No dejan de sorprenderme las declaraciones realizadas ayer por Tomás Gómez, en las que aboga por la limitación de los mandatos políticos a dos legislaturas. No es el primero que lo plantea, ni será el último, pero lo importante es que la propuesta surja ahora, precisamente cuando en el PSOE comienzan a alzarse voces críticas sobre el liderazgo de Zapatero y cuando hay muchos sectores del partido instando al presidente a que diga si se presentará a la reelección.
Gómez ha hablado de la limitación de los mandatos. En el PSOE, el asunto, ni se ha abierto ni se le espera. No creo que Gómez esté demasiado interesado precisamente en el asunto de la duración de los mandatos... Lo utiliza para lanzarse al ruedo de la política nacional con asuntos de alto interés mediático, aprovechando para ello la fuerza que le da haber plantado cara a Zapatero y el cierto vacío de liderazgo que ahora se detecta en su partido. Si el candidato socialista por Madrid diera la campanada, habría empezado la forja de un nuevo líder en el PSOE, ya que Zapatero tiene ante sí las peores expectativas que se puede imaginar... Pero claro está, la maquinaria socialista de Ferraz no está por la labor y no pondrá las cosas fáciles. Las heridas de las primarias empiezan a verse y Gómez no desaprovechará la oportunidad de intentar un nuevo tiempo para los socialistas. Lo que tampoco estaría mal, la verdad, porque Zapatero ha abierto heridas que estaban cerradas y ha rescatado un falso debate de las ideas que lo único que ha hecho, es despertar el fantasma de las dos Españas, con la evidente y deleznable estrategia del rédito electoral.
En realidad, todos sabemos que hay debates pendientes en la política nacional y entre ellos hay dos que deberían abordar los partidos mayoritarios: uno es el aludido de la limitación de los mandatos y otro es la reforma de la ley electoral.
En España hemos vivido una transición, que todos coincidimos en señalar como modélica, pero lo que no podemos decir es que sus procedimientos sigan estando vigentes. Es un hecho que muchas de las medidas que se adoptaron entonces, conllevaban la suficiente manga ancha como para dar cabida a todos, utilizando en muchos casos más la buena voluntad, que la eficacia en la actuación. Han pasado los años y los mecanismos siguen vigentes, pero en ocasiones, lejos de solucionar conflictos, los generan. Sin embargo, parece que hay un cierto temor a “tocar” algo, para no destapar la caja de los truenos.
La Constitución ha sido el elemento de convivencia clave, pero es tan amplia, que genera ambigüedades que son complejas de resolver. El ejemplo más evidente es el Estatut, y ahí tenemos una sentencia que abrirá en el futuro un sinfín de conflictos en la interpretación de muchos de sus artículos.
En los partidos debe perderse el miedo a abrir debates y a proponer reformas. Es un camino para encontrar vías de diálogo y buscar soluciones que aseguren el futuro político... La transición dejó muchas asignaturas pendientes pero nos enseñó a acercar posturas y a entendernos un poco mejor. No se puede decir que Zapatero haya hecho mucho para acercar posiciones, más bien ha tratado de profundizar en lo que nos separa frente a lo que nos une. Es de desear que el nuevo tiempo que debe llegar al PSOE, reflexione sobre lo que ha pasado y se proponga acabar con la utilización de todo con carácter electoral.
viernes, 15 de octubre de 2010
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Se ha destapado la caja de los truenos en el Psoe y a Zapatero cada vez le resultará más difícil acallar a los descontentos.A lo que tienen cargos institucionales les pueden amenazar sobre su continuidad,pero Tomás Gómez tiene vara alta porque se la ha ganado a pesar del aparato.Tengo la sensación de que el tiempo de Zapatero se acaba también en casa.
ResponderEliminarLo de la ley electoral no lo pienses Mireia porque los dos partidos aspiran a necesitar a un tercero por un por si acaso.Son los nacionalistas y si se endurecen las condiciones para que estén en el Congreso el asunto queda en las mayorías absolutas y como se sabe que son más difíciles de conseguir,pues se aseguran que haya una bisagra a quién comprar.Y además hemos puesto las cosas en un punto que sólo falta quitarles algo a los nacionalistas para que se monte un lío de padre y muy señor mío.Así que seguiremos así mucho tiempo.
ResponderEliminarAquí le damos a todo una situación de santidad y de asunto épico.Es lo que hemos hecho con la transición y es cierto que nos ha llevado a una situación impensable logrando instalar la democracia,lo que no era tarea fácil.Pero la transición se ha revelado menos modélica de lo que decimos y ha montado barullos sonoros como los enfrentamientos territoriales o la subida a la parra de los nacionalismos.A ver quién pone ahora el cascabel al gato.
ResponderEliminarTomás Gómez no tiene nada que hacer.Lo que quiere ahora es afianzar una popularidad que ha alcanzado por la confrontación con su secretario general.Pero Tomás Gómez no tiene punch,Esperanza Aguirre le va a ganar con cierta comodidad y eso es lo que espera el Psoe para acabar con su estrella.Parece que actua en solitario,sin el apoyo de nadie más que el del Partido Socialista de Madrid y eso es importante,pero le queda mucho para poder ser una referencia para el partido nacional y para aparecer como una nueva vía en el Psoe.A Zapatero le van a salir muchas posibles alternativas,más cuanto peor lo pongan las encuestas.
ResponderEliminarDice un refrán castellano que "a perro flaco,todo se le vuelven pulgas".Ese perro (con perdón y sin querer ofender)sería Zapatero y las pulgas pueden ser Guerra,Barreda,Tomás Gómez y tantos otros que ya se mueven en el partido inquietos por las pésimas expectativas.A mi me da la impresión que Tomás Gómez será el ariete para plantar cara a Zapatero y eso es lo que ha empezado a hacer con estas declaraciones.Los partidos sólo se mueven por el poder y el Psoe puede perderlo,es normal que pasen estas cosas.
ResponderEliminarNadie quiere abrir la Constitucion ni las grandes normas porque se ha logrado un cierto equilibrio,pero es verdad que cada vez es más inestable.Pero Mireia a las grandes asignaturas pendientes tu señalas,hay que añadir la pérdida de complejos de de donde venimos.La historia no debe avergonzar a los pueblos,sino enseñarles por donde no tienen que volver.Eso Zapatero no lo sabe y por eso usa con un desparajo y una desvergüenza sorprendente la guerra civil y sus consecuencias.No se trata de pasar página,sino de aprender la lección para que no se vuelva a repetir.La convivencia en diferentes ideas y posiciones es la garantía del sistema.
ResponderEliminarMe gusta Tomás Gómez. A lo mejor es un poco soso en el cuerpo a cuerpo televisivo o un poco ficticio, vale, pero me gusta porque es un trabajador de cuna. Le sigo la pista desde que salió a la palestra como alcalde Parla y lo que por allí hizo.
ResponderEliminarPosiblemente simbolice el mundo de las ideas antepuestas a la ideología, por eso me gusta y no me enrollo más, que vuesas mercedes me han entendido.
Bueno, vale, sigo.
Es bueno que veamos cierta evolución en el mundo de las ideas políticas al comprobar que la esclavitud que genera la ideología no nos lleva a más cosas que a la falta de ideas.
Debe tener en cuenta cualquier líder político que la economía -eso que nos trae ahora- no la mueve el gobierno de turno, más bien sólo hará de comparsa a las fluctuaciones y caprichos de ese capital que ejerce de pantocrator omnipresente.
Estamos en la misma liga que Irlanda, ese milagro económico como lo fue España, pero todo basado en el crédito burbuja, ese crédito que nos hacía meternos en el mundo de las sensaciones posesivas (mi casa, mi teléfono, mi coche), era la vida de ET el extraterrestre, sí.
Corto y cierro. No se me olvide decir que al PP le haría falta un elemento fresco que rompiera con la vieja guardia, todos ganaríamos con ello.
Saludos.
Fdo.: J.Robles
A Barreda lo calló el aparato de forma contundente y a Gómez harán lo mismo.En los partidos funciona el ordeno y mando,porque al final están más pendientes de su culo que del interés general.Zapatero no va a facilitar las cosas para su relevo hasta que no tenga certeza de que se avecina una debacle.No vió la crisis y ahora cree en su mesianismo,aunque con él corra el riesgo de llevar a la debacle a su organización.Suelen pasar estas cosas cuando los líderes están convencidos de que son insustituibles.
ResponderEliminarNo sólo se debería limitar el mandato de los responsables en las instituciones.También en los partidos,ya que de esa forma se aseguraría una rotación de participantyes en la vida de la organización.Aquí el que asume el poder en una provincia o en un espacio político no lo suelta ni con lejía.Ven en ello un seguro de vida y se apalancan para que nadie ocupe el síllón.Esa realidad tan extendida en los partidos es un cáncer para el futuro,si no lo está siendo ya.
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