BLOG DE MIREIA ARROYO DE LA PARTE

Un vistazo crítico y personal a la actualidad.

miércoles, 20 de abril de 2011

Miércoles Santo... ¡Silencio!

Siempre me impresionó. Desde el primer instante en que vi su inmensa figura en madera. No sé si es la expresión de su rostro o la humanidad de su sufrimiento, pero tiene algo el Cristo de las Injurias de Zamora que no lo hace una escultura más, y que invita a serenarse, a meditar, a rezar... Hace un año había un cielo plomizo, como el que parece que podemos tener hoy. Comenzaba la Procesión del Silencio. Estaba apoyada sobre la columna de granito junto a la puerta de la Catedral admirando a mi Cristo. Había ya silencio, un silencio sólo roto por las notas del solo de violonchelo, la voz del ofrecimiento de la alcaldesa o el juramento de los hermanos. Y estaba Él que lo presidía todo. A lo lejos resonaba la campana y el agudo chirrido de los clarines. Mi mente estaba en el cielo, junto a mi padre, que desde allí arriba estaría presenciando la escena en butaca preferente... Me había aislado del mundo...sentía paz.
Mi Semana Santa nunca fue de procesiones. Si acaso, ya mayor, recuerdo el hábito de mi padre preparado en casa para ir a cargar con las andas del Cristo de la Santa Vera Cruz de Herrera de Pisuerga, un sueño demasiado breve... Para mi las procesiones eran algo distante, lejano, unidas a las vivencias de mis padres. Pero cuando conoces a alguien de Zamora es imposible que no te hable de su Semana Santa. A mi me la han contado tantas veces... que sabía que llegaría el día de verla y conocerla. La Semana Santa de Zamora no se cuenta, se vive, se siente... 
Me hablaron por primera vez de ella en mi etapa en televisión... y con mucha pasión. Las casualidades hicieron que mi gran amigo fuera un zamorano de Valladolid, que la pregona, la radia y la transmite como nadie... Me llamó la atención la intensidad con la que los zamoranos la viven. Luego lo he podido comprobar personalmente. Da igual que sean más o menos próximos al hecho religioso, lo cierto es que estos días todos piensan igual, se unen en un consciente colectivo que impulsa a la ciudad hacia arriba con una fuerza que no es fácil encontrar. El tiempo, los amigos, los buenos amigos de Zamora, me han permitido estar con ellos, conocer y disfrutar de los entresijos de estos días, me han facilitado poder estar en los rincones más hermosos, poder escuchar los sonidos más impactantes y poder fijar en mi memoria increíbles imágenes... y recuerdos imborrables. Han sido manos amigas que no olvido. Son mis imágenes unidas a personas a las que quiero, que me han demostrado lo importante que es la amistad, que me han permitido valorar su intenso calor humano: el de la amiga generosa y alegre y el amigo leal y perfeccionista, inseparables, que aunque estén trabajando están pendientes y te cuidan como pocas personas lo hacen; los amigos que no sólo son compañía, si no que te arropan y hacen que jamás te sientas sola, mujeres risueñas que hablan de la pasión por su Virgen, que aunque no sea la de la Soledad, sí que lo es de la Esperanza, y esperanza es lo que nunca debemos perder... Cómo olvidar la oportunidad de ver y escuchar desde lugares privilegiados el baile de los pasos mientras suenan las marchas fúnebres junto a la Puerta de la Feria, siempre pendientes de mi, preocupados porque disfrute de cada momento. O las imponentes voces de los ensayos del Misserere en la mañana del Jueves Santo, presagio de la visión increíblemente hermosa del entierro del Cristo Yacente, esa imagen que tanto ha calado en las personas que de allí conozco... Semana Santa de Zamora, de personas y de momentos, de amigos que siempre están ahí, personas que me han hecho sentir que en Zamora estoy como en casa. ¡Qué privilegio!
Los que sabéis de qué hablo, me entenderéis. A los que no, os animo a que os acerquéis. Creedme, pocas cosas impresionan más que una procesión en Zamora...
Esta tarde volverá a las calles de Zamora el Cristo de las Injurias. Volverá a presidir en la Plaza de la Catedral la ceremonia del Juramento del Silencio. Su imagen se perderá por las estrechas calles del casco antiguo para recorrer más tarde el centro de la ciudad. Se hará el silencio y se impondrá la meditación, esa que tantas veces no valoramos y que tan importante es; porque la vida es algo real, es dura y complicada. Tenerlo todo en la vida no debe ser una meta. Tener, es contar con el vehículo para alcanzar la felicidad, esa felicidad que tanto buscamos. La vida tiene que ser de verdad y en la vida debemos estar como personas, no en razón de rango. Todos deberíamos saber que desempeñamos un rol, no que somos un rol. Si no lo entendemos, acabaremos solos, porque nadie puede considerarse el centro del mundo.
Zamora es parte de mi. Sus gentes me han dado mucho. Con ellos he sabido entender que la Semana Santa es mucho más que una celebración y que en ella nadie se siente extraño. Hoy estaremos ahí, sintiendo el frío de noche y de la madrugada. Al caer la tarde alzaremos la vista para mirar al Cristo de las Injurias, al que rezaremos una oración que volará muy alto...

6 comentarios:

  1. ¡Impresionante!. Muy hermoso

    ResponderEliminar
  2. Se nota que tienes vivencias muy intensas con la Semana Santa de Zamora.Cuando esta tarde estés ante el Cristo reza una oración por todos nosotros.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  3. Tu artículo de hoy está plagado de sentimientos personales y vivencias intransferibles.Denota la limpieza de tu interior y la importancia que das a la amistad y a las cosas importantes de la vida.Tener una piña en quién apoyarte y confiar es un privilegio del que tu te sientes muy orgullosa.Un placer leer cosas tan intimistas y bellas.

    ResponderEliminar
  4. Además de la belleza de las procesiones hay todo un hecho social sobre las cofradías:es algo que se ve aquí en Valladolid en los círculos de amigos que trabajan en ella y que la convierten en una pasión particular.Si tu lo has podido experimentar en Zamora te darás cuenta que arrastran a vivencias muy diferentes y que siempre se experimentan cuando uno está rodeado de las personas con las que se siente identificada.Disfruta de la Semana Santa de Zamora esta noche pero no dejes de ver la de Valladolid que también es de las que enganchan.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  5. Cuando estes delante del Cristo de as Injurias esta tarde reza por todos nosotros.

    ResponderEliminar
  6. El sentimiento con el que escribes hoy estremece Mireia.Traduce la admiracion por tu grupo de Zamora y tu sentimiento por el Cristo que sale hoy.Disfruta de esa ciudad tan bonita y de como vive la Semana Santa y cuando alces los ojos y veas la imagen bendita da gracias porque eres como bien dices una privilegiada y estarás rodeada de los que más quieres.No dejes de rezar un poco por todos los que creemos y te admiramos.

    ResponderEliminar