Un principio elemental de cualquier negociador es no sentarse a la mesa en condiciones de debilidad, ya que cuando esto sucede la parte contraria lo sabe y arranca todo lo que puede y más. Mucho más, si además son verdaderos artistas en este campo, como hay que reconocer que son los partidos nacionalistas, que siempre han hecho de la negociación política el arte del trueque en el que han conseguido dinero, poder, reconocimiento y la humillación del que negocia, algo a lo que tampoco han renunciado en esta ocasión al obligar a Zapatero a que fuera él en persona quién negociara ayer.
Lo peor del caso que nos ocupa, es que la reforma de la negociación colectiva no convence a nadie. Sonroja ver a Zapatero saliendo del Congreso con una gran sonrisa y explicando que se trata de una gran noticia porque la reforma permitirá crear empleo, flexibilidad en las empresas y crear riqueza. Ojalá tenga razón, pero eso significará que al trámite parlamentario hay que darle una vuelta de calcetín, porque ni los empresarios, ni grandes capas de la sociedad, ni el FMI creen que la propuesta es suficiente... Zapatero está feliz y dice que ha hecho otra reforma más. Deberá ilustrarnos sobre las anteriores, porque todos los pasos que ha dado hasta ahora han sido tan livianos, que la gran mayoría de los ciudadanos percibimos que todo está pendiente y que seguimos perdiendo un tiempo precioso.
Es irritante el tinte de sainete que el PSOE y sus cuadros están dando a la política nacional. Ayer José Bono negó que se hubiera negociado en el Congreso y justificó la admisión a trámite de la futura ley por el sentido de Estado que tantas veces han demostrado los partidos nacionalistas (¿?)... La actitud de Bono, político muy listo y experimentado, sólo puede justificarse porque quiera desviar el debate y amparar la estrategia de Zapatero de llegar al final de la legislatura. ¡Hace falta tener cuajo para negar lo que todos, incluido el propio Presidente del Gobierno, ha reconocido!
Un Gobierno a la deriva toma decisiones al vuelo, negocia sobre la debilidad y obvia el futuro de sus decisiones. Las constantes cesiones a los nacionalistas son un grave problema porque reabren el debate de los agravios comparativos entre los territorios, algo que tenemos que cerrar de una vez por todas para fortalecer al país. Puede que al Sr. Zapatero le resulte un debate menor, y mucho más ahora que casi todo el poder territorial está en manos del PP, pero es un asunto de extrema gravedad porque hace que el país sea más débil y por tanto perdamos oportunidades que no estamos en condiciones de despreciar. Todo lo que está pasando es muy grave porque retrasa las imprescindibles soluciones que España debe tomar. Vamos de parche en parche y de cesión nacionalista en cesión  nacionalista. Ahora la caja está muy menguada, casi exhausta. ¿A cambio de qué esta dispuesto Zapatero a negociar los presupuestos?... Inquietante pregunta a la que pronto tendremos respuesta.

4 comentarios:

  1. No es nada nuevo que el PNV o Ciu hayan conseguido lo que quieren a costa del que gobierna ya que esto ha pasado siempre.Lo que ocurre no es una negociación política sino un bajarse los pantalones permanente.Lo que no comprendo es que los partidos mayoritarios no se den cuenta de que esto no puede ser así siempre y que hay peligros como los que tu refieres.Hace falta una reforma del sistema electoral que proteja contra estas situaciones y contra los gobiernos como el que ahora tenemos.

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  2. Lo preocupante es el fortalecimiento que se va a hacer con los sindicatos de corte nacionalista,porque lo que se ha cedido es que en los territorios autonómicos prime la negociación.No pienso que esto guste mucho a los sindicatos nacionales,que se ven claramente marginados en los territorios nacionalistas lo que hace pensar que ahora el Gobierno tratará de compensarles.Vamos a ver que pasa si ahora empiezan a pedir que las normas laborales autonómicas estén por encima de las estatales.Es algo muy importante y que hay que empezar a pensar que puede pasar.

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  3. Menos mal que UGT y CCOO se van a encargar de defender el carácter estatal de la reforma,porque en caso contrario estaríamos en manos de los nacionalistas.Parece mentira que tengamos que confiar a los sindicatos salvaguardar las políticas de interés nacional,lo que indica hasta que punto el panorama político y el gobierno están deteriorados.Zapatero es lo peor y debería ser el PSOE el que se lo cargara ya que no se logran las elecciones anticipadas.España va a la deriva.

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  4. A veces -seguro que Mireia se ha dado cuenta- me da por hablar de una cosa distinta a la planteada, pero en realidad todo con lo que intervengo tiene que ver con lo que ella plantea.
    El otro día planteaba el tema de la unión total de Europa como país con estados federales (los países de ahora pero federados, vamos).
    Esto viene a cuento del próximo rescate que Grecia necesita. El tema es tan espeso que trataré de resumirlo.
    La unión total de Europa implicaría una política fiscal común. Eso unión total -cuando digo total es en todos los aspectos que atañen a lo que se defina como europeo- implicaría, por supuesto a la Educación.
    Hay ciertos países miembros que se caracterizan por un tremendo cachondeo fiscal, entre ellos está Grecia. En España, cómo obviarlo, vivimos de manera similar y asumimos que el Estado es una cosa ajena a nosotros. La bolsa de economía sumergida en España se cifra actualmente en 300.000 millones de euros. Con esa cantidad, sacada a flotación, sacaríamos pecho frente a cualquier amago de rescate. Lo cierto es que la economía española ha de tener dos criterios para ser valorada, pero sólo se tiene en cuenta lo que sale en flotación, cuando más cierto es que el día a día se vive también con lo sumergido. Aquí tenemos que cambiar todos y exigir más transparencia en nuestras operaciones diarias: el fontanero, con factura; el dentista, con factura; el especialista, con factura. Claro, eso es utópico porque seguiremos pensando que el Estado es una cosa extrínseca pero, eso sí, le exigimos todo sin nada.
    Volviendo a lo de Grecia, entiendo que exista en Alemania un cabreo con su presidenta por salir al rescate griego cuando los ciudadanos alemanes tienen un talante fiscal y de Estado distinto al griego... y al español. No es justo salir al rescate de un pueblo -que es el Estado- que se toma a cachondeo su fiscalidad, que es lo que en definitiva sirve de valor de control, entre otras cosas,a la hora de valorar el estado de una economía.
    Vayamos pues por la unión total de Europa como Estado compuestos por sus estados federales. Si tal fuera el caso, el tema planteado por Mireia estaría de más, pero tristemente no es así.
    Saludos.
    Fdo.J.Robles

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