Una radio llevó su micrófono a la cola del paro en Madrid durante el debate de la crisis en el Congreso. Pocos sabían que se celebraba y los que opinaron, dijeron que no valía para nada... Ese desinterés de los más afectados, choca con esa costumbre mediática de hacer de cualquier debate señalado “el debate del año”. (Como en el fútbol, que todos los años hay varios partidos del siglo).
Me preocupa el desinterés de los ciudadanos, evidencia que algo falla al llegar a ellos. Y está claro que si no se llega a la calle, es que los equipos de los líderes políticos no lo están haciendo bien. Por ejemplo, quienes ayer asesoraron a Rajoy se equivocaron, porque su brillante intervención, a todas luces mejor que la de Zapatero, quedó eclipsada por la innecesaria petición al PSOE de que cambie de líder. Zapatero, que no aportó nada, capitalizó entonces el "rifi-rafe" y al final lo que quedó es que si Rajoy tenía o no coraje para presentar una moción de censura. Una gran oportunidad perdida!
Ser realista, es saber que el presidente se mueve muy bien en el terreno de la imagen y en la técnica del despiste y con ella, tras el pleno de ayer, obtuvo un balón de oxígeno que no le conviene al PP, porque plantea algunos peligros evidentes. Zapatero hace de la necesidad virtud y cede con un desparpajo sorprendente e irresponsable a los chantajes nacionalistas. Ahora que está muy acuciado, lo va a volver a hacer y tratará con ello de aislar de nuevo al PP en el Parlamento. Es un peligro, porque el PP ha conseguido recuperar protagonismo en Cataluña, mejorando su imagen y en el País Vasco, su contribución es ya reconocida por todos. Si Zapatero aísla de nuevo al PP, el pacto en el País Vasco peligra y el posible cambio en Cataluña se esfuma. Sin mejorar resultados en esas dos comunidades, Rajoy lo tiene bastante difícil.
El PP no puede bajar la guardia y tiene que acercarse a la calle. Sus gurús harían mal si no escuchan, al menos escuchar, a las organizaciones provinciales y regionales que seguro que pueden aportar mucho. A veces los despachos y Madrid alejan de la calle y de la periferia del país, y eso es estar fuera de la realidad. El debate de ayer pudo ser una oportunidad perdida, pero como habrá más “debates del año” el PP tendrá ocasiones para demostrar que ha aprendido la lección.
jueves, 18 de febrero de 2010
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