BLOG DE MIREIA ARROYO DE LA PARTE

Un vistazo crítico y personal a la actualidad.

martes, 12 de abril de 2011

Mucho más que un simple velo...

La entrada ayer en vigor de la ley que prohíbe el velo integral en los espacios públicos de Francia se saldó con mínimos incidentes y los que hubo, obedecen a la provocación organizada de quienes se oponen a la medida, porque dicen que vulnera la libertad de las mujeres a decidir su vestimenta y las razones por las que la llevan... Si el niqab o el burka fueran prendas que se utilizaran en distintos países por razones exclusivamente culturales, sin que tras ellas se encerrara una clara violación de las libertades individuales y de los derechos de las mujeres, la norma francesa sería de todo punto rechazable. Sin embargo, por mucho que se empeñen las manipulaciones interesadas, estas prendas tienen un tremendo significado y lo que hacen es ocultar de una forma vergonzante a la mujer en aquellos países en los que la situación que viven es tan dramática, que debería ocasionar que el mundo civilizado gritara un ¡basta ya!, de esos que practica con tanta frecuencia para causas que son bastante menos justas.
Convengamos que las sociedades libres han de ser tolerantes y que esa tolerancia pasa por permitir que cada uno vista como quiera. Luego está el gusto de cada cual, la elegancia, la comodidad, la etiqueta, el lujo, la coquetería, etc... Pero lo que no se puede hacer es alterar las normas más elementales del civismo de un país, entre las cuales se encuentra la capacidad de identificar en todo momento a las personas que viven en él. De hecho, los policías franceses lo que van a hacer es invitar a las mujeres que lleven el velo integral en Francia a que descubran su rostro y sólo cuando haya una negativa a ello, se procederá a la sanción o a la detención. Las normas están para cumplirlas y obligan a todos. En razón de una religión o de una convicción, las normas no pueden ser alteradas. Nuestras ciudades serían un caos si todos fuéramos con el rostro cubierto y nos amparáramos en el anonimato para cualquiera de nuestras actuaciones.
Cuando nosotros viajamos a un país con diferente cultura y con distinta religión, lo primero que hacemos es adaptarnos y respetarlo. Si entramos en una mezquita, nos descalzamos y cubrimos nuestra cabeza con un pañuelo. Asumimos como propias, aunque sólo sea durante las visitas a los templos, las costumbres que tienen allí y respetamos al límite lo que para ellos es sagrado. Ninguna mujer occidental llega a un país mulsulmán a provocar, al contrario se adapta, incluso en la forma vestir o de comportarse. Lo recíproco no se da, porque siempre hay como una permisividad especial hacia esas culturas o hacia esas religiones, como si fueran más que las que nosotros tenemos o practicamos... Esa permisividad, contra la que no tengo nada, lo que no puede hacer es instalarse entre nosotros alterando nuestros hábitos y nuestras normas. En cualquier país occidental no hay problemas en la práctica de cualquier religión. No pueden decir lo mismo los cristianos en los países mulsulmanes, donde sufren persecuciones y violaciones de sus derechos que acaban en muchos casos en un auténtico martirio.
En una sociedad moderna como la que tenemos, no puede ampararse por un hecho cultural la privación de la condición de persona. Hombre y mujer son, ante todo y sobre todo, personas. Bastantes desigualdades tiene ya la vida, como para encima proteger a aquellas que discriminan en razón de sexo en el campo de las libertades y los derechos individuales. Que hoy se sigan conviniendo matrimonios, que la mujer pueda ser un objeto de uso y disfrute (lo siento por la crudeza del término) de varones despiadados simplemente por razones de sexo, que siga habiendo una auténtica esclavitud por un rango de superioridad tribal, es algo que no podemos consentir. Que la mujer tenga que esconderse porque es la representación del deseo o la provocación al pecado, es algo que indigna sólo por el hecho de pensarlo.
Francia dio hace seis meses el paso de prohibir estas prendas que tan trágico significado encierran. Es la decisión de un país democrático, en sede parlamentaria y con una holgada mayoría. Lo hizo en aras de la libertad, de la defensa de los derechos de la mujer y consciente de que tendría dos tipos de críticas: las de los machistas recalcitrantes que viven una falsa superioridad que obliga a la sumisión de la mujer, y la de los progres de salón que aprovechan cualquier decisión de un gobierno de derechas para sacar a pasear el fascismo, cuando no hay nada más fascista que aquello que consagra las diferencias y la sumisión entre los seres humanos... Han pasado los seis meses de moratoria y la ley ha entrado en vigor. Que un par de mujeres y un grupo de militantes perfectamente organizados, con una buena cartera repleta de fondos para armar estas broncas, fueran ayer los grandes incidentes de la jornada, demuestra la normalidad con la que el conjunto de la sociedad ha vivido la decisión. Una prenda que oculta a la mujer tiene un significado que nadie puede ignorar. Francia no debería quedarse sola en esta batalla que tendrían que dar todos los países que se dicen desarrollados... Y no digo más.

7 comentarios:

  1. Cuesta pensar que todavía hoy se dan estas cosas y que se ampara por la cultura o la religión situaciones de humillación que están muy marcadas por la incultura que se impone a las mujeres.No somos seres inferiores,ni tenemos que estar sometidas a nada.Si hay que acabar con los símbolos franquistas por lo que significan,mucho más habría que acabar con estos símbolos que son la expresión de lo que un sexo trata de hacer con el otro.Magnífico alegato hoy Mireia.Enhorabuena.

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  2. Estoy de acuerdo con Francia y contigo.La diferencia con España es que aquí tenemos uno de esos gobiernos progres que protegen en demasía a quienes al amparo de una religión y de unos elemntos que llaman culturales,se dedican a maltratar a la mujer.No son todos y generalizar no es lo más adecuado,pero es un hecho que bajo esas vestimentas la mujer es considerada un ser inferior y una sierva del hombre.Francia ha tomado la iniciativa y debería seguirla la Unión Europea para devolver la dignidad de la mujer al punto que le corresponde.Con que haya una sola mujer que esté sometida por estas causas se puede decir que estamos todas.

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  3. Nada que pueda poner en cuestión la dignidad de las personas,los derechos más elementales y sobre todo la libertad debería ser consentido en nuestro país.Ya está bien de andar con teclerías siempre para los mismos y luego tener que ser nosotros los que nos adaptamos.Si vienen a vivir entre nosotros en la esfera privada pueden hacer lo que les de la gana,porque eso es libertad,pero en lo público han de aceptar nuestras normas.

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  4. La lucha por la igualdad cuesta siglos,porque salta a la vista que no se ha alcanzado.El mundo es muy grande y hay muchos lugares donde la mujer sigue relegada a ser un mero disfrute de los hombres y el instrumento para la reproducción.Estas situaciones que se dan en nuestro siglo no en tribus perdidas sino en países que en muchos casos son ricos y donde las desigualdades son flagrantes,son consentidas por una sociedad que anda con contemplaciones con esos países porque tienen riquezas y hay muchos intereses económicos. Lo humano no debe estar relagado o supediatado a lo económico,aunque se que esto es una utopía.Pero el mundo también debe ser de los utópicos.Mi enhorabuena por tu comentario de hoy Mireia.

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  5. Un buen artículo que desempolva un asunto que está latente y que sólo nos despierta cuando nos hablan de alguna lapidación,de alguna condena a muerte por adulterio (¿Los hombres no lo cometen?) de alguna ablación.En fin que estos temas aparecen y desaparecen y no está mal que alguien los recuerde de vez en cuando para abrir nuestra mente.Si todos actuaran como lo hace Francia se daría un paso grande en la defensa de la libertad y los derechos de la mujer en muchas partes del mundo.Espero que tomen nota otros paises como bien analizas hoy,porque la gran mayoría se esconden no tras el burka,sino tras su propio velo,el de no querer ver las cosas.

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  6. Decir que una se tapa la cara por una cuestión cultural es hacer el juego al machismo en los paises orientales que es a los que les interesa que esto se mantenga.Nadie en su sano juicio se tapa de arriba a abajo para esconderse por una cuestión cultural.Por cuestiones culturales las mujeres no pintamos,nos depilamos,nos ponemos más o menos cómodas o atractivas.Pero no tengo yo el arrebato de esconderme del pelo a los pies para que nadie me vea.Quienes se amparan en el hecho cultural lo que hacen es hacer el juego a quienes buscan que la mujer que sea inferior,esté sometida al hombre y le sirva en todos los sentidos posibles.Ver un burka debería ser algo como ver los cinturones de castidad de la edad media o similares,un vestigio arqueológico de una época para olvidar.Sin embargo el burka desgraciadamente sigue existiendo y tiene todo el significado que hoy tan bien nos recuerdas.

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  7. La medida adoptada en Francia lo ha sido en favor de la dignificación de la mujer en todo el mundo y quién no lo quiera entender es porque no le da la gana porque es algo tan evidente que no necesita ni justificación ni argumentación.

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