De villano a héroe y viceversa.

Era evidente y se ha confirmado: de villano a héroe en poco más de 12 horas. Así debe sentirse en su fuero interno Tomás Gómez, después de escuchar las salvas de elogios que le llueven desde todos los lados del PSOE. Y es que en política no hay nada como ganar para saber que eres el mejor. Escribí hace un par de días que el PSOE haría de la necesidad virtud y lo está demostrando; pero a la vista de cómo están administrando esta victoria, ahora dudo de que hayan calibrando la misma en sus justos términos, porque lo que ha sucedido es que han elegido un cabeza de lista, pero lo que de verdad importa es ganar a Esperanza Aguirre, es decir, impedir que mantenga la mayoría absoluta. Y ahí puede estar el arma que ya está cargando Ferraz para bajarle los humos a Gómez y a todos los que piensan que este es el comienzo del fin del Zapaterismo, porque si Gómez no impide la mayoría absoluta de Esperanza Aguirre, y es difícil que eso suceda, ya puede prepararse para la que se viene encima. Desandará lo andado y dejará de ser un héroe.
Veamos algunos detalles de las últimas horas. Zapatero va a Bruselas el día después y en contra de su costumbre no habla. Elude el enfrentamiento mediático en una jornada en la que todos los periódicos, todos sin excepción, le dan como el gran derrotado de las primarias en Madrid. Todo se escenifica para que esta tarde, en el Senado, Zapatero dé una lección de  “buenismo”, sea la imagen de la tolerancia y el compañerismo más importante de los últimos tiempos. El “se lo merece” pronunciado por Zapatero en la Cámara Alta, es lo más hipócrita que hemos escuchado en el debate interno de un partido en los últimos años, y mira que se han podido decir cosas. Pero ahora viene la segunda parte.¿Qué pasa con Trinidad Jiménez?... Pues pasa que ella misma se desmarca y quiere mantenerse donde está, en el Gobierno. Su “para apoyar a Tomás Gómez no hay que estar necesariamente en una lista, se puede hacer desde fuera”, demuestra hasta qué punto huye de la política de Madrid, y de paso demuestra que fue forzada a presentarse a las primarias por la petición expresa de Zapatero a requerimiento de Blanco y Rubalcaba... Después está lo de este último, que no calla por nada del mundo, pero ¡qué casualidad!... no se considera el más adecuado para opinar sobre Madrid antes de que oficialmente lo haga el partido. ¿Es éste el Rubalcaba que todos conocemos? Pues no, no lo es. Es el Rubalcaba estratega que ya estará trabajando en recomponer fichas para la batalla electoral de Madrid, que ésa sí que será una prueba de fuego para el PSOE y cobrarse la factura que le deben.
Mientras tanto, Esperanza Aguirre, que se puede decir de ella lo que se quiera, pero política es un rato, ya se encarga de recordar algunos aspectos del talante de Gómez, como que ha sido incapaz de devolverle la llamada de felicitación. La campaña en Madrid ha empezado, Aguirre no dará tregua al candidato socialista, y ya lo está situando en el puesto que le corresponde, la izquierda más izquierda del PSOE. Gómez, mientras tanto saborea sus horas de éxito, pero de inmediato se tiene que poner a una doble tarea: coser el partido y tratar de mantener su buen “rollito” con los medios de comunicación, algo que a partir de ahora ya no va a ser tan fácil, porque ya no es el damnificado de Zapatero. Como la FSM olvide que es el aspirante y lo envuelva en el marchamo de ganador, el batacazo será de aúpa y de Gómez, entonces, no quedarán ni las cenizas. Tiempo al tiempo.