"Ambigüedad cero"

Lo dijo Bono ayer en el Congreso de los Diputados: “Ambigüedad cero”. Ojalá los partidos, todos, tomen buena nota y lo pongan en práctica. El acto de homenaje a las víctimas del terrorismo, además de profundamente emotivo, tiene un intenso significado, al menos aparente, ya que ayer todos los partidos estaban a una. Otra cosa, desgraciadamente, es lo que puede pasar a medida que se acercan los procesos electorales... Pero hoy por hoy, parece que por fín hay un nítido acuerdo para no dar ni una mínima tregua a los asesinos, la única forma posible de acabar con ellos.
Digo que para mi es la frase clave del acto, porque si de algo han vivido hasta ahora los terroristas, es de las sutiles diferencias entre los partidos, que les han servido para mantener una puerta abierta a seguir respirando, lo que significa que se les ha abierto alguna vía política que ha sido letal en la lucha contra el terror. Cada vez que un proetarra se sienta en el escaño de alguna institución vasca, son alas para esa suerte de maniqueísmo abertzale de reclamar no se sabe muy bien qué, porque no está en juego la independencia, sino mucho más: el mantenimiento del terror, que es la garantía de la supervivencia de estos grupos antisistema, que hacen del chantaje, de la violación de los derechos y de la muerte, sus herramientas para seguir presentes en una sociedad a la que atemorizan y por tanto, condicionan.
Mientra escribo, me pregunto qué pensarían ayer las fuerzas políticas que se sientan en el Congreso y que han hecho del doble lenguaje, de la ambigüedad, el fuerte para sostenerse en su representación institucional... Qué pensaría un PNV abertzalizado que debe revisar su doble moral, o una Esquerra que consiente que uno de los líderes negocie con los terroristas que maten en unos territorios sí y en otros .. Me pregunto si la postura de ayer es una pose más o de verdad se suman al sentir mayoritario, abrumadoramente mayoritario, de la sociedad española en su rechazo al terrorismo... Pronto lo veremos y comprobaremos si se ha acabado, por fin, esa doble moral que tanto daño a hecho a la convivencia en toda España y sobre todo en el País Vasco.
Ayer fue un día para recordar porque la emoción, el silencio contenido, la unanimidad de los grupos para buscar soluciones a los problemas de las víctimas, es un hilo de esperanza hacia el final del terror. La unidad política que PSOE y PP han sido capaces de mantener en Euskadi, a pesar de las muchas diferencias y los muchos problemas que hay, es la bandera política que hay que enarbolar. En el Congreso ayer se escucharon muchas recetas del Presidente de la Cámara y del Rey, quien lo dijo muy claro: “La unidad de las fuerzas políticas contra el terrorismo, es una exigencia de toda la sociedad”.
Vamos a periodo de elecciones, periodo de tensiones y luchas internas. Será el termómetro para comprobar si lo vivido ayer en el Congreso es la muestra contundente de la madurez democrática, del homenaje a las víctimas y del recoger la sintonía de la gran mayoría de los ciudadanos... Quien defraude este sentir, debe ser aislado inmediatamente por el resto del arco político; porque en caso contrario serán, por ambigüedad, cómplices de seguir dando alas al terror y precisamente eso es lo que ayer todos afirmaron rechazar.