Y González asumió el protagonismo...

Hay que reconocer que no resiste la comparación de escuchar a González y Zapatero. Puede que la falta de credibilidad del Presidente actual, haga que cualquier cosa a su lado sea una maravilla; pero sin duda, en capacidad de convicción y el juego político González lo borda.
Ayer en el Congreso, el PSOE celebraba el centenario de Pablo Iglesias con un acto de afirmación socialista. González reveló el verdadero sentido de la convocatoria: “Cuando las cosas van mal, militancia pura y dura”.
La revisión de las imágenes del acto, dejan claro que González se gustó a sí mismo y que era consciente de que los focos estaban en él. Sabía el “viejo zorro” que sus palabras iban a ser miradas con lupa y por eso hizo la faena de aliño. Cerró filas en torno a un Zapatero que vive los momentos más duros y al que animó a seguir adelante. Su tono, su crítica mordaz, la elocuencia de su intervención, puede compartirse o no, pero tiene forma, profundidad y contenido, cosa que no se vé por ningún lado en la palabra del Presidente... Y si me permitís una maldad, a Zapatero ya le faltan hasta los reflejos, porque contó que el día del decretazo, recibió un SMS de González que tildó como “el más cariñoso”, y que decía: “Hoy más que nunca tienes mi apoyo, gobernar es eso, tomar decisiones duras”. Vamos, que le espetó un “hasta ahora no has gobernado” y un “ya iba siendo hora de que tomaras decisiones”... Unamos el SMS de González a su frasecita sobre las rectificaciones, lo de “rectificar es de sabios, pero hacerlo constantemente es de necios”... Ya véis, González asumiendo el protagonismo absoluto en el PSOE.
Ayer el PSOE volvió a inyectarle a Zapatero una dosis de autoestima, precisamente el día en el que los mercados le dieron un respiro con una importante subida de la bolsa y una demanda importante de la deuda que colocábamos en los mercados. Sería un error que el PSOE echara las campanas al vuelo por un día de respiro, cuando estamos en una crisis que advierten las autoridades monetarias que tiene todavía largo recorrido. En cualquier caso, por el bien de este país, no está mal que el Presidente reciba una palmadita en la espalda para que cumpla lo que ahora ha descubierto: que este país necesita reformas en varios frentes y que hay que hacerlas. Pues empezarlas está en su mano y la prueba de fuego la tiene la semana que viene con la reforma laboral.
Ayer recibió el apoyo de González y de la vieja guardia socialista, que acudió en su auxilio en un momento muy difícil. Pero cuidado con este tipo de apoyos, porque a nadie se le escapa que las relaciones entre ambos no son nada buenas y que en cualquier momento pueden saltar las chispas. De momento, el PSOE cumple un guión de manual, el de mostrar la unidad del partido cuando tienen el agua al cuello, pero no hay que olvidar que esta paz es como la "calma chicha".