Anoche asistí en el Teatro Calderón de Valladolid a la entrega de los Premios Internacionales Fundación Cristóbal Gabarrón, que cumplían sus nueve años de vida y que mantienen un nivel realmente bueno, tanto en organización, como en la seriedad y el nivel de los premiados. Estoy convencida de que si estos premios se concedieran en otras comunidades españolas, serían mucho más conocidos. A veces la tan traída y llevada austeridad castellana tiene estas cosas...
Han sido premiados en otras ediciones nombres como Vargas Llosa, Rostropovich, Yoko Ono, Irene Papas, Lynn Margulis, Carlos Cordón, Juan A. Samaraanch, El F.C. Barcelona, Induraín, Zidane, José Baréa, Fuentes Quintana, Josefina Aldecoa, Francisco Ayala, Luis Ángel Rojo y tantos otros nombres de los más diversos campos que vinieron a Valladolid para recoger su premio. El elenco de este año tampoco pierde el nivel: Fernando Trueba, Emiliano Aguirre y el equipo de Atapuerca, Juan Marsé, José Antolín, Roberto Borja Cevallos, Jonathan Brown, Alvaro Siza, Alberto Contador y Antonio Garrigues Walker. Nombres que son ganadores en sus respectivas disciplinas y que anoche me hicieron darle muchas vueltas a los valores que tantas veces olvidamos en la vida. Es verdad que necesitamos referencias, en todo son necesarias. Son necesarias en la familia, en los amigos, en el trabajo, en el ocio... en todas las circunstancias de la vida. Referencias que nos refuercen, nunca mejor dicho, en la importancia de todo lo que nos rodea y en los valores que hacen que los amigos, el trabajo, los sueños, el amor... sean aspectos esenciales de nuestra existencia. Cada uno de nosotros somos una pieza en el inmenso engranaje de cuanto nos rodea. Una pieza que tiene su importancia, porque es verdad que todos somos necesarios, pero también que nadie es imprescindible.
Cuando admiraba en el escenario a personas que son referencia para muchos de nosotros, me daba cuenta de cuánto esfuerzo acumulado, cuánta dedicación, cuántas horas de estudio, cuántos sacrificios, cuánta lucha, cuánta enseñanza acumulaban esas personas. Ellos, anoche, eran referencia, eran la reencarnación de valores que una sociedad no puede perder, que tiene que buscar de forma constante. Por eso son líderes, por eso con su ejemplo nos indican que merece la pena luchar y transmitir a todos que el bien común es posible, que se puede investigar para ayudar a los demás, que se puede escribir para transmitir valores, que se puede generar arte que estimule el alma, que se puede pensar para hacer la vida mejor, que se puede construir para hacer nuestras ciudades más habitables...
El genio de Cristóbal Gabarrón, ese murciano y castellano y leonés de corazón, que defiende a su tierra por todo el mundo a través de su arte y de su fundación, nos ha demostrado una vez más que la búsqueda de la excelencia es también una enseñanza para todos. Anoche, en el Teatro Calderón, te dabas cuenta de que la vida es un gran teatro donde todos somos actores y tenemos nuestro papel. Ayer sentí que tenemos que aprender de los mejores, porque lo nuestro es un paso por la vida de aprendizaje, de espíritu de superación, de buscar nuestro sitio, de quedarnos con lo mejor de cuanto nos rodea y de ser capaces de transmitir lo mejor que tenemos cada uno de nosotros... A estos actos, como a todo en la vida, hay que extraerle un sentido. Ayer había valores, exaltación de lo bueno, de lo importante que es tener referencias para todo. Cada uno de nosotros somos también referencias para quienes nos rodean. Sería bueno que no lo olvidáramos nunca...
sábado, 9 de octubre de 2010
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Pues este tipo de actos deberían tener difusión masiva,porque si algo hace falta en la vida es formas y educar en valores.Lamentablemente cada vez los valores son mas el poder,el éxito a cosa de cualquier cosa o el dinero.Se pierden la ética o la solidaridad,la camaraderia o la amistad.El mundo lleva mal camino.
ResponderEliminarSi "al resto de los mortales" nos dieran las facilidades, subvenciones y la mitad del apoyo y demás...que le han dado al Sr. Gabarrón y familia, probablemente estos premios tendrían la repercusión mediática de la que hablas...
ResponderEliminarHay que ser un poquito más imparcial...
Saludos para los que no tenemos puente...y a los que el "ZaPato" nos aprieta cada vez más...
Puede que a Gabarrón se la hayan dado apoyos,pero también hay que reconocer que ellos han llevado lejos el nombre de Castilla y León. Los premios dan prestigio a la comunidad y no hay nada de injusto en que también la fubdaciónse aproveche. Me parecen un acierto.
ResponderEliminarEl elenco de nombres que reunen los Gabarrón no admite peros y eso traduce una cierta seriedad en el trabajo.Además la transmisión de TVE permite que lo que sucede en Valladolid llegue al mundo entero.Nuestra tierra necesita de iniciativas que lleven nuestro nombre lejos y desde esa perspectiva me parece positivo.Lo digo además aún cuando yo soy una persona a la que la obra de Cristobal Gabarrón no le gusta demasiado. Me parece un tanto incomprensible. Son cosas del arte contemporáneo que cuesta entender.Pero no es menos cierto que está en el circuito internacional del arte moderno y eso se constituye un valor para nuestra tierra.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo Mireia en que a la sociedad actual hay que darle un muestrario de valores,porque no estamos sobrados de ellos.Nos fijamos mucho en lo que hacen los demás pero no tengo nada claro que sea para copiar lo que hay de bueno.Hay que exaltar la condición de personas,lo mucho y bueno que tenemos los seres humanos y dejar a un lado todo aquello que excita los más bajos instaintos.Si los premios exaltan los valores,bienvenidos sean.También bienvenidas sean las alertas a la sociedad para que no nos perdamos en estériles luchas.
ResponderEliminarLos actos como el que comentáis son de carácter social,pero no es menos cierto que son importantes en nuestro mundo actual porque los personajes de nivel son un ejemplo a imitar.Donde acierta Gabarrón es en traer a los premiados,de forma que sociedad los puede "tocar" y de esa forma no se queda en un simple reconocimiento.
ResponderEliminarYa que hoy se habla de valores,ahí están los de un Gobierno que se carga todos los símbolos,trata de alejar al Ejército de los ciudadanos y maquilla la celebración del día de la Hispanidad para proteger el rechazo que su gestión levanta en la sociedad.Pocos valores puede tener una sociedad que elige un gobierno que carece de ellos,que sólo se empeña en mantenerse en el poder y que huye de dar la cara para que el país pueda salir adelante.El bienestar de la sociedad,el trabajo y la competitividad también son valores que pertenecen al consciente colectivo y que no podemos seguir perdiendo a la velocidad que lo hacemos.
ResponderEliminarSaludos a todos y buen día de la Hispanidad.
Yo no digo que no haya que enzalzar ciertos valores, pero que a uno le de una "catarsis sensitiva" como a usted Mireia, por el hecho de acudir a un acto de estos, sí que me parece excesivo y cuanto menos un intento de vender o transmitir una imagen, que como "publicidad" vale, pero respecto de la que albergo el beneficio de la duda.
ResponderEliminarLos premios por lo general son lo que son, normalmente arbitrarios, por cuanto puede que sea justo o no entregarlo a la persona que lo recibe. Personalmente cuento con mejores referentes que los citados y no han sido premiados.
Menos rollo.