BLOG DE MIREIA ARROYO DE LA PARTE

Un vistazo crítico y personal a la actualidad.

lunes, 14 de junio de 2010

Cuidado con las pírricas victorias...

El Gobierno ha tenido al margen a los partidos políticos a la hora de negociar la reforma laboral y ahora le entra la prisa. Su fracaso con los sindicatos y los empresarios en el diálogo social, tendrá que ser sustituido por un diálogo político que lleva un extraño camino. No comprendo muy bien por qué el Gobierno ha apurado las plazos, cuando desde hace tiempo sabía que el acuerdo social era prácticamente imposible; y ahora impone su ley con una soberbia propia de la ignorancia o de la inconsciencia... O tal vez de las dos cosas. Zapatero sabe que no puede quedarse solo en el Congreso y sin embargo, ha lanzado a Blanco con toda su artillería para excitar los ánimos del resto de los partidos.
Vayamos por partes. La reforma laboral corresponde hacerla al Gobierno. Debe ser él quién la proponga y la negocie con el resto de las fuerzas políticas. El Gobierno ha de llevar la iniciativa, debe tener la altura de miras para propiciar el acuerdo y debe de sentar las bases del diálogo. Pues bien, lo que hemos visto este fin de semana tiene tintes subrealistas. El Gobierno presenta una reforma, pide a los partidos políticos que respondan a toda prisa y les exige que presenten su propia propuesta de reforma... ¡Ah! Y de ampliación de plazos para hacerlo, nada de nada. El 16 y punto... ¿Es esto lo que el tolerante Gobierno Zapatero considera dialogo político y acercar posturas?...
Por lo que hemos escuchado este fin de semana, Zapatero quiere dialogar “lo que haga falta”, aseguran los suyos. Los partidos de la oposición dicen lo mismo (con la ambigüedad nacionalista de siempre, claro), pero todos tenemos la sensación de que estamos ante un diálogo de sordos... o de besugos.
No valen engaños. La reforma laboral puede salir adelante, pero tiene ya un punto de fracaso al no tener consenso social. Pero el fracaso será absoluto si no hay un acuerdo político en el que esté el Partido Popular, que representa la gran mayoría de la oposición. Sacar la reforma “in extremis” con un nuevo “chantaje” nacionalista, es poner sobre la mesa un documento abocado a cosechar todo tipo de críticas y a volver a ser tratado en la Cámara con un nuevo Gobierno. Este país no puede seguir por más tiempo en la dinámica de hacer las cosas importantes al margen de la mitad, incluso ahora más, del electorado, por mucho que la aritmética parlamentaria lo permita. De seguir así, empeoraremos las cosas sobre el clima, ya tocado, de los posibles y necesarios acuerdos para los temas claves a los se enfrenta la nación. Zapatero debería pensar que en adelante, la victoria no es sacar “por los pelos” los asuntos, sino sacar menos cosas pero con acuerdos mayoritarios. La crisis pide esfuerzos de todos y la política de este país no puede vivir mucho más al margen de lo que necesita la sociedad.

7 comentarios:

  1. El Gobierno sólo quiere ganar tiempo para llevar la reforma aprobada a Europa el jueves y luego ya se verá lo que se hace. Ahora le apremia el tiempo y de ahí que la cosa vaya por decreto. En las próximas horas vamos a asistir a otra negociación con los nacionalistas que nos va a causar vergüenza. ¿Y si nó a que viene la escenita de los celos que ha protagonizado Duran, que se ha sentido muy ofendido?. La esperanza está en la capacidad negociadora de Pajín, que ayer hizo un llamamiento la PPT (Partido popular de los trabajadores) para el acuerdo. Esta mujer tiene angel.

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  2. Sería la primera vez que el PSOE tratara de pactar con el PP en serio, pero estoy segura que ni por estas. Quieren dar la imagen de que negocian, pero luego se irán a los nacionalistas. Verlos es cuestión de horas.

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  3. Otra pantomima más. El PSOE dice que quiere acuerdo, el PP dice que quiere acuerdo, los nacionalistas dicen que quieren escuchar. No hay que engañarse, en esta ocasión al Psoe le interesa un acuerdo, pero no al PP, que lo que quiere es que el PSOE se siga cociendo en sus problemas. No hay que olvidar que lo único que interesa al PP es heredar, aunque sea una herencia de miseria, pero heredar. Poder por el poder, aunque el país se hunda. ¡qué asco!.

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  4. Que partidos y sindicatos entren en un tira y afloja ante la situación actual, donde los mercados siguen mirándonos de reojo, donde vuelven los ruidos de intervención, donde aparecen de nuevo los rumores con Grecia como referente, me parece algo increíble e irresponsable, una muestra de la categoria ínfima de nuestros representantes públicos. Es el momento de unir al país, no de romperlo constantemente. La historia opondrá en su sitio a tanto irresponsable político como nos ha tocado en esta generación.

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  5. Ya que estamos en el mundial y en el m,es del fútbol, al Gobierno le interesa una victoria de penalty injusto en el tiempo de descuento. Lo que importa es ganar.

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  6. El Gobierno fio el acuerdo a los sindicatos y le falló. Ahora va a por los partidos y ahí ya podemos prever que paasará. Desde que Cospedal se pone el pañuelo palestino, el PP se ha transformado en el Partido de los trabajadores y por lo tanto se situará más cerca de los sindicatos que del Gobierno.¿Qué podemos esperar de todo esto?. Pues rentabilidad para los nacionalistas. Esta es la responsabilidad de un PP cada vez más desnortado y cada vez más alocado para intentar alcanzar el poder. Hasta que el PP no se de cuenta de que faltan dos años de legislatura y que debe trabajar en ese horizonte, no vamos a conseguir nada racional o lógico. Un partido sólo pendiente de las elecciones para copar el poder, es un partido que da miedo y el Psoe sabrá demostrarlo en su momento, porque una oposición así, da verdadera vergüenza.

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  7. Es difícil de entender una reforma laboral sin el diálogo social, pero más difícil aun es entender que hayamos llegado al extremo de precariedad política y económica en el que estamos. Todo lo que estamos viviendo es un camino sion destino, un horizonte sin fondo, un final sin final. Sí MIreia, esto es un diálogo de besugos, pero de besugos maolientes que no son capaces de estimular nada nuevo. La reforma laboral es un capítulo más de la improvisación de Zapatero, obligado por las circunstancias (Europa). Todo esto es gasolina para un incendio que va a costar mucho a apagar.LO que pasa es que el PP en vez de llevar mangueras con agua, las lleva con más gasolina.

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